El atleta italiano Lamont Marcell Jacobs ganó este domingo por sorpresa los 100 metros de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, con un crono de 9 segundos y 80 centésimas (nuevo récord de Europa), sucediendo en el palmarés al mítico Usain Bolt, oro en 2008, 2012 y 2016.
Jacobs se convirtió en el primer atleta europeo que se proclama campeón olímpico en la línea recta desde el británico Linford Christie en Barcelona 1992. Superó al estadounidense Fred Kerley (9.84), plata, y al canadiense Andre De Grasse (9.89), bronce.
Se trata de una auténtica hazaña para Jacobs, un velocista de 26 años nacido en El Paso (Texas, Estados Unidos) de madre italiana y padre estadounidense.
“¡No sé qué decir! es un sueño, un sueño, es fantástico. Es increíble. Es el sueño de mi niñez ganar unos Juegos Olímpicos. Estar en la final y ganarla es un sueño hecho realidad", repetía el italiano.
“Quiero dar las gracias a mi familia que siempre me ha apoyado, a mis hijos (Anthony y Jeremy) y a mi madre, que ha sido mi fan número uno desde que era niño", añadió.
Italia nunca había conseguido entrar en el podio olímpico en la línea recta.
- Fuera de los pronósticos -
Lamont Marcell Jacobs no entraba en los pronósticos para esta prueba estrella de la velocidad, la más esperada tradicionalmente en las competiciones de atletismo.
Hasta ahora había destacado sobre todo en competiciones en pista cubierta y este año se proclamó campeón europeo en sala en Torun (Polonia).
No estuvo en estos Juegos Olímpicos el campeón del mundo, el estadounidense Christian Coleman, suspendido por tres faltas en sus obligaciones de localización para controles antidopaje.
El favorito para los 100 metros de estos Juegos era teóricamente el estadounidense Trayvon Bromell, el hombre que llegaba a Japón con el mejor crono de 2021, pero el atleta de Florida quedó eliminado inesperadamente en las semifinales este domingo, confirmando que Tokio 2020 estaba ante una de las carreras olímpicas de 100 metros más abiertas e inciertas de la historia, como finalmente ocurrió.
La línea recta había perdido parte de leyenda con la salida de Bolt. Y también el sentido de show que el jamaicano le imprimía a la prueba. Pero una página se dio vuelta y emocionó con la sorpresa.
El "teasing" ya tenía calidad después de unas semifinales de alto voltaje: el favorito estadounidense Trayvon Bromell se quedaba afuera de la final, al igual que el subcampeón olímpico de 2012 Yohan Blake, privando a Jamaica de una final por primera vez desde Sídney 2000. Todo un simbolismo.
La presión hizo explotar al británico Zharnel Hugues, autor de una falta grosera con partida falsa en la final.
Sólido en su salida, Jacobs poco a poco se fue metiendo en la historia de los Juegos y terminó alzando sus musculosos brazos cuando se dio cuenta que era el nuevo campeón olímpico de la prueba reina de Tokio 2020.
Con Bolt como rey olímpico desde Pekín 2008, la consagración de casi un desconocido hace difícil definirlo como un verdadero sucesor del jamaicano.
Era una noche de gloria para Italia, que unos minutos antes celebraba también casi sin aguardarlo la consagración del saltador en alto Gianmarco Tamberi, compartiendo el oro con el catarí Mutaz Essa Barshim, y que luego tuvo el privilegio de ser el primer en abrazar a Jacobs apenas acabar la prueba de velocidad.
Dos oros italianos en atletismo el mismo día, que se cruzaron y se abrazaron, antes y después de sus triunfos en la pista de Tokio.
“Cuando nos cruzábamos, nos dábamos ánimos el uno al otro. Todos sabemos que él podría haber ganado en Rio (2016), pero tenía una lesión. Estar aquí juntos es algo espectacular. Yo creía en él y él creía en mí", concluyó Jacobs.
Un nacimiento en Texas, un padre ausente y un cuerpo todo musculoso cubierto de tatuajes: el italiano Lamont Marcell Jacobs, sorpresivo campeón olímpico de los 100 metros, explotó ante el planeta, rompió todos los pronósticos y se convirtió en el sucesor de Usain Bolt, este domingo en Tokio.
Antes de los Juegos de Tokio, el italiano de 26 años jamás había participado en una final mundial o europea al aire libre en toda su carrera. En el Mundial de Doha 2019 lo habían frenado en semifinales, al igual que en el Europeo de Berlín-2018.
Pero esta temporada alcanzó su más alto nivel. Tras su consagración en sala, Jacobs mejoró el récord de Italia con un crono de 9.95 en mayo pasado, antes de explotar en Tokio.
- Nacido en América -
Jacobs nació el 26 de septiembre de 1994 en El Paso, Texas, suelo de su padre, un militar basado en Vicenza, cerca de Venecia, en el norte de Italia.
Su mamá italiana se lo lleva del país cuando no tenía ni siquiera dos años. El pequeño Marcell crecía en Desenzano del Garda, entre Verona y Brescia, al borde del lago Garda (norte de Italia). De hecho, el velocista admite tener problemas para hablar inglés, la lengua de su padre.
Jacobs es entrenado por el italiano Paolo Camossi (47 años), quien se dedicaba al triple salto con un título de campeón del mundo de sala en 2001, aunque en Juegos nunca había destacado: terminó octavo en Sídney-2000.
Durante el confinamiento de la primavera boreal de 2020, Camossi siguió a distancia los entrenamientos de su pupilo, que pudo seguir en movimiento en una pequeña pista privada cerca de su casa. ¿Cómo hacían? Camossi veía en vivo por internet las filmaciones que hacía el hermano del velocista.
Había conocido a Jacobs en el seno de un club deportivo de la policía nacional ("Fiamme Oro").
El sprinter trabaja también desde septiembre de ese año con una psicóloga, Nicoletta Romanazzi. "Con ella convenimos para que ataque realmente mis miedos y mis fantasmas. No fue sencillo, hay cosas intimas que uno no quiere ni siquiera revelar a uno mismo", se confesaba Jacobs en la prensa italiana.
https://twitter.com/OscarCoronaAGN/status/1421822059030712321