Optimismo, fe y resolución, los valores del último "héroe" auriazul

Por Daniel Arévalos

“Voy a entrar a hacer un gol, le dije a Arturo Aquino en el calentamiento que estábamos haciendo los suplentes”, fue la premonición de Julio César Ortellado, quien marcó el gol del campeonato para Luqueño en el 2007.

VERSUS te sigue presentando a más protagonistas que forman parte de los 100 años del club y esta vez hablamos con el último "héroe" aurizul, quien hizo fue el autor de aquel gol inolvidable en el estadio Defensores del Chaco.

El delantero había llegado a préstamo de Libertad a Luqueño para el torneo Apertura del 2007, quizás sin imaginar que lograría el título, siendo una de las figuras. “El mérito fue de todo el equipo. En ese partido (frente a Tacuary), me tocó estar de suplente. Estábamos calentando, entre broma y broma, le dije a Arturo Aquino (su compañero): ‘voy a entrar a hacer un gol’. Entré cerca de los 80 minutos de juego y marque de cabeza tras un centro de Cáceres Cañete”, recuerda con mucha precisión a pesar de los años transcurridos de aquel juego.

Ortellado contó que aquel día no disfrutó de los festejos del vestuario, o al menos no en su totalidad, ya que justo le tocó el control de antidóping.

“Al final del encuentro, justo me tocó el control del antidóping, estaba ahí esperando entregar las muestras, mientras ellos festejaban en el vestuario. Cuando volví, nos abrazamos con Aquino (Arturo) me salió: ‘te dije, te dije que marcaría el gol’. Fue una linda casualidad, cualquiera de nosotros pudo haber convertido, lo importante es que ese día debíamos ganar”, rememoró con gran orgullo.

Foto: Grupo Nación.

Al respecto si la gente de Tacuary nunca le reclamó nada de ese tanto, el atacante dijo. “Francisco Ocampo (ex presidente del club) siempre recuerda, que cuando vio que entraba, le dijo a sus jugadores, ‘marquen bien a ese (Ortellado), es peligroso, no me hicieron caso y ahí está el resultado’, me comenta, pero más que un reclamo es una brama”.

El artillero auriazul y último "héroe" de una consagración de Luqueño, fue sincero y dijo que no eran candidatos al principio, ya que en las primeras fechas, los resultados no eran muy alentadores.

“Si bien, no habíamos iniciado bien el campeonato, creo que desde la cuarta fecha por ahí empezamos a ganar y tuvimos una racha importante. La verdad que el equipo aparte de ganar, jugaba bien, de mediacancha para arriba, era muy rápido y desequilibrante, tenía jugadores de mucha capacidad para la definición. Recuerdo, 'Caña' (Cáceres Cañete), tenía una racha increíble miraba el arco rival y ya convertía”, resaltó el ex delantero.

“Pero soy un convencido de que las cosas no salen del azar, sino debe existir un trabajo, un compromiso, una confianza, eso en cada partido nos iba afianzando y uno se mentaliza, cree en sí mismo y eso nos hizo fuerte para llegar al campeonato”, resaltó.

Consultado sobre el tema económico y si en esa época Luqueño incentivaba bien económicamente, el delantero respondió: “Uno estando en la cancha ya no se acuerda del dinero, sino está presente el orgullo, la familia, se estimula por la gente que está alentando en la grada y eso te impulsa a dar hasta lo último, aunque uno esté muy cansado. El cariño de la gente fue lo mejor, de eso uno no se olvida. Hasta ahora me cruzo con alguien por el centro de la ciudad y nos quedamos a charlar un poco, recordar ese momento. Ese reconocimiento no tiene precio. Estuve en otros clubes, pero la forma que se vive el fútbol en Luque es muy difícil de encontrar”, aseguró.

Foto: Grupo Nación.

Implementó la multa

Como ocurre casi en todos los clubes, los jugadores crean una especie de reglamento interno entre ellos. Consiste en pagar una multa por llegada tardía al horario fijado para los entrenamientos. Esa “recaudación”, no es para otro cosa sino para los asados de confraternidad.

“Es una modalidad que aprendí en otro club y que con el acuerdo de todos los integrantes implementamos en Luqueño. Hablé con los compañeros y todos aceptaron pagar una multa para aquellos que llegaban un poco retrasado. En los primeros tiempos algunos se quejaron, pero luego ya todos aceptaron, porque la regla era igual para todos. Recuerdo que 'Wanchope' Ayala, era el que más colaboraba, risas.., Mario (Villasanti) era el tesorero. La multa se descontaba de los premios y servía para los asaditos que hacíamos en el club”, relató entre risa y risa.

