Djokovic gana con autoridad a Kovacevic en su estreno en Roland Garros

El serbio Novak Djokovic, número 3 del mundo, resolvió este lunes su entrada en liza en Roland Garros venciendo en tres sets al estadounidense Aleksandar Kovacevic (114º); 6-3, 6-2 y 7-6 (7/1).

En la Philippe Chatrier, el dos veces campeón en París contuvo un intento tardío de remontada del debutante en un Grand Slam para cerrar el partido arrasando en el 'tie break'.

El serbio mantiene su racha de no perder en el primer duelo de un grande, que mantiene desde que superara la ronda inicial en Australia en 2006.

El jugador de 36 años se enfrentará en segunda ronda al húngaro Marton Fucsovics (80º), a quien ya ha derrotado las cuatro veces que se han enfrentado, en su camino por lograr un 23º título de Grand Slam.

ParísFrancia | AFP

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Tenista ucraniana rechaza saludar a su rival bielorrusa y es abucheada en Roland Garros

Con la guerra como telón de fondo, la ucraniana Marta Kostyuk (39ª WTA) rechazó dar la mano a la bielorrusa Aryna Sabalenka (2ª), que la derrotó este domingo en Roland Garros, donde una parte del público abucheó el gesto, lo que provocó confusión y un intercambio de declaraciones.

Tras caer en la Philippe Chatrier, Kostyuk decidió no tener ningún gesto con Sabalenka y desde el público se escucharon abucheos. La bielorrusa no entendió lo que ocurría y dedicó una reverencia al público. Tras intercambiar unas palabras con su 'box', agradeció el apoyo.

"Perdonen, al principio creí que la bronca era por mí. Estaba un poco sorprendida pero luego sentí su apoyo, por lo que muchas gracias, es muy importante. Era un partido muy duro a nivel emocional", dijo Sabalenka a continuación en la pista.

En rueda de prensa, Kostyuk, muy crítica con las posturas de las instancias del tenis con respecto a la guerra, dedicó unas palabras a los aficionados que abuchearon su decisión de no estrechar la mano.

"Quiero ver la reacción de esta gente en 10 años, cuando haya terminado la guerra. Creo que no estarán satisfechos de sí mismos cuando vuelvan a pensar lo que hicieron", dijo. "Yo había dicho que no le daría la mano y no sé por qué la gente pensó que iba a cambiar de opinión", añadió.

- Ataque a Kiev en la madrugada -
Originaria de Kiev, Kostyuk es muy crítica también con los tenistas rusos y bielorrusos por no utilizar sus plataformas para lanzar un mensaje más contundente.

En el último US Open, la tenista ucraniana de 20 años ya rechazó saludar a la antigua número 1 mundial, la bielorrusa Victoria Azarenka, tras el choque entre ambas, poniendo la raqueta cuando su rival le ofreció la mano.

Un periodista preguntó a Kostyuk por cómo afrontar un partido sabiendo que en la noche del sábado al domingo se produjo un ataque con drones en Kiev, donde vive parte de su familia.

"Miré mi teléfono a las 5 de la mañana y vi todo lo que había pasado. Solo quiero decir que estoy orgullosa de nuestro sistema de defensa aéreo. Pero esto forma parte de mi vida. Intento gestionarlo mejor, pongo mis emociones a un lado cuando salgo a la pista", explicó.

- 'Cambiar la pregunta' -
Tras pasar por los vestuarios, Sabalenka explicó con más calma lo que ocurrió tras el partido: "No comprendía lo que pasaba, nosotras sabemos que las ucranianas no quieren darnos la mano, pero el público fue una sorpresa. Lo percibieron como una falta de respeto. Siento que haya pasado esto", dijo.

"Lo he dicho varias veces, ni los deportistas bielorrusos ni los rusos apoyan la guerra. ¿Cómo se puede apoyar la guerra? Absolutamente no. Si pudiéramos ponerle fin, lo haríamos de inmediato", añadió.

A Kostyuk le citaron esta afirmación en su conferencia y no se dio por satisfecha: "Creo que ustedes tendrían que cambiar las preguntas, la guerra ya está aquí, hace 15 meses. Creo que deberían preguntar. ¿Quién debe ganar la guerra? Si hacen esta pregunta, no estoy segura de que estas personas digan que desean que Ucrania gane la guerra".

"Nunca he dicho de manera pública o privada que odio a Sabalenka. Simplemente no respeto su posición en esta situación", añadió.

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Celtics ganan en el último segundo y buscarán el milagro en el séptimo juego ante Heat

Con una dramática canasta de Derrick White en el último segundo, los Boston Celtics vencieron este sábado 104-103 a los Miami Heat y empataron 3-3 la final de la Conferencia Este de la NBA, colocándose a solo un paso de una remontada histórica.

