El futbolista paraguayo que ya jugó en 16 diferentes clubes

Lauro Ramón Cazal (34), debe ser uno de los futbolistas paraguayos que en más clubes jugó en su dilatada trayectoria, 16 en total, 7 de nuestro país y 9 del extranjero. El atacante compatriota actualmente viste la camiseta del Cobán Imperial, club de Primera División de Guatemala.

Su equipo está disputando la parte final del campeonato local y es el goleador con 6 anotaciones en 10 partidos disputados.

Pese a su condición de gran goleador no tuvo chances de jugar en clubes grandes de nuestro país, pero sí se destacó afuera. Consiguió título en el fútbol ecuatoriano (Aucas 2014), país donde desarrolló gran parte de su carrera y otro en Costa Rica (Municipal Pérez Zeledón 2017).

En contacto con VERSUS, el delantero comentó entre otras cosas que en nuestro país se valora poco a los futbolistas, es por eso que prefiere jugar en el extranjero, aún en un club pequeño.

También recordó que en el 2017 tenía todo arreglado con Independiente de Campo Grande y que cuando llegó el momento de firmar el contrato, el presidente de la institución se desentendió del tema, por lo que el jugador trató al dirigente de poco serio.

“La verdad que recorrí por varios clubes ya, más en el exterior. Pasa que uno siempre quiere salir a buscar mejores oportunidades, porque en nuestro país es más complicado todo. Llegar a jugar en Primera División no es fácil. En clubes de la Intermedia jugué bastante, pero esta categoría tiene un torneo corto, termina y te quedas sin trabajo y la paga no es buena”, reconoce el compatriota de larga trayectoria en el fútbol.

“Pasa que hay varias clases de dirigentes en algunos clubes de Paraguay, uno te miente con la plata que promete pagarte, otros se quedan debiendo a los jugadores dos o tres meses de salario y ya nunca se cobra y eso duele. Por eso estoy decepcionado de nuestro fútbol, de la manera como se maneja, salvo algunos clubes grandes”, reclamó el atacante.

“Definitivamente es más conveniente para el futbolista paraguayo de los clubes de Intermedia o de primera de media tabla para abajo, jugar en el extranjero. Sabemos que la vida activa del futbolista es corta, entonces uno busca donde puede sacar mejor provecho económico”, agregó.

Lauro Cazal, futbolista paraguayo.

Cazal se inició en Silvio Pettirossi del barrio Republicano, pasó a Sol de América, 3 de Febrero y Deportivo Capiatá. Además de Rubio Ñu y Martín Ledesma.

En Venezuela, vistió la casaca del Deportivo Lara y La Guaira, pero su mejor nivel alcanzó en el fútbol ecuatoriano consiguiendo el título jugando por Aucas (2014), previamente estuvo por Técnico Universitario. Más adelante pasó a Imbabura (2015), Fuerza Amarilla (2016) y Colón FC (2016), todos en Ecuador.

“Mi mejor marca (cantidad de goles marcados) logré jugando en Sociedad Deportiva Aucas, un club de la ciudad de Quito (Ecuador), donde en un torneo marqué 17 goles y logramos el título”, reveló.

“Con la experiencia que tengo jugando en distintos países, prefiero culminar mi carrera en el extranjero”, destacó Cazal, quien admitió que ya tiene el título de entrenador de Fútbol y no descarta desempeñar su profesión en países donde jugó y cultivó buenos amigos.

Al fútbol de Centroamérica

Tras su fugaz paso por Martín Ledesma (Intermedia 2017), surgió la posibilidad de viajar a Centroamérica y fichó por el Municipal Pérez Zeledón de Costa Rica, en el segundo semestre de ese mismo año.

“Un agente (representante argentino) a quien conocí en Ecuador, me escribe un día y me ofrece una propuesta para jugar en Centroamérica, específicamente en Costa Rica. Acepté y fiché por el club Municipal Pérez Zeledón (2017) es un equipo chico, pero esa vez se formó un gran plantel. Hice un buen campeonato, marqué muchos goles y también conseguimos el campeonato y jugamos la Concachampions”, explicó.

