El exfutbolista de la selección de Colombia, Diego León Osorio, fue arrestado el 8 de abril por transportar cocaína, la tercera vez que cae en manos de las autoridades por delitos relacionados con narcotráfico, informó este viernes la policía colombiana.

El lateral, múltiple campeón con el Atlético Nacional, "pretendía tomar un vuelo hacia Madrid" desde Rionegro (noroeste), un municipio vecino de Medellín, "con 1.849 gramos de clorhidrato de cocaína", indicó la entidad en un mensaje enviado a medios.

En el aeropuerto las autoridades lo abordaron y descubrieron que llevaba la droga en cuatro zapatillas.

La policía no había hecho oficial la captura hasta este viernes, cuando se filtró a la prensa un video en el que Osorio aparece esposado junto a un uniformado.

El exfutbolista, de 52 años, ya había sido aprehendido en 2002 cuando transportaba cocaína en Miami. El exjugador pagó una fianza y quedó en libertad, pero en 2016 fue nuevamente arrestado en Medellín cuando intentaba viajar a España con más de un kilo de la droga, por lo que fue condenado en 2019.

De pasado en el Atlético Nacional, el Independiente Medellín y Santa Fe de Bogotá, Osorio es recordado como uno de los mejores lateral izquierdos del balompié cafetero. Con los verdolagas ganó dos ligas colombianas y la Copa Merconorte en 1998.

En la selección jugó junto al legendario Carlos 'El Pibe' Valderrama y el portero René Higuita, entre otros.

El fútbol y el narcotráfico han estado atados durante las últimas cuatro décadas en Colombia, uno de los mayores productores mundiales de droga.

Anthony de Ávila, máximo goleador histórico del América de Cali, fue capturado en septiembre de 2021 por sus vínculos con la mafia en Nápoles, Italia.

En enero de 2020 el campeón de Libertadores con Once Caldas John Viafara fue extraditado a Estados Unidos por colaborar en el envío de droga a ese país. Luis Alfonso "Bendito" Fajardo y Wilson Pérez también tuvieron líos similares.

Bogotá, Colombia | AFP.

"¡Guarden sus billeteras y disfruten!" fue la frase que mencionó el actor Ryan Reynolds a los jugadores del Wrexham, luego de conseguir el ascenso a la cuarta división del fútbol inglés, ya considerada profesional en el ámbito británico.

Los actores Reynolds y Rob McElhenney pagaron a los jugadores un viaje a la "Ciudad del Pecado" y los festejos en un lujoso restaurante de la ciudad estadounidense que, por publicaciones del mismo lugar en donde estuvieron, se ve que lo pasaron de "10".

Las estrellas del club galés fueron vistas entrando y celebrando en el exclusivo Hakkasan Nightclub antes de pasar de fiesta al Sin City. Coincidió que el club nocturno estaba celebrando su cuarto aniversario y solo admitía a aquellos con entradas.

Los futbolistas del Wrexham hasta se dieron el lujo de celebrar con las glamorosas chicas que estaban de "acompañantes" en el bar.

La euforia fue total al sonar el pitazo final del partido, los hinchas del Napoli tuvieron que esperar 33 años para alzarse con el Scudetto de Italia, tras empatar 1 a 1 con el Udinese y conseguir el punto que faltaba para consagrarse como monarca.

Los aficionados que viajaron más de 800 kilómetros del sur al norte de Italia e igual fueron mayoría en el Dacia Arena para presenciar el momento histórico para los napolitanos. Y la locura se desató tras decretarse el final del partido con el empate logrado con gol del nigeriano Victor Osimhen.

Los "tifosi" del Gli Azurri invadieron el gramado de juego para abrazar a los jugadores y desatar la euforia contenida por más de 30 años.

Los hinchas del Napoli intentaron hacerse de las prendas de los jugadores y algunos como el polaco Piotr Zielinski casi queda en paños menores luego de haber "donado" su pantalón de fútbol y retener a duras penas su camiseta.

Otros aficionados incluso desenterraron partes del césped del Dacia Arena y lo embolsaron para llevárselo como recuerdo.

Pero la fiesta no terminó ahí, el domingo 7 de mayo, Napoli enfrentará a la Fiorentina en el Diego Armando Maradona, donde se dará un mega recibimiento a los jugadores y se desatará una verdadera fiesta, como ya se está viviendo actualmente en las calles napolitanas.