La ciudad se tiñe de azul y amarillo

Pese a que la Pandemia impide la realización de varias actividades, el Centenario del Sportivo Luqueño no pasa desapercibido. La ciudad de Luque prácticamente se tiñe de azul y amarillo, colores distintivos de la institución que éste 1 de Mayo cumple 100 años de vida.

Murales, gigantografías, banderas, camisetas, gorros y todo lo que uno pueda imaginar son las constantes en cada esquina y por todas las calles, no sólo en el casco céntrico de la ciudad, sino también en las compañías, en una clara demostración del sentido de pertenencia que tienen los luqueños hacia los colores de la institución.

Los comercios en su mayoría, las principales instituciones, están embanderadas. Las columnas pintadas con los colores azul y amarillo.

Los artistas no quedaron atrás ya que varias composiciones musicales alusivas al Centenario fueron grabadas y difundidas en los medios masivos de comunicación.

Foto: Daniel Arévalos.

Las restricciones sanitarias implementadas por el gobierno, debido a la Pandemia del Coronavirus, no permiten la realización de un gran recibimiento al Centenario con un desfile de artistas con la presencia del público.

No obstante, están previstos algunos eventos para esta noche como una serenata virtual, además de la elección de Reina del Centenario del Club que serán transmitidas vía redes sociales en las páginas de la institución y otras plataformas digitales.

Como es habitual, a la media noche habrá fuegos artificiales y se solicita que los aficionados acompañen desde sus hogares con bocinazos y sirenas.

Foto: Daniel Arévalos

Caravana de vehículos

Éste sábado se cumplirá la caravana por el Centenario, este evento reemplaza a la tradicional Marcha Auriazul que ésta vez por la Pandemia no se puede realizar. La convocatoria a los automovilistas para formar parte de la misma es frente a la estatua de la Residenta para hacer un recorrido por la autopista, el centro de la ciudad hasta llegar al estadio Feliciano Cáceres.

La misma se realizará bajo estricto protocolo, como llevar la cantidad mínima de acompañantes en los vehículos, todos los participantes deben estar con tapabocas.

Las fuerzas del orden están preparando todo un operativo para acompañar y cuidar los detalles. Los organizadores piden a los aficionados tener conciencia y tomar las medidas sanitarias correspondientes.

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Villasanti, la muralla auriazul del último campeonato de Luqueño

Por Daniel Arévalos.

Otro que dejó huella de su gran trabajo para la conquista del Torneo Apertura 2007, es el arquero Mario Eduardo Villasanti Adorno (38). En éste recordatorio por el Centenario, el golero rememora parte de la historia que le tocó vivir en la institución.

Villasanti, fue incorporado ese año a Luqueño, no jugó los dos primeros partidos (lo hizo Éver Caballero), luego tomó la titularidad y ya no soltó hasta conseguir el tan anhelado título. Dentro de todo lo vivido en ese torneo, el golero destacó la unidad del grupo, la confianza y el deseo de salir adelante que reinaba en el plantel,
no olvida lo que fue el festejo tras la victoria (1 a 0) frente a Tacuary que significó la consagración, la caravana desde el Defensores del Chaco hasta el Estadio Feliciano Cáceres con el acompañamiento de la hinchada.

“Fue algo impensado en ese momento para todos los que componíamos ese plantel, más que nada porque Luqueño estaba en una situación un poco complicada, hacía mucho tiempo que no peleaba cosas importantes y esa vez se conformó un buen plantel, fueron dándose los resultados y lo que parecía algo muy lejano, poco a poco fuimos acercándonos hasta llegar al objetivo”, comentó en comunicación con VERSUS.

“El éxito, considero que se basó en la unidad del grupo, pero además fueron dándose otros aspectos importantes como el aliento de la hinchada que no sólo iban a los partidos, sino en cada práctica asistían entre 800 a 1000 aficionados. El apoyo de la gente fue impresionante”, expresó destacando algunas virtudes que llevaron a la institución a ganar un campeonato, luego de mucho tiempo.

El partido bisagra

En la segunda rueda del torneo Apertura del 2007, Luqueño comenzó a tener una buena racha, pero estaba aún distante de la punta. Llegó el momento de enfrentar a un rival complicado y siempre candidato, Cerro Porteño. Un triunfo del conjunto auriazul podría significar el afianzamiento del equipo hacia la punta, pero una derrota lo frenaba y hasta podría truncar el sueño de campeonar.

