Personal trainner, fisioterapeuta y mundialista: ahora debuta en Libertadores

En el humilde Barrio Villa Alta de Itauguá, exactamente en el kilómetro 26 y medio, vive una histórica deportista paraguaya. Grety Bianka Ávila es hija de un exfutbolista, por lo cual heredó la pasión por el deporte rey.

Humilde como ninguna, la delantera que se apresta a debutar en Copa Libertadores con Sol de América, recibió amablemente a VERSUS en su casa. Su hogar se encuentra alejado del ruido de las rutas y a diario es un desafío constante para ella ir a las prácticas, cumplir con sus estudios y su trabajo.

Grety tiene en su currículum el haber integrado el plantel mundialista Sub 20 de la Albirroja, evento que se disputó en Francia. Lógicamente para acceder a la cita mundial, ella y el equipo tuvieron un buen desempeño en el Sudamericano de Ecuador, donde fueron vicecampeonas.

Pero lo más importante que tiene es su medalla de oro conseguida en los Juegos Suramericanos 2018 de Cochabamba, siendo ese su tesoro más preciado. Es hasta ahora el único oro en la historia del fútbol femenino paraguayo, encima lo consiguieron de manera invicta. También tiene un vicecampeonato del Clausura 2018 con Libertad/Limpeño.

"Abuela memby"

Apenas pusimos un pie en su casa, nos topamos con un ambiente bastante hogareño. La abuela y el padre de Grety estaban sentados compartiendo una ronda de tereré, esperando a que llegue la reina de la casa luego de la práctica con Sol de América.

Al llegar, lógicamente recibió la bendición y el abrazo de ambos seres queridos. Inmediatamente la delantera pudo acomodarse, no pudo contener las lágrimas al contar qué representa para ella su abuela, a quien quiere regalarle una casa a través del fútbol.

"Fue con quién yo me crié prácticamente, mi abuela es la mejor persona que Dios me pudo regalar. Con ella aprendí y pasamos muchas cosas juntas, puedo decir que es la persona más importante de mi vida. Gracias a ella mantengo mi humildad y sencillez, todo es gracias a ella", dijo y se quebró.

Grety Ávila y su abuela.

"Me enseñó que no todo es el dinero, me enseñó que pequeñas cosas pueden ser más importantes. Mi abuela es todo para mí, cuando ya no puedo más y cuando digo 'Dios mío hasta acá llegué', mi familia y en especial mi abuela es mi motor de vida. Entonces sigo adelante y acá estoy contándoles lo que soy y quiero ser más adelante", expresó entre lágrimas.

La goleadora no tuvo problema en contar qué le regalaría a su abuela a través de sus ganancias en el fútbol. "Le regalaría una casa a ella, se merece eso y mucho más", se sinceró.

Acto seguido, le sacamos algunas palabras a la abuela. "Ha'e ko ñoquis la okaruséva, ha upéi ryguasu... Upea la ha'e houséva. Che ndive pe 7 años rire ha upéi oikeekuánte la escuela isy oguerúnte chupe. Che orgullosaeterei hese, tuichaiterei mba'e chéve, con el tiempo ha'e che la iprovechota chéve. Tuicha esperanza areko hese, la ikaturo ahaindive otro país, aháta. Amongakuaapáma", fue parte de lo dicho por la Doña.

"Avy'aeterei ningo la ahecha chupe, ha'e hetaiterei cosas ohasa. Sacrifio ha'e upéicha, ha'e ndopytái voi ha che quebranta, pero gracias a Dios osē porãiterei ohóvo. Ha avy'aeterei la péicha ha adesea péicha ocontinua, ha ikatu oho otro hendápe ha hce aháta indive. Ahase la mombyry hína, che vacacionesra pea avei", agregó entre risas.

Una vida sacrificada

Al borde de recibir su tecnicatura en Fisioterapia, la preparación de Grety para la Copa Libertadores es muy sacrificada. Todos los días se levanta a las cuatro de la madrugada, para caminar unas cuadras hasta salir a la ruta y esperar el colectivo que la lleve al lugar de la práctica de su equipo.

