Trabajó en una estancia, se recuperó y ahora triunfa en una exótica liga
Hugo Alexis Oviedo Jara de 27 años de edad, es u delantero paraguayo nacido en Caaguazú, quien tras superar una delicada lesión (rotura del tendón de Aquiles), volvió a jugar.
Más de un año estuvo fuera de las canchas y en un momento pensó que ya no podría jugar. Estudiaba el último año de Licenciatura en Contabilidad, eso le ayudó para trabajar como administrativo en una estancia en el Chaco.
En charla con VERSUS, comentó el trance que tuvo que sortear para retomar la carrera de futbolista, además de hacer un recuento en los clubes donde le tocó jugar y alguna experiencias a nivel internacional. Actualmente milita en el club Deportivo Municipal Limeño, club de Primera División de El Salvador.
“Cuando sufrí la lesión en el tendón de Aquiles, pensé que ya no volvería a jugar. Estuve parado un año y cinco meses. De verdad pasé muy mal, tuve que irme al Chaco a trabajar en una Estancia. Ingresé como administrativo gracias a mis conocimientos de administración y contabilidad porque en aquel entonces estaba cursando el último año de Licenciatura en Contabilidad”, explicó.
“Me encargaba de las facturaciones y planillas entre otras cosas. La Estancia ‘La Madrugada’ queda bastante lejos en el Chaco, como a 280 kilómetros de Filadelfia. Al salir de la oficina me dedicaba por entero a mi recuperación porque mi deseo íntimo era volver a jugar”, agregó.

“Cuando vine a casa en un feriado largo (Semana Santa), un día fuimos a jugar con algunos amigos en una canchita. Después un señor me preguntó si quería jugar en una Liga de Misiones, le dije que tuve una lesión y que todavía no estaba bien recuperado, me respondió que igual, necesitaba un delantero”.
“Acepté y jugué dos meses en la Liga de Misiones, hasta que recibí una llamada del profesor Rivera (Eduardo) para jugar en Corrales nuevamente, la segunda rueda (en el 2019) de la Intermedia”, refirió.
El Salvador le salvó
De la Intermedia a Centroamérica, fue el salto que pegó Oviedo en ésta temporada. “El año pasado jugando en RI3 Corrales en la División Intermedia en el último partido frente al 12 de Octubre, me vieron unos representantes de jugadores y me propusieron la posibilidad de venir a El Salvador, pero no pensé que se concretaría tan rápido”, subrayó.
“Entonces fui a jugar (en diciembre 2019) a un club que se llama San Roque de Puente Kyjha (Departamento de Canindeyu), que disputaba la pre Copa Paraguay, pero se dio esta posibilidad y en enero (2020), me integré al club Municipal Limeño”, resaltó.
Convivencia en medio de la pandemia
Como parte del protocolo sanitario debido a la pandemia del Coronavirus, los jugadores del Municipal Limeño conviven en una casa club (un lugar tipo hotel), donde concentran para evitar contacto con personas externas.
“Por la pandemia el club alquiló la casa club, es una casa grande como un departamento donde vivimos todos juntos unos 15 jugadores y queda cerca del estadio donde entrenamos, es destinado para los jugadores que viven lejos del club y que necesitan viajar para llegar a las prácticas”, remarcó.

“Es un lugar tranquilo, la convivencia es muy buena y cada habitación es para dos personas. De aquí nos vamos a los entrenamientos y volvemos aquí, nadie puede ir a su domicilio”, agregó.
Antes de la competencia, Hugo Oviedo compartía una casa con otro compatriota (Samuel Giménez), quien también llegó esta temporada y juega en el mismo equipo.

“El club (Municipal Limeño) no es de lo más grande, pero siempre está peleando en los primeros lugares del campeonato. Es de la ciudad de Santa Rosa de Lima, en la afuera de la capital. Aquí la temperatura es bastante alta, ronda los 45 grados, es un calor seco en gran parte del año, ahora es época de lluvia y el calor se vuelve húmedo”, señaló.
Oviedo Jara lleva marcado tres goles en el torneo salvadoreño, en los últimos juegos se ha destacado y es uno de los referentes de su equipo. Tiene contrato con Municipal Limeño hasta junio del 2021.
Inicio y trayectoria
El atacante hizo las formativas en el club Tembetary de la capital y jugó varios partidos, aunque posteriormente se corroboró que nunca figuró en los registros del club. Por eso su primer fichaje (2010) fue en RI3 Corrales (Liga Paranaense), según afirmó el propio futbolista.
“Estando en Corrales, fuimos a jugar un partido amistoso en el complejo Salvador Cabañas y me vio la señora María Lorgia (ex esposa de Salvador Cabañas) y consiguió que fichara por el Audax Italiano en Chile en el 2011, por un año. Luego volví a nuestro país y jugué en Cristóbal Colón de Ñemby (2013/14), ascendimos a Intermedia ese año”, prosiguió el jugador.

“Posteriormente pasé al Deportivo Capiatá (2015) integrando la categoría Reserva, pero no por mucho tiempo porque viajé a México (2016) y estuve en el club Coyote de Tlaxcala, filial de Pachuca donde jugué por un año”.
“En el 2017 volví al Deportivo Capiatá, pero me lesioné (rotura del tendón de Aquiles), fue en un entrenamiento y estuve casi un año y medio sin jugar”, comentó.
Apuesta a una granja
El ofensivo planifica una futura inversión: al respecto piensa construir una granja, motivado por un familiar que se dedica a ese rubro con buenos resultados.
“Más adelante estamos pensando con la familia crear una pequeña granja, una gallinería. Un familiar se dedica a ese rubro en Caaguazú y me anima a invertir porque es un producto que tiene mucha salida porque se consume bastante. Además una cooperativa local compra todo lo que se produce y resulta rentable”, acotó.
Por: Daniel Arévalos.