“La revancha contra Cerro, fue partido bisagra para nosotros, porque un triunfo nos permitía mayor confianza y seguir con pasos firmes. No fue fácil, perdíamos 2 a 0 y desperdiciamos un penal y se complicaba absolutamente todo. Pero no perdimos la concentración, fue increíble como los compañeros lejos de resignarse tomaron coraje y así dimos vuelta el resultado y ganamos 3 a 2”, recuerda el arquero.

Foto: Grupo Nación.

“Con esa victoria el equipo se fortaleció bastante y nos dimos cuenta que sí verdaderamente se podía llegar a conquistar el campeonato, aunque todavía quedaban muchos partidos por jugarse. Mantuvimos una regularidad importante, ya siendo puntero, mucha gente decía, Luqueño no va a llegar, se va a caer, pero ya teníamos marcado el rumbo y logramos el objetivo”, resaltó.

Festejo y "bailongo"

Mario recuerda la vuelta, luego de partido ante Tacuary, fue todo un espectáculo. “Ese viaje de vuelta a Luque fue una locura, algo inolvidable, había hasta banda de músicos dentro del bus que nos transportaba, todos dando rienda suelta al festejo, no sólo nosotros los jugadores, sino, los miembros del cuerpo técnico y los dirigentes, con sólo recordar, es como volver a vivir esas sensaciones”, dijo.

“Para muchos de nosotros fue algo especial, los que llegamos ese año como refuerzos. Porque no es frecuente que luego de seis meses ya consigas un título por eso tiene un sabor muy especial. También la gente entendió que el plantel puso todo lo que tenía y eso se contagió en toda la comunidad. Después de conseguir el título cada día había festejo, reconocimientos, cena, invitaciones, fueron momentos que uno no puede olvidar nunca. De hecho fue lo mejor que me pasó como futbolista”, recordó con gran nostalgia.

Foto: Grupo Nación.

Apoyo psicológico

El ex arquero destacó entre tantas cosas el apoyo psicológico que tuvo el plantel durante el desarrollo del torneo y que fue fundamental para la contención emocional.

“Quiero mencionar esto, porque considero que fue algo muy importante, aunque a veces no se valora mucho. Nosotros tuvimos la asistencia de una psicóloga. Personalmente me sirvió mucho y considero que a la mayoría, porque logró que tengamos una mentalidad fuerte en cada partido, sea cual fuere el rival y eso suma a la hora de resumir todos los hechos positivos”.

“Hay que tener en cuenta que gran parte del éxito de ese equipo se basó en la mentalidad y a parte el apoyo de la gente. Que me disculpen Guaraní, Libertad o cualquier otro equipo, pero Luqueño sin duda es la tercera potencia en cuanto a público y quedó plenamente demostrado frente a Tacuary, cuando se llenó el Estadio”.

Foto: Grupo Nación.

Premios en la concentración

Una práctica que se volvió costumbre en aquel entonces fue la realización de los sorteos de importantes premios entre los jugadores en la concentración. Los premios eran donados por los dirigentes y expectables socios y algunos empresarios, con la idea de motivar al plantel, antes de cada partido.

Mario Villasanti siempre se quedaba con más de un premio. “Ocurre que concentrábamos 20 jugadores, pero había más de 25 premios, entonces participaba de los sorteos también la cocinera. Se optaba que todos ganaran un premio, pero aún sobraba y se hacía una segunda ronda”, explicó entre risas.

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César Cáceres Cañete, el "dueño" del Luqueño campeón 2007

Quizás el más influyente, por experiencia, por su liderazgo y además por haber sido el goleador (del equipo y del campeonato) en la obtención del título del torneo Apertura 2007 para Sportivo Luqueño, fue César Daniel Cáceres Cañete (43), popularmente conocido como “Caña”.

Se inició en la formativas del club, pasando por todas las categoría hasta llegar a primera división. Integró la selección Sub 20 (1997) además, tuvo un paso por el fútbol europeo (Portugal – Campomaiorense 2001), también jugó en otros clubes del exterior.

A su retorno a la institución auriazul con mayor experiencia logró el título en 2007. Posteriormente recorrió varios cubes, tanto del extranjero como a nivel local hasta cerrar su carrera profesional en el Deportivo Capiatá (2015).

