Contundencia pura de Nacional para golear al Sportivo Luqueño

Nacional fue hasta el Feliciano Cáceres para conseguir su segundo triunfo en el campeonato, seguir invicto y por ahora colocarse como uno de los líderes de la competencia.

Luqueño, por su parte, sumó su segunda derrota al hilo y después del buen inicio en aquel partido ante Guaireña, la preocupación comienza a crecer desde los resultados.

Un doblete de Leonardo Villagra y un golazo de Carlos Arrúa, le dieron al equipo de Hernán Rodrigo López el triunfo holgado. El "Auriazul" tuvo la chance para recortar distancias con un penal de Enrique Borja que fue contenido por Santiago Rojas.

Las polémicas no estuvieron exentas del juego, teniendo nuevamente como protagonista principal al árbitro Juan López, que en el primer tiempo sancionó un insólito penal a favor de Nacional y dejó pasar otro a favor de Luqueño.

Aun así, en favor del árbitro estuvo correcto en la sanción del penal que luego Borja terminó deseperdiciando.

El equipo de Hernán Rodrigo López tuvo contundencia pura. En todo el partido, ensayó cuatro remates que tuvieron dirección de arco y convirtió cuatro. El único tiro que no acabó en gol, fue uno de Orlando Gaona Lugo ya en tiempo de adición de la complementaria, que fue a las manos de Nicolás Campisi.

El aprovechamiento de las oportunidades, terminó por inclinar el partido a favor de la Academia que ya en el primer tiempo tenía el partido en el bolsillo. Aún así, cabe destacar que el penal cobrado de manera equivocada por Juan López favoreció de gran manera a que Nacional pueda inclinar el juego.

En la complementaria, Luqueño lo buscó y fue el que propuso por obligación. La "Academia" entendió que era momento de cerrar espacios en el fondo para tratar de aprovechar los que dejaba la defensa rival en su búsqueda desesperada de un descuento que los vuelva a meter en el partido.

Llegó un gol de Borja que fue bien anulado por una posición adelantada en la previa y después, el mismo delantero tuvo un penal que fue bien atajado por Santiago Rojas.

Ese fue un golpe duro para el equipo local. Con los ingresos de Gaona Lugo y Murillo, Nacional comenzó a conseguir mayor oxigenación y más tiempo con la pelota en el terreno rival.

Luis Escobar buscó la forma de poder seguir lastimando con la velocidad de Édgar Benítez centralizado, Marcelo Pérez corriendo sobre el costado derecho y Diego Vera sobre el izquierdo, pero ya nada iba a cambiar.

La contundencia fue el arma vital de Nacional para conseguir una gran goleada y afianzarse luego de algunos problemas internos previo al inicio del campeonato.

DETALLES DEL PARTIDO

Estadio: Feliciano Cáceres

Árbitro: Juan López

Asistentes: José Cueva y José Villagra

Cuarta árbitra: Zulma Quiñónez

VAR: Juan Gabriel Benítez

AVAR: Nancy Fernández

Goles: 14', de penal, y 45+2' L. Villagra, 42' C. Arrúa (N)

Amonestados: G. Pintos, G. Beltrán, E. Borja (SL); F. Martínez (N)

Incidencia: A los 60', Santiago Rojas (N) le paró un penal a Enrique Borja (SL).

SP. LUQUEÑO: Nicolás Campisi; Richard Cabrera, Gustavo Pintos, Luis Cabral y Richard Ríos; Aldo Vera, Gustavo Viera (46' Diego Vera), Marcos Duré (76' Estivel Moreira) y Édgar Benítez; Guillermo Beltrán y Enrique Borja (68' Marcelo Pérez). DT: Luis Escobar.

NACIONAL: Santiago Rojas; Carlos Espínola, Fernando Martínez, Farid Díaz y Walter Clar; Carlos Arrúa, Cristian Riveros, Édgar Zaracho y Sebastián Vargas (76' Yeiber Murillo); Leonardo Villagra (64' Orlando Gaona Lugo) y David Fleitas (82' Orlando Colmán). DT: Rodrigo López.

