El Ministerio de Salud emitió un comunicado sobre la protesta de los integrantes de la División Intermedia, quienes esperan poder volver a los trabajos.

En el mismo, recalca que está habilitado la práctica en grupos de hasta 14 personas en locales habilitados y con el protocolo establecido. Eso sí, reafirman que no hay visto bueno para las competencias.

Recién a fin de mes de enero, se podría tener una fecha concreta de inicio de la Intermedia. El jefe médico de la APF, Dr. Gerardo Brunstein, espera que las autoridades aprueben el protocolo presentado para las categorías Intermedia, Primera B, Primera C y Fútbol femenino.

"A finales de enero nos darían una respuesta para empezar a entrenar en febrero. Ojalá cuánto antes el Ministerio de Salud nos apruebe lo más rápido posible el protocolo. Ellos van a analizar la situación pandémica", dijo -a la radioemisora 970 AM- el profesional.

"Queremos que se tomen como otras actividades laborarales y no con tanto PCR. Sí con los cuidados sanitarios", agregó el profesional.

Por el momento, la Segunda División atrasó su comienzo al 12 de marzo, pero todo está sujeto a una confirmación oficial.

En la reunión de presidentes de clubes de la División Intermedia, se reveló una posible fecha del arranque del campeonato de la Segunda División del fútbol paraguayo.

A falta de oficialización por parte de la APF, la fecha estipulada es el 12 de febrero del 2021. Solamente se aguarda el visto buena por parte del Ministerio de Salud para que los equipos empiecen la pretemporada en diciembre de este año.

Para la edición del próximo año, competirán los 16 equipos que debieron hacerlo esta temporada y que no pudieron debido a la suspensión del torneo a causa del coronavirus. Además, se sumarán los dos descendidos de la categoría de honor.

El campeón del Interligas, Pastoreo, no competirá en el 2021. Recién se prevé su participación para el 2022 y se mantendrán los cupos obligatorios en los equipos de sub 19, sub 20 y sub 21. Además, no habría Reserva en el 2021.

Por: Daniel Arévalos

Carlos María Castro Riquelme (20), es un futbolista oriundo de Ciudad del Este que como tantos otros quedó sin trabajo, por ende sin ingresos por la paralización de los torneos menores de la APF, debido a la pandemia del nuevo coronavirus.

Sin embargo, lejos de poner una actitud negativa ante tal situación, el juvenil se reinventa y descubre otro talento que quizás no es lo que persigue, pero le da sustento y contención durante la crisis.

Castro, juega de lateral izquierdo y volante por el mismo perfil, se consagró campeón (2019) con el Sportivo Ameliano (Divisional B), equipo que por primera vez ascendió a la División Intermedia donde debió jugar esta temporada (2020). Pero debe esperar por la suspensión del torneo.

Carlos Castro, ante la falta de fútbol trabaja en la pequeña empresa familiar de pulido de pisos para generar su ingreso. Pero a pesar de lo duro del trabajo no descuida su rutina de entrenamientos al final de la jornada laboral.

VERSUS se comunicó con el futbolista y comentó su historia de vida. Sin esconder nada habló de la actividad que desarrolla actualmente, al quedar ‘colgado’ por la falta de competencia deportiva, pero que al mismo tiempo mantiene intacto el sueño de jugar al fútbol.

“Este trabajo es bastante duro, pero no me quedaba otra opción, el fútbol era mi único ingreso. Por ahora trabajo con mi padre, pero siempre cumplo con mi rutina de entrenamientos que me dio el técnico (Humberto García). Mi objetivo no cambia, el de jugar y sobresalir en el fútbol”, comentó joven futbolista.

“No voy a parar hasta llegar a concretar mi deseo de seguir en el fútbol. Ésta actividad es momentánea, pero importante para generar un poco de recurso. Mi padre tiene una empresa de pulido de pisos y le estoy ayudando. La actividad es bastante pesada, pero ya me estoy adaptando”, agregó.

“Estoy mentalizado que por algo pasan las cosas, tengo un hijo pequeño que me da mucha motivación para no quedarme parado. A parte es una responsabilidad que debo enfrentar y no estar dependiendo siempre de mis padres”, reflexionó el joven jugador.

INICIO Y RECORRIDO

“Me inicie desde chico en el club Sol de Este de Ciudad del Este, luego vine a Cerro Porteño de la capital en el 2016 donde hice las inferiores, tuve una lesión y me dejaron fuera. Entonces pasé a Sol de América (2017) por un tiempo y posteriormente a Guaraní (2018), donde firmé un contrato de cinco años”.

Castro se incorporó al equipo aurinegro, primeramente en la categoría Sub 18, pero rápidamente escaló a la Sub 19 y la Reserva donde jugó un par de partidos. “Guaraní me prestó el año pasado al Sportivo Ameliano, donde salimos campeones. Éste año estaba para continuar ahí, pero se suspendió el torneo”, explicó el futbolista.

“Guaraní me adeudaba unos salarios, pero llegamos a un acuerdo para rescindir, ahora soy jugador libre, esperando encontrar un equipo para la próxima temporada. Tengo las puertas abiertas en Ameliano y también interés de otros clubes de la Intermedia”, refirió.

MINEIRO LE ECHÓ OJO

Siendo un adolescente de 14 años y jugando por Sol de Este, unos dirigentes del Atlético Mineiro (de Brasil) se fijaron en él e hicieron las gestiones para ficharlo, pero al final no se concretó.

“Ya tuve una oportunidad de salir al exterior, cuando tenía 14 años, el club Atlético Mineiro me quiso llevar, ya tenía los pasajes pero no se dio porque una persona mayor debía acompañarme (para vivir en el Brasil), mis padres no podían, tampoco mis hermanos por el estudio”, recordó Castro.