El experimentado futbolista Roque Santa Cruz, charló con el periodista Augusto Dos Santos, en el espacio de Expresso, donde habló de todo un poco y profundizó en temas relacionados al fútbol.
Hoy día capitán de Olimpia, el delantero recordó cuando se decidió para ser jugador profesional del deporte rey, además de su experiencia en Alemania. También habló del trabajo intenso que hace un futbolista.
El programa Expresso, será transmitido por el canal GEN, este domingo 14 de febrero desde las 20:30.
Aquí una parte de la entrevista exclusiva con el histórico deportista.
El trabajo intenso
- Roque Santa Cruz: Siempre me gustó la frase de Mohamed Alí cuando decía que una victoria se consigue mucho antes de que empiece la pelea. Uno tiene que estar en el gimnasio, muchas horas de práctica, que toma mucho más tiempo antes de llegar a la pelea.
Para nosotros también es así. Los noventa minutos que puede llegar a durar un partido es una mínima parte de lo que en realidad nosotros estamos pensando, entrenando, practicando, mejorando y guarda mucha relación con un esfuerzo que no se ve, que no se puede cuantificar tampoco y mucho menos para la gente que no nos ve entrenar, ni la parte privada, como siempre les digo a mis hijos yo, descansando estamos entrenando nosotros, porque es la parte más importante dentro de nuestro sistema de entrenamiento.
Cuando se inclinó por el fútbol
- Roque Santa Cruz: Más allá de que el sueño haya estado presente desde mi infancia y de que lo haya perseguido y haya perseverado, en mi familia, la educación estaba siempre en primer lugar. Siempre fue el fútbol el plan b por así decir, porque lo fundamental educarnos, pensar en poder recibirnos, de ser profesionales en algo que nos permita subsistir y el fútbol que sea un compañero...
Pero el momento en que más allá que yo haya debutado en Primera o que haya empezado a jugar ya regularmente creo que el momento que hace un antes y un después son los goles que le hago a Vélez, a Chilavert, en esos partidos de la selección Sub 20 y fueron algunos partidos o momentos que verdaderamente fueron muy especiales en mi carrera, porque fueron meteóricos en mi carrera.
La experiencia en Alemania
- Roque Santa Cruz: Cuando uno es joven lo ve menos claro y también creo que aquí en el ambiente en el que nosotros vivimos somos mucho más amigos en el sentido de hacerles llegar a los jóvenes mucho más tranquilo que en el extranjero donde tiene que competir y no le importa si tenés 16 o 17 años, la edad no es un parámetro.
Y entonces rápidamente ellos te hacen saber y los sudamericanos que estaban en ese momento así me lo hicieron saber, era llegar y tenés que hacer diferencia. Aparte los extranjeros cuando estamos en tierras lejanas somos medidos con una vara distinta, para ganarte tu sitio tenés que demostrar que sos mejor. Entonces el día a día es difícil. Yo me voy sin haber alcanzado una madurez…
Hay que tener una moral muy fuerte. Hay que saber el contexto donde uno está parado. Reconocer los momentos. Saber que verdaderamente el fútbol y más aún en el extranjero es una guerra de todos los días. Es gente que se ríe contigo pero que por dentro te está queriendo sacar un sitio, es pelear por un sitio con tus compañeros, es saber que más allá de todo lo que uno se pueda reír, de todo lo que uno pueda sufrir en pos de conseguir un objetivo, cada uno trabaja por mantener su lugar.
Yo los veo a todos y hasta ahora lo sigo viendo a mis compañeros y amigos como competencia más allá de que yo empujo para que todos lleguemos a un objetivo, pero el abdominal de menos que hacen y el abdominal demás que yo hago, termina haciendo una diferencia.
Tenía 17 años… y básicamente una parte muy importante de mi formación personal la terminé completando allí, porque fueron ocho años los que estuve en Alemania con gente que tiene una cultura de trabajo muy sublime para ellos, tanto la puntualidad como el trabajo, como el día a día, forman parte de su idiosincrasia y es razón también de que sea gente tan exitosa y en lo que se desenvuelven lo hacen de esa manera. Y yo creo que asumí mucho de ellos.
Y en ese momento había sabido del país para algunos torneos internacionales, pero siempre tuve la curiosidad de querer aprender, de querer saber más de otras culturas, de cómo vive la otra gente y ni qué decir de las ganas de aprender el idioma, para poder defenderme porque en un vestuario en donde vos entrás y todos se ríen, querés entender qué pasa. ¿Se están riendo de mí?
Formar parte del grupo es por el idioma, por el arraigo cultural y, aparte, si ellos se dan cuenta de que querés formar parte, que querés aprender el idioma, hace que también te tomen un cariño diferente.
Vivía muy cerca, vivía solo y la realidad es que yo no cocinaba nada y la experiencia culinaria que tuve viviendo solo no fue tan grata, así que, la comida alemana es distinta y al comenzar a mí me costó asimilar la cultura culinaria de ellos, pero la comida italiana es más parecida a la nuestra, entonces vivía yendo todos los días al mismo italiano, almuerzo-cena, almuerzo-cena, y eran todos italianos de todas partes y entonces aprendí primero italiano antes de hablar alemán.
Fuente: Gran Diario del Domingo- Diario La Nación.