La bielorrusa Aryna Sabalenka, número dos mundial, se clasificó para las semifinales de Roland Garros, tras vencer este martes, en un partido políticamente cargado, a la ucraniana Elina Svitolina (192ª) por 6-4 y 6-4.
Sabalenka luchará por un puesto en la final contra la checa Karolina Muchova (43ª WTA), que ganó a la rusa Anastasia Pavlyuchenkova por 7-5 y 6-2 en la Philippe Chatrier por la mañana.
Como vino haciendo todo el torneo con las jugadoras rusas y bielorrusas, Svitolina no dio la mano a Sabalenka al término del enfrentamiento.
Tras no comparecer en sus últimas dos ruedas de prensa, de acuerdo con el torneo parisino, por no sentirse "segura", la organización indicó que sí comparecería ante los medios de comunicación este martes.
En la rueda de prensa de la segunda ronda, una periodista ucraniana pidió a Sabalenka que explicase sus lazos con el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, aliado de Rusia en su invasión a Ucrania.
El martes, en la pista central, Sabalenka se acercó a la red, pero Svitolina se dirigió directamente a su silla sin darle la mano.
El partido comenzó igualado, con un empate a cuatro juegos en el primer set, tras el cual Sabalenka tomó el control, convirtiendo la primera bola de rotura del encuentro y llevándose la primera manga.
Svitolina se puso por delante 2-0 en el segundo set, pero la N.2 igualó la contienda y sumó cuatro juegos seguidos para ampliar definitivamente su ventaja.
"Es una adversaria tan difícil (de afrontar), que se mueve bien. Lo que ha hecho después de dar a luz es impresionante, todo mi respeto", dijo Sabalenka sobre la ucraniana de 28 años, que dio a luz a su primera hija en octubre.
"Estoy muy feliz por mi victoria, el ambiente era increíble", añadió.
Con esta victoria, Sabalenka habrá alcanzado las semifinales de todos los Grand Slam, en los que lleva una racha de 12 victorias consecutivas tras su primer gran triunfo en el Open de Australia en enero.
La bielorrusa pone también en un aprieto a la vigente campeona Iga Swiatek, que tendrá que llegar a la final si quiere mantenerse en el N.1 del ranking al término del torneo.
París, Francia | AFP.
Gran sorpresa de Roland Garros, el argentino Tomás Martín Etcheverry (46º ATP) superó con gran autoridad al japonés Yoshihito Nishioka (33º); 7-6 (10-8), 6-0 y 6-1 en dos horas, este lunes en octavos.
'Tomy', que se arrodilló y derramó alguna lágrima tras el triunfo, jugará por meterse entre los cuatro mejores con Alexander Zverev (27º), que batió a la misma hora a Grigor Dimitrov (29º); 6-1, 6-4 y 6-3.
Etcheverry, cuatro victorias en tres sets en París, es el único superviviente de los diez argentinos que comenzaron en el cuadro principal de Roland Garros. El primero en cuartos desde que Diego Schwartzman disputara la semifinales en 2020.
"No me lo puedo creer, es un sueño hecho realidad, gracias por el apoyo. Gracias a mi familia, es muy importante compartir este torneo. A descansar y a preparme para la próxima batalla", dijo ante Àlex Corretja en la Suzanne Lenglen.
Cuando caía la noche en París, el argentino volvió a mostrar su potencia en tierra batida y solo encontró resistencia en la primera manga, que se definió en el 'tie-break'.
Nishioka, de 1,70 metros, había sido capaz de reponerse de la rotura de entrada del argentino pero su resistencia se terminó en esa muerte súbita que perdió.
En sus tres primeros partidos sobrevivió disputando 14 sets, mientras que Etcheverry los saldó todos por la vía rápida, por lo que estaba más fresco.
El partido se resumió en los latigazos que lanzaba el argentino y el porcentaje de acierto del japonés a la hora de devolverlos.
Ambicioso, Etcheverry encadenó hasta 11 juegos consecutivos tras el primer set para quedarse al borde del triunfo, que cerró tras dos horas.
París, Francia | AFP
En un dramático 'super tie-break', el argentino Francisco Cerúndolo (23º) fue eliminado por el danés Holger Rune (6º); 7-6 (7/3), 3-6, 6-4, 1-6 y 6-6 (10-7) en cuatro horas, este lunes en octavos de Roland Garros.
Rune jugará por un puesto entre los cuatro mejores ante el noruego Casper Ruud (4º), finalista saliente.
En la Suzanne Lenglen, donde hace dos días apeó en cuatro sets al número ocho, Taylor Fritz, esta vez Cerúndolo cayó en la última recta tras un partido convertido en montaña rusa.
"Siento tristeza, dolor de haberlo dado todo y estar tan cerca. Se decidió en detalles, algunos puntos que a veces caen para un lado y a veces para el otro. Pero aprenderé para el futuro", dijo Cerúndolo.
Se citaban dos jóvenes de sangre caliente que no defraudaron, con grandes golpes pero también claros errores y todo tipo de gestos de disconformidad hacia sus 'boxes' cuando las cosas no les salían.
Una polémica ensució el duelo: al principio del tercer set una bola botó dos veces y el juez de silla no la vio. Cerúndolo, que dejó de jugar el punto, lo perdió. Y Rune, perfectamente consciente de que había golpeado tras dos piques en la tierra, se hizo el loco.
El argentino se acercó al juez Kader Nouni y se quejó por su despiste, mientras Rune permaneció callado en lo que fue un gesto de gran antideportividad.
"No me lo podía creer, fue clarísimo, por cómo sale la pelota, el árbitro no debe saber nada de tenis...Me enojé", dijo Cerúndolo.
- Jugadores y jugadores -
Sobre la actitud de Rune, también fue directo: "Hay jugadores y jugadores, algunos los valores van más allá de los resultados y otros no. No me puedo poner en su lugar, quedará de su lado".
Como ante Fritz, a Cerúndolo le había llevado un rato tomarle el punto al escenario. Pero fue capaz de remontar la rotura inicial de Rune y llevar el primer set a la muerte súbita, donde el danés impuso galones.
El segundo set no comenzó bien para Cerúndolo, 4-1 por debajo además del polémico doble bote, pero se levantó con grandeza e igualó 1-1.
Tras repartirse los dos siguientes, el drama llegó en el quinto: con 4-3 a favor, el argentino dejó escapar tres puntos de rotura y fue Rune el que guardó el servicio y se apuntó una rotura para sacar con 5-4. En vano, iguales 5-5 y la Suzanne Lenglen a punto de explotar.
Rune parecía más cansado, apoyándose en su raqueta cada vez que finalizaba un punto. Pero un nuevo intercambio de roturas llevó el partido al 'super tie-break', donde hizo valer su experiencia para llevarse el duelo.
París, Francia | AFP
