El experimentado mediocampista de 37 años, Cristian Riveros, está pasando por un buen momento en su carrera. Es uno de los pilares de Nacional, equipo dirigido por Hernán Rodrigo López.
El mediocentro habló en conferencia de prensa e hizo hincapié sobre una posible convocatoria a la selección paraguaya de fútbol, ahora dirigida por Guillermo Barros Schelotto. El combinado nacional debe afrontar el combo de noviembre ante Chile de local y luego contra Colombia de visitante.
"Conmigo nadie habló ni me insinuaron nada (posible llamado a la Albirroja). En este momento la selección tiene a mucha gente en ese puesto (volante central). Obviamente cuando surge la posibilidad o se habla de eso (convocatoria) es una ilusión. Todo jugador activo, independientemente a la edad, tiene que tener esa ilusión de poder estar en la selección", expresó el histórico albirrojo.
"En la selección hay gente para elegir, de acuerdo a las características y cómo se quiera jugar. Ojalá con este cuerpo técnico nos vaya bien. Son entrenadores jóvenes (los Schelotto) y están actualizados. Necesitamos sacar resultados ahora", agregó el jugador que siempre rindió alto en la Albirroja.
Riveros indicó que a esta altura uno tiene que aprovechar todas las oportunidades y que en lo personal siente las mismas ganas que en años anteriores. Adjuntó que el otro día jugó con un vendaje en la mano y que gracias a Dios no se lastimó de nuevo.
Los hermanos Guillermo y Gustavo Barros Schelotto fueron confirmados oficialmente como nuevos entrenadores de la selección paraguaya. Aunque en realidad es una dupla técnica, es "Guille" el que lidera el cuerpo técnico ante los medios de comunicación.
Apenas asumió el nuevo director técnico de la Albirroja y la pregunta obligada que muchos se hacen es: ¿Cómo juegan los equipos de los Barros Schelloto?, ¿qué sistema táctico utilizan y cuál es la característica principal de los sus equipos?
En VERSUS hicimos una análisis de los comportamientos de sus diferentes clubes, como así también declaraciones de los mellizos, sus influencias como entrenadores y cómo fueron mutando un poco con el tiempo, desde su estreno en Lanús hasta el último paso por la Major League Soccer dirigiendo a los Angeles Galaxy.
Guillermo fue dirigido por varios entrenadores, incluido Marcelo Bielsa en la selección, pero no se considera muy seguidor de esta línea, como muchos lo hacen.
En varias entrevistas reconoció que fue influenciado bastante por Gregorio Pérez, quien lo dirigió en Gimnasia, Carlos Timoteo Griguol y por supuesto, Carlos Bianchi, con el que conquistó incontables títulos y coronándose dos veces campeón del mundo.
En una entrevista exclusiva con el portal especializado "The Coaches' Voice" (La voz de los entrenadores), Schelotto se definió como un entrenador con estilo ambicioso, ofensivo y ganador.
Asegura que lo primordial es que sus equipos adquieran una forma, el estilo que él quiere y a partir de ahí conseguir los resultados, aunque en este caso no tendrá mucho tiempo para ello, y conseguir puntos será la prioridad total, sin importar cómo afronte cada juego.
Sistema de juego
Haciendo una análisis extenso de todos los partidos que ha dirigido, encontramos que el dibujo táctico preferido de los hermanos Barros Schelotto es el 4-3-3, que utilizaron en más de 200 partidos dirigidos, que representó hasta aquí el 65 % de los esquemas utilizados.
Un "pivot" fijo como "6", dos internos naturales y le gusta usar dos extremos desequilibrantes. En su momento, en Boca Juniors tuvo a Villa y Pavón, con un centrodelantero de área natural que en ese entonces fue Benedetto.
Pero el dibujo táctico que más utilizaron al principio fue el 4-2-3-1, que luego fueron mutando. Usaron en el 17 % de sus partidos dirigidos, en más de 60 partidos.
Aunque no son muy habituales los Barros Schelotto llegaron a adecuarse a varios partidos, de acuerdo a la dificulta del rival. Llegaron a usar el 4-4-2 clásico, con dos delanteros centros, como así también el 4-3-1-2, con un enganche y hasta el 4-1-4-1, recalcando que siempre dependiendo de la propuestas de los equipos contrincantes.
En la época del Lanús campeón de la Sudamericana en el 2013, tuvo al paraguayo Víctor Ayala como uno de los volantes internos o a veces de doble seis. En ese torneo, llegó a variar bastante, pero fue más notorio el 4-2-3-1 en partidos determinantes, aunque también de plasmó el 4-3-3, con un pivot fijo como Leandro Somoza, más dos internos y arriba tuvo de "9" al "tanque" Santiago Silva, en uno de sus mejores momentos, asistidos por los extremos Lucas Melano, Silvio Romero o Martín Benítez.
A los Barros Schelotto le gusta que sus equipos presionen muy alto, a pesar de que sea riesgoso ante cualquier descoordinación. Aseguran que mientras más arriba se recupere el balón, será mejor.
