El paso de General Díaz: la historia, el "Botellón" García y los problemas

Luego de ocho temporadas consecutivas en la Primera División, se consumó matemáticamente el descenso anticipado de General Díaz. El "Aviador", empezó su aventura en la élite en 2013, y ahora todo deberá recomenzar.

En el 2012, se consagró campeón anticipado de la Intermedia, siendo puntero desde el principio hasta el fin. La campaña de 18 victorias, 6 empates y 5 derrotas, hizo que sumara 60 puntos y gane su boleto a la máxima categoría.

En su primer año (2013), sorprendió a todos: callados, pero ordenados, obtuvieron cinco triunfos de manera consecutiva, algo poco común en un recién ascendido. Además, fue líder del Apertura. Derrotó 2-1 a Capiatá, 1-0 a Olimpia, 1-0 a Luqueño, 2-0 a Sol de América, 1-0 a Guaraní y finalmente perdieron en la séptima fecha (se jugó antes que la sexta jornada) por 1-0 contra Nacional.

Tan bueno fue su año, que la institución se convirtió junto al Deportivo Capiatá, en ser los primeros "recién ascendidos" en conseguir una clasificación a un torneo internacional. En el Apertura terminó con 28 puntos en la séptima posición, mientras que el Clausura lo ubicó en el quinto lugar con 33 unidades. En total, hizo 61 puntos y dejó fuera al Decano (55 puntos) de toda competencia extranjera.

Con la clasificación a una Copa Sudamericana, la "leyenda" del "Botellón" García, empezaba a construirse... En el primer torneo del año, finalizó décimo (19 puntos) y en el Clausura mejoró su producción (séptimo con 29 puntos), pero no le alcanzó para tener roce internacional a la siguiente temporada.

La frase de Humberto García que fue "eternizada". Foto: @SomosGEN

Sin embargo, quizás lo más recordado de las "Águilas", ocurrió en el 2014...

Queda en el recuerdo

Y sí, rápidamente llegamos al imborrable recuerdo del "Qué mierda son cha'a", dicho eternizado por Humberto Garcia. Pero antes, repasar el primer partido histórico del elenco militar. Ocurrió el 20 de agosto y fue un exitoso debut: victoria 2-1 ante Cobresal en el Feliciano Cáceres, con gol de Gustavo Toranzo y otro de Robert Gamarra.

La vuelta, se disputó el 27 de agosto. Con tres hombres menos, el "Aviador" rescató un heróico empate (2-2) e hizo historia al acceder a la segunda fase de la Sudamericanas. Roberto Gamarra y Víctor Genes anotaron los tantos, pero la anécdota ocurrió después...

Gustavo Toranzo y Ángel Vera vieron la roja directa tras una insólita discusión entre ellos a los 37' y perjudicaron a su equipo. La reacción del DT Humberto García, fue la siguiente: "Ha'éna mba'épa ojapo hikuái sha'a. Qué hijos de p... son sha'a. No podés, vas ganando y sos así de irresponsable sha'a. Qué mierda son cha'a. Mba'e piko pe Ángel ndokirirînti chupe, claro que es agresión", repitió una y otra vez.

Entre la gran actuación de Bernardo Medina y el gran planteamiento táctico del "Botellón", General Díaz aguantó y sacó el billete. La expulsión de Cristian Sosa llegó al minuto 63', pero ni aún así el elenco local pudo derribar el cuadro militar.

El 10 de setiembre, nuevamente el club paraguayo dio de qué hablar. Derrotaron de visitante por 2-0 al poderoso Atlético Nacional, gracias a las dianas de Pedro Chávez y Blas Cáceres. Sin embargo, en la vuelta cayeron 3-1 de local y se despidieron con honores de su primera participación internacional, dejando la mejor imagen posible.

A seguir

Para en el 2015, tocaba volver a empezar: con el respeto ganado por parte de los otros clubes, la empatía por parte de los hinchas, había que seguir el camino. General Díaz se convirtió en una importante vidriera para los jugadores.

