Pasó una Copa América más para la Albirroja y dejó algunas cosas para rescatar y otras para corregir con miras a las Eliminatorias, donde se jugará los partidos y los puntos más importantes del objetivo de la vuelta a una Copa del Mundo.
Si bien el golpe de la eliminación aún está latente, se puede hacer un repaso de las cosas buenas que le dejó la competencia continental a la Albirroja y que deberán fortalecerse y ratificarse en los próximos juegos.
-Lo bueno-
Podemos arrancar mencionando que las dos líneas de cuatro y dos puntas, el esquema históricamente utilizado en la selección paraguaya, fue la formación que mejor le sentó a Paraguay y desde el partido contra Chile, donde se ganó con autoridad, Eduardo Berizzo decidió mantenerlo, renunciando a su idea y adaptándose.
El esquema y varios de los nombres que la gente venía pidiendo desde las Eliminatorias, tuvieron sus chances y respondieron una vez que el entrenador decidió darles la oportunidad.
Otro punto a destacar, son los nombres que piden a gritos formar parte de la selección: Carlos González demostró de lo que está hecho. Es un delantero con mucho sacrificio, con buen juego aéreo y presencia en el frente de ataque. Pese a no llegar al gol, fue clave en los triunfos ante Bolivia, Chile y tuvo una buena actuación ante Perú y sin dudas, la Albirroja parece haber encontrado el "9".
Braian Samudio también demostró que su velocidad y lucha, son cualidades que suman y le aportan mucho al equipo. Jugó un partidazo ante Chile y cuando ingresó ante Perú, fue determinante para el empate que estiró la definición hasta los penales.
Así también, David Martínez aprovechó la oportunidad. Pese a fallar uno de los penales de la tanda ante Perú, tuvo un gran partido y pide espacio sobre el costado izquierdo de la defensa.
Y hablando de defensa, la Copa América fue una ratificación del liderazgo y la importancia que tiene en el equipo Junior Alonso. Una vez más fue el jugador que inició todas las salidas de Paraguay y en el trabajo estrictamente defensivo, casi no tuvo fisuras.
Tampoco podemos dejar de mencionar el juego aéreo, algo históricamente nuestro pero que se perdió en los últimos partidos. Ya no volvió a recibir goles por esta vía, como sí ocurría en Eliminatorias, y luego de sufrir en el partido ante Argentina por no haber ganado un solo envío al área, contra Chile y Perú, especialmente, la Albirroja se impuso en el juego aéreo de ataque, basando su victoria y el empate ante Perú en esto.
El juego ante Perú, además, mostró que este equipo es capaz de tener lo que varias selecciones paraguayas tuvieron, pero que hasta ahora no había aparecido: esa rebeldía de pelear pese a la adversidad, esa garra de no dar una pelota por perdida y luchar hasta el final, algo que ilusiona para el futuro.
-Lo malo-
Quizá la principal cuestión a corregir, es el de mantener y ser consistentes con un rendimiento. Hubo muchas diferencias entre un partido y otro y esto también tuvo mucho que ver con la cantidad de variantes realizadas por el entrenador y la insistencia con algunos jugadores que hasta aquí no han respondido.
Como es el caso de Gastón Giménez, quien ha sido probado en todas las posiciones del mediocampo, pero su juego no pesó hasta ahora, salvo el partido ante Venezuela por Eliminatorias, donde fue el protagonista principal del triunfo.
No se puede negar la calidad técnica y el buen manejo del balón que tiene el mediocampista, pero hasta aquí nunca ha tenido libertades para generar y casi siempre es considerado por el entrenador para realizar un juego más destructivo que constructivo, algo que el futbolista no lo siente.
Por otra parte, los laterales Alberto Espínola y Santiago Arzamendia tuvieron una gran Copa América desde lo defensivo, especialmente el lateral derecho. Pero la finalización de las jugadas sigue siendo la deuda pendiente de ambos y con una mejora en esta materia, la Albirroja puede ser mucho más peligrosa de lo que llegó a ser en la competencia.
Así también, se puede mencionar la nula utilización de jugadores de los cuales se esperaba ver algo en la Copa América, para saber si pueden ser tenidos en cuenta en próximas convocatorias, como Braian Ojeda y Jorge Morel, que no tuvieron un solo minuto.
Otro punto a corregir es la actitud del capitán Gustavo Gómez, que perjudicó al equipo. Si bien la expulsión ante Perú fue injusta, la actitud y la forma de encarar al árbitro, le termina costando casi siempre una amarilla que lo condiciona para el resto del partido. Algo que no es nuevo y ya pasó en algunos partidos de Eliminatorias, donde el capitán parece siempre con alguna revolución más que el resto.
Y por último, se puede mencionar la constante búsqueda de una posición ideal para Miguel Almirón, del quien hasta aquí se espera algo más. En el juego ante Chile, donde jugó suelto, con libertades y sin muchas obligaciones, se vio lo mejor de él. Cuando arrancó por la banda, fue sacrificado y no tuvo los espacios que ayuden a explotar su velocidad y desequilibrio.
