Berlín, Alemania | AFP

Pese al doblete del goleador polaco Robert Lewandowski, el Bayern Múnich sufrió este sábado una sorprendente derrota por 4-2 en su visita al Bochum (11º), que le hizo cuatro goles en la primera parte, algo que no le sucedía al club bávaro desde 1975.

A pesar de la derrota, el Bayern conserva una ventaja de nueve puntos al frente de la clasificación de la Bundesliga con respecto al Borussia Dortmund, que el domingo jugará frente al Unión Berlín (6º).

Aunque este resultado no tiene consecuencias desastrosas en el campeonato nacional, es un serio aviso para el Bayern, uno de los favoritos a la Liga de Campeones, que en cuatro días visitará al Salzburgo en la ida de los octavos de final del torneo europeo.

Todo comenzó bien para los bávaros, que al poco de comenzar abrieron el marcador por medio de Lewandowski (9), pero ese gol provocó un tsunami de juego en el Bochum, que empató por después gracias a un tanto de Christopher Antwi-Adjei (14).

En el tramo final del primer tiempo, Jürgen Locadia logró el segundo de penal (38) y el costarricense Cristian Gamboa amplió diferencias con uno de los goles de la jornada (40).

Tras realizar un caño a un rival, el defensa 'tico' hizo la pared con un compañero que se la devolvió de taco y Gamboa, nada más pisar el vértice del área, se sacó un latigazo de derecha al palo largo frente al que nada pudo hacer Sven Ulrich, que este sábado sustituía a Manuel Neuer.

En pleno delirio local, Gerritt Holtmann logró el cuarto que sentenció el partido (44), aunque el Bayern pudo maquillar la derrota con el segundo tanto de Lewandowski a un cuarto de hora para el final (75).

El tercero en la clasificación, Bayer Leverkusen, podría colocarse a solo dos puntos del Dortmund si derrota al Stuttgart en el último partido del sábado (17º).

El otro Borussia, el de Mönchengladbach (13º) toma aire tras ganar 3-2 al Augsburgo, todo lo contrario que el Hertha Berlín (23), que se acerca peligrosamente a la zona de descenso después de perder 2-1 en su visita al colista Greuther Furth.

Dos equipos que buscaban seguir enganchados al tren delantero del campeonato, Friburgo (5º) y Eintracht Fráncfort (10º), ven de momento sus opciones comprometidas tras tropezar este sábado: el primero no pasó del empate 1-1 en casa ante Maguncia (9º) y el segundo perdió 2-0 en su estadio frente al Wolfsburgo (12º).

 Por Christian Pérez/@chrisperezz7

Lidera el mejor equipo de Sudamérica es bicampeón de la Copa Libertadores y capitán del Palmeiras en el Mundial de Clubes. Gustavo Gómez es un motivo orgullo para el fútbol guaraní, ya que planta bandera paraguaya en lo más alto del fútbol mundial, pero a pesar de todo eso su felicidad no es completa cien por ciento, como él mismo lo menciona, ya que su cuenta pendiente es la Albirroja.

Pero en esta parte de la entrevistan con Gustavo Gómez, la idea es hablar sobre su éxito como capitán en el Palmeiras de Brasil, donde es considerado prácticamente un "Dios", su evolución como futbolista para comprender el fútbol desde adentro y no ser solamente un atleta que entra a jugar, la presión de competir siempre al máximo nivel, como así también qué hay detrás del defensor campeón y exitoso que nos muestran normalmente las redes sociales y los medios de comunicación.

Gómez trata de reflexionar sobre el increíble momento que vive a nivel de clubes. El chico de Misiones que había iniciado como delantero en el 31 de Julio, ha superado lo que alguna vez soñó y la realidad se impuso a la ficción que alguna vez imaginó. El niño apodado "toro", por su ímpetu tremendo en la cancha y su físico destacado, cerraba los ojos para soñar con jugar un partido en Primera División, quizás algún partido internacional, pero ahora los abre y se encuentra que ha conquistado dos Copa Libertadores en menos de un año, algo difícil de asimilar. Eso sí, cree que no es aún su techo futbolístico, su ambición se acrecentó más y necesita alimentar su deseo de superación.

En una amena charla con VERSUS, el capitán de la selección paraguaya, se sacó la cinta de capitán, para expresar lo más honestamente posible sus pensamientos, emociones y sentimientos con respecto al fútbol y todo lo que lo rodea.

Remontándonos 13 años atrás, aquel chico de Misiones, ¿imaginabas, soñaba una realidad parecida a esta o la realidad superó al sueño?