El rival de los Denver Nuggets en las Finales de la NBA se decidirá en un último duelo a todo o nada el lunes en el TD Garden de Boston.

En caso de lograr una cuarta victoria seguida, los Celtics se convertirán en el primer equipo en la historia que remonta una desventaja de 3-0 en una serie de playoffs.

Los Heat tuvieron la victoria en su mano al auparse un punto arriba (102-103) a tres segundos del final gracias a tres tiros libres de Jimmy Butler (24 puntos y 11 rebotes).

Hasta entonces Miami había ido prácticamente a remolque en el marcador de unos Celtics liderados en la ofensiva por el trío Jayson Tatum (31), Jaylen Brown (26) y Marcus Smart (21).

En la última posesión, Smart falló un triple desesperado pero Derrick White, totalmente libre después de haber sacado de banda, capturó el rebote bajo el aro y anotó en el aire sobre la bocina.

En medio de la confusión, buena parte de los 20.000 aficionados del Kaseya Center celebraron la clasificación de los Heat hasta que los árbitros confirmaron que la canasta entró a tiempo y todos los jugadores de Boston corrieron a abrazar al héroe del triunfo.

"Todo sucedió tan rápido... Sé que Smart hizo el tiro y pensé que era bueno y entonces Derrick White surgió como un rayo de la nada y nos salvó. Fue una jugada increíble", reconoció Jaylen Brown.

"Estábamos entre la espada y la pared. Me alegro mucho de haber ganado", declaró emocionado White (11 puntos). "Somos un grupo resiliente, luchamos los unos por los otros. Pero el trabajo no está terminado, tenemos un séptimo partido duro".

- Una remontada nunca vista -

Los Celtics, que ya ganaron el séptimo partido de la pasada ronda ante los Sixers, tienen a su mano culminar la primera remontada en 150 eliminatorias de playoffs en las que un equipo se vio 3-0 en contra.

Hasta ahora, solo tres de esas franquicias habían llegado a colocar el empate 3-3 en la serie pero todas ellas sucumbieron en el partido definitivo.

Boston, que persigue el 18º anillo de su historia que lo erigiría como el equipo más laureado, ya batió un año atrás a los Heat en el séptimo partido en esta misma ronda.

A pesar de la falta de eficacia de Butler (5/21 en tiros de campo) y la otra figura, Bam Adebayo (11 puntos con 4/16), el equipo de Erik Spoelstra llegó a tener un pie en sus segundas Finales de la NBA en los últimos cuatro años, tras su derrota de 2020 ante los Lakers.

"Les dije a los chicos en el vestuario que si hubiera jugado mejor no estaríamos en esta situación. Y voy a jugar mejor", declaró Butler.

"Ahora mismo son las 23H35 y no tengo ni idea de cómo vamos a lograr esto. Estoy tan sorprendido por esa jugada como cualquiera", admitió Spoelstra en su turno. "Solo sé que lo vamos a resolver en las próximas 48 horas. Es un privilegio increíble jugar un séptimo partido con todo en juego".

- "Volvimos del infierno" -

El choque arrancó con toda la intensidad de un último partido de playoffs. Ambos equipos desplegaban agresivas defensas que lograban contener a las máximas figuras por bando.

Para compensar la falta de efectividad de Butler, Miami contó con los aportes de Caleb Martin (21 puntos) y Gabe Vincent (15), de vuelta tras un partido de baja por lesión.

Del otro lado, Tatum firmó un fabuloso segundo cuarto de 16 puntos, con varias canastas de museo y un espectacular 'alley oop' a Rob Williams, y se fue al descanso con 25 tantos.

Sin embargo, la estrella de los Celtics desapareció en un tercer cuarto en el que no anotó un solo punto.

Con ocho minutos por jugar, Miami se puso arriba en el marcador por primera vez desde el primer cuarto pero Boston apretó los dientes hasta tomar una ventaja de 10 puntos (98-88) a falta de cinco minutos.

Butler resurgió entonces con 7 puntos en los dos últimos minutos para estrechar el marcador y, en la jugada que parecía decisiva, recibió una falta evitable de Al Horford cuando lanzaba un triple en la esquina a tres segundos del final.

El escolta convirtió los tres tiros libres pero Derrick White metió la canasta que arruinó el festejo de las gradas y que obsequia un último capítulo a esta trepidante serie.

"Esto nos da un impulso supremo de confianza", subrayó Jaylen Brown. "No hay nada peor que estar perdiendo 0-3. Nos sentimos como si hubiéramos estado en el infierno y hubiéramos vuelto".

Miami, Estados Unidos. AFP.

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