Su talento invitaba a perseverar y seguir insistiendo en procura del objetivo, el de ser un jugador profesional. Pero un día, tras algunos reveces en su carrera tomó una fuerte decisión, dejar de jugar porque las cosas no se encaminaban como esperaba. Atrás el fútbol y a otra cosa, trabajar y estudiar.
Pero apareció como un “ángel guardián”, un amigo con quien compartió sueños, vestuarios, alegrías y tristezas, para convencerlos de perseguir hasta llegar a ese propósito.
En VERSUS te presentamos la historia de Fernando Aurelio Román Villalba (22), lateral izquierdo del club Aldosivi, equipo profesional de Argentina. Nos comentó las distintas etapas que fue sorteando para llegar donde está ahora disfrutando de un momento feliz, siendo titular en el equipo. También habló de su deseo de jugar en las grandes Ligas europeas y la selección nacional.
Comenzó diciendo que en la primera de Cerro Porteño le bajaron en la categoría Reserva y que su representante de ese entonces no aceptó y salió. Dijo que estaba como para fichar en Rubio Ñu de la Intermedia (2019), pero le dijeron que practique en la Reserva por un tiempo y que la propuesta no me gustó y no aceptó. Él tiene como compañeros a otros dos compatriotas en Aldosivi, Marcos Miers y Mario López.
Comentó que ante esta situación decidió dejarse del fútbol y que le dijo a su mamá que ya no quería seguir en el fútbol y que se dedicaría a estudiar. añadiendo que había intentado varias veces y no ha tenido suerte.
“Ella me dijo que no podía dejar el fútbol porque era lo que más me gustaba, pero le insistí que ya no quería saber nada, que tengo muy mala suerte, mejor estudiar y conseguirme un empleo. Estaba decidido a estudiar kinesiología y fisioterapia. Para costear mis estudios ya tenía planeado trabajar de playero con mi tío en una empresa de expendio de combustible”, explicó Román.
Luego, agrega que un día le llama su amigo Pedro Báez (su ex compañero en Cerro Porteño, es delantero y juega en Guatemala) que estaba por nuestro país, le invitó a comer (almorzar), y charlando le pregunta si donde estaba jugando. Román le contó que hacía seis meses que no estaba jugando y que ya no jugaría más.
“Se sorprendió y dijo,- cómo si tienes condiciones- No me sale nada, ya no quiero jugar le repetí. -Hablá con mi representante, él te va a conseguir un club- me propuso Pedro, no, no quiero hablar con nadie le respondí y ahí terminó la charla”, señaló nuestro compatriota, algo resignado a su “suerte”.
“Pero grande fue mi sorpresa cuando un día me llega un mensaje de un número extraño que decía –Hola Fernando, soy el representante de Pedro Báez, él me envió tu video y quiero hablar contigo- fue así que contacté con él y viene a Argentina”.
Manifestó que gracias a Pedro (Báez), a quien considera un gran amigo, surgió todo de nuevo y está aquí (en Aldosivi), firmó un contrato importante que va hasta diciembre del 2023.
“Felizmente estamos tres paraguayos en este equipo (Fernando, Marcos Miers y Mario López), ya jugamos los tres juntos en algunos partidos, la verdad que no es muy habitual eso y justo todos somos defensores. En los partidos hablamos en guaraní y así los rivales se confunden un poco porque no entienden lo que decimos”, señaló.
Inicio y recorrido
Comenzó a jugar el fútbol en su ciudad natal Pastoreo, se desempeñaba como enganche. Un día junto a varios chicos de su edad emprendieron una aventura y llegaron a Asunción para una prueba en el Olimpia. De los 120 chicos fueron seleccionados solo 4, uno de ellos es Fernando Román.
Posteriormente en otra prueba, pero con mayor cantidad de chicos se presentaron en Libertad y también fue uno de los elegidos para quedarse, ante las dos chances se decidió para jugar en el Guma.
“A los 16 años vine a Libertad (Asunción), jugando en las distintas categorías formativa hasta debutar en primera división. Posteriormente fui al Sporting Braga en Portugal, pero no quedé por cupo de extranjeros. En realidad el club me propuso esperar seis meses para poder integrarme al equipo, pero no podía estar ese tiempo sin jugar, entonces volví a nuestro país y fiché por Cerro Porteño”, comento.
“En Argentina vine a probar en Central Córdoba, pero hubo inconvenientes con mis papeles de Cerro, el club argentino no quería esperar mucho tiempo. Entonces quedé tres meses parado, sin hacer nada, pasé mal, lo único que quería era volver a Paraguay. Es más, le dije a mi representante ya no quería saber nada”.
“Finalmente, su agente le convenció para hacer una última prueba en el Güemes, un club de Ascenso (actualmente en la Primera Nacional, segunda división), a lo que él aceptó con la condición que luego volvería a nuestro país.
“Durante la prueba, creo que toqué un vez la pelota, ya mi pensamiento estaba en el retorno. Ya no me sentía en condiciones de continuar, junto a otros compatriotas, la verdad no la pasamos bien, ni siquiera comíamos bien. Al salir de la prueba me llama una persona que habló con mi representante y nos pidió que esperáramos dos días porque había una chance en Aldosivi, llegó ese día, vine a hacer la prueba y me quedé”, refirió.
Grandes sueños
Su deseo siempre es jugar en grandes ligas europeas y por supuesto ser integrante de la nuestra selección. Ahora que está pasando por un buen momento no va a parar hasta cumplir esos sueños.
“Quiero dar esa satisfacción a mis padres que siempre se preocuparon en que salga adelante apoyándome. Mi familia es la que me da fuerza todos los días para entrenar y tratar de hacer lo mejor. De momento, estoy enfocado plenamente a mi equipo (Aldosivi), quiero dar lo mejor y Dios dirá si en el futuro si puedo integrar otro equipo más grande y ser visto por clubes europeos”, remarcó.
El defensor compatriota vive solo en Mar del Plata y espera juntarse con su familia (padre, madre y la novia), quienes viven en nuestro país. “Ellos vendrán aquí (Argentina) a fin de año para pasar las fiestas”, acotó Román.
Por: Daniel Arévalos.