Cristiano Ronaldo, ¡máximo goleador de la historia en la Eurocopa!

Cristiano Ronaldo ya está solo en el panteón de los goleadores de la Eurocopa: con un doblete ante Hungría (3-0), la superestrella de Portugal se convirtió este martes en el máximo goleador de la historia del torneo (11 dianas), adelantando al francés Michel Platini y sus 9 tantos.

Hace años que 'CR7' es un fenómeno de longevidad y, a los 36 años, el delantero de la Juventus de Turín sigue ampliando su historia, que parece no encontrar fin.

68.000 personas en el Puskas Arena de Budapest, único estadio de esta Eurocopa que puede llenar su aforo, asistieron a este momento histórico.

Titular este martes, Ronaldo también se convirtió en el primer futbolista que disputó cinco Eurocopas diferentes. El arquero español Iker Casillas fue convocado para cinco ediciones aunque no disputó minutos en todas.

Su doblete al final del partido, un gol de penal (87) y otro tras regatear al meta húngaro (90+2), le colocó en una nueva dimensión: ahora está solo en lo más alto de la tabla histórica de goleadores de la Eurocopa, marcando en cada una de las cinco ediciones en las que ha participado.

"Lo importante era ganar", señaló Ronaldo, que recibió el trofeo al mejor jugador del partido.

"Fue un partido difícil, Hungría defendió muy bien los 90 minutos. Conseguimos tres goles y estoy muy agradecido al equipo por ayudarme a marcar dos goles", destacó, consciente de la importancia de este triunfo en el 'grupo de la muerte' de esta Eurocopa, donde se medirá a Francia y Alemania.

"Era fundamental entrar con buen pie para ganar confianza. Ahora a continuar, a ganar el siguiente partido" el sábado contra los germanos, añadió.

- Instinto finalizador -

Siempre es así con Cristiano Ronaldo: multiplica las ocasiones, se irrita cuando no le llega el balón pero goza de una capacidad de definición clínica.

Su partido, sin embargo, no fue memorable, como cuando abroncó a Diogo Jota por no pasarle la bola (minuto 5) o cuando disparó por encima del larguero cuando lo tenía todo a favor (43).

Pero cuando Raphaël Guerreiro abrió el marcador gracias a un disparo afortunado (84), la situación cambió y el instinto finalizador de Ronaldo hizo el resto.

Hablamos de un delantero que ha sido el máximo goleador de la Serie A esta temporada (29 tantos con la Juventus) y que es el máximo artillero de la historia de la Liga de Campeones, la más prestigiosa de las competiciones europeas de clubes (134 goles).

Con 106 tantos en 176 partidos internacionales, el luso también apunta al récord absoluto de 109 goles en selección, que ostenta desde 2006 el iraní Ali Daei.

Pero no le hablen de estos récords: el atacante de Madeira solo sueña con una cosa, conservar la corona europea conquistada en 2016, la que es probablemente su única opción de llevarse su sexto Balón de Oro a mejor jugador del mundo para igualar a su gran rival, el argentino Lionel Messi.

¿Superar a Platini? "No es un récord que me vuelva loco. Es un buen récord pero para mí el récord más bonito sería ganar la Eurocopa dos veces seguidas", declaró el lunes.

Tres años después de un Mundial-2018 en el que cayó eliminado en octavos de final a manos de Uruguay (2-1), Ronaldo llegó puntual a la cita de la Eurocopa y no decepcionó.

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Con Cristiano Ronaldo como figura, Portugal golea a Hungría

Portugal, vigente campeón de Europa, inició la defensa de su título con un triunfo 3-0 ante Hungría, este martes en un Puskas Arena de Budapest que llenó sus 68.000 localidades y en el que Cristiano Ronaldo agrandó su leyenda con un doblete.

Los goles lusos llegaron en la recta final. Abrió la cuenta Raphael Guerreiro (84) y la cerró Ronaldo con un doblete (87 penal y 90+2) que le sirve para convertirse en el máximo goleador de la historia en la Eurocopa con 11 tantos, superando al francés Michel Platini, que logró 9.

Al saltar al césped del Puskas Arena, Ronaldo se había convertido en el primer futbolista en jugar en cinco ediciones del torneo continental. También tiene el récord de partidos, que este martes llevó a 22.

El fútbol prepandémico se abrió paso en la Eurocopa con un Puskas Arena cubierto por una marea de camisetas rojas. Una multitud sin mascarillas gritó y alentó a los suyos con la euforia del que llevaba demasiado tiempo esperando este momento.