“El año pasado vine a Guatemala porque me presentaron una mejor propuesta económica y la verdad estoy conforme. En mi equipo (Cobán Imperial), soy goleador, el delantero que más partido lleva jugados. En 10 cotejos marqué seis goles. Estamos en la parte final del campeonato que sufrió algunos atrasos por la pandemia”, refirió.

Él dijo que quiere dejar la puerta abierta del club para más adelante con otros proyectos, quizás como formador de divisiones inferiores. Con la experiencia que uno recoge en su carrera puede transmitir muchas cosas, subrayó. Indicó que se admira bastante el fútbol sudamericano en ese país.

Fichaje fallido

El delantero quedó bastante dolido cuando a fines del 2016, con miras a la temporada 2017, estuvo a punto a de fichar por Independiente de Campo Grande, en ese entonces equipo de Primera División, pero no se concretó por lo que él llama falta de seriedad de su presidente.

“Tenía todo arreglado con el presidente Gamarra (Heriberto) de Independiente de Campo Grande y me dijo, mañana firmas el contrato en la secretaría, pero luego desapreció. Le llamé por teléfono y nunca me atendió. Me quedé molesto porque no fue serio conmigo. Casi quedé colgado esa vez, por suerte el presidente de Martín Ledesma (Intermedia) me llevó a jugar en su equipo”, remarcó.

“Ivai la ojapóva cherehe, porque nosotros hablamos mucho, me dijo que el técnico (Chito Ayala) contaba conmigo, hubo acuerdo en todo, nos pasamos la mano y antes de retirarme de la oficina hablé con algunos jugadores del club y me dijeron que bueno que venís con nosotros”, prosiguió.

“Alguna vez si nos cruzamos con Gamarra (presidente de Independiente) en alguna cancha, le voy a saludar y le voy a decir ‘mba’e pio pea presi’ que pasó. No tengo rencor, quedó como anécdota. Pero no se hace eso, habla muy poco de la institución”, tiró el futbolista.

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Sobrevivió a un balazo en el tobillo y la depresión, hoy juega en el extranjero

Como todo joven ilusionado en ser estrella alguna vez en el fútbol, comenzó su sueño en el Club Olimpia, entrenando en la categoría sub 18 con muy buenos rendimientos hasta llegar a la Reserva. Pero un día, cuando volvía a su casa del entrenamiento franjeado, la vida le puso a prueba.

Dos motochorros casi acabaron con su promisoria carrera deportiva. Se trata de Diego Daniel Areco (28), el atacante paraguayo que  hoy día es figura en el FAS de El Salvador.

En el ataque sufrió un balazo en el tobillo -el proyectil con orificio de entrada y salida- de milagro no afectó ninguna región ósea ni tendinosa, pero el susto y la recuperación fueron frustrantes para el jugador.

Pasó por varios clubes de Intermedia y no tuvo aún oportunidad de jugar en un equipo de Primera División de nuestro país. El año pasado fue al fútbol centroamericano en busca de mejores horizontes, fichó en un equipo chico de El Salvador, pero sus goles le valieron el paso a uno de los más grandes de ese país.

“Fue un día cuando regresaba a mi casa (en San Lorenzo) luego del entrenamiento con mi atuendos del Olimpia, me atacaron dos personas en una moto y me jugaron a matar, apuntaron el arma a mi cabeza. Pero en ese momento pasó un vehículo y parece que del susto me soltaron, pero al retirarse uno de ellos hizo dos disparos, uno de ellos me pegó en el tobillo”, comentó Areco.

Diego Areco, en su época de jugador de Guaireña. Foto: Archivo.

El jugador comentó que la bala le traspasó el tobillo y que se asustó tanto que se quedó sentado en el lugar, para luego avisar a su familia y que vayan junto a él. Recuerda que fueron al hospital y que le hicieron los estudios (radiografías) y milagrosamente no se puede entender cómo no le afectó ningún hueso ni tendones, algo que califica como increíble.

Diego Areco, futbolista paraguayo. Foto: Archivo.

