La pegada nunca se pierde. Como poniéndole terciopelo en su pie, Guido Alvarenga la sigue descosiendo en el terreno de juego. Claro, alejado del fútbol profesional, pero igual continúa dando de qué hablar.
A través de su cuenta oficial de Instagram, el "Mago" mostró su más reciente obra de arte: sí, no es que se exagere. Pero a sus 51 años de edad, le sigue dando alegría a quienes lo ven jugar y recuerden sus mejores épocas.
El zurdo se encargó de la ejecución de un saque de esquina y con toda la intención del mundo, la mandó a guardar haciendo un golazo: su disparo se transformó en un bello gol olímpico en un Torneo Amateur del CIT. "Seguimos haciendo lo que nos gusta, feliz fin de semana para todos", escribió el exjugador.
Guido "Mago" Alvarenga, paraguayo de 51 años de edad, se inició en el Sport Colombia. Pasó por Deportivo Mandiyú, Banfiedl, Universitario de Deportes, Cerro Porteño, Kawasaki Frontale, León, Olimpia y Libertad. Jugó la Copa América del 1991, 1999 y 2001 con la Albirroja, además del Mundial 2002.
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En Para Uno, Olimpia perdió el clásico blanco y negro ante Libertad por 3-2. Los ánimos se caldearon una vez que el árbitro pitó el final del encuentro y la preferencia franjeada descargó toda su frustración.
Parte de la parcialidad decana le dijo de todo al capitán Roque Santa Cruz, quien estaba en el banco de suplentes luego de haber sido cambiado en el segundo tiempo.
Pero lo llamativo fue que ante los insultos, el experimentado delantero no se quedó callado y respondió a los simpatizantes, para el asombro de los presentes en el Manuel Ferreira.
Roque incluso habría apuntado a un espectador en específico e incluso ante esta situación, tuvo que ser calmado por sus compañeros. Finalmente, la cosa no pasó de ser algo verbal y el jugador se retiró a los vestuarios.
Este peculiar evento generó todo tipo de debate en las redes sociales, desde quienes defienden a Santa Cruz hasta los que también le critican al futbolista del "Rey de Copas".
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El golero uruguayo que llegó a River Plate para el torneo Clausura, es Federico Alfredo Cristóforo (32), pese a no haber conseguido el objetivo principal, el cual es la de mantener la categoría del equipo, desea seguir el próximo año en nuestro país.
El guardameta tiene experiencia en varios clubes de su país, como: Huracán -donde debutó en Primera- Progreso, Montevideo Wanderers, Necaxa, Deportivo Maldonado, Danubio y Manta.
Tiene contrato con el Kelito hasta junio del 2022, pero no estaría cumpliendo ese acuerdo porque el equipo perdió la categoría. Espera que termine el torneo y a estudiar alguna oferta del plano local. Aclaró que está cómodo en el país con su familia, además de adquirir rápidamente algunas costumbres como aprender a consumir el tereré.
Cristofóro en lo individual tuvo una buena temporada, jugó 13 de los 16 partidos del campeonato Clausura más dos por Copa Paraguay una regularidad importante considerando que tiene como compañeros a dos muy buenos arqueros como Azcona y Serdán.
“Es una gran tristeza haber perdido la categoría con River. Sabía del desafío que tomé a mitad de año que no iba ser nada fácil, que habría que hacer un campeonato casi perfecto (para evitar el descenso), se inició de buena manera y después no se pudo encontrar la regularidad para lograr el objetivo”, comenzó diciendo el golero charrúa.
Si porqué River fue perdiendo nivel y protagonismo luego de un buen arranque en el torneo Clausura, dijo: “Después de los primeros partidos tuvimos a varios compañeros lesionados que venían con rendimientos muy buenos y no se pudo retomar ese nivel de juego”, dijo el futbolista.
“En realidad un motivo real por lo que el equipo bajó, no sabría, de haberlo sabido, bueno podríamos atacar ahí y evitarlo, pero siempre se buscó se luchó, lo más grandes (experimentados), aportando ideas y todos juntos tratamos de salir adelante pero no conseguimos”, agregó
En cuanto a los cambios de entrenadores, opinó. “El cambio de entrenador fue bueno en el momento que vino, por el tema de motivación del grupo, porque siempre el que no juega se quiere mostrar, entonces es una oportunidad para todos, aunque es muy difícil para un técnico entrante cambiar mucho en tan poco tiempo”, apuntó.
Intenciones
“En lo personal, tuve mucha regularidad, pero lo que más importa al fin y al cabo es el resultado grupal que lastimosamente no pudimos mantener la categoría, porque de lo contrario todas las actuaciones individuales pudieron ser mejores vistos y catalogados”, refirió.
“Me gustaría seguir (en el fútbol paraguayo), mi familia está muy cómoda aquí, nos gusta mucho el país. Si se puede conseguir algo acá (club de Primera), bienvenido sea, pero como profesional no podemos cerrar la puerta para ir a otro lugar, fundamentalmente porque la carrera es corta”, respondió.
Indicó que tiene firmado un año de contrato con River, hasta fines de junio (2022), pero aún no sabe si podrá seguir el próximo año, porque depende de su representante. Antes que nada, desea terminar el campeonato para dejar una buena imagen para lo que viene y después ver el futuro.
Recordó que la verdad se conformó un buen grupo en River, porque cuando llegó vinieron otros jugadores también de distintos clubes y se llevó bien con todos, en especial con los demás arqueros como Azcona y Serdán, con quienes compartió mucho más.
Añadió que ahora queda enfrentar con toda la responsabilidad las dos fechas restantes y al menos tener una buena despedida, porque hay que ser agradecido con el club.
“Lógicamente un jugador quiere seguir creciendo, con mejores proyecciones, pero estoy muy agradecido a River por haberse fijado en mí, por abrirme la posibilidad de jugar en Paraguay, ojalá que se pueda continuar y mejorar. La mayoría de los goleros uruguayos que vinieron acá le fueron bien en lo futbolístico y jugaron por mucho tiempo”, recordó.
Finalmente el arquero charrúa admitió que le tomó el gusto al tereré y que ya adoptó como una bebida para los días de intenso calor. “Mirá que pronto me acostumbré aquí al calor y al tereré, ya tengo todos los elementos más la yerba, me llevo a Uruguay porque la verdad que se disfruta mucho”, concluyó.
Por: Daniel Arévalos.
