Gustavo Gómez: "Todavía nada está cerrado"

El capitán del Palmeiras, Gustavo Gómez, habló de lo que dejó el partido de ida ante Cerro Porteño en La Nueva Olla, que acabó 3-0 a favor del equipo brasileño y que ya lo deja al "Verdão" prácticamente en la siguiente fase.

Pero a pesar del resultado, para Gómez todavía no está liquidada la serie. "El primer tiempo fue equilibrado, en el segundo tiempo mejoramos e hicimos los goles. Pero no está nada cerrado. Ahora terminó el primer tiempo, en la Libertadores es así, y el segundo tiempo se juega en São Paulo la próxima semana", expresó el defensor central paraguayo.

Por otra parte, admitió que Palmeiras conocía a fondo todas las posibilidades tácticas que podía plantear Cerro Porteño, entre ellas el 4-5-1 con el que arrancó el juego. "Los analistas de video que tenemos en el Palmeiras nos proveyeron muchas informaciones y una de ellas fue como inició Cerro el partido. Estábamos preparados para jugar de todas formas", sentenció.

Fue consultado además sobre las silbatinas que recibió de parte del público de Cerro Porteño durante el partido, especialmente luego de una acción en la que Gómez pidió un penal a favor de Palmeiras, y con una sonrisa expresó: "Nadie es profeta en su tierra", pero le quitó importancia agregando: "Es parte del folklore en el fútbol".

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Cerro Porteño cae goleado ante Palmeiras y queda a merced de un milagro

Cerro Porteño recibió un durísimo castigo de 3-0 este miércoles en la Nueva Olla ante el Palmeiras, actual bicampeón del continente, en el juego de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores 2022. El "Ciclón" depende de un milagro para seguir en competencia, aunque con lo mostrado en casa parece una misión imposible.

Teniendo en cuenta la envergadura del rival, el entrenador azulgrana, Francisco Arce, apostó por un esquema bastante defensivo e incluso sorprendió poniendo como único punta a Braian Samudio, quien debutó oficialmente con la camiseta de Cerro Porteño.

En el primer tiempo se vivió un partido chato, muy táctico, con duelos personales en varios sectores del campo de juego. Con sus volantes Robert Piris Da Motta, Ángel Cardozo Lucena y Rafael Carrascal, "Chiqui" buscó cortar las chispas de creación de un rival que tampoco se mostró muy ofensivo en ese periodo.

La primera alerta en el área rival la activó Cerro Porteño en el minuto 10. Alberto Espínola ganó el fondo, envió un centro preciso que fue recepcionado por Alan Benítez; el polifuncional futbolista la paró y sacó un disparo potente que fue bloqueado por Marcos Rocha, lateral del "Verdao".

En el minuto 41, Palmeiras tuvo su mejor chance del primer tiempo cuando Joaquín Piquerez cruzó un balón envenenado y Rony, solo en el segundo palo, erró el arco. No obstante, la jugada fue invalidada por offside.

-Se vino la debacle-

En el segundo tiempo se vivió un guión totalmente distinto, aunque parecía que iba a repetirse lo de la etapa inicial. Cerro Porteño comenzó a perder en la marca, regaló espacios y el equipo brasileño comenzó a lastimar.

El capitán del Palmeiras, el paraguayo Gustavo Gómez, erró de manera increíble en el minuto 51 lo que pudo ser el primero. El misionero se quedó pidiendo un penal y hasta terminó discutiendo con Williams Riveros, quien lo encaró y le aconsejó que deje de quejarse con el árbitro colombiano, Wilmar Roldán.

Una doble tapada del siempre rendidor, Jean Paulo Fernandes, fue la última escena del "Ciclón" tratando de aguantar los embates del rival. Solo un minuto después llegó el tanto inaugural.

En el minuto 59, Gustavo Scarpa cruzó un centro de la muerte y Rony, atropellando solo en el segundo palo, cabeceó a gol para romper el cero en Barrio Obrero. En ese preciso momento se quebró toda la resistencia que venía mostrando el equipo dirigido por Francisco Arce.

Cerro Porteño no reaccionó jamás, incluso con los cambios que intentaron potenciar la parte ofensiva. En medio de ese desorden, el "Verdao" encontró el segundo y nuevamente por intermedio de Rony, quien firmó su doblete en el minuto 70 tras una espectacular jugada colectiva.

Ya en la agonía del compromiso, cuando el resultado ya parecía lapidario para el "Ciclón", llegó otro golpazo; Murilo encontró un balón suelto en el área y firmó el 3-0 final en el minuto 87.

De esta manera, Cerro Porteño quedó muy mal parado de cara a la revancha que se jugará el miércoles 6 de julio en el Allianz Parque, en Sao Paulo. El "Ciclón" necesita ganar por 3 goles de diferencia para estirar la serie en los penales.

 

Cerro Porteño

0

  • 13
    Jean Fernandes
  • 23
    Alberto Espínola
  • 4
    Alexis Duarte
  • 3
    Williams Riveros
  • 21
    Alan Rodríguez
  • 26
    Robert Piris Da Motta
  • 15
    Ángel Cardozo Lucena
  • 7
    Enzo Giménez
    73'
  • 6
    Rafael Carrascal
  • 2
    Alan Benítez
  • 20
    Alfio Oviedo
    70'
  • 22
    Claudio Aquino
  • 34
    Luis Vargas
    82'
  • 11
    Braian Samudio
  • Entrenador
  • Francisco Arce

Palmeiras

3

  • 21
    Weverton
  • 2
    Marcos Rocha
  • 15
    Gustavo Gómez
  • 26
    Murilo
  • 22
    Piquerez
  • 28
    Danilo
  • 8
    Zé Rafael
  • 13
    Luan
    86'
  • 23
    Raphael Veiga
  • 25
    Gabriel Menino
    76'
  • 14
    Gustavo Scarpa
  • 27
    Gabriel Verón
    76'
  • 7
    Dudú
  • 11
    Wesley
    76'
  • 10
    Rony
  • 29
    Rafael Navarro
    86'
  • Entrenador
  • Abel Ferreira

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La insólita patada de un jugador de Palmeiras al árbitro asistente

Una insólita acción se dio en los primeros minutos del partido entre Cerro Porteño y Palmeiras en La Nueva Olla, por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores.

El visitante tenía un tiro de esquina a su favor a los 7 minutos de partido, momento en que lo estaba presionando al "Ciclón", y Gustavo Scarpa, encargado de patear el córner, quiso mantener la intensidad y rapidez con la que estaba su equipo.

Pero su intentó de jugar rápido se vio abruptamente cortado por el árbitro asistente que ya le había hecho el gesto para aguardar el tiro y el futbolista brasileño no se dio cuenta y terminó dándole una patada al línea y cayó al piso.

El insólito episodio acabó con Scarpa acostado en el suelo y un rostro serio del juez asistente tratando de ayudar a reponerse al futbolista que pedía alguna explicación y soltaba una sonrisa.

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