El parque motor sigue creciendo a pasos agigantados

Paraguay sigue marcando los pasos en el continente con los mejores autos dentro de su parque motor. A la gran cantidad de R5-Rally2 que ya tenemos actualmente, se sumarán otras unidades que le darán a la punta de cada carrera nuevos abonados en búsqueda de la victoria en el campeonato. 

Si bien hoy la punta del campeonato ha crecido exponencialmente, hoy varios pilotos desean sumarse a ese interesante pelotón. Por ejemplo, Javier Ugarriza dejará atrás a su Skoda Fabia R5 para subirse a un flamante Volkswagen Polo GTI R5, que estaría llegando en un par de semanas. Dentro de ese mismo envió, otra unidad del Polo GTI R5 llega para el flamante campeón nacional, Augusto Bestard, quien defenderá el #1 con la misma montura pero esta vez con un 0km. Sobre el Skoda R5 de Ugarriza, será Jorge “Tico” Maune quien se haga con el coche, subiendo así a la clase mayor del rally. 

La marca coreana Hyundai también trae novedades, y es que la primera -de las dos- unidades del i20 N Rally2 llegaría también en las próximas semanas a los talleres del MZ Racing, coche que montará Fabrizio Zaldívar en el campeonato nacional. La otra unidad aún no tiene dueño pero seguramente el MZ tendrá novedades sobre ello pronto. El i20 R5 iría a parar a manos de Diego Yaluk. 

El Team La Renga también dio una sorpresa, y es que Miguel Ortega dejará atrás su Skoda Fabia Rally para subir a un potente Fabia Rally 2/2, buscando también pelear más arriba. Con esto, la marcha checa tiene siete coches de nueva generación en nuestro país, pero actualmente solo compiten dos, el de Didier Arias y el de Miguel Insfran. 

Fuera de varios rumores, se habla de la vuelta de algunos pilotos al ruedo, pero nada confirmado. Recordemos que la primera actividad motor será el 19 de febrero, con la primera válida del Súper Prime, que sería en principio en la Costanera de Asunción. 

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Ogier da el primer aviso en el "shake" de Montecarlo

La temporada 2022 del Campeonato del Mundo de Rallyes se puso oficialmente en marcha con el shakedown del Rally de Montecarlo, que da la bienvenida a la nueva generación de coches híbridos. Por ahora, el dominio es francés con Ogier (Toyota) marcando el mejor tiempo por encima de su compatriota Loeb (Ford).

El Rally de Montecarlo empezó tal y como terminó la edición anterior, con Sebastien Ogier en cabeza por delante de Loeb, que promete batalla, y de dos de los contendientes al título: Evans y Neuville.

Loeb fue el más rápido en las dos primeras pasadas por Sainte-Agnès / Peille, demostrando que sigue en forma y que el Ford Puma Rally 1 puede ser un coche competitivo durante todo este primer año de la era híbrida en el WRC.

Pero Ogier, que se había mantenido a una distancia prudencial de su compatriota, pudo colocar el GR Yaris Rally 1 al frente, para poner encima de la mesa las cartas que le dan como uno de los favoritos a la victoria final en el Monte.

Elfyn Evans terminó a un segundo exacto de su compañero de escuadra, siendo el primero de los aspirantes a suceder a Ogier en la tabla de tiempos, aventajando a Neuville en ocho décimas. El belga de Hyundai lleva días advirtiendo de la importancia de la fiabilidad y al ver los problemas que ha tenido su compañero Ott Tanak, habrá preferido conservar la mecánica.

El estonio tardó en llegar a la salida por un problema mecánico, pero pudo completar las tres pasadas por el tramo, aunque en un turno de salida diferente al que le correspondía.

Tanak no fue el único con problemas, Takamoto Katsuta sólo pudo completar dos pasadas, aunque al comienzo de la mañana Toyota anunció que no iba a participar en el shakedown. En M-Sport Greensmith y Breen perdieron la dirección asistida y mientras que el irlandés pudo seguir, Greensmith tuvo que dar por concluida la prueba con antelación.

Los tres pilotos del equipo británico terminaron con unas diferencias muy ajustadas, con Formaux por delante de Greensmith y Breen. La clasificación la cierran Katsuta, Rovanpera, Tanak y Solberg en el último lugar entre los nuevos Rally 1 híbridos.

 

Fuente: motorsport.com

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El espíritu dakariano vale más que un podio

Por Cristhian Tindel - @tindelcristhian 

El Rally Dakar es por excelencia el raid más difícil del mundo, el simple hecho de competir en esta prueba ya otorga un status diferente al piloto que se anime a desafiar a esta competencia. Pero el hecho de dar la vuelta, sea cual fuese la posición final, es un logro que debemos de valorar, más aún con pilotos que “a pulmón” han elegido estar en carrera, lejos de las colosales estructuras oficiales y del ruido mediático de los grandes nombres del motor mundial. 

Existen grandes proezas en el deporte nacional, de todas las índoles y ramas, desde los títulos logrados por equipos de fútbol, hasta llegar a una final de Roland Garros, obviamente detrás de esto existen deportistas que se han preparado toda su vida para llegar hasta ese punto de sus carreras. Pero históricamente, el automovilismo deportivo nacional estuvo ciertamente alejado de este ruido, siendo un poco más “casero”, esto se debe a que el paraguayo está muy arraigado primeramente hacia su fanatismo hacia el Transchaco Rally, donde se forjan a los ídolos maxímos del deporte motor guaraní. 

Si bien el Rally Dakar data ya desde finales de los años 70, recién cuando esta cita llegó a Sudamérica en 2009 se volvió un “sueño posible” para los paraguayos. Ese sueño tardó cuatro años en concretarse, momento en el Milciades Fretes, Beto Recalde y Carlos Zarca subían a la rampa de salida en la edición 2013, poniendo la bandera paraguaya por primera vez en el mapa del raid. 

En este punto me gustaría resaltar la figura de un hombre como Milciades Fretes, quien fue el primero en lograr cerrar el recorrido, bajo su propia estructura, con sus propios recursos y un poco de apoyo de algunas empresas, Fretes fue el primer compatriota en dar la vuelta, acabando en la posición 77 en la general. ¿Importó en su momento la posición final? En lo absoluto, ya que la hazaña era el vencer a esas 14 etapas, y Fretes, con ese espíritu dakariano, pudo ser el primer paraguayo en hacerlo, dando así puntapié a los que vendrían en un futuro. 

Varios pilotos paraguayos han repetido la hazaña de Fretes, personas que también con sus equipos, con sus estructuras, con sus recursos y con las ganas de terminar, tampoco fueron blanco de la opinión negativa. Blas Zapag, Thomas Engler, Joss Candia, Chun Zapag, fueron figuras quienes fueron detrás de una aventura, sin buscar ese “podio” que hoy le exigimos a quien no deberíamos. El caso de Nelson Sanabria es diferente, ya que en su categoría, “la rubia” es un referente y es quien podría darnos ese podio en el raid. 

Aquí entra la figura de Andrea Lafarja, quien pese a haber culminado otro Dakar, fue blanco de críticas sobre su ubicación final en la clasificación, siendo que quizás, el objetivo era dar la vuelta. Cierto, un piloto siempre va a buscar el mejor resultado, pero para los que conocen un poco sobre deporte motor, saben que es imposible luchar ante el talle de pilotos top y las enormes estructuras de los equipos oficiales y sus satélites semi-oficiales. 

Lo que ha logrado Andrea en este Dakar es digno de aplaudir, y es que pese a las adversidades, a los problemas, al cansancio físico y mental, se mantuvo de pie para lograr cumplir el objetivo. Y podrán decir que no largo algunas etapas, pero los problemas mecánicos están a la orden del día para todos. Lo que la tripulación nacional consiguió debe ser valorada, y no es simple conformismo, pero en ocasiones el fanático le pide más a un deportista que a sus propias autoridades. ¿Algo está mal verdad?

El Rally Dakar no es para cualquiera, no es para los débiles, no es para los carentes de fortaleza mental. Todo aquel que se anime a desafiar esta prueba merece respeto, y si logra dar la vuelta,  merece admiración. Además, son contados los deportistas paraguayos que llevan la bandera bien en alto, y Andrea, Nelson Sanabria, Joshua Duerksen, cualquier futbolista, tenista, atleta o quien sea que nos represente, merece un mínimo de respeto, más aún sabiendo de las limitaciones que tenemos como país. 

Y no va por tener una mentalidad conformista, en lo absoluto, tenemos representantes en todos los ámbitos a quienes debemos apoyar para que logren los resultados. Pero en casos como estos, como el de Andrea o de cualquier paraguayo que logre dar la vuelta al Dakar, ese espíritu “dakariano” vale mucho más que un podio.

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