La experiencia del paraguayo que jugó en el equipo del “Patrón” Bermúdez
Luis Fernando Rodríguez Barrios, es un futbolista paraguayo que juega de delantero, actualmente en el Club Deportivo Futbolistas Asociados Santanecos, conocido como FAS.
Él comentó sus experiencias en todos los clubes donde jugó y algunos inconvenientes que se le presentaron en su lucha por salir adelante.
Ya tiene un recorrido importante en el fútbol. Se inició profesionalmente en Nacional, ganó experiencia en el extranjero, especialmente en Colombia, también un paso breve por Costa Rica, donde conoció al “Patrón” Bermúdez que presidía el club donde jugó.
Pero no todo fue color de rosa en su carrera, pues de militar en equipos importantes del exterior, volvió a nuestro país, pero a clubes de ascenso. Su perseverancia y lucha le valieron para una nueva oportunidad en el extranjero.
El recordado ex futbolista colombiano Jorge Hernán Bermúdez, más conocido como “el Patrón” era el presidente del club La U Universitarios de Costa Rica (2018), cuando nuestro compatriota llegó como refuerzo a ese club.
“El ‘Patrón’ Bermúdez me apreciaba mucho y quedó encantado por mi rendimiento, conste que no jugué muchos partidos porque se retrasó mi habilitación”, recordó.

“Lastimosamente, tuve un pequeño impasse con él (Bermúdez), a consecuencia de que había un club (Cartaginés) interesado en mi concurso, pero la cláusula de rescisión era muy alta (400 mil dólares) y no se pudo negociar. Le comenté que era una buena oportunidad en mi carrera y que me dejara ir, pero no cedió. Desde ese momento, creo que se molestó conmigo”, comentó.
“Tenía un año más de contrato con (La U Universitarios), posteriormente el club se atrasaba con los salarios y ya no quería seguir, hasta que rescindí por esos inconvenientes. Volví a Paraguay y comencé de cero jugando en equipos de la División B“, rememoró.
Tras varias idas y venidas pegó el salto, ya que de jugar en club de la tercera categoría de nuestro país (24 de Setiembre de Areguá), emigró a Centroamérica (El Salvador), primeramente en el club Jocoro de Primera División, pero debido a su buen desempeño, lo fichó El Deportivo FAS. Este club es conocido, no sólo porque es unos de lo más grandes de ese país, sino porque jugó la final de la Copa Interamericana con Olimpia en 1980.

Recorrido
Formó parte del plantel de Nacional que disputó la final de la Copa Libertadores (2014), aunque no le tocó jugar. Su primera salida al exterior fue en Colombia (2015) para el Deportivo Pereira, cedido a préstamo de Nacional. A su retorno, pasó a Trinidense (2016) y ese año el “Triqui” ascendió a la Primera División.
Su segunda experiencia internacional fue en Costa Rica (2018) en La U Universitarios, de manera transitoria. Luego de recorrer por algunos clubes del ascenso de nuestro país (como Presidente Hayes y 24 de Setiembre), este año llegó a El Salvador, contratado por el club Jocoro de Primera División, donde jugó el primer semestre. Para el segundo torneo del año fichó por el Deportivo FAS, uno de los clubes tradicionales de El Salvador.
No rendirse
En otro momento de la charla contó que nada en la vida es fácil, pero que uno no debe rendirse. Como experiencia de vida pasó por situaciones negativas, pero que no le impidieron seguir.
“Se me cerraron muchas puertas, pero nunca me rendí, el éxito está en perseverar y tener mucha fe, creer en uno mismo. Me pasaron cosas raras, unas de ellas fue cuando tenía todo acordado con un club de Argentina y al llegar allá cambiaron las cosas y tuve que retornar”, explicó.
“También en otra oportunidad me salió una oferta de fichar por un club mexicano, pero también no se pudo dar porque me faltaba un documento. Quizás fueron malas decisiones, pero que al final dejan enseñanzas”, reflexionó.
Distancia y añoranza
El delantero lleva casi un año sin compartir con su familia, puesto debido a la pandemia no viajaron para acompañarle su esposa e hija.
“Fue muy dura la cuarentena para mí, estar encerrado por mucho tiempo sin el calor de la familia es bastante complicado. Afecta mucho afectivamente y quizás eso me está impidiendo conseguir un rendimiento mayor. Les extraño a todos, pero si las cosas mejoran mi familia vendrá el próximo año”, expresó.

“Estar encerrado mucho tiempo, sólo y sin hacer nada es muy aburrido, eso me pasó durante la cuarentena. Pese a que me considero fuerte mental y espiritualmente igual me afectó y eso se refleja en la competencia, ya que aún no estoy llegando al nivel que tuve en el primer semestre del año”, acotó el futbolista.
Por: Daniel Arévalos.