“Nos divertíamos mucho, porque llegábamos más temprano nos ubicábamos en la entrada y cada uno con su reloj, con 30 segundos de atraso ya ‘caía’ la multa. A medida que entraban sobre hora los compañeros, ya todos aplaudían”, describiendo el gran ambiente que vivían en el 2007.

Un Luqueño más

El delantero, oriundo de Mariano Roque Alonso, que dejó su sello con aquel gol de la consagración, se considera no solo hincha del auriazul, sino se quedó a vivir en la ciudad tras su paso por la institución.

“Me considero un Luqueño más, casualmente después de jugar en Luqueño, compré una casa ahí y vivo en la ciudad de Luque. Estoy enterado de todo lo que pasa en el club. Mi deseo es que mejoren muchas cosas, no sólo por el Centenario, sino porque Luqueño es un club importante que puede dar mucho más”, sentenció.

https://www.youtube.com/watch?v=H138_jCyt80

 

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Un Benzema excepcional pone al Real Madrid como líder provisorio

El Real Madrid no dio opción este miércoles al Cádiz (3-0) en la 31ª fecha de la Liga y se colocó provisionalmente como líder del campeonato, con los mismos puntos que el Atlético de Madrid, que recibirá al Huesca este jueves.

En el equipo de Zinedine Zidane brilló su delantero Karim Benzema: el francés anotó un doblete (30 de penal, y 40), y dio el pase de gol a Álvaro Odriozola en el minuto 33.

Excelente desde su regreso de lesión en marzo, 'KB9' suma diez goles en sus diez últimos partidos entre todas las competiciones. Y con este 88º pase de gol en Liga, Benzema se convirtió en el mejor pasador del Real Madrid en el siglo XXI, por delante de las 87 asistencias de Cristiano Ronaldo.

Con 21 goles en Liga, Benzema pisa los talones al astro argentino del FC Barcelona Leo Messi (23 goles) en la carrera hacia el trofeo 'Pichichi'.

Si desde el minuto 1 al 90 en Real Madrid no pasó por dificultades, la preparación para el partido estuvo lejos de ser idílica.

Zidane pudo recuperar un cierto equilibrio en defensa con los regresos de Raphaël Varane (Covid-19) y Dani Carvajal (muslo derecho), pero no pudo contar con Sergio Ramos, Luka Modric, Toni Kroos, Eden Hazard, Ferland Mendy o Lucas Vázquez, lesionados, ni con el uruguayo Fede Valverde (covid).

Llegada multitudinaria

Y la llegada del equipo blanco al estadio no estuvo exenta de tensión: los aficionados del Cádiz se congregaron para recibir al autobús del equipo bajo una lluvia de insultos y de gestos ofensivos, tachándolo de 'capitalistas'.

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, es uno de los instigadores del proyecto de la Superliga europea anunciada el domingo por la noche, y el Real Madrid sigue sin retirarse oficialmente del proyecto.

En el calentamiento los jugadores del Cádiz lucieron camisetas con el lema '¿Superliga? El fútbol es de todos'.

Horas antes, el Sevilla se llevó los tres puntos en su visita al Levante con un solitario gol del marroquí Youssef En-Nesyri (53), y accedió provisionalmente al podio de LaLiga.

El Sevilla suma 67 puntos, dos más que el Barcelona (4º), que el jueves recibirá al Getafe (15º).

Pero sobre todo, la victoria permite al equipo entrenado por Julen Lopetegui seguir en la pelea por el título liguero, al colocarse a solo tres puntos de los líderes, Atlético de Madrid, que el jueves recibe al Huesca (18º) y del Real Madrid.

Al igual que en la pelea por el título, la lucha por eludir el descenso se presenta encarnizada. El Alavés (16º) derrotó 2-1 al Villarreal (6º) logrando tres puntos vitales.

Elche (19º) y Valladolid (17º) se repartieron los puntos después de que el defensa uruguayo Lucas Olaza empatase para los vallisoletanos a cuatro minutos para el final (1-1).

El Elche suma 27 puntos, uno menos que su rival de este miércoles.

Y el Athletic Club (10º) aumentó su racha sin ganar tras no pasar del empate sin goles en Sevilla ante un Real Betis (5º) que jugó 80 minutos con un hombre menos por la expulsión del francés Nabil Fekir.

En la zona media, el Valencia (14º) sufrió una dura derrota 3-1 ante Osasuna (8º).