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El insólito penal que sancionó Juan López

El árbitro Juan López vuelve a ser el centro de atención por sus decisiones erradas. Este domingo, sancionó un increíble penal a favor de Nacional, incluso después de haber visto la jugada en el VAR.

El partido entre Luqueño y Nacional apenas superaba los primeros 10 minutos, cuando un envío largo desde el mediocampo de la Academia se dirigía directamente a las manos de Campisi.

Buscando evitar la presión de rivales, el central auriazul Gustavo Pintos cubre la posición abriendo los brazos (quizá un poco más de lo normal, es cierto) y Sebastián Vargas llega desde atrás y choca con el brazo del defensor, que en ningún momento hizo algún movimiento adicional buscando impactar con el codo al rival.

Juan López dejó pasar la jugada, pero luego recibió el llamado de Juan Gabriel Benítez, encargado del VAR, y tras revisarla durante un tiempo considerable, sancionó un insólito penal. Además, amonestó al central auriazul por la supuesta falta.

Sumado a eso, un par de minutos después hubo una jugada dudosa en una disputa entre Édgar Benítez y Fernando Martínez en el área de Nacional y donde el atacante de Luqueño llega primero al balón, sin que el defensor tricolor pueda tocar la pelota, pero Juan López y el VAR consideraron que no reunía las condiciones para sancionar penal.

https://twitter.com/juanracoronel/status/1361073752998576132

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Santa Cruz: los errores de los padres a hijos futbolistas y su debut en Primera

El experimentado futbolista Roque Santa Cruz, charló con el periodista Augusto Dos Santos, en el espacio de Expresso, donde habló de todo un poco y profundizó en temas relacionados al fútbol.

Hoy día capitán de Olimpia, el delantero rememoró su debut en la Primera División, la relación y tensión que un futbolista sufre al momento de patear un penal, como así también temas relacionados al arbitraje. Aprovechó la ocasión e hizo hincapié en la presión de los padres hacia un hijo futbolista y las tres figuras que lo marcaron.

El programa Expresso, será transmitido por el canal GEN, este domingo 14 de febrero desde las 20:30.

Aquí una parte de la entrevista exclusiva con el histórico deportista.

Su debut en Primera División

- Roque Santa Cruz: Yo siempre tengo que nombrarlo a Luis Cubilla por haber sido el que me dio el arranque en una época en donde no era tendencia que jueguen jugadores tan jóve­nes con él. Se fue a verme en un partido que era la sub 15, la primera categoría de la formativa, y me invitó para entrenar y me dijo “mirá si aquí las cosas no van bien, volvés a tu catego­ría y aquí no pasó nada”.

Así de seco, dejando en claro de que lo más factible sea de que vuelva a entrenar en mi cate­goría a que siga en Primera. Pero él se tomó un poco de su tiempo en hablar conmigo, en hacerme entrenar, aparte de toda la trayectoria que tenía, que ya tenía, habiendo ganado todo como entrena­dor y como jugador, todos sus consejos para mí fueron muy valiosos, marcaron lo que fue ese comienzo. Y luego claro que uno ya comienza a mirar a otros jugadores para bus­car retratarse que tenían el mismo oficio, yo lo hice siem­pre con Raúl Vicente Ama­rilla.

Entonces Luis sería uno, luego Ottmar Hitzfeld, mi entrenador en el Bayern durante ocho años. Le tengo un cariño muy especial por­que cuando fui, el Bayern no jugaba a lo que juega hoy. Yo no era un punta punta, jugaba casi de carrilero de ambos lados, tenía que ver también con que no tenía la contex­tura física que tengo hoy, era más delgado, tenía más reco­rrido, entonces el aprender a jugar en todas las posicio­nes de ataque, de jugar en el medio, y que lo hagas de bue­nas ganas para aprender y la verdad que es una experien­cia que lo viví con él dentro del Bayern.

