De vender quiniela y trabajar en la chacra a ser un gran goleador

Hoy día en Once Caldas, Roberto Ovelar Maldonado, nació en Curuguaty, departamento de Canindeyú, es origen humilde, pero de gran convicción para abrirse camino en la vida. Desde pequeño trabajó duro en la chacra con su padre y hermanos.

También vendía frutas, dulces y hasta quinielas, pero lejos de que aquellos significaran un prejuicio, fueron experiencias de vida que lo impulsaron a salir adelante con un amplio carácter de superación. En contacto con VERSUS, compartió su historia, desde lo difícil que fue su inicio hasta su