Gustavo Ariel Guerreño Otazú (29 años), es un delantero compatriota que milita actualmente en el fútbol chileno. Tuvo una fugaz pasantía por clubes de primera división de nuestro país como Rubio Ñu y Carapeguá. Además de clubes de otras divisionales.
En contacto con VERSUS, compartió su experiencia tanto a nivel local como en el exterior. Explicó que su inicio fue duro, pero que resistió pese a que su madre le había pedido dejar el fútbol para iniciar la carrera policial.
Su constancia fue retribuida cuando fue a Centroamérica, siendo gran figura y goleador logrando dos títulos con el Alianza FC en El Salvador (2017/2018).
El atacante compatriota también comentó algunos hechos que sucedieron con él y sus hermanos con los entrenadores Arce, "Chiqui" y Juan. Además habló de su presente, su traspaso de un club de Primera (Melipilla) a otro de Segunda División (Cobreloa).
“El fútbol siempre es difícil, el comienzo siempre es la etapa más dura, donde uno más sufre y al mismo tiempo debe ser el momento de estar más convencido de lo que quiere”, comenzó diciendo.
“Recuerdo que cuando aún no tenía nada asegurado, mi mamá y también mi novia me pidieron que me dejara del fútbol, que empezará a estudiar, incluso me dijeron que siga la carrera policial, lo mismo que mi padre. Pero dije que no, lo mío es el fútbol”, aseveró.
“Gracias a Dios, actualmente estoy bien, tranquilo siempre con el objetivo claro y firme. Felizmente, no hice otra cosa que no fuera el de jugar al fútbol, por un lado porque mi familia siempre me ayudó y así construí mi carrera”.
“Mi padre es policía, muchas veces uno sigue la misma carrera que su papá, es más, uno de mis hermanos es policía y empezó jugando el fútbol también, aunque no llegó a primera división, pero siguió el consejo de mamá”, agregó.
Debutó con "Chiqui", pero luego le “limpió”
“Debuté en primera división con "Chiqui" Arce en Rubio Ñu, fue él quien me ayudó para venir de Paraguarí a Rubio Ñu, también me ayudo bastante Miguel Pavani, el coordinador del club. Era muy sacrificado, me levantaba a las cuatro de la mañana para venir de Paraguarí y entrenar en el Botánico”, recuerda.
Además de haber sido su entrenador, "Chiqui" era su vecino en Paraguarí, la relación había comenzado muy bien, pero no terminó de la mejor manera según explicó el futbolista.
“Por cosa del destino no terminamos bien (la relación de jugador y entrenador), no obstante estoy agradecido con él, me ayudó mucho en el tiempo que estaba en Rubio Ñu. Lastimosamente hubo malos entendidos de gente que chismoseaban cosas que no eran ciertas”, apuntó Guerreño.
“Lo mismo le pasó a mi hermano (Carlos Guerreño) cuando estuvo en Olimpia, "Chiqui" le creía más a la gente que le contaba las cosas que a nosotros. Por eso cuando estábamos en Rubio Ñu nos sacó a ambos”, resaltó.
“Posteriormente en Carapeguá, cuando estábamos los tres hermanos, yo, Carlos y Rubén quien ahora es policía, llegó como técnico Juan Arce, hermano de "Chiqui" y fue él que nos ‘limpió’ a todos del fútbol paraguayo. Luego de ese episodio ya no volvimos a tener relacionamiento con los Arce”, disparó Gustavo.
Sus inicios
“Comencé jugar en el 15 de Mayo de Paraguarí, de ahí pase a Rubio Ñu (de la capital) en la categoría sub 20, pero luego debuté en Primera frente a Guaraní”, recuerda.
“No jugué muchos partidos en Rubio Ñu, posteriormente pasé a Carapeguá, cuando este equipo estaba en Primera y ese años mantuvimos la categoría, jugué varios partidos cuando el entrenador era Jacquet (Mario), cuando salió ya no fui tenido en cuenta”, refirió.
Guerreño también tuvo su paso por Sportivo Iteño, Olimpia de Itá, retornó a Carapeguá, cuando este equipo ya perdió la categoría, volvió al Sportivo Iteño y de ahí pegó el salto a Centroamérica. Primero estuvo en el Pasaquina (2016), luego pasó al Alianza FC (2017/2018) y Santa Tecla (2018), todos clubes de El Salvador, consiguiendo dos títulos y siendo el máximo goleador con el Alianza FC.
Tres temporadas en Chile
Guerreño lleva tres temporadas jugando en el fútbol chileno. Ahora cambia de club, sale de un club de primera (Melipilla) para incorporarse a un equipo de segunda División, específicamente Cobreloa.
“Tomé esta decisión porque me conviene más económicamente, Cobreloa es un club grande, bien organizado, que está con intenciones de lograr su ascenso (a Primera), nuevamente. Así que está todo definido, me incorporo en estos días y el fin de semana ya estaría jugando ahí”, reveló.
Una mina de oro
Así calificó nuestro compatriota al fútbol chileno, porque existe mucho profesionalismo no sólo en primera división, sino que en clubes de Ascenso y el Gremio de futbolistas es muy fuerte.
“Aquí los clubes están bien organizados, al día en la parte económica. De hecho existe una exigencia que los clubes deben cumplir con los salarios hasta el 15 de cada mes, si pasa esa fecha, descienden de categoría automáticamente”, explicó.
“Pero eso no es todo, aquí los clubes cumplen en todo, contratos, seguros, vacaciones. Basta que un solo jugador tenga algún problema con su club y el torneo para todo. Es más, un jugador tiene derecho a una jubilación en Chile”, resaltó.
Por: Daniel Arévalos.