Y por suerte tuve grandes entrenadores a los que uno va sacando cosas para su crecimiento, como el “Tata” Martino (selección nacional), Pellegrini en mi estancia en el Málaga, mismo también aquí, haber llegado en el Olimpia y haberlo tenido a Dani Garnero como entre­nador y tener esta etapa tan exitosa con un concepto de fútbol muy importante, ver­daderamente es muy grato y al final vas aprendiendo y sacando cositas.

El momento tenso en los penales

- Roque Santa Cruz: Hay ciertos aspectos, ver lo de Panenka fue en una época muy distinta, hay que tener mucho coraje para hacerlo y ahora muchos jugadores se animan. Por ejemplo, el estilo de patear un penal como el que tiene Ale Silva, de ir des­pacito, despacito, mirando al arquero… y yo realmente tuve una relación muy dura con los penales.

Verdaderamente el diálogo no es con el arquero, el diálogo que muchas veces te termina descolocando es el interno que uno lleva. Normalmente, desde esa posición y en una situación de juego yo creo que de diez pelotas que uno recibe en el entrenamiento, nueve mete. Pero cuando la pelota está parada, ese recorrido, y hay un diálogo interno … abajo, arriba, la otra vez fallé, la otra vez metí, y existe ese diálogo verdad, y después otra vez te vas y te mira el arquero, te marca acá, allá, entonces, yo creo que el penal como todo es práctica, hay gente que lo patea mejor que otro.

Yo por ejemplo nunca fui de esperar a que se tire el arquero, de pegarle lo más fuerte posible, que se termine ese momento de tensión lo más rápido posi­ble. Es un momento difícil y como vos decís, no es sola­mente un penal, no es que te levantás de tomar un refresco y pateás. Y viene después de 90 minutos de tensión, de cansancio. Ese momento vos estás con el gemelo que se te está acalambrando, con la cabeza pensando a mil… Con miles de personas que se van a poner mal si fallás, pensás en mi señora me dijo esto, mi hijo no quiere luego que patee. En un segundo, todo a la vez. Entonces no es muy sencillo.

¿Qué significa Olimpia para Roque?

- Roque Santa Cruz: El Olimpia es mi casa. Es el lugar donde me inicié y aprendí a amarlo desde muy chiquito y a defenderlo tam­bién. Realmente la alegría que tengo de ir a entrenar todos los días al club del cual soy fanático es verdaderamente un lujo. Porque es el tipo de sensaciones que uno necesita para prolongar su carrera y que entrenar todos los días ahí sea un placer, trabajar por algo que uno lo hace o lo haría incluso gratis. Real­mente para mí poder tener en este momento de mi vida el tipo de, no solamente de des­pliegue que estoy teniendo ahora, sino de vivencias a nivel éxito, a nivel de entre­namiento, para mí significa mucho.

El VAR y la diferencia entre árbitros sudamericanos y europeos

- Roque Santa Cruz: Es útil porque disminuye la posibilidad de equivocación de los árbitros, pero la veloci­dad termina siendo un deter­minante al final. Creo que todos aprendimos del VAR en estos tiempos y al final lo que todos queremos ver es que el réfere, principal, siga siendo el que siga tomando las dis­posiciones, porque más allá del VAR, sigue siendo una cuestión de la percepción que tenga el árbitro princi­pal sobre esa jugada y mismo que ellos puedan tomar esa decisión consultando el VAR puede ser positivo.

Todos tienen sus particula­ridades, ¿no? En Alemania se puede hablar. Los ingle­ses son mucho más efusivos, los árbitros tienen un voca­bulario ligado al fútbol muy intenso. Y ellos saben que es parte de la idiosincrasia de ellos y no se lo toman tan personal cuando un jugador de repente se pasa, más que reconoce el momento, la ten­sión, se puede conversar con ellos.