El comienzo no fue el mejor: otro décimo lugar con 21 unidades. Lo más llamativo de la primera etapa en campamento "aviador", es que se dio la salida de García como DT luego de cinco años al frente y tras más de 150 partidos.

En el segundo torneo del año, hubo una leve levantada; 24 puntos, en total hizo 45 puntos. No clasificó a torneo internacional alguno, pero tampoco el descenso era una preocupación. Otra vez, lo más interesante fue que el "Botellón" hizo su retorno el 31 de agosto al equipo.

Parece mentira, pero nuevamente el cuadro luqueño terminó en el décimo lugar en el Apertura: fue en el 2016 y alcanzó 24 puntos, lo cual llevó a la salida de García del banco del "General".

En el Clausura, alcanzaron la novena posición con 22 unidades. La zona roja ya era una amenaza y se logró el principal objetivo; mantener la categoría, con la tercera etapa de Humberto, quien -una vez más- fue el gran héroe y tras hacer "misión cumplida", terminó su "romance" con el club.

Mejoría

En el 2017, las cosas mejoraron un poco... Un séptimo escalafón en el Apertura con 25 puntos y una histórica cuarta posición con 35 puntos (a tan solo diez del campeón Cerro Porteño), permitieron que sea sexto en la general anual con 60 puntos y clasificaron por segunda ocasión en la Copa Sudamericana, un gran alivio económico para el ente albinegro.

Saltando al 2018, se tuvo un buen comienzo gracias al séptimo lugar y los 24 puntos sumados en el Apertura. En el segundo semestre, bajó su rendimiento y terminó en la penúltima posición con 22 unidades. Gracias a su campaña del año pasado, la zona roja no representó riesgo. Quedó a puertas de clasificar a la Sudamericana, apenas a dos puntos de Guaraní (48).

Párrafo aparte, literal para la segunda participación en la "Suda" por parte del "Aviador". Se portó en la primera ronda, empató sin goles en la ida contra el Barcelona de Ecuador. En la vuelta, Mathías Espinoza y Rogério Leichtweis le dieron la sorpresiva clasificación (2-1) al equipo entonces dirigido por Francisco Arce.

Sin embargo, nuevamente el club compatriota se fue eliminado en la segunda fase del torneo. El empate a un gol en casa contra Millonarios y la caída con goleada por 4-0 de visitante, señalaron el adiós para General Díaz. Entonces los problemas empezaron a venir y la debacle del club se hizo notable.

Foto: Archivo.

El inicio de la pesadilla

Y sí, en el 2019 todo cambió, lastimosamente para mal. Una mala administración encabezada por el presidente Jorge González, hizo que todo lo anteriormente cosechado, se venga para abajo...

Penúltimo en el Apertura con 21 puntos y una séptima ubicación en el Clausura gracias a sus 25 puntos, hicieron que se salve de milagro del descenso, tras una victoria de 4-2 a domicilio a Cerro Porteño.

Pero... Ya en el Apertura empezaron los problemas económicos con el plantel. Se recuerda como la primera medida de fuerza que el plantel no concentró para el partido contra Guaraní en abril, por atrasos en sueldos.

Con el transcurrir del tiempo, las cosas fueron empeorando. Los jugadores no entrenaban en forma de protesta, se les debía meses de sueldo... Por ejemplo, en el Clausura, incluso hubo una amenaza de no presentarse a jugar un encuentro ante Nacional y  porque lo adeudado ya rozaba cinco meses...

Foto: Archivo.

Haciendo mención en eso, se acuerda perfectamente que los integrantes de General Díaz habían hecho un comunicado presencial afirmado que si para el 6 de noviembre no se ponían al día, el Clausura iba a paro, en solidaridad de los demás colegas para con los "militares".

Al final, lograron solucionar el inconveniente y apareció un dinero salvador para evitar lo que hubiese sido una de las páginas más tristes no solo para el club, sino para el fútbol paraguayo.

La peor temporada

Y sí. El 2020 fue por lejos la peor temporada de General Díaz. Empezaron el año como terminaron el anterior: arrastrando graves problemas económicos.