Inmediatamente después, debe trasladarse hasta un gimnasio en Itauguá donde es personal trainner. Eso lo hace en dos horarios, a la mañana y a la tarde. Esta misma rutina se repite de lunes a viernes, mientras que los sábados hace el curso para ser directora técnica.

"Terminé el colegio y tenía que trabajar y estudiar, estaba difícil la situación en ese entonces ya que mis padres no estaban trabajando. Cuando estaba trabajando, me tocó trabajar en un motel y bodega de noche, me costaba trasnochar, ya que entraba a las dos de la tarde y salía a las tres de la madrugada, mi mamá se iba a buscarme", rememoró.

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El futbolista paraguayo que ya jugó en 16 diferentes clubes

Lauro Ramón Cazal (34), debe ser uno de los futbolistas paraguayos que en más clubes jugó en su dilatada trayectoria, 16 en total, 7 de nuestro país y 9 del extranjero. El atacante compatriota actualmente viste la camiseta del Cobán Imperial, club de Primera División de Guatemala.

Su equipo está disputando la parte final del campeonato local y es el goleador con 6 anotaciones en 10 partidos disputados.

Pese a su condición de gran goleador no tuvo chances de jugar en clubes grandes de nuestro país, pero sí se destacó afuera. Consiguió título en el fútbol ecuatoriano (Aucas 2014), país donde desarrolló gran parte de su carrera y otro en Costa Rica (Municipal Pérez Zeledón 2017).

En contacto con VERSUS, el delantero comentó entre otras cosas que en nuestro país se valora poco a los futbolistas, es por eso que prefiere jugar en el extranjero, aún en un club pequeño.

También recordó que en el 2017 tenía todo arreglado con Independiente de Campo Grande y que cuando llegó el momento de firmar el contrato, el presidente de la institución se desentendió del tema, por lo que el jugador trató al dirigente de poco serio.

“La verdad que recorrí por varios clubes ya, más en el exterior. Pasa que uno siempre quiere salir a buscar mejores oportunidades, porque en nuestro país es más complicado todo. Llegar a jugar en Primera División no es fácil. En clubes de la Intermedia jugué bastante, pero esta categoría tiene un torneo corto, termina y te quedas sin trabajo y la paga no es buena”, reconoce el compatriota de larga trayectoria en el fútbol.

“Pasa que hay varias clases de dirigentes en algunos clubes de Paraguay, uno te miente con la plata que promete pagarte, otros se quedan debiendo a los jugadores dos o tres meses de salario y ya nunca se cobra y eso duele. Por eso estoy decepcionado de nuestro fútbol, de la manera como se maneja, salvo algunos clubes grandes”, reclamó el atacante.

“Definitivamente es más conveniente para el futbolista paraguayo de los clubes de Intermedia o de primera de media tabla para abajo, jugar en el extranjero. Sabemos que la vida activa del futbolista es corta, entonces uno busca donde puede sacar mejor provecho económico”, agregó.

Lauro Cazal, futbolista paraguayo.

Cazal se inició en Silvio Pettirossi del barrio Republicano, pasó a Sol de América, 3 de Febrero y Deportivo Capiatá. Además de Rubio Ñu y Martín Ledesma.

En Venezuela, vistió la casaca del Deportivo Lara y La Guaira, pero su mejor nivel alcanzó en el fútbol ecuatoriano consiguiendo el título jugando por Aucas (2014), previamente estuvo por Técnico Universitario. Más adelante pasó a Imbabura (2015), Fuerza Amarilla (2016) y Colón FC (2016), todos en Ecuador.

“Mi mejor marca (cantidad de goles marcados) logré jugando en Sociedad Deportiva Aucas, un club de la ciudad de Quito (Ecuador), donde en un torneo marqué 17 goles y logramos el título”, reveló.

“Con la experiencia que tengo jugando en distintos países, prefiero culminar mi carrera en el extranjero”, destacó Cazal, quien admitió que ya tiene el título de entrenador de Fútbol y no descarta desempeñar su profesión en países donde jugó y cultivó buenos amigos.

Al fútbol de Centroamérica

Tras su fugaz paso por Martín Ledesma (Intermedia 2017), surgió la posibilidad de viajar a Centroamérica y fichó por el Municipal Pérez Zeledón de Costa Rica, en el segundo semestre de ese mismo año.