En esta recordación del Centenario del Sportivo Luqueño, VERSUS te entrega una charla imperdible con otro de sus protagonistas, que puso su sello de conductor y goleador del equipo para la conquista de un título para la institución tras largos 54 años.

“Con todo mis compañeros me llevaba bien, pero compartía más con ‘Lolo’ Abente. Los domingos nos levantábamos temprano en la concentración para ir a misa de las 7:00. Nos quedábamos a rezar un rato, pidiendo que todo nos salga bien”, comentó el futbolista.

Foto: Grupo Nación.

Agregó que el grupo completo iban a misa los viernes o sábados todos uniformados, pero que con ‘Lolo’ igual participaban los domingos de mañana. Luego iban tomar mate y ver televisión en la concentración.

"Caña" señaló que en el 2007 teníamos un equipo muy ofensivo y que él jugaba de media punta, mientras que por derecha llegaba Jorge Núñez. Además estaban dos en punta (Biancucchi y Ayala) y si le suman, las proyecciones de los laterales, por derecha Juan Cardozo y Derlis Cardozo por izquierda, realmente jugaban más atacando que defendiendo todo el partido, indicó.

Rememoró que en ese torneo (Apertura 2007), salió goleador (con 13 tantos), pero ciertamente era más asistidor que goleador, pero tenían muy buenos volantes (de recuperación) y eso le permitía llegar más al ataque y definir.

“Increíblemente en el partido contra Tacuary, la ansiedad de asegurar el triunfo y el campeonato nos jugó una mala pasada. No podíamos convertir, pelota que pegaba en el travesaño y varias situaciones desperdiciadas frente al arco. Gracias a Dios llegó el gol sobre el final”, resaltó.

Recordó que fue de un tiro libre y que después se encargó de levantar el centro y Ortellado (Julio) quien acababa de ingresar, marcó de cabeza. Aseguró que él tenía buen juego aéreo, que le pasó a su marcador y aprovechó para conectar de cabeza.

También añadió que al terminar el partido entraron al vestuario y se abrazaron entre ellos y los dirigentes que estaban ahí, después hicieron la oración de siempre agradeciendo a Dios por el triunfo y la obtención del título.

Foto: Grupo Nación.

“Luego la caravana del estadio hasta Luque fue impresionante, la gente alentó y vibró todo el trayecto, algunos hasta se desnudaron por la calle a pesar del intenso frío en ese momento, varios recorrieron en ropas menores por la calle”, expresó.

Cañete afirmó que la hinchada realmente apoyó bastante y que mucha veces hacían colectas (de dinero) para mejorar el premio a los jugadores, especialmente en un tramo del torneo cuando el equipo tuvo una racha de 13 partidos más o menos sin perder. No dudó en decir que realmente se merecía una alegría así.

Deseo incumplido

El exgoleador auriazul tiene como una espinita clavada, ya que no pudo cumplir uno de sus sueños; el cual era el de retirarse en el club donde comenzó, es decir, en Luqueño.

Cuando ya estaba pensando en su retiro del fútbol profesional, intentó volver a Luqueño para su despedida y además para cumplir otro sueño que era llegar a completar los 100 goles en el fútbol paraguayo (tiene 94), pero no se dio la posibilidad.

“Quería terminar mi carrera en Luqueño, estaba bien encaminado y hablé en ese momento con la gente de la directiva, me dijeron, sí te vamos a necesitar y a último momento no me respondieron más”, explicó.

Finalmente se refirió al momento actual del equipo. “La verdad no está bien el club, me hubiera gustado que salga campeón en su centenario, pero hay muchos inconvenientes entre los directivos. Los jugadores no tienen la culpa de eso”.

Es entrenador recibido

Cáceres Cañete sigue jugando en equipos amateurs, pero es técnico de fútbol recibido y ya tuvo sus primeras experiencias siendo asistente de Juan Daniel Cáceres.

“Soy entrenador recibido, trabajé con Juan Daniel Cáceres en Silvio Pettirossi, hasta que llegó la pandemia y se cortó todo, pero estamos ahí esperando una nueva oportunidad laboral”, explicó.

“Dany (Cáceres), es una buena persona, que va de frente y es de palabra. Sabe mucho de fútbol. Esperemos que pronto mejore todo y que nuevamente haya oportunidad de trabajo para los profesionales”, recalcó.

Por: Daniel Arévalos.

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