“Me recuperé en unos seis meses y cuando volví al Olimpia, ya no querían contar conmigo y me dejaron libre. Fui a probar en Libertad y me quedé por un tiempo jugando en la Sub 20 y la Reserva, pero no llegué a la Primera", adjuntó,

Agrega que siempre dice que Dios quiso que siga en esta carrera, porque de lo sucedido, no se puede creer que no le haya afectado algún hueso del pie. Es más. rememora que salió caminando del hospital. Lo que más le afectó fue en lo psicológico por todo lo vivido, pero se recuperó y está haciendo lo que más me gusta.

“Cuando comento entre mis compañeros lo que me pasó, nadie cree, entonces le muestro la cicatriz que tengo en el tobillo y quedan sorprendidos”, manifestó.

Recorrido

Cuenta que en el 2014 comenzó a jugar en la Intermedia en General Caballero ZC que ascendió ese año y fue el goleador del equipo, pero tampoco pudo jugar en Primera porque estaba a préstamo de Libertad y ya no hubo acuerdo para seguir.

Posteriormente tuvo su paso por Deportivo Santaní y Guaireña (Intermedia). Su primera experiencia internacional fue en el Deportes Quindío del ascenso de Colombia, donde estuvo solamente un semestre.

“En El Salvador vine prácticamente regalado, el Jocoro es uno de los clubes chicos; a tal punto que aquí ganaba menos que en Intermedia (de Paraguay), pero mi idea fue salir porque ya intenté mucho en nuestro país y no pude fichar en un club de Primera”, resaltó.

Diego Areco, futbolista paraguayo. Foto: Archivo.

Relata que fueron difíciles los primeros meses (2019) y la verdad se deprimió porque no fue lo que esperaba, habló con su esposa y le dijo que quería volver. Ella, como también sus padres le apoyaron para continuar. Insistió que resistió con la idea de salir adelante. Hizo 20 goles en 25 partidos en el Jocoro, luego llegó la pandemia y se dio por terminado el campeonato.

“Para el torneo actual, me contrató el FAS, un equipo grande de aquí. En 6 partidos marqué 4 goles, ahora estamos jugando la fase de grupos del torneo cuya finalización está marcada para el 31 de Enero del 2021”, dijo.

“Feliz por el momento actual que estoy pasando aquí. Por ahí se puede pensar que el fútbol de El Salvador no se consume mucho, pero es muy competitivo. Pensando lo mal que están pasando en nuestro país varios compañeros de la Intermedia que quedaron colgados sin poder jugar”, reflexionó.

Objetivos

“A corto plazo, ayudar al equipo (FAS) llegar a la final del campeonato. Posteriormente, uno como jugador siempre quiere mejorar. Prefiero seguir jugando en el extranjero un tiempo más. Si me toca ir a otro club, bienvenido sea”, subrayó.

“Un sueño pendiente es jugar alguna vez en un club de Primera en Paraguay, si es en Olimpia, sería la bendición más grande. Es el club donde me inicié y que por aquel accidente, no llegué a la primera. Los que fueron de mi camada llegaron lejos, como Luis Nery Caballero, ‘Piru’ Contrera y otros tantos”, añadió.

Rechazado

Como sanlorenzano, Diego quiso probar suerte en el "Rayadito", pero según su versión, no fue admitido por el gerente de ese entonces, porque supuestamente estaba con sobrepeso.

“Salí goleador en la Intermedia jugando por General Caballero ZC y al año siguiente fui a San Lorenzo con la intención de probar. Hablé con el gerente y de entrada me dijo que estaba gordo. Éste no es un gimnasio para que los jugadores vengan a adelgazar, me dijo", recordó el "guaraní".

“Pasa que mi físico es parecido al de “Pinti” Álvarez, mucho menos (risas), pero sin sobrepeso. El técnico me quería, pidió que me quedara pero no acepté y fui al Deportivo Santaní”, sentenció.

Por: Daniel Arévalos.