- Soñaba, cuando venía a Asunción hablaba con mi esposa. El sueño era llegar a Primera División para ayudar a la familia a salir adelante. Que mis hijos tengan un buen futuro, pero el fútbol me está dando cosas muy buenas. Mi sueño era ganar una Libertadores al menos y gané dos en diez meses. Es algo muy lindo.

Fuiste capitán prácticamente en todos lados, ¿el liderazgo se construye o es algo innato?

- A mí desde siempre me gustó ayudar a mis compañeros dentro de la cancha. La característica mía es más adentro, ordenar, ayudar. Afuera también. Se construye cuando uno da ejemplos, siendo serio al entrenar, jugar. También hago bromas, pero todo tiene su momento. Se construye también el liderazgo.

¿Cómo lidera un paraguayo un plantel como el de Palmeiras que está repleto de figuras?

- Con mucho trabajo, a mí me gusta mucho escuchar y aprender, también de los más chicos. El otro día le decía a un compañero de 20 años. Le pregunté ¿cómo hacés esto?, yo también quiero aprender. Liderando, ordenando, ayudar a tu compañero. Uno va ganando de a poco ese respeto por cómo es.

Es algo natural, porque cuando se impone algo, no sale bien.

Haciendo un recuento de carrera, ¿qué es lo que más te enorgullece y que más te decepciona de Gustavo Gómez jugador?

- Lo que me enorgullece es de dónde salí y dónde estoy hoy verdad, de una familia humilde. Llegar donde llegué y ser lo que soy. Haber jugado en equipos importantes y ser campeón en todos los equipos que jugué. Lo que tengo pendiente es jugar un Mundial, ahí va a ser mejor todavía.

Y decepciones en el fútbol hay siempre. Perder finales, decepción no sé, pero una espina puede ser mi paso por el Milan. Si tomaba mejores decisiones en muchas cosas, mi paso por ahí hubiera sido diferente. Es una espinita que tengo. Y lo otro es el tema del Mundial. Tengo aún creo como diez años de carrera. Es lo que más quiero, que más necesito.

Había escuchado hace tiempo decir a Javier Mascherano decir: “El futbolista que no entiende, no comprende el juego, ya no puede competir en alto nivel”. ¿Qué pensás de eso, es así?

- Estoy de acuerdo, porque los que entienden el juego marcan mucha diferencia y consiguen cosas importantes. Vos podés tener talento, saber jugar al fútbol, pero si no sos obediente tácticamente, no entendés cómo se da el juego, no podés competir en alto nivel. Hoy día los jugadores son entrenadores dentro del campo.

A veces vos entrenaste toda la semana para enfrentar a una línea de tres y juegan con línea de cuatro. Vos te tenés que adaptar, por eso creo que hoy en día el futbolista debe saber entender el juego, es fundamental para competir.

¿Hoy en día ser futbolista es mucho más que entrar a jugar?, ¿hay más responsabilidades?

- Es muy difícil estar en un equipo fuerte. Es mucho más responsabilidad, porque el que detrás tuyo se está preparando físicamente, psicológicamente. Ya no es que porque sos bueno jugás, sino tenés que prepararte en todo. Estoy de acuerdo, es mucha más responsabilidad que antes.

¿Sos de ver tus partidos?, ¿te gusta la parte táctica?

-No veo casi. No me gusta mucho ver partidos. El fútbol ya te consume demasiado, pero sí, normalmente vemos partes, porque el entrenador (Abel) te muestra.

Lo bueno es que los entrenadores ahora son muy abiertos. Pasó en un partido con Flamengo que perdimos. En una jugada del gol, el DT pasó algo y yo no estaba tranquilo, porque me pareció de otra manera. Nos pusimos a debatir y discutir. Obviamente el “profe” no me dio la razón, pero los ayudantes me dijeron que sí.

En este momento de tu carrera, ¿disfrutás de jugar al fútbol o quizás la exigencia de competir al máximo nivel, te saca un poco el sabor del fútbol?

- No, yo disfruto mucho siempre. Eso sí, sufría anteriormente, porque es normal eso. Yo decía que por haber jugado una final de Copa Libertadores el año pasado, ya no iba sentir presión y no voy a estar más nervioso, pero un día antes de la final (ante Flamengo), los pajaritos, las mariposas ya estaban en la panza, pero es normal, hasta Messi siente eso.

En eso el DT Abel es muy bueno. Dice lo que todos los jugadores sentimos, porque fue jugador y sabe y te da esa tranquilidad, pero todo eso es hasta le calentamiento, después se va.