Terminó en la última posición del Apertura 2020, con apenas 14 puntos cosechados. Tres partidos ganados, cinco empatados y catorce perdidos, fue la campaña del "Águila", pero en medio un sinfín de problemas.

Con la pandemia del coronavirus, las cosas se hicieron el triple de difíciles en el ente. Al momento de la cuarentena total, los funcionarios no había cobrado un solo guaraní por parte del club.

A los jugadores del plantel del año pasado, se les debía salarios y premios por haber conseguido la permanencia. Varias veces fueron para cobrar, pero el dinero jamás aparecía...

En fin, cuando el fútbol se aprestaba en hacer su retorno, General Díaz "hizo hasta lo imposible" para que no retorne. Los jugadores iniciaron una semana tarde con la pretemporada, porque no había pago. Incluso llegaron al siguiente arreglo:

El presidente Jorge González, negoció con el plantel de las “Águilas” el pago de 50% durante tres meses, que posteriormente subiría a 75% y después cerrando ya en la normalidad del salario en 100%.

Finalmente, jugaron (ganaron 2-1) y entrenaron gracias a la ayuda que vino por parte de la APF y esta a su vez de la Conmebol, más el dinero proveniente en concepto de derechos de televisión. Además, la dupla Cristian Martínez/Alfredo Cano admitió anteriormente una deuda de ocho meses cuando se produjo la salida de estos del club.

Cómo olvidar cuando el club rompió el protocolo sanitario de la APF... La institución contrató árbitros de la UFI – por ser más baratos – y rompió el protocolo que venía exigiendo a rajatabla la APF. Tal es así que su primer partido estuvo en riesgo y hasta pudo perder por walkover, pues los futbolistas debían hacerse las pruebas y esperar los resultados, que recién estaría un día antes del juego.

El equipo de la ciudad de Luque utilizó árbitros fuera del protocolo para disputar un partido amistoso entre sus equipos A y B. Hacerle los test a toda la delegación, le costó a la APF unos 30 millones de guaraníes. El caso incluso llegó hasta el Tribunal Disciplinario, pero la cosa no pasó a mayor relevancia.

General Díaz propuso un amistoso entre sus equipos A y B, pero contrató árbitros no autorizados por la APF. Foto: Club General Díaz.

También se viene a la mente cuando la institución envió una lista de tan sólo 16 jugadores a la dirección médica de la APF, para la toma de muestras prevista para en ese entonces sábado 6 de junio.

A raíz de la falta de pago, varios futbolistas de la institución se vieron obligados a realizar otras actividades diferentes al fútbol, como el caso de Marcos Gamarra que se dedica a la albañilería y también a la venta de empanada. Mientras, su compañero Diego Vera apuesta a la venta de masas dulces.

Foto: Archivo.

Rogelio Delgado, presidente de Futbolistas Agremiados del Paraguay (FAP), fue el encargado de entregar un aporte solidario para el grupo de cerca de 35 jugadores del plantel profesional del Águila. Ese aporte se hizo luego de una colecta entre colegas. Cada uno percibió un millón de guaraníes para paliar el mal momento atravesado.

Diego Vera, uno de los eficientes jugadores, tuvo que empezar a vender algunas camisetas que intercambió con varios de sus ídolos de Olimpia y Cerro Porteño, que quería conservar para mostrar alguna vez a sus hijos.

Marcos Gamarra tuvo que trabajar de albañil para mantener a su familia por falta de pago de su exclub, General Díaz.

Jugadores como Roque Santa Cruz, Richard Ortiz, Paulo Da Silva, Nelson Haedo, Marcos Cáceres, Sebastián Ferreira, Édgar Benítez, entre otros, se habían comunicado con referentes del plantel de General Díaz para asistir.

Bueno. Pasando al Clausura, de hecho asumieron que ya estaban prácticamente descendido y los jugadores solamente juegan para mostrarse. Ya en la séptima fecha, el "Águila" consumó su descenso. Hasta el momento, solamente acumula un partido empatado, el resto los perdió todos.

