El delantero franjeado, Isidro Pitta, se mostró conforme con el empate sin goles frente a Internacional de Porto Alegre, este jueves en el Manuel Ferreira por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores. ¿Puedo hacer como Cristiano Ronaldo?, le bajó de entrada para romper el hielo.
"Tuvimos bastante posibilidades de goles, lastimosamente no pudimos embocarla, pero estamos confiados. Un cero a cero de local es bueno, no recibimos gol. La llave está abierta, haciendo un buen partido allá podemos pasar de fase", comentó.
Para el atacante de Olimpia, no hay nada que reprochar al equipo, salvo un poco más de tranquilidad a la hora de definir las jugadas de peligro que generó.
"Creo que merecimos ganar por las ocasiones que tuvimos, buscamos el resultado desde el primer minuto. Pero estamos tranquilos, contentos con el trabajo de todos los compañeros. Lastimosamente no entró, tenemos buen equipo, hay un excelente grupo humano e iremos a ganar allá", manifestó.
"Tenemos que mejorar la tranquilidad a la hora de definir, nos tocó dos a tres jugadas para meter y nos faltó tranquilidad. Después seguiremos trabajando y mejorando para hacer un gran partido en Brasil", cerró.
En otro momento, el delantero de 21 años reconoció que se sintió a gusto en el partido, peleando cada balón como si fuese la última y luchando con los defensores rivales.
"Me sentí muy bien, estuve corriendo bastante, no tuve molestias. El profe me pide que me quede como primer punta, tratar de aguantar a los dos centrales, picar entre los centrales. Además, tratar de aguantar a la hora de que el equipo está saliendo, darle el respiro necesario y crear algunas faltas cerca del área rival", argumentó.
"Estoy tratando de dar siempre lo mejor de mi en cada partido que me toca jugar. Luego buscar en lo personal, los delanteros viven de los goles", remató.
El entrenador de la Universidad Católica de Chile, el uruguayo Gustavo Poyet, fue otro de los que pegó el grito al cielo luego de sentirse perjudicado por el arbitraje de la Conmebol.
En el juego de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, el miércoles en el estadio San Carlos de Apoquindo, Palmeiras terminó ganando por 1-0 a los "Cruzados", aprovechando un dudoso penal que Raphael Veiga lo convirtió en el gol de la victoria.
La polémica jugada tuvo lugar en el minuto 39, momento en que Poyet apuntó a una ayuda arbitral a los equipos brasileños en la competencia.
"Pasó en cancha de Boca, pasó en cancha de Cerro Porteño. Los dos equipos brasileños", tiró el exfutbolista charrúa mirando hacia las cámaras justo después de que el árbitro uruguayo, Andrés Matonte, decida sancionar la pena máxima a favor del "Verdao" por una mano en el área del equipo chileno.
Pero la cuestión no quedó ahí. Luego del pitazo final y ya en rueda de prensa, Poyet tiró otro dardo hacia el arbitraje durante su conferencia de prensa.
"De los árbitros no voy a hablar mucho, lo que sí está claro es que las reglas del VAR no las sabe nadie", enfatizó, apuntando directamente a la diferencia de criterios entre los propios soplapitos.
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La participación de Olimpia en los octavos de final de la Copa Libertadores es bastante buena, teniendo en cuenta que de 11 intervenciones logró 7 clasificaciones a los cuartos de final. Sin embargo frente a los brasileños, los antecedentes son malos, pues enfrentó dos veces en esa fase a Grêmio y en ambos quedó eliminado.
Las tres primeras intervenciones del Decano en la fase de octavos de final de la Copa Libertadores (1989- 1990 y 1991), coincidieron con la época más brillante de su historia copera. En esos tres años el equipo de Para Uno logró un título (en el 90) y dos subcampeonatos.
En el 89 Olimpia superó a Boca Juniors en la serie de los penales por 7-6, luego de ganar en Para Uno 2-0 (un par de goles de Raúl Vicente Amarilla) y perder en la Bombonera 3-5 (otros 3 tantos de “Tacuara” Amarilla). En 1990, los franjeados ganaron la etapa de octavos sin jugar, por la no presentación de los colombianos en la Copa y en el 91 dejaron atrás al conjunto compatriota de Atlético Colegiales (1-1, gol de Adriano Samaniego) y 2-1 (dos anotaciones de Luis Monzón).
En 1993 y el 94 el cuadro de Para Uno logró otras dos clasificaciones. El primer año fue mejor que Nacional de Montevideo (2-1 en la ida, goles de Virginio Cáceres y Mauro Caballero) y selló la serie en Asunción, con un contundente 3-0 (tantos de Virginio Cáceres, Raúl Amarilla y Luis Monzón). En 1994 superó a Barcelona de Ecuador, ganando ambos partidos: 1-0 (gol de Casiano Delvalle) y 2-1 (dos tantos de José Cardozo).
En 1995 Grêmio de Brasil dejó en el camino al franjeado (0-3 y 0-2) y en 1998 Olimpia fue superado por Colón de Argentina (2-3 y 1-0 y 1-2 en los penales).
En el 2002, cuando los franjeados lograron el tricampeonato de la Libertadores, ganaron en octavos al Cobreloa chileno. En la ida, que se jugó en Calama, el partido fue suspendido al término del primer tiempo (estando el marcador 1-1, gol de Nelson Zelaya), tras recibir una pedrada el árbitro argentino, Ángel Sánchez, que lo dejó inconsciente. La Conmebol posteriormente dio ganador a Olimpia (2-0). En la revancha, en el Defensores del Chaco, el cuadro paraguayo refrendó su clasificación venciendo 2-1. con conversiones de Miguel “El Peque” Benítez y Richart Báez.
Al año siguiente, en la edición del 2003, nuevamente Grêmio de Brasil fue insalvable para el Decano, perdiendo los dos compromisos (2-3 y 0-3).
Una década después, en el 2013, cuando el Decano fue vicecampeón de la Copa, en octavos superó a Tigre de la Argentina. En la ida , en Victoria, perdió 1-2 (gol de Herminio Miranda) y en la vuelta, en Asunción, venció 2-0 con anotaciones de Fredy Bareiro y Paparatto en contra.
La última intervención de Olimpia, en octavos de la Libertadores, fue en el 2019 y fue superado por Liga Deportiva Universitaria de Ecuador (1-3 en Quito y 1-1 en el Defensores del Chaco).
Con datos y texto de Luis Irala.