"Nos gusta la presión arriba, tener siempre gente adelantada y abierta. Presionar todo el partido es difícil y también es difícil hacérselo entender al jugador, pero esa es nuestra idea”, aseguró Guillermo en varias entrevistas y quizás sea lo único parecido que tenga con la filosofía Bielsa, a quien asegura admirar, pero no ser tan seguidor.
En la mayoría de sus equipos, la idea clara siempre fue tener protagonismo, control de balón, al menos lo necesario y ser muy agresivo por fuera principalmente.
Los mellizos Schelotto deberán encontrarle el lugar idea a los Romero, a Miguel Almirón y recuperar la mejor versión de los mediocampistas.
¿Cambiarán de sistema táctico o continuarán con el famoso 4-3-3 que tanto pregonó Eduardo Berizzo? Lo cierto y concreto es que tienen seis fechas para conseguir resultados, sin importar mucho el estilo.
Guillermo y Gustavo Barros Schelotto son exjugadores y actuales entrenadores argentinos de 48 años. Los mellizos nacieron en La Plata, ciudad de la Provincia de Buenos Aires.
Ambos iniciaron su carrera futbolística en Gimnasia y Esgrima La Plata, Boca Juniors y posteriormente cada uno eligió su camino como futbolista hasta reencontrarse nuevamente en la función de entrenador, luego de dejar el fútbol profesional.
Como ha pasado en todos los clubes que dirigieron, Guillermo Barros Schelotto será la cabeza del cuerpo técnico y aunque su labor es igual de importante, Gustavo prefiere un papel más secundario, tal como lo hizo en todos los clubes que dirigieron hasta ahora.
La carrera como futbolistas
Si bien Guillermo Barros Schelotto recorrió muchos menos clubes, tuvo una carrera más exitosa como futbolista, principalmente en su etapa inolvidable en Boca Juniors, entre 1997 y 2007, ganando absolutamente todo bajo el comando de Carlos Bianchi.
En Boca, Guillermo conquistó 6 títulos de la liga argentina, 4 Copa Libertadores, 2 Copa Intercontinental, 2 Copa Sudamericana y 2 Recopa Sudamericana.
Del Xeneize pasó al Columbus Crew, militando tres temporadas en la Major League Soccer. Conquistó la MLS Cup y fue elegido como mejor futbolista de la MLS en el 2008.
Para retirarse en el lugar donde comenzó, Guillermo Barros Schelotto volvió a Gimnasia y Esgrima La Plata en el 2011.
En cuanto a selección, fue medalla de Oro en los Juegos Panamericanos de 1995. También disputó la Copa América de 1999
Por su parte, Gustavo Barros Schelotto, además de Gimnasia y Boca, recorrió en clubes como Unión de Santa Fe, Villarreal de España, Racing, Rosario Central, Alianza Lima de Perú y se retiró como profesional en el año 2007, en el exótico club puertorriqueño, Puerto Rico Islanders.
Como futbolistas conquistó la Copa Centenario de 1993 con Gimnasia, tres títulos de liga con Boca Juniors, y un campeonato con Racing.
Si bien, el de los hermanos fue el que menos participó, fue parte del plantel campeón de la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental del año 2000.
Como entrenador
Gustavo Barros Schelotto comenzó mucho antes la profesión de entrenador, mientras Guillermo incluso seguía activo en sus últimos años de futbolista.
La primera experiencia de Gustavo fue en Paraguay como asistente técnico de Gregorio Pérez, en el año 2010, dirigiendo Libertad. Siempre como AT fue detrás del "Goyo" a Peñarol de Montevideo y recién en el 2012 se reencontraría con su hermano.
En el 2012, ambos forman una dupla técnica, pero siempre con Guillermo como cabeza del cuerpo técnico. El primer club del que se hicieron responsables los mellizos, fue Lanús, con el que deslumbraron en muchos momentos, aunque no pudieron conquistar la liga local.
Eso sí, sorprendieron al continente con un gran equipo granate, ganando la Copa Sudamericana del 2013, año en el que habían eliminado en las semifinales a Libertad.
En el plantel campeón dirigieron al paraguayo Víctor Ayala y posteriormente tuvieron a su cargo a Gustavo Gómez y Miguel Almirón.
De ahí parecían que habían dado el gran salto hacia Europa. De hecho lo lograron, fueron presentados en el Palermo de Italia, donde solamente dirigieron 4 partidos y luego renunciaron al cargo, por no poseer licencia UEFA.
Tras el frustrado paso europeo, pero teniendo como antecedente más cercano el gran paso en un club modesto (Lanús), con el que sorprendieron por juego colectivo y valentía, tuvieron la gran misión de darle vida a Boca Juniors, que venía de muchos altibajos en los últimos años.
Con el Xeneize fueron bicampeones del torneo local entre los años 2016-17 y 2017-18. Eso sí, la gran deuda estuvo en el campo internacional.
Tras una pequeña pausa, los mellizos llegaron a la MLS para dirigir al poderoso y millonario Los Angeles Galaxy, donde estuvieron hasta finales del 2020.