“Un agente (representante argentino) a quien conocí en Ecuador, me escribe un día y me ofrece una propuesta para jugar en Centroamérica, específicamente en Costa Rica. Acepté y fiché por el club Municipal Pérez Zeledón (2017) es un equipo chico, pero esa vez se formó un gran plantel. Hice un buen campeonato, marqué muchos goles y también conseguimos el campeonato y jugamos la Concachampions”, explicó.

“El año pasado vine a Guatemala porque me presentaron una mejor propuesta económica y la verdad estoy conforme. En mi equipo (Cobán Imperial), soy goleador, el delantero que más partido lleva jugados. En 10 cotejos marqué seis goles. Estamos en la parte final del campeonato que sufrió algunos atrasos por la pandemia”, refirió.

Él dijo que quiere dejar la puerta abierta del club para más adelante con otros proyectos, quizás como formador de divisiones inferiores. Con la experiencia que uno recoge en su carrera puede transmitir muchas cosas, subrayó. Indicó que se admira bastante el fútbol sudamericano en ese país.

Fichaje fallido

El delantero quedó bastante dolido cuando a fines del 2016, con miras a la temporada 2017, estuvo a punto a de fichar por Independiente de Campo Grande, en ese entonces equipo de Primera División, pero no se concretó por lo que él llama falta de seriedad de su presidente.

“Tenía todo arreglado con el presidente Gamarra (Heriberto) de Independiente de Campo Grande y me dijo, mañana firmas el contrato en la secretaría, pero luego desapreció. Le llamé por teléfono y nunca me atendió. Me quedé molesto porque no fue serio conmigo. Casi quedé colgado esa vez, por suerte el presidente de Martín Ledesma (Intermedia) me llevó a jugar en su equipo”, remarcó.

“Ivai la ojapóva cherehe, porque nosotros hablamos mucho, me dijo que el técnico (Chito Ayala) contaba conmigo, hubo acuerdo en todo, nos pasamos la mano y antes de retirarme de la oficina hablé con algunos jugadores del club y me dijeron que bueno que venís con nosotros”, prosiguió.

“Alguna vez si nos cruzamos con Gamarra (presidente de Independiente) en alguna cancha, le voy a saludar y le voy a decir ‘mba’e pio pea presi’ que pasó. No tengo rencor, quedó como anécdota. Pero no se hace eso, habla muy poco de la institución”, tiró el futbolista.

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Sobrevivió a un balazo en el tobillo y la depresión, hoy juega en el extranjero

Como todo joven ilusionado en ser estrella alguna vez en el fútbol, comenzó su sueño en el Club Olimpia, entrenando en la categoría sub 18 con muy buenos rendimientos hasta llegar a la Reserva. Pero un día, cuando volvía a su casa del entrenamiento franjeado, la vida le puso a prueba.

Dos motochorros casi acabaron con su promisoria carrera deportiva. Se trata de Diego Daniel Areco (28), el atacante paraguayo que  hoy día es figura en el FAS de El Salvador.

En el ataque sufrió un balazo en el tobillo -el proyectil con orificio de entrada y salida- de milagro no afectó ninguna región ósea ni tendinosa, pero el susto y la recuperación fueron frustrantes para el jugador.

Pasó por varios clubes de Intermedia y no tuvo aún oportunidad de jugar en un equipo de Primera División de nuestro país. El año pasado fue al fútbol centroamericano en busca de mejores horizontes, fichó en un equipo chico de El Salvador, pero sus goles le valieron el paso a uno de los más grandes de ese país.

“Fue un día cuando regresaba a mi casa (en San Lorenzo) luego del entrenamiento con mi atuendos del Olimpia, me atacaron dos personas en una moto y me jugaron a matar, apuntaron el arma a mi cabeza. Pero en ese momento pasó un vehículo y parece que del susto me soltaron, pero al retirarse uno de ellos hizo dos disparos, uno de ellos me pegó en el tobillo”, comentó Areco.

Diego Areco, en su época de jugador de Guaireña. Foto: Archivo.