Madrid, España | AFP.

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Jorge Núñez, figura estelar de la generación prodigiosa

En este espacio que VERSUS dedica al Centenario del club Sportivo Luqueño, nos ocuparemos de la historia más reciente de la institución como la conquista del torneo Apertura del 2007. Fue un resurgir del equipo tras largos 54 años de no conseguir título.

Varios fueron los artífices de ese logro, en representación de todos, algunos referentes nos rememoran, pasajes de los hechos, así como anécdotas, sacrificios, entrega y mucha dedicación que experimentaron para llegar al objetivo.

Iniciamos la charla con el capitán auriazul (2007), Jorge Daniel Núñez (36), un extraordinario volante ofensivo y buena persona, gran protagonista de esa generación prodigiosa que llenó de alegría a toda la “República” de Luque.

“Feliz de formar parte de esa rica historia del club. Aquel equipo (que ganó el campeonato), más que compañeros fuimos un grupo de amigos con ganas de salir adelante, de mostrarnos, a los que se sumaron algunos jugadores experimentados que dieron el equilibrio al plantel”, señaló el ex futbolista auriazul.

Núñez habló de una unidad especial, ya que fue una camada de futbolistas muy identificados con el Auriazul, que fueron evolucionando juntos. “La mayoría de los que conformábamos el equipo, crecimos futbolísticamente juntos, teníamos ese sentido de pertenencia hacia el club. Con esa mentalidad de sobresalir de pensar en algo importante, hechos que nos motivaron, ya que en Luqueño no se ganaba bien, pero la mayoría éramos jóvenes con hambre de salir adelante”, resaltó.

El volante fue muy sincero y reconoció que al principio el equipo no estaba convencido de pelear por el campeonato, pero con los partidos, creyeron en el potencial de cada uno. “Nunca nos imaginamos que llegaríamos a obtener un campeonato, sí que podíamos hacer una buena campaña, pensando en ser transferidos, en jugar en clubes más grandes. Pero con el correr de los partidos y del torneo nos dimos cuenta que podíamos y lo demostramos”, remarcó.

El "Cañonero" habló de su aventura como jugador y asegura que lo vivido en Luqueño, jamás se podrá comparar con lo que experimentó en otros equipos.

Foto: Grupo Nación.

“Mi carrera fue corta, en comparación a otros futbolistas y fue el único título que conseguí. En otros equipos fui destacado como goleador, mejor extranjero, pero obtener un campeonato fue el único con Luqueño. Pero más allá de eso la manera como se dio, los festejos. Es fácil ser campeón en clubes grandes, pero en clubes pequeños no, por eso tiene mucho mayor valor”, detalló.

Recalcó su agradecimiento a Luqueño, donde según él, vivió los mejores momentos como futbolista profesional. "Marcó mi vida, mi carrera. Siempre resalto, gracias a Luqueño soy lo que soy".

El día de la consagración

24 de Junio del 2007, el rival de turno fue Tacuary, un equipo que a cualquier rival siempre complicaba por la manera de jugar. Entre los luqueños las pulsaciones llegaban al máximo ante la posibilidad de que en ese partido, de manera anticipada se consiguiera el título.

“Era imposible no confiar, no soñar en un triunfo y la obtención del campeonato. Creo que fue la primera vez que nos sentimos tan seguros que podíamos realmente, porque aparte se dieron algunos resultados en la fecha anterior que nos favorecieron y que sirvieron de plus para tener mayor confianza”, subrayó.

“Tanta fue la confianza y el optimismo, que esa mañana nos pintamos el cabello (de manera artesanal), con papel sifón y alcohol. Era por el simple hecho de llegar a un sueño tan cercano, nunca fue por arrogancia, prepotencia ni soberbia. Jamás perdimos la humildad, una de las virtudes que tenía ese plantel”.

Foto: Grupo Nación.

“Cuando terminó el primer tiempo (frente a Tacuary), el partido estaba 0 a 0, en el vestuario nos miramos y nos dijimos esto está complicado. No queríamos parecer a ese equipo que festejaba antes de tiempo, porque a eso nos exponíamos si no conseguíamos el triunfo en ese juego”, siguió recordando.

“En el segundo tiempo, no bajamos la guardia ni la fe y llegó el ansiado gol, faltando 3 minutos para el final. La felicidad era inmensa, la gente que llenaba el estadio cantaba cada vez más fuerte y ya todo era celebración”.