Disfruto, pero me duele un poquito cuando sufre la familia, eso golpea un poco. El jugador está acostumbrado. El jugador siente la presión de uno mismo. Uno dice: “ Tengo que estar bien, en seis meses se termina mi contrato y tengo que estar 100 % porque atrás hay muchas personas, porque debo jugar bien para ser llamado a la selección. La presión muchas veces es de uno mismo, lo de las críticas es parte del trabajo.

-¿Cuánto te duele una derrota y cómo lo asimilás?

De joven me dolía muchísimo y después uno se va acostumbrando, es un trabajo y cada tres días tenés que competir y si te ponés a sufrir no vas a salir adelante. Yo implemento “la regla de 24 horas”. Sufro 24 horas y ya está y disfrut0 24 horas si gano.

La familia es clave. Mi esposa me da mucha tranquilidad, no habla mucho de fútbol. Cuando pierdo un partido, lo primero que quiero es estar con mi familia.

¿En qué momento te diste cuenta que hay cosas más importantes en la vida que un resultado de fútbol?

Y desde que nacieron mis hijos por ejemplo. Que mi papá y mi mamá tenga salud, esas son las cosas importantes. Después de 5 años pasé un cumpleaños con mi esposa por ejemplo, esas son cosas importantes realmente.

¿Qué no te gusta del Gustavo Gómez capitán exitoso y qué te gusta de ese Gustavo Gómez?

No me gusta que haya llegado 20 minutos tarde al nacimiento de su hijo, día de la madre pasar afuera, no verla a ella, no pasar cumpleaños con mi esposa, Navidad fuera del país.

Y lo que me gusta del Gustavo Gómez exitoso, es que el fútbol le dio la oportunidad de cambiar la vida de su familia, pasar vacaciones con ellos y de que sus familiares sientan orgullo de tener un hijo que ganó dos Libertadores.

¿Cómo era la infancia de Gustavo Gómez y cómo era tu familia?

-Era una familia humilde, clase media – baja siempre. Antes no había tantas oportunidades. Nunca me faltó comida en la casa, pero tampoco sobraba… Mi champions (calzado nuevo) nuevo lo tuve a los 12 años, porque usaba lo que había. El pan de cada día nunca faltó y por eso siempre seré agradecido a mi papá y mi mamá.

¿Qué es real y qué es irreal en la vida de un futbolista?

-Lo real es el esfuerzo, la exigencia. Que hay que tener un equilibrio, porque es difícil convivir con eso. Y lo irreal es por ejemplo que en el aeropuerto no hacés fila. El otro día disfruté muchísimo viajar a Punta del Este, porque había como 50 personas en la fila. Es irreal en el fútbol eso de hacer "check in", llevar el billete.

Este sábado, desde las 13:30 de nuestro país, se da el gran choque por la final del Mundial de Clubes entre el campeón de América, Palmeiras y el rey de Europa, Chelsea. Ambos vienen de clasificar sin demostrar demasiado en las semifinales, pero obsesionados con conquistar el trofeo intercontinental y coronarse campeón del mundo.

Uno de los grandes y esperados duelos de la gran final, será el que disputarán el paraguayo Gustavo Gómez, capitán del Palmeiras y el delantero belga Romelu Lukaku, la gran estrella del equipo inglés. Se espera un encuentro permanente entre las figuras de cada equipo. Mucho juego físico, disputas aéreas constantes y un "mano a mano" imperdible en tres cuartos de cancha para arriba.

Gustavo Gómez es líder indiscutible del campeón de América, a base de mucha sobriedad y un rendimiento impecable en la Copa Libertadores. Es el primer paraguayo en consagrarse campeón como capitán de un equipo extranjero. Además levantó dos la Copa más preciada de esta parte del continente en apenas 10 meses.

Si bien es cuestionado en la selección paraguaya, que no ayuda a ninguna individualidad, es considerado uno de los mejores defensores centrales de América, codiciado por grandes clubes, incluso de Europa.

En frente estará la "bestia" belga, Romelu Lukaku, considerado uno de los mejores centrodelanteros del viejo continente. El Chelsea pagó 115 millones de euros al Inter para recuperar al atacante que ya había fichado en su momento. Tras un par de roces con el entrenador Thomas Tuchel, recuperó su lugar como indiscutible, y fue el héroe del partido en semifinales ante el Al Hilal.

Palmeiras llega tras dejar por el camino al Al Ahly de Egipto, con marcador de 2-0, mientras que el Chelsea venció apenas 1-0 al Al Hilal de Arabia Saudita.