El jugador comentó que la bala le traspasó el tobillo y que se asustó tanto que se quedó sentado en el lugar, para luego avisar a su familia y que vayan junto a él. Recuerda que fueron al hospital y que le hicieron los estudios (radiografías) y milagrosamente no se puede entender cómo no le afectó ningún hueso ni tendones, algo que califica como increíble.

Diego Areco, futbolista paraguayo. Foto: Archivo.

“Me recuperé en unos seis meses y cuando volví al Olimpia, ya no querían contar conmigo y me dejaron libre. Fui a probar en Libertad y me quedé por un tiempo jugando en la Sub 20 y la Reserva, pero no llegué a la Primera", adjuntó,

Agrega que siempre dice que Dios quiso que siga en esta carrera, porque de lo sucedido, no se puede creer que no le haya afectado algún hueso del pie. Es más. rememora que salió caminando del hospital. Lo que más le afectó fue en lo psicológico por todo lo vivido, pero se recuperó y está haciendo lo que más me gusta.

“Cuando comento entre mis compañeros lo que me pasó, nadie cree, entonces le muestro la cicatriz que tengo en el tobillo y quedan sorprendidos”, manifestó.

Recorrido

Cuenta que en el 2014 comenzó a jugar en la Intermedia en General Caballero ZC que ascendió ese año y fue el goleador del equipo, pero tampoco pudo jugar en Primera porque estaba a préstamo de Libertad y ya no hubo acuerdo para seguir.

Posteriormente tuvo su paso por Deportivo Santaní y Guaireña (Intermedia). Su primera experiencia internacional fue en el Deportes Quindío del ascenso de Colombia, donde estuvo solamente un semestre.

“En El Salvador vine prácticamente regalado, el Jocoro es uno de los clubes chicos; a tal punto que aquí ganaba menos que en Intermedia (de Paraguay), pero mi idea fue salir porque ya intenté mucho en nuestro país y no pude fichar en un club de Primera”, resaltó.

Diego Areco, futbolista paraguayo. Foto: Archivo.

Relata que fueron difíciles los primeros meses (2019) y la verdad se deprimió porque no fue lo que esperaba, habló con su esposa y le dijo que quería volver. Ella, como también sus padres le apoyaron para continuar. Insistió que resistió con la idea de salir adelante. Hizo 20 goles en 25 partidos en el Jocoro, luego llegó la pandemia y se dio por terminado el campeonato.

“Para el torneo actual, me contrató el FAS, un equipo grande de aquí. En 6 partidos marqué 4 goles, ahora estamos jugando la fase de grupos del torneo cuya finalización está marcada para el 31 de Enero del 2021”, dijo.

“Feliz por el momento actual que estoy pasando aquí. Por ahí se puede pensar que el fútbol de El Salvador no se consume mucho, pero es muy competitivo. Pensando lo mal que están pasando en nuestro país varios compañeros de la Intermedia que quedaron colgados sin poder jugar”, reflexionó.

Objetivos

“A corto plazo, ayudar al equipo (FAS) llegar a la final del campeonato. Posteriormente, uno como jugador siempre quiere mejorar. Prefiero seguir jugando en el extranjero un tiempo más. Si me toca ir a otro club, bienvenido sea”, subrayó.

“Un sueño pendiente es jugar alguna vez en un club de Primera en Paraguay, si es en Olimpia, sería la bendición más grande. Es el club donde me inicié y que por aquel accidente, no llegué a la primera. Los que fueron de mi camada llegaron lejos, como Luis Nery Caballero, ‘Piru’ Contrera y otros tantos”, añadió.

Rechazado

Como sanlorenzano, Diego quiso probar suerte en el "Rayadito", pero según su versión, no fue admitido por el gerente de ese entonces, porque supuestamente estaba con sobrepeso.

“Salí goleador en la Intermedia jugando por General Caballero ZC y al año siguiente fui a San Lorenzo con la intención de probar. Hablé con el gerente y de entrada me dijo que estaba gordo. Éste no es un gimnasio para que los jugadores vengan a adelgazar, me dijo", recordó el "guaraní".

“Pasa que mi físico es parecido al de “Pinti” Álvarez, mucho menos (risas), pero sin sobrepeso. El técnico me quería, pidió que me quedara pero no acepté y fui al Deportivo Santaní”, sentenció.

Por: Daniel Arévalos.

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