En España por ejemplo son de buscar el respeto, de que si le hablás le hables bien, cosa que también es muy pro­pia de cualquier ser humano que hace su trabajo, más allá de las equivocaciones, que el diálogo sea con respeto. Aquí también dentro de todo es la misma consigna, todos los árbitros buscan lo mismo y quieren pasar desapercibidos mientras se pueda, el fútbol sigue siendo fútbol.

La presión de los padres a los hijos

- Roque Santa Cruz: Fundamentalmente creo que hoy, los más propensos a cometer errores son los padres que los jóvenes que juegan. Y muchas veces la presión que los padres ejercen con­tra los chicos termina siendo contraproducente, termina quitándole a ellos las ganas de jugar, termina aprisionándo­les, y no sintiéndose liberados de explotar todo su potencial.

No solamente eso. Muchos padres también lo ven como la solución a todos sus pro­blemas, otros simplemente quieren que lleguen, otros le ponen un peso muy grande sobre el talento que tienen los hijos y terminan cortando lo que uno necesita para llegar. Hay un dicho que dice 10% talento y 90% sudor. Y en el fútbol no hay nada más real. Se aplica. Siempre.

Y mirá que vivimos en un mundo muy dinámico. No hay mucho tiempo de quedarte a tener pena por alguien. Uno le mira, y bueno, el fútbol es momento, no le espera a nadie, igual que hoy por hoy, uno tiene posibilidades y ter­mina pensando que la juven­tud le va a durar para siem­pre, pero en verdad que hay jóvenes de abajo que todos los días están buscando ocupar ese sitio que uno a lo mejor no está cuidando. Y en el fútbol uno tiene que mejorar todos los días. Todos los días, todos los días se ven (jugadores que no llegan por falta de sudor).

Las figuras que lo marcaron

- Roque Santa Cruz: El riesgo de nombrar gente siempre puede generar algo de olvidar a otro que quería nombrar. En mis comienzos con Luis Cubilla, con Mauro Caballero, uno de los más importantes sin duda para mí fue José Cardozo, porque fue mi compañero de habitación mucho tiempo en la selección y en esa época estaba en Ale­mania y él era el héroe que hoy sigue siendo en Toluca y en todo México.

Yo vengo de una fami­lia, mi papá era policía y era muy exigente con nosotros. Y también creo que siempre fui bastante bueno para leer las situaciones y de minimizar los riesgos de que te puedan retar. Y cuando uno ve que te esforzás al máximo, que le preguntás, si es hacia acá, hacia allá, cómo es, entonces el riesgo es menor y si bien no quedás exento de eso, pero se reducen las posibilidades. Pero yo encontré en Satur­nino una mentalidad muy fuerte, una persona que se entrenaba todos los días para ser el mejor.

Invitación a un asado con las personas más divertidas

- Roque Santa Cruz: Les conservaría siempre a un grupo de amigos con los que crecimos en la época de la selección, tenemos una camada muy linda de la época de Sudáfrica, con Justo (Villar), con (Carlos) Bonet, Rambert Vera, con (Jona­than) Santana, con Paulo Da Silva, y de nuevo corro el riesgo de no nombrar a alguien, con Richard Ortiz, con Rodrigo Rojas, en reali­dad yo no los cambiaría por­que los momentos que uno vive, tantas batallas en las que hemos estado juntos, capaz que indiscutiblemente tene­mos que tenerlo con nosotros a “Tany” Struway.

Imposible que falte al asado. “Tany” es un espectá­culo, es una persona supera­legre. También de los que han tenido mucha influencia en mi comienzo como profesio­nal. Yo tenía 21 años cuando empecé a entrenar con ellos, con los Gamarra, con los Ayala, con los Cardozo, fue un momento de mi carrera en donde yo tuve la bendición de contar con mucha gente exitosa de quienes aprender.

Fuente: Gran Diario del Domingo- Diario La Nación.

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