Londres, Reino Unido | AFP
Si las comparaciones entre Lionel Messi y Diego Maradona han sido habituales durante años, el miércoles ambos sumaron otro punto en común: el primero condujo al título a Argentina en la Finalissima y el 'Pelusa' fue campeón de la entonces conocida como Copa Artemio Franchi hace casi tres décadas.
La edición ganada por Maradona en Mar del Plata en 1993, superando a Dinamarca en la tanda de penales (5-4 tras empate 1-1) fue la segunda edición de la Copa de Campeones Conmebol-UEFA, bautizada como Copa Artemio Franchi por el que fuera presidente de la UEFA y vicepresidente de la FIFA, fallecido en accidente de tráfico en 1983.
Fue el último título ganado por Maradona, que estaba en la parte final de su etapa como jugador.
Tras ese triunfo de la Albiceleste, la Copa Artemio Franchi dejó de jugarse, a medida que la FIFA daba impulso a la Copa de las Confederaciones, abierta a los campeones de otros continentes y que se jugó hasta 2017.
La Conmebol y la UEFA decidieron desempolvar aquel viejo duelo a modo de 'Copa Intercontinental' entre los campeones de la Copa América y la Eurocopa y ahora, bajo el nombre de Finalissima, Argentina superó el miércoles en Wembley a Italia (3-0), con un Messi que no marcó pero dio dos asistencias y fue elegido el mejor jugador del partido.
"La verdad es que no me acordaba de que Diego la había ganado. Es una alegría", afirmó Messi tras el partido al ser preguntado por esa nueva coincidencia con su mítico predecesor.
Las fotografías levantando el trofeo, de mismo diseño, suponen el puente simbólico perfecto en el tiempo entre los dos astros, capitanes en esos partidos.
En la cuenta oficial de Instagram dedicada a Diego Maradona se había recordado el lunes aquel último título oficial del 'Pelusa'.
"El destino, igual que todos nosotros, se empeña en recordarte permanentemente", se decía en el texto que acompañaba las imágenes.
- "Life is Life" -
Maradona, fallecido a los 60 años en 2020, estuvo en cualquier caso muy presente el miércoles en la Finalissima de Wembley y no solo por su nombre en camisetas y banderas de la numerosa hinchada argentina, mayoritaria en el estadio, sino por los guiños de homenaje que prepararon los organizadores.
El más simbólico, la elección de la canción "Life is Life", de la banda austríaca Opus, para la vuelta de honor de los campeones.
Un tema muy popular en los años 1980 y que forma parte de la banda sonora de la carrera de Maradona desde que en un calentamiento antes de un partido de semifinales de la Copa de la UEFA con el Nápoles ante el Bayern de Múnich, en 1989, en la megafonía del Olympiastadion sonara la canción y el astro argentino acompañara sus acordes con unos toques de balón, coordinados casi a modo de coreografía.
Las imágenes dieron la vuelta al mundo y siguen en el imaginario colectivo como muestra de la magia técnica del '10', con millones de reproducciones en YouTube y como lugar común en cualquier antología.
El Nápoles terminaría ganando aquella eliminatoria ante el Bayern y esa temporada alzó el trofeo de la Copa de la UEFA (la actual Europa League), lo que disparó todavía más la popularidad de Maradona entre los 'tifosi' italianos.
"Maradona es un icono para los napolitanos, siempre le estaremos agradecidos", señaló en la víspera del partido uno de los internacionales de Italia y emblema del Nápoles en los últimos años, Lorenzo Insigne, que lleva tatuado al argentino en una de sus piernas.
También en la víspera del partido, el seleccionador argentino Lionel Scaloni habló sobre la figura de Maradona.
"El homenaje a Diego es justo y creo que nunca acabará. Siempre habrá en todos los estadios del mundo un homenaje para él y es justo que así sea", dijo.
Tras seguir los pasos de Maradona al ganar con Argentina el Mundial Sub-20 y ahora la Copa de Campeones Conmebol-UEFA, ¿seguirá también su ejemplo en diciembre y conquistará por fin el Mundial?