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“Lito” Duarte, leyenda de Guaireña FC y el optimismo hecho fútbol

Por Christian Pérez/ @chrisperezz7

Fotos: Nadia Monges/Imágenes: Michel Tiller/Edición de videos: José Gómez.

Este reportaje se hizo durante la pausa entre el torneo Apertura y Clausura. Exactamente se realizó un día después de que Guaireña haya disputado su último juego del primer torneo, por lo que se respetó el protocolo sanitario de APF. 

El señor optimismo. Así lo podemos definir a la leyenda de Guaireña, Carlos “Lito” Duarte, el hombre que ha conquistado lo “imposible”: debutar y anotar un gol en Primera a los 37 años. El calificativo le queda como anillo al dedo. Tras escucharlo apenas unos minutos, uno queda convencido que el poder de la mente y el positivismo puede llevarte a conquistar lo “imposible”.

“Che amalicia record’i lento voi”, dice con humor y tira una de sus primeras frases tan peculiares en jopará.

Lleva 15 años de lazo con Guaireña (desde que era selección), disputando más de 250 partidos y anotando aproximadamente unos 130 goles. Ese amor tuvo sus idas y vueltas, pero tras defender otros escudos, no le quedan dudas de que su lugar en el mundo siempre fue y será con el equipo de Villarrica. La relación perfecta sí existe: “Lito” Duarte y Guaireña.

Nacido en Mauricio José Troche, dio sus primeros pasos en el club Capitán Troche, con el que debutó a los 14 años y ya fue campeón a los 15. Recuerda que durante su infancia pocas veces tuvo un botín real en la escuela de fútbol, pero nunca le importó, la pasión que llevaba adentro era más y hasta expresaba mejor su talento con algún “championcito”, como él mismo dice. Con orgullo cuenta: “Recién a los 14 tuve mi primer botín. Avy’aiterei (me puse demasiado feliz)", recuerda.

Por su conexión especial con los goles, fue llamado a defender a la selección de Ybyturuzú en el Interligas y fue ahí cuando Guaireña le puso el ojo (2005). Fue amor a primera vista.

La relación con Guaireña comenzó hace 15 años.

Con la selección (antes) y el club albiceleste (ahora), el gran “Lito” disputó incontadas ediciones del infernal Interligas desde el 2005, también lo defendió en el Nacional B, fue protagonista estelar en el ascenso a Intermedia en el torneo interdepartamental y como no podía ser de otra manera, también puso su sello para que hoy Guaireña sea equipo de Primera y brille magnífico representante paraguayo en Copa Sudamericana.

El atacante también se paseó por toda la liga guaireña, en clubes como Olimpia, Pettirossi, Cerro Corá. En un momento de pausa en su relación con el Cuarto Departamento, fue también refuerzo en la selección Ovetense, con el que se lamenta haber perdido dos finales.

Optimista como nadie

Al hablar con él, uno palpa una vibra diferente en el ambiente. Se expresa convencido en sus principios, fiel a sus reglas y un buen humor contagiante. Y ahí uno comprende cuando la mayoría de sus compañeros habla maravillas de él y de los importante que es para el equipo, juegue o no los partidos.

Él ni siquiera confía tanto en su talento innato de definidor, sino le da más importancia al poder mental y a su autoconfianza.

Desde siempre fui positivo, es mi característica. No tenés que entregarte ni tenerle miedo a nadie, el fútbol 11 contra 11. Mi característica principal siempre fue: positivismo 99 % y 1 % talento”, asegura Duarte, quien siempre lleva consigo una frase que le dejó Peíto Rodríguez, quien lo dirigió en algún momento de su carrera. “Nunca voy a sacar de mi mente el consejo de ‘Peíto’ Rodríguez: 'podés fallar una vez, seguí; podés fallar dos veces, seguí, pero en el tercer intento ya te va a salir', eso es seguro”.

En varias partes de la amena charla con VERSUS, el goleador toca mucho el aspecto personal y asegura que si uno actúa bien, es imposible que las cosas le salgan mal. “Si sos buena gente, te sale todo. Comprobado, yo te digo”, afirma.

Ese mismo pensamiento “Lito” inculca día a día a cada jugador de Guaireña. Sus 38 años de vida y 23 años en el fútbol, lo avalan como un líder indiscutible. Pero además de ese optimismo, el atacante considerado leyenda en Guairá, le da vida a todo el plantel con su peculiar simpatía. En una conferencia de prensa, el mismo Troadio Duarte, DT de Guaireña, resaltó su importancia y positivismo contagiante.

“Qué locura ese tipo. Tenés que estar con él para conocerlo, es increíble su gran espíritu. Es buena gente, tiene un corazón transparente”, resaltó Troadio en la “no conferencia” tras el empate entre el Albiceleste y el Ciclón.

Golpe durísimo; casi nocaut

Si bien el optimismo es su principal arma en la vida y en el deporte que ha brillado desde los 14 años, en el 2018 el fútbol le dio un golpe durísimo, que casi noqueó sus esperanzas. Es más, estuvo muy cerca de dejarse vencer por la frustración de la derrota y a eso había que sumarle que la edad y el físico también le miraban de reojo.

Hace dos años estuvo a un gol de subir a Primera con Guaireña, pero el famoso e inolvidable partido ante RI3 Corrales terminó empatado y los sueños se disolvieron terminando en la nada. Era el momento. Con 36 años, ¿cómo sería posible volver a tener una chance para cumplir el anhelo de toda una vida?

“En el 2018 ante RI3 Corrales sufrí demasiado. No pudimos meter un gol nomás. Recuerdo bien haberme dicho: ‘hasta aquí llegué. Una semana por ahí lloramos y nos sentimos mal. Ya estaba viejo y creía que era mi último tren. Una semana ni quería comer más o menos”, recuerda hasta no creyendo la realidad opuesta que hoy está viviendo.

Lito es de coleccionar recortes y fotos de su carrera.

Luego de tragarse varios días de impotencia y frustración indescriptible, volvió el “Lito” Duarte original, el que siempre ve una oportunidad en momento de crisis.

El fútbol te va revancha. Troadio me llamó otra vez, me dijo que quería contar conmigo y yo dije que iba a intentar. Lo hicimos, subimos y ahora ojalá se dé lo de la Copa Sudamericana. Si es por mí, ahora mismo estoy para jugar contra Boca, River, o el que sea. Pero eso seguramente dependerá de los directivos, a mí solo me queda trabajar y demostrar que sí puedo ayudar”, reflexiona con un poco de exaltación y una proyección mental de alguna escena en el que es protagonista en el campo internacional.

Como el último día

La competencia en un plantel de Primera es muy dura y trabajar con 38 años a la par de juveniles de 20 a 25, es todo un desafío. Duarte deja su vida en cada entrenamiento, pero lo disfruta al máximo, como si fuera el último día de su carrera, ya que como él mismo afirma, no sabe si el de hoy o mañana será el final de una brillante carrera más amateur y pasional que profesional.

“Uno debe ir a entrenar con amor, con ganas, con pasión. Yo, con 38 años, casi no estoy de malas. No sé cuándo será mi último entrenamiento y lo disfruto al máximo, cada práctica, cada minuto que me toca jugar. Si me voy con cara larga a hacer mi trabajo, ¿para qué voy a ir?”, dice, dando ejemplo de jóvenes que hoy día ya no quieren hacer trabajos físicos y ante la primera orden, ya cambian de semblante y realizan las cosas con malas ganas.

Carlos Lito Duarte, el optimista del fútbol.

¿Hasta cuándo y qué se viene después?

La consulta obligada es, ¿cuánto más queda de “Lito” Duarte para que lo disfrute Guaireña? Él es consciente que el físico muchas veces le hace un ceño fruncido y lo invita a alejarse del campo de juego, pero si ya llegó hasta aquí, por qué no completar el combo y jugar la Copa Sudamericana, el último escalón en la escalera de sus sueños.

Mucho ya me preguntaron. Hasta que siente que tengo ganas. Ahora me sobra. Y claro, hasta que el cuerpo responda. La Primera es jetu’u (duro, complicado) y no te da para relajarte un día. Pero te repito, tengo esas ganas a los 38 años, muchos me dicen que soy muy caradura, pero sigo y voy para adelante”.

¿Qué hará luego del fútbol? Lo tiene bien decidido. Es cierto que tiene una ferretería y un comercial (autoservice) en su pueblo natal, Mauricio José Troche, quiere seguir ligado al deporte que tan feliz lo hizo. Eso sí, ni le pasa por la mente ser entrenador.

Aunque muchos no lo sepan, “Lito” también es profesor de Educación Física, Salud y de Ética. El primero quiere reforzar y ejercerlo el día después de colgar los botines.

No quiero ser DT, me gustaría ser preparador físico o qué, porque la nueva generación es muy complicada. Hoy en día los jóvenes son intratables. Ellos creen que saben todo. Te dicen ‘vi tal cosa en la Premier League’. ¡Pero hermano querido! Estás en el Parque del Guairá. A veces Troadio nos manda a la mierda y nos dice: ‘ahí tirá la pelota, a nadie le importa lo que hacen en Inglaterra’ y tiene razón. Por eso no creo que sea entrenador”, explica el delantero de 38 años descartando totalmente su rol como DT en el futuro.

La foto para siempre y el plantel que hizo historia para subir en Primera, en el museo personal de Lito.

Al igual que la mayoría de los jugadores del interior, Carlos Duarte también probó algunos oficios extras para sobrevivir en épocas pasadas. La albañilería fue alguna vez su especialidad, plantar caña de azúcar en su pueblo natal es casi obligatorio y él también lo aprendió.

Admiración a “Sasá”, Roque e Iván Fanco

“Lito” compartió equipo y hasta llegó a hacer dupla en el Apertura con el máximo goleador de la historia del fútbol paraguayo: Santiago Salcedo.

El respeto y admiración por “Sasá” lo resalta en cada momento, principalmente por su don de persona. Eso sí, no pierde el momento para contar algunas anécdotas y hasta cómo le bromeaba al hoy delantero de San Lorenzo.

En Guaireña guaraniete rojopy chupe (le metemos guaraní). Con algunos hablamos en castellano. A Sasá le decimos ‘oluo’ nomás porque oforza chupe (le fuerza). Pero te digo algo, es un tipazo, demasiado formidable. Aprendí mucho de él”, subraya.

También mostró su especial admiración a Roque Santa Cruz, tanto como persona y jugador. Le fascina la simpleza que tiene para definir y no paró de resaltar la humildad de un mundialista, jugador histórico de la Albirroja y campeón de la Champions League, que lo ha tratado como un amigo de toda la vida.

No olvida el momento en el que el capitán de Olimpia le regaló la camiseta sin problemas e intercambiaron palabras.

Si bien no pasa por un buen momento ahora, “Lito” quedó maravillado con Iván Franco cuando jugó contra Libertad en el Apertura. ¿Quién fue el jugador que más te sorprendió en Primera?

“Iván Franco, el chico de Libertad, es un fenómeno con la pelota en los pies. Hace demasiada diferencia, oremboresa bolitopaite (nos hizo ver todo estrellitas). Pero le ganamos jugando a lo simple”, replica inmediatamente con una sonrisa pícara.

Con 38 años, Carlos Lito Duarte es otro ejemplo para admirar e imitar. Cumplió el sueño de toda una vida de lucha. Ya jugó 28 partidos en la élite del fútbol paraguayo, convirtió 4 goles, uno de ellos, una chilena fantástica ante Cerro Porteño.

¡Qué golazo! Lito Duarte sale a festejar el empate, de chilena ante Cerro, el club grande por el cual simpatiza.

Ni siquiera la pandemia pudo arruinar su momento mágico en Primera División.

El fútbol le sigue dando una cuerda para agarrarse y estamos seguros que no es momento para soltarlo. A completar la última misión de este apasionante desafío: jugar la Copa Sudamericana.

“Yo soy consciente que le di mucho a Guaireña, pero me queda más claro que yo le debo todo a Guaireña”, firma y sentencia como última frase de este apasionante reportaje.

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