Vidriera de jugadores

Es el momento de cerrar este extenso artículo del recorrido de General Díaz en la Primera División. Culminamos con algo positivo: los técnicos de renombre que pasaron (Aldo Bobadilla y Francisco Arce), el estadio que fue usado en Sudamericanos, Copa Libertadores Sub 20 e histórico partido de la la Albirroja femenina contra la mundialista Argentina.

Antonio Bareiro. Foto: Archivo.

En el "General", explotaron jugadores como Antonio Bareiro, quien incluso llegó a la selección absoluta. Mathías Espinoza, el arquero Miguel Martínez (también llegó a la Albirroja absoluta), Aldo Maíz, Álvaro Campuzano, Sergio Bareiro, Alberto Espínola, Enzo Giménez, Bernardo Medina, Gustavo Noguera, Hugo Fernández y otros...

Ah, y no olvidar la transferencia de Enrique Borja a Argentinos Juniors. El "Bicho" adquirió el 50% de los derechos sobre el jugador compatriota Enrique Borja en nada más y nada menos que 1.400.000 dólares, con una firma de contrato por cuatro temporadas y media, en ese entonces.

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La experiencia del paraguayo que jugó en el equipo del "Patrón" Bermúdez

Luis Fernando Rodríguez Barrios, es un futbolista paraguayo que juega de delantero, actualmente en el Club Deportivo Futbolistas Asociados Santanecos, conocido como FAS.

Él comentó sus experiencias en todos los clubes donde jugó y algunos inconvenientes que se le presentaron en su lucha por salir adelante.

Ya tiene un recorrido importante en el fútbol. Se inició profesionalmente en Nacional, ganó experiencia en el extranjero, especialmente en Colombia, también un paso breve por Costa Rica, donde conoció al “Patrón” Bermúdez que presidía el club donde jugó.

Pero no todo fue color de rosa en su carrera, pues de militar en equipos importantes del exterior, volvió a nuestro país, pero a clubes de ascenso. Su perseverancia y lucha le valieron para una nueva oportunidad en el extranjero.

El recordado ex futbolista colombiano Jorge Hernán Bermúdez, más conocido como “el Patrón” era el presidente del club La U Universitarios de Costa Rica (2018), cuando nuestro compatriota llegó como refuerzo a ese club.

El ‘Patrón’ Bermúdez me apreciaba mucho y quedó encantado por mi rendimiento, conste que no jugué muchos partidos porque se retrasó mi habilitación”, recordó.

Luis Rodríguez. Foto: Gentileza.

Lastimosamente, tuve un pequeño impasse con él (Bermúdez), a consecuencia de que había un club (Cartaginés) interesado en mi concurso, pero la cláusula de rescisión era muy alta (400 mil dólares) y no se pudo negociar. Le comenté que era una buena oportunidad en mi carrera y que me dejara ir, pero no cedió. Desde ese momento, creo que se molestó conmigo”, comentó.

Tenía un año más de contrato con (La U Universitarios), posteriormente el club se atrasaba con los salarios y ya no quería seguir, hasta que rescindí por esos inconvenientes. Volví a Paraguay y comencé de cero jugando en equipos de la División B", rememoró.

Tras varias idas y venidas pegó el salto, ya que de jugar en club de la tercera categoría de nuestro país (24 de Setiembre de Areguá), emigró a Centroamérica (El Salvador), primeramente en el club Jocoro de Primera División, pero debido a su buen desempeño, lo fichó El Deportivo FAS. Este club es conocido, no sólo porque es unos de lo más grandes de ese país, sino porque jugó la final de la Copa Interamericana con Olimpia en 1980.

Luis Rodríguez.

Recorrido

Formó parte del plantel de Nacional que disputó la final de la Copa Libertadores (2014), aunque no le tocó jugar. Su primera salida al exterior fue en Colombia (2015) para el Deportivo Pereira, cedido a préstamo de Nacional. A su retorno, pasó a Trinidense (2016) y ese año el “Triqui” ascendió a la Primera División.

Su segunda experiencia internacional fue en Costa Rica (2018) en La U Universitarios, de manera transitoria. Luego de recorrer por algunos clubes del ascenso de nuestro país (como Presidente Hayes y 24 de Setiembre), este año llegó a El Salvador, contratado por el club Jocoro de Primera División, donde jugó el primer semestre. Para el segundo torneo del año fichó por el Deportivo FAS, uno de los clubes tradicionales de El Salvador.

No rendirse

En otro momento de la charla contó que nada en la vida es fácil, pero que uno no debe rendirse. Como experiencia de vida pasó por situaciones negativas, pero que no le impidieron seguir.

“Se me cerraron muchas puertas, pero nunca me rendí, el éxito está en perseverar y tener mucha fe, creer en uno mismo. Me pasaron cosas raras, unas de ellas fue cuando tenía todo acordado con un club de Argentina y al llegar allá cambiaron las cosas y tuve que retornar”, explicó.

“También en otra oportunidad me salió una oferta de fichar por un club mexicano, pero también no se pudo dar porque me faltaba un documento. Quizás fueron malas decisiones, pero que al final dejan enseñanzas”, reflexionó.

Distancia y añoranza

El delantero lleva casi un año sin compartir con su familia, puesto debido a la pandemia no viajaron para acompañarle su esposa e hija.

“Fue muy dura la cuarentena para mí, estar encerrado por mucho tiempo sin el calor de la familia es bastante complicado. Afecta mucho afectivamente y quizás eso me está impidiendo conseguir un rendimiento mayor. Les extraño a todos, pero si las cosas mejoran mi familia vendrá el próximo año”, expresó.

El delantero paraguayo Luis Rodríguez. Foto: Gentileza.

“Estar encerrado mucho tiempo, sólo y sin hacer nada es muy aburrido, eso me pasó durante la cuarentena. Pese a que me considero fuerte mental y espiritualmente igual me afectó y eso se refleja en la competencia, ya que aún no estoy llegando al nivel que tuve en el primer semestre del año”, acotó el futbolista.

Por: Daniel Arévalos.

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Trabajó en una estancia, se recuperó y ahora triunfa en una exótica liga

Hugo Alexis Oviedo Jara de 27 años de edad, es u delantero paraguayo nacido en Caaguazú, quien tras superar una delicada lesión (rotura del tendón de Aquiles), volvió a jugar.

Más de un año estuvo fuera de las canchas y en un momento pensó que ya no podría jugar. Estudiaba el último año de Licenciatura en Contabilidad, eso le ayudó para trabajar como administrativo en una estancia en el Chaco.

En charla con VERSUS, comentó el trance que tuvo que sortear para retomar la carrera de futbolista, además de hacer un recuento en los clubes donde le tocó jugar y alguna experiencias a nivel internacional. Actualmente milita en el club Deportivo Municipal Limeño, club de Primera División de El Salvador.

“Cuando sufrí la lesión en el tendón de Aquiles, pensé que ya no volvería a jugar. Estuve parado un año y cinco meses. De verdad pasé muy mal, tuve que irme al Chaco a trabajar en una Estancia. Ingresé como administrativo gracias a mis conocimientos de administración y contabilidad porque en aquel entonces estaba cursando el último año de Licenciatura en Contabilidad”, explicó.

Me encargaba de las facturaciones y planillas entre otras cosas. La Estancia ‘La Madrugada’ queda bastante lejos en el Chaco, como a 280 kilómetros de Filadelfia. Al salir de la oficina me dedicaba por entero a mi recuperación porque mi deseo íntimo era volver a jugar”, agregó.

Hugo Oviedo. Foto: Gentileza.

“Cuando vine a casa en un feriado largo (Semana Santa), un día fuimos a jugar con algunos amigos en una canchita. Después un señor me preguntó si quería jugar en una Liga de Misiones, le dije que tuve una lesión y que todavía no estaba bien recuperado, me respondió que igual, necesitaba un delantero".

"Acepté y jugué dos meses en la Liga de Misiones, hasta que recibí una llamada del profesor Rivera (Eduardo) para jugar en Corrales nuevamente, la segunda rueda (en el 2019) de la Intermedia”, refirió.