“Lo que siempre valoramos es el grupo humano que se había conformado, porque para nosotros todo fue a pulmón. Sin el presupuesto de otros clubes, sin mucha infraestructura, pero todo lo hicimos con cariño, por ese enorme deseo de creer en nosotros mismos”.

"Puedo asegurar, que ningún otro equipo nunca más saldrá campeón con el presupuesto que tenía Luqueño en esa oportunidad. Se logró a puro corazón, por convicción y por convencimiento”, aseveró.

Biancucchi se mostró extraño

Entre las incorporaciones que realizó Luqueño a su plantel para afrontar ese torneo fueron, Mario Villasanti, Carlos Mereles, Néstor “Wanchope” Ayala, Julio Ortellado y Maximiliano Biancucchi, entre otros.

A propósito, de “Maxi”, Jorge Núñez contó una interesante anécdota del futbolista argentino quien también quedó para la historia como protagonista de aquella hazaña.

“Con Biancucchi, en los primeros tiempo no teníamos una buena comunicación, él se separaba un poco del grupo, porque no tenía la misma idiosincrasia, hablaba muy poco el guaraní, no participaba en nuestro tereré y de pronto pensó que no le queríamos hacer participar. Pero no fue así, es que ese grupo de amigos nos conocíamos de memoria hasta para hablar”, explicó, aclarando que nunca hubo "mala onda" con el argentino.

Luego siguió relatando cómo cambió la relación, hasta el punto de convertirse en amigos. “Pasó un tiempo y todo quedó aclarado, se habló y cada uno puso su punto de vista, nunca hubo maldad, él entendió, es una persona muy inteligente y al mismo tiempo al igual que nosotros estaba luchando por mejorar en su carrera. Todo quedó encajado y el equipo empezó a repuntar”,recordó el ex capitán auriazul.

Los más cercanos

Jorge Núñez resalta durante la entrevista el valor de los chicos que crecieron juntos en las formativas defendiendo los colores del auriazul. Recordó a algunos compañeros más cercanos y con los que mejor se llevó.

“Realmente me llevaba bien con todo0s, porque compartimos las formativas, varios partidos en Reserva y luego en la Primera. Futbolísticamente nos complementábamos muy bien con “Willy” Hermosilla. Él levantaba la cabeza y yo picaba o vice versa, sólo con la mirada ya sabíamos cómo seguir jugada”, explicó.

Foto: Grupo Nación.

Otro a quien Núñez admira mucho, es su ex compañero Reinaldo Román. “No me olvidaré nunca de Román, me invitaba a comer en su casa, esperando el entrenamiento de la tarde. Es de esa persona que tiende la mano al amigo en una etapa dura de la vida, es pura humildad”.

También se acordó de Julio Ortellado: “Julio nos invitaba a su casa para los asados, eso fue cuando los muchachos ya se ganaban su platita y lo hacíamos para confraternizar. Con Cáceres Cañete, nos llevamos bien hasta ahora, muchas veces compartimos algún caldo de pescado en su casa”, comentó.

Recuerdo inolvidable

Núñez recuerda como algo inolvidable la famosa caravana auriazul que inundó Asunción y acompañó el colectivo del campeón hasta la "República".

“Ese momento fue realmente histórico, quizás en su momento no tuvo mucha trascendencia, porque no sé si habrá otro club que después de salir campeón tenga una caravana de cinco horas, al menos entre los clubes considerados pequeños. Lo que fue esa alegría en todo el trayecto y la ciudad de Luque, no creo que se vuelva a repetir en años”.

Foto: Grupo Nación.

Como anécdota cuenta que los jugadores, si bien estaban eufóricos y metidos en un festejo interminable, lo único que querían, es llegar al Feliciano Cáceres para comer.

“Recuerdo que al retornar del Estadio (Defensores del Chaco donde se disputó el partido), los aficionados nos pasaban latas de cerveza, pero nosotros nos moríamos de hambre, ni siquiera queríamos tomar una gaseosa, estábamos con hambre porque el partido terminó tarde, la caravana se extendió mucho y después de mucho esfuerzo necesitábamos comer algo”.

Reflexión final

Jorge Núñez, se declaró fanático del Sportivo Luqueño primero porque no olvida sus inicios y además por el gran mérito de haber conseguido un título después de tantos años de espera.

“Celebrar 100 años no lo hace cualquier club, me encanta ser parte de la historia de ésta institución. Pasaron mucho buenos jugadores, pero la historia dice que un grupo de chicos fanáticos consiguieron un campeonato en el 2007. En lo personal, más feliz aún por haber portado el brazalete de capitán desde el inicio del torneo hasta el final”, sentenció.

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