En el marco del Campeonato Nacional de Karting, el día sábado, se disputó la cuarta fecha del certamen 2022 en el Parque de la Velocidad de Ñu Guazú, con la organización del Karting Club Paraguayo y la fiscalización del Tacpy.

La actividad arrancó a las 08:00 con el ingreso a pista de las categorías; Semillero, Micro Max, Fórmula Mundial y Junior Max, quienes tuvieron un warm up, dos series de 12 vueltas y una a final a 16 vueltas. 

Tras un breve receso, las categorías F4, Senior Max y Master Max arrancaron la competencia con el mismo sistema en una jornada que se pudo seguir de manera integra en la Fanpage del KCP y que contó con una interesante cantidad de público en las gradas para disfrutar de cada una de las carreras.

Para esta fecha, la técnica y complicada pista número cuatro fue la elegida para dar continuidad a un campeonato que llega a su ecuador y que tendrá su quinta fecha el próximo 11 de junio.

A continuación, los podios de la cuarta fecha.

Categoría Semillero

1-) Sebastián Wasmosy (5)

2-) Ricky Clari (7)

3-) Nelson Segovia (777)

Categoría Micro Max

1-) Benjamín Bernal (123)

2-) Iván Benítez Bejarano (77)

3-) Agustín Rodríguez (11)

Categoría Junior Max

1-) Alberto Antebi (10)

2-) Derlis Núñez (44)

3-) Thiago Tomboly (35)

Categoría Senior Max

1-) Fernando González (07)

2-) Alejandro Samaniego (47)

3-) Frank Escher (14)

Categoría Fórmula Mundial

1-) Gerardo Galindo (21)

2-) Omar Venzano (18)

3-) Ignacio Roa (13)

Categoría F-4

1-) Thiago Soley (29)

2-) Jorge Modesto (21)

3-) Ever Martínez (20)

Categoría Senior Master 

1-) Gonzalo Galván (33)

2-) Guillermo Barrail (73)

3-) Juan Ybañez (23)

Por Cristhian Tindel / @tindelcristhian   

Para muchos parece que sigue siendo ayer cuanto en la curva de Tamburello, el Williams FW16 se estrelló estrepitosamente contra el muro, cambiando la forma de ver la Fórmula 1 para siempre. Y es que aquel momento, hace 28 años, significó la desaparición física del piloto brasileño Ayton Senna Da Silva, para ese entonces todo un mito en la máxima. 

De mitos y leyendas se ha hablado mucho, y es que en 28 años, el legado de Senna sigue tan encendida como una llama que arde sin parar en los que gustan de las carreras. Senna significó para muchos la conjunción del piloto de carreras perfecto: carisma, calidad, velocidad, talento y por sobre todo, una actitud de fuego que le hacía llevar a cada auto más allá del límite que cualquier ingeniero puede calcular. Senna era eso, era la mezcla perfecta que muy pocos deportistas a lo largo de la historia han logrado ser, sentado en la misma mesa que los Jordan, Maradona, Federer, Fangio, Bolt entre otros quienes han abierto una puerta hasta antes de su llegada inalcanzable en el deporte. 

De aquel nefasto Gran Premio de Imola del año 1994 no hay mucho que decir, solo que nos quitó la vida de un hombre que representó para Brasil, para América inclusive, un escape a los momentos turbios que vivían cada país. Aquellos con la bendición de vivir en esa época, veían en Ayrton al hombre capaz de sacarles una sonrisa, una alegría, era el representante de aquel que sin importar la bandera, veía en Senna a un ídolo, a un hombre que a bordo de un auto de carreras nos transportaba a un mundo donde lo único que importaba era cruzar primero la línea de meta. Pero Senna era mucho más que eso, y el legado que nos ha dejado sigue siendo incalculable. 

Ayrton fue quizás más que un piloto, fue de los primeros en mostrar una real preocupación por la seguridad de los pilotos a bordo de un auto de carreras, y su incansable lucha por hacer de las carreras más seguras han llevado a la FIA  a cambiar año a año su política. Suena a ironía pero Senna debía pagar un precio demasiado alto por hacer de las carreras más seguras, en una época donde la propia FIA no daba importancia a la seguridad de los que ponían en riesgo sus vidas para dar un espectáculo de clase mundial. 

Senna fue muchas cosas, representó ciento de ideales, y el amor de su gente se vio reflejado hasta el último día. Millones de personas se agolparon en las calles el día de su entierro, siendo condecorado con todos los honores que el Gobierno de Brasil pueda dar. Ayrton Senna fue más que un piloto de carreras, que un campeón del mundo, fue más que un talentoso, y ni hablar de sus habilidades en pista mojada, o las grandes proezas que ha hecho, pero todo eso sumó para que hoy, a 28 años de su partida, su legado siga creciendo, siga inspirando. Ayrton Senna nos dejó un legado de  fuego eterno.

Por Cristhian Tindel | @tindelcristhian 

El legado de cualquier piloto de Fórmula 1 debe ser respetado, sin importar que tan grande sea, ya que estos hombres son los embajadores del sueño de muchos de nosotros de manejar un auto de carreras, así como por ejemplo lo hizo Roland Ratzenberger, con quien la historia ha sido hasta injusta en un punto.

Hay una raza de pilotos en la Fórmula 1 que son los luchadores. Esos que dejaron todo por poder correr al menos una carrera en la Máxima. No importa a qué edad lo logren, lo importante es hacer realidad el sueño de su vida.

Uno de ellos fue Roland Ratzenberger, quien recién empezó a competir con 17 años y a los 33 llegó al gran circo. Pero mientras vivió los días felices de su vida con el auto del humilde equipo Simtek, el destino le tenía preparado un lugar casi protagónico en uno de los fines de semana más nefastos de la máxima.

Con pasado en la F3 Británica, grandes actuaciones en la Super Fórmula Japonesa y un quinto puesto en Le Mans, el austriaco llegaba a la máxima gracias al equipo Simtek, un humilde equipo que aspiraba a meterse en los grandes premios en las pre calificaciones de aquella época. El estreno en Interlagos no fue para muchas alegrías, ya que Ratzenberger no logró clasificarse para la parrilla. Sin embargo, en un familiar Circuito de Aida-Okayama, el austriaco se coloca último en parrilla pero acaba en un brillante 11º lugar, dadas las circunstancias. Después llegaría el más oscuro Gran Premio de la historia de la F1, el GP de Imola.

Como una premonición, el viernes en Imola ya dejaba una víctima, un joven Rubens Barrichello sufrió un fuerte accidente, levantando las primeras preocupaciones en el paddock, pero el show debía continuar. Aquel sábado 30 de abril de 1994, los sueños, el trabajo y esperanzas de un piloto encontraban un final abrupto frente a los imperdonables muros de un circuito que vivió sus horas negras. La Fórmula 1 se volvió a cobrar otra vida, la de Ronald.

La muerte de Roland significó la primera pérdida en 12 años para la Fórmula 1, pero tristemente no sería la única de aquel fin de semana. Ratzenberger representa el sueño de muchos de llegar al gran circo, con trabajo y esfuerzo, y su legado no debe quedar en las sombras.

Ayrton Senna quedó fuertemente afectado al ver las imágenes. Su fatal accidente al día siguiente eclipsó, sin querer, los acontecimientos anteriores, generando el olvido para algunos de un gran piloto y una persona. Resulta extraño y paradójico pensar como Ratzemberger con su muerte podría haber salvado a Senna de la suya, en caso de que hubieran decidido no correr el domingo. Las decisiones fueron otras, pero esa ya es otra historia.

Múltiples fuentes y recopilados