Roma, Italia | AFP
Desde la exitosa era pos-Conte protagonizada por Simone Inzaghi al frente del Inter de Milán, hasta la misión cada vez más difícil del francés Franck Ribéry de salvar a la Salernitana del descenso, la primera parte de la Seria A ha sido emocionante, pero ha estado marcada una vez más por los gritos racistas escuchados en los estadios.
- LO MEJOR -
- Inzaghi seduce:
Con la marcha de Antonio Conte tras conquistar el campeonato de Italia, y la salida del delantero belga Romelu Lukaku, el desafío se antojaba arduo para el Inter, que, en cambio, está cumpliendo bajo las órdenes del nuevo técnico Simone Inzaghi. Tras fichar de manera inteligente en el mercado, con incorporaciones como el bosnio Edin Dzeko, el turco Hakan Calhanoglu y el neerlandés Denzel Dumfries, los nerrazzurri están demostrando su excelente nivel con la clasificación a octavos de la Liga de Campeones, la primera en diez años, y el liderato de la Serie A a mediados de temporada.
- Un gran Vlahovic:
Está siendo la temporada de confirmación de Dusan Vlahovic al frente del ataque de la Fiorentina. El delantero serbio de 21 años sigue marcando goles tras una gran segunda mitad de la temporada pasada. Con un golpeo de calidad, sangre fría, sentido del trabajo en equipo, el actual máximo goleador de la Seria A ha despertado un creciente interés entre varios clubes europeos. La 'Viola', séptimo en la liga italiana en búsqueda de una plaza que dé acceso a una competición europea, hará todo lo posible por retenerlo en enero, pero no sería de extrañar que Vlahovic, con contrato hasta 2023, se marchara el próximo verano.
- Juego más vertical:
Tras la Nazionale de Roberto Mancini y el Atalanta de Gian Piero Gasperini, cada vez más equipos de la Seria A se alejan del clásico juego táctico y defensivo a la italiana para mirar más de manera vertical. Es el caso del Milan de Stefano Pioli o de la Fiorentina de Vincenzo Italiano. Pero, incluso los equipos inferiores no dudan en arriesgar, como el recién ascendido Empoli, que sorprendió al imponerse a la Juventus y al Nápoles.
- A LA BAJA -
- Un Allegri aburrido:
A pesar de los cinco títulos de liga y dos finales de la Liga de Campeones, la Juventus se desvinculó en 2019 del pragmático Massimiliano Allegri en un intento por desarrollar un juego más atractivo. Tras la experiencia de Pirlo, que situó al equipo en la cuarta posición, Allegri fue llamado para que la 'vecchia signora' regresase a la cima. La primera parte de la temporada ha sido una decepción en líneas generales, con resultados mediocres, mal juego y un ataque huérfano desde la salida del portugués Cristiano Ronaldo. Todavía se espera que el argentino Paulo Dybala y Federico Chiesa empiecen a desplegar un buen juego en 2022.
- Ribéry en jaque:
Tras su salida de la Fiorentina, Franck Ribéry dio la sorpresa al fichar el pasado verano por el ascendido Salernitana. Única estrella de un equipo con una plantilla corta, el delantero francés, de 38 años, no se salva de la desastrosa temporada de su equipo. Colista de la Serie A, el Salernitana debe cambiar de propietario hasta el 31 de diciembre, fecha límite impuesta por la federación italiana, si desea continuar compitiendo en el campeonato nacional.
- Un Shevchenko atrapado:
Tras alcanzar los cuarto de final de la Eurocopa con Ucrania, Andriy Shevchenko tiene una complicada labor desde que fue llamado a dirigir al Génova a principios de noviembre. Solamente ha logrado dos puntos en siete partidos, lo que deja al club en los puestos de descenso, decimoctava posición.
- Racismo vergonzoso:
Tras 18 meses a puerta cerrada por la pandemia, la vuelta de los hinchas, con una entrada todavía limitada al 75% del aforo, devolvió la atmósfera, pero también marcó el regreso de los improperios racistas que han avergonzado al fútbol italiano desde hace años. Koulibaly, Osimhen, Maignan e Ibrahimovic, entre otros, han recibido insultos en Florencia, Turín o Roma. Se abrieron investigaciones, pero apenas se han producido sanciones.