A la altura de la cita, el vigente campeón de Europa salvó in extremis un escenario complicado, sabiendo que solo le valía ganar en un 'grupo de la muerte' que completan Francia y Alemania.

Consciente de su inferioridad, Hungría se esforzó por jugar compacta, en pocos metros, con las líneas muy pegadas, un planteamiento que sin embargo dejaba rendijas al talentoso ataque luso.

El arquero local, Peter Gulacsi, salvó un buen puñado de ocasiones, hasta que su resistencia saltó por los aires en la recta final.

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El Puskás Arena; el primer estadio europeo en llenarse desde la pandemia

Una marea roja cubrió desde muy pronto Budapest este martes en el gran día del fútbol húngaro, con su selección recibiendo a la campeona continental, Portugal, en un Puskás Arena lleno, con 68.000 espectadores, una excepción en la Eurocopa 2020, un mundo paralelo en tiempos de pandemia.

Desde que todo cambió por el covid-19 en marzo de 2020, es la primera vez que un recinto se llena en Europa para un partido de fútbol, confirmó la UEFA.

Había mucho que celebrar. Con un sol radiante y casi 30 grados, Budapest fue una marea de camisetas rojas.

"En la Eurocopa de 2016 fue una fiesta en las calles y ahora la euforia es incluso mayor. Después del covid, los confinamientos y el alejamiento de la gente, estamos vacunados y creemos que ha sido suficiente", indicó Rajmund Javori, que llegó desde Pecs, al sur del país.

El punto central de la marea fue la monumental Plaza de los Héroes, con sus estatuas de los fundadores de la nación magiar, donde se ubica la enorme 'Fan Zone' con capacidad para 11.000 personas.

"Para nada tengo miedo al covid. Llevo esperando más de dos años para ir al estadio y crear un gran ambiente dentro. Haremos que las piernas de los jugadores portugueses tiemblen", aseguró el ultra húngaro Bence, de 24 años.

Actuaciones en vivo, DJ's, pasatiempos con temática Eurocopa y mucha cerveza sirvieron a los hinchas locales para matar las horas hasta el gran momento del partido.

Entre ellos algún grupo de portugueses, aunque la mayoría de los alrededor de 8.000 que viajaron desde muchos puntos se dispersaron por los atractivos turísticos de la ciudad.

Aporreando una mesa como si fuera un piano, Henrique Dornseifer se deja llevar con el 'Bohemian Rhapsody' de Queen. Vino desde Berlín para ver a Portugal.

- 'Debería jugarse la final aquí' -
Junto con su primo Manuel Monteiro y su amigo de infancia Francisco Silva forma un grupo que sigue a la Seleçao en las grandes competiciones desde 2004. "Como Ronaldo", recuerdan haciendo mención al debut de la gran leyenda lusa.

"El ambiente es espectacular. Tengo la vacuna, así que no me da miedo que se llene el estadio. Aunque me parece una desventaja para las otras selecciones", opina Dornseifer, de madre portuguesa y padre alemán, cuya próxima parada será el sábado en Múnich para ver a sus dos "equipos del corazón".

"Lo único que nos falta es un poco de sombra. El resto es increíble. Debería jugarse la final de la Eurocopa aquí, con el estadio lleno. Aunque los aficionados no son los más simpáticos", añade Monteiro.

Según se acercaba la hora del partido, los alrededores del Puskás Arena, a unos tres kilómetros de la Plaza de los Héroes, fueron tomando color.

Desde su inauguración en noviembre de 2019, el recinto destinado a convertirse en el teatro del resurgir del fútbol húngaro no había podido mostrar su esplendor.

- El brazalete amarillo -
La pandemia y el propio fútbol -Hungría logró el pase a la competición in extremis ante Islandia- habían amenazado con arruinar el gran momento: Disputar una Eurocopa como local.

Superados los obstáculos, Budapest lo celebra a lo grande, con 68.000 espectadores, unos 50.000 húngaros, siendo el único estadio de los 11 de la Eurocopa 'multinacional' en llenar todas sus localidades.

Como medida sanitaria, todo el que entra al estadio debe haber recuperado un brazalete amarillo en varios puntos alrededor del Puskás Arena. Para conseguirlo, los hinchas húngaros deben certificar que están vacunados mientras que a los extranjeros les vale con un test PCR.

"Echaba de menos el ambiente de un gran partido. Algún día hay que volver a la normalidad. Por estadísticas, estoy más preocupado por tener un accidente de bicicleta", señala el portugués Eduardo Lopes, paseando por el centro de la ciudad con su hijo Guilherme.

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