Novak Djokovic criticó al público "irrespetuoso" de Roland Garros, después de ganar al español Alejandro Davidovich en un tenso partido de tercera ronda el viernes.
Djokovic (3º), que busca su tercer título de Roland Garros para conseguir el récord de 23 Grand Slam masculinos, derrotó al número 34 mundial por 7-6 (7/4), 7-6 (7-5) y 6-2, consiguiendo pasar por decimocuarto año consecutivo a octavos de final.
El serbio se ganó los abucheos del público de la Philippe Chatrier al pedir una pausa para que le masajearan el muslo izquierdo después del segundo set, a lo que respondió con unos aplausos sarcásticos y levantando el pulgar.
Cuando le preguntaron en rueda de prensa por el estado de su pierna, respondió que no quería hablar "de las cosas que no me impiden jugar". "Son circunstancias que debemos aceptar y gestionar como atletas profesionales".
"A veces necesitas al fisio durante el partido, a veces necesitas pastillas, a veces ayuda divina...", añadió.
En la tercera manga, frustrado, el jugador de 36 años mandó una bola hacia el cielo, provocando más burlas. Y una vez más, Djokovic devolvió la burla imitando los abucheos.
"Creo que la mayoría de la gente viene a disfrutar del tenis o a apoyar a uno de los dos jugadores. Pero hay gente a la que le gusta abuchear cada cosa que haces", dijo Djokovic.
"Es algo que considero irrespetuoso y que no entiendo. Pero están en su derecho. Pagaron por la entrada, pueden hacer lo que quieran".
El serbio no es el primero en recibir la desaprobación del público de Roland Garros, al que el estadounidense Taylor Fritz mandó callar el jueves tras eliminar al último jugador francés del cuadro, Arthur Rinderknech.
Paris, Francia | AFP
El español Alejandro Davidovich (34º ATP) ofreció buena resistencia ante el serbio Novak Djokovic (3º), pero terminó cediendo por 7-6 (7/4), 7-6 (7-5) y 6-2, este viernes en la tercera ronda de Roland Garros.
En tres horas y 36 minutos la leyenda del tenis necesitó de su amplio abanico de recursos para batir a un Davidovich brillante en los dos primeros sets, que solo cedió en los 'tie breaks'.
"Fue un partido muy físico, tres horas para dos sets. Es un gran jugador, luchador y sin debilidades en este partido. Le felicito por su partido", dijo tras el duelo Djokovic ante el exjugador Àlex Corretja.
Djokovic continuará su camino hacia su 23º Grand Slam, con el que desempataría con Rafael Nadal en la carrera histórica que mantienen, en octavos ante el ganador del duelo entre el peruano Juan Pablo Varillas (97º) y el polaco Hubert Hurkacz (14º).
Será la 14ª vez consecutiva que el gigante serbio comparecerá en los octavos de Roland Garros.
Era un partido trampa para Djokovic ante un Davidovich al que conoce bien, con el que ha entrenado varias veces en Marbella (sur de España) y ante el que perdió el año pasado en el Torneo de Montecarlo.
En los dos primeros sets Davidovich llevó durante muchos minutos la iniciativa del juego pero 'Nole' es un muro, capaz de devolver todo lo que le llega y aprovechar cualquier rendija para hacer daño.
"¡Foki, Foki!", gritaba la Philippe Chatrier, volcada con el malagueño. Un apoyo que no sentó muy bien a Djokovic, que mostró su enfado con gestos de disconformidad hacia la grada.
A Davidovich, cuartofinalista en París en 2021, le faltó temple en los dos 'tie breaks' ante un Djokovic certero en esta suerte, pero que perdió cinco veces el saque en el partido. En la tercera manga le llegó el bajón, multiplicó los errores y entregó el partido.
"Es una victoria importante. Casi pierdo el segundo -Davidovich tuvo bola de set - y hubiéramos jugado cinco horas. Necesité hacer un gran esfuerzo pero estoy orgulloso de mi actuación", señaló Djokovic antes de enfilar los vestuarios.
La N.2 mundial, Aryna Sabalenka, avanzó este viernes a los octavos de final de Roland Garros tras dominar cómodamente a la rusa Kamilla Rakhimova (82ª WTA) por 6-2 y 6-2.
La bielorrusa, una de las favoritas a llevarse el título, se enfrentará a la vencedora del duelo entre la estadounidense Sloane Stephens (30ª) y la kazaja Yulia Putintseva (58ª).
Sabalenka, de 25 años, que ganó su primer Open de Australia y primer Grand Slam en enero, superó sus tres primeras rondas sobre la arcilla parisina sin perder ni un solo set.
En 2023 en tierra batida, la bielorrusa llegó a la final en Stuttgart, donde perdió contra Iga Swiatek, pero se pudo vengar de la N.1 mundial en la final en Madrid.