El Salvador le salvó

De la Intermedia a Centroamérica, fue el salto que pegó Oviedo en ésta temporada. “El año pasado jugando en RI3 Corrales en la División Intermedia en el último partido frente al 12 de Octubre, me vieron unos representantes de jugadores y me propusieron la posibilidad de venir a El Salvador, pero no pensé que se concretaría tan rápido”, subrayó.

Entonces fui a jugar (en diciembre 2019) a un club que se llama San Roque de Puente Kyjha (Departamento de Canindeyu), que disputaba la pre Copa Paraguay, pero se dio esta posibilidad y en enero (2020), me integré al club Municipal Limeño”, resaltó.

Convivencia en medio de la pandemia

Como parte del protocolo sanitario debido a la pandemia del Coronavirus, los jugadores del Municipal Limeño conviven en una casa club (un lugar tipo hotel), donde concentran para evitar contacto con personas externas.

“Por la pandemia el club alquiló la casa club, es una casa grande como un departamento donde vivimos todos juntos unos 15 jugadores y queda cerca del estadio donde entrenamos, es destinado para los jugadores que viven lejos del club y que necesitan viajar para llegar a las prácticas”, remarcó.

Hugo Oviedo.

“Es un lugar tranquilo, la convivencia es muy buena y cada habitación es para dos personas. De aquí nos vamos a los entrenamientos y volvemos aquí, nadie puede ir a su domicilio”, agregó.

Antes de la competencia, Hugo Oviedo compartía una casa con otro compatriota (Samuel Giménez), quien también llegó esta temporada y juega en el mismo equipo.

Hugo Oviedo.

“El club (Municipal Limeño) no es de lo más grande, pero siempre está peleando en los primeros lugares del campeonato. Es de la ciudad de Santa Rosa de Lima, en la afuera de la capital. Aquí la temperatura es bastante alta, ronda los 45 grados, es un calor seco en gran parte del año, ahora es época de lluvia y el calor se vuelve húmedo”, señaló.

Oviedo Jara lleva marcado tres goles en el torneo salvadoreño, en los últimos juegos se ha destacado y es uno de los referentes de su equipo. Tiene contrato con Municipal Limeño hasta junio del 2021.

Inicio y trayectoria

El atacante hizo las formativas en el club Tembetary de la capital y jugó varios partidos, aunque posteriormente se corroboró que nunca figuró en los registros del club. Por eso su primer fichaje (2010) fue en RI3 Corrales (Liga Paranaense), según afirmó el propio futbolista.

Estando en Corrales, fuimos a jugar un partido amistoso en el complejo Salvador Cabañas y me vio la señora María Lorgia (ex esposa de Salvador Cabañas) y consiguió que fichara por el Audax Italiano en Chile en el 2011, por un año. Luego volví a nuestro país y jugué en Cristóbal Colón de Ñemby (2013/14), ascendimos a Intermedia ese año”, prosiguió el jugador.

Hugo Oviedo, en su época de jugador del Audax Italiano.

“Posteriormente pasé al Deportivo Capiatá (2015) integrando la categoría Reserva, pero no por mucho tiempo porque viajé a México (2016) y estuve en el club Coyote de Tlaxcala, filial de Pachuca donde jugué por un año”.

“En el 2017 volví al Deportivo Capiatá, pero me lesioné (rotura del tendón de Aquiles), fue en un entrenamiento y estuve casi un año y medio sin jugar”, comentó.

Apuesta a una granja

El ofensivo planifica una futura inversión: al respecto piensa construir una granja, motivado por un familiar que se dedica a ese rubro con buenos resultados.

“Más adelante estamos pensando con la familia crear una pequeña granja, una gallinería. Un familiar se dedica a ese rubro en Caaguazú y me anima a invertir porque es un producto que tiene mucha salida porque se consume bastante. Además una cooperativa local compra todo lo que se produce y resulta rentable”, acotó.

Por: Daniel Arévalos.

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