Por Christian Pérez/@chrisperezz7.
Gráficos: Rodrigo Pujol.
Luqueño vivió una pesadilla increíble en la última década, aunque la pésima gestión dirigencial ya venía desde mucho antes. Improvisaciones, falta de proyectos, inestabilidad y movimientos oscuros, terminaron por sentenciar a uno de los clubes más populares hacia la categoría Intermedia.
Desde Versus decidimos hacer un análisis y desglose en las últimas 11 temporadas, desde el 2011 hasta el año del descenso, que fue finalmente en el 2021, tras caer ante Sportivo Ameliano en el repechaje, sorprendiendo a propios y extraños, ya que a priori, el Auriazul era amplio favorito a quedarse con la serie. Pero el fútbol le dio finalmente la lección que tanto necesitaba y que tarde o temprano, los malos actos tienen consecuencias nefastas.
En los últimos 4.017 días (2011-2021), Sportivo Luqueño cambió 41 veces de entrenador, probó a 32 técnicos distintos, promediando un nuevo DT cada 98 días, burlándose de cualquier intento de proyecto serio.
La única temporada en la que mantuvo un solo entrenador, fue en el 2015, con el "profe" Eduardo Rivera como dueño del timón auriazul. Ese año, el "Chanchón" llegó hasta las semifinales de la Copa Sudamericana, una marca histórica para la institución.
El 2018 fue de los últimos tiempos el de mayor inestabilidad en cuanto a entrenadores. Probó 6 profesionales: Eduardo Rivera nuevamente en una de sus tantas idas y vueltas, Fernando Ortiz, Héctor Schonhauser, Gustavo Florentín, Javier Sanguinetti y Pedro Sarabia.
En este material ni siquiera nos gastaremos en hablar sobre los directivos de cada periodo, ya que en Luqueño ya no se sabe quiénes son villanos y quiénes realmente buscan rescatar al club de su sombrío presente e incierto futuro.
Pero agreguémosle más datos, como por ejemplo la cantidad de jugadores que trajo a lo largos de estos años. En total incorporó 226 futbolistas durante este tiempo analizado, promediando 20, 5 contrataciones por cada año. Imposible que un club serio haya sobrevivido tanto tiempo con tanto descalabro e improvisación.
En el 2011 y 2019 llegó al increíble récord de contratar 27 futbolistas en solo un año, una cifra que ningún otro equipo de Primera División alcanzó en las últimas temporadas.
Fue uno de los equipos que se cansó no solamente de contratar siempre a los mismos entrenadores, sino también jugadores. Algunos atletas llegaron a tener incluso tres ciclos en una década, muchos de ellos sin méritos prácticamente.
Luqueño contrató jugadores de 8 nacionalidades distintas en todo este tiempo, entre ellos un salvadoreño, un hondureño y hasta un asiático, Takayuki Morimoto, exdelantero de la selección japonesa, que solamente disputó 9 minutos.
Temporada 2011 - 2012
En el 2011, Luqueño fue el peor equipo paraguayo del año en Primera División. Hizo una campaña espantosa en ambos torneos y ni siquiera pudo superar en la tabla a clubes como General Caballero y 3 de Febrero, de pésimas campañas. Acumuló solamente 35 puntos en 44 partidos y se salvó porque hubo equipos de peores campañas y como se dice, "Dios es grande".
El Auriazul coleccionó cinco entrenadores para realizar tan pésima actuación. Comenzó con el uruguayo Sanguinetti, siguió con Raúl Vicente Amarilla, Óscar Paulín, Rolando Chilavert y Daniel Raschle.
Incorporó la impresionante cantidad de 26 futbolistas, 6 de ellos extranjeros, entre argentinos y uruguayos, siendo claramente Juan Pablo Raponi la mejor contratación.
En el siguiente año, sí tuvo una campaña más decente y culminó a mitad de tabla, con 59 puntos en 44 juegos, elevando un poco el pésimo promedio que había expuesto la temporada anterior.
Eso sí, Luqueño hizo nuevamente récord en cantidad de contrataciones. Incorporó 27 futbolistas, varios de mucho renombre, como Claudio Vargas, Nelson Cuevas, Jorge Brítez, Édgar Robles, por citas algunos.
Temporada 2013-2014
En el 2013, Luqueño comenzó siendo dirigido por José "Pepe" Cardozo, pero terminó con Alicio Solalinde. "Raramente" esa temporada solo tuvo tres entrenadores y sumó a 16 futbolistas como refuerzo en todo el año.
Dentro de todo, protagonizó una campaña anual bastante aceptable, con 54 puntos en 44 partidos. Siempre y cuando Luqueño haga más puntos que partidos jugados en esos años, era reconocido como una buena campaña.
Al año siguiente (2014), el plantel se renovó nuevamente y hubo 17 contrataciones, una cifra normal para lo que es el Auriazul. Eduardo Rivera comenzó como DT y terminó la temporada con Pablo Caballero.
Entre las incorporaciones más resaltantes estuvieron el ex River Plate Matías Lequi, Juan Manuel Lucero, entre otros. Una de las contrataciones más pintorescas fue la del arquero hondureño Jhon Bodden, quien protagonizó dos bloopers en un mismo partido y fue cambiado en el entretiempo por el DT Caballero.
Ese 2014 fue el mejor año de la década del Auriazul. Terminó quinto en la tabla general, clasificando a Copa Sudamericana, con un récord de puntos: 63.
Temporada 2015-2016
La temporada 2015 fue un gran año para el Auriazul, principalmente en copa internacional. En el torneo casero hizo un gran primer semestre, culminando quinto, pero distraído en la Copa Sudamericana, terminó flojito el Clausura.
Dentro de todo y de lo que venía acostumbrando Luqueño, fue un año muy bueno. Llegó a una histórica semifinal de Copa Sudamericana, en la que tuvo contra las cuerdas al que sería campeón de ese año, el Independiente Santa Fe. Solamente un gol de visitante lo dejó fuera.
Además, logró nuevamente un cupo en la Sudamericana, tras sumar 57 puntos en 44 partidos, algo que sumado al año anterior, lo había elevado hasta el sexto lugar del promedio.
En el 2016 volvió a realizar una campaña regularmente decente. Por encima de los comprometidos y debajo delos pretenciosos. Gracias a los 4 cupos fuera de la Libertadores que ofrecía la Sudamericana, volvió a quedarse con el último boleta internacional.
Algunos jugadores que resaltaron en esos años fueron Jorge Ortega, figura en la Sudamericana, Guido Di Vanni, Pablo Zeballos, entre otros. Raramente, Luqueño no hizo ninguna contratación exótica en esas temporadas, aunque cambió todo en cada semestre. En el 2016 incorporó 22 futbolistas, exactamente dos equipos.
Temporada 2017 -2018
El inicio del 2017 no fue para nada fácil. El equipo que comenzó siendo dirigido por Héctor Marecos y luego terminó con Javier Sanguinetti, hizo apenas 17 puntos en el Apertura, en el penúltimo lugar, solamente por encima de Trinidense, que fue el peor por lejos.
En el Clausura, el equipo logró reponerse e hizo 33 unidades, terminando quinto. Nuevamente le alcanzó raspando para meterse en la Sudamericana.
Desde el 2018 comenzaron las campañas más malas de los últimos cinco años y que luego repercutiría en el penoso desenlace del 2021. Apenas hizo 46 puntos en 44 partidos en el año, quedando fuera de toda competencia internacional y sobreviviendo en el promedio gracias a las temporadas anteriores.
En esos dos años incorporó 32 futbolistas, nuevamente sin poder mantener estabilidad en el plantel y sin poder retener a futbolistas que llegaron, rindieron alto y se fueron porque el club nunca pensó más allá del presente, que siempre fue un experimento. Cada jugador que llegaba era una caja de sorpresas, "quién sabe cómo juega" y es por ello que Luqueño nunca los ataba con contrato reales a largo plazo.
Temporada 2019 - 2020
En el 2019 comienza el año que luego repercutiría en su descenso. Si bien no hizo una campaña muy mala, solamente superó a cuatro equipos que posteriormente iban a descender en cada año, como lo fueron Santaní, Capiatá, San Lorenzo y General Díaz.
Le alcanzó para superar a los citados y meterse a la Copa Sudamericana. Fue octavo en una tabla de doce equipos.
Para no perder la costumbre de la década, el Auriazul alcanzó su récord de contrataciones del 2012. Incorporó 27 futbolistas, algunos exóticos, como el salvadoreño Bryan Tamacas, quien no tuvo un buen rendimiento al igual que otros extranjeros.
En el 2020, el fútbol ya le avisó que estaba al borde de la cornisa y que como máximo le daría una chance más para cambiar de parecer o sufrir las consecuencias. Hizo 36 puntos en 33 cotejos, recordando que se hizo un torneo "experimental" con liguilla en el Clausura, a causa de la pandemia.
Luqueño se salvó raspando, superando a San Lorenzo en el penúltimo lugar del promedio.
El capítulo final: 2021
El 2021 pasó lo que hace rato debía ocurrir, pero siempre se dijo que era algo prácticamente imposible que suceda: Sportivo Luqueño descendió a la Intermedia luego de 52 años.
"La APF le va a ayudar a Luqueño", "el arbitraje le va a ayudar a Luqueño", "nunca va a bajar Luqueño". Frase escuchadas incontadas veces y que fueron eliminadas del vocabulario de los incrédulos.
Una nueva campaña nefasta terminó por catapultar al Auriazul a la Segunda División. Cierto, en repechaje, pero así fue, ante todo pronóstico y con todos los merecimientos.
Hizo apenas 39 puntos en todo el año, culminando penúltimo en la tabla general, superando solamente a River Plate, por escándalo el peor del 2021.
Luqueño comenzó con Alfredo Berti como DT y ante la insostenible situación, le dieron la chance a Badayco Maciel, entrenador de la Reserva, para tener su pasantía en Primera. Ante los buenos resultados iniciales, la directiva "siempre confío" en el joven estratega, pero de a poco se fue desgastando todo.
Se llegó al repechaje, Ameliano le dio cátedra en el primer partido. El Auriazul fue superado por el rival, por la presión y en la revancha no pudo hacer tampoco gran cosa, a pesar de tener un equipo muy superior en experiencia y jerarquía.
Y esos fueron las últimas 11 temporadas de Luqueño en Primera. Campañas nefastas gracias a dirigentes que usaron al club, futbolistas que llegaron para hacer pasantías y entrenadores que llegaron para probar suerte y luego ser cambiados en tres meses como máximo.
Ojalá Luqueño vuelva pronto a la Primera División, porque el fútbol paraguayo lo necesita, pero deberá sobrevivir al infierno de la Intermedia, que destrozó a clubes tradicionales, que hoy deambulan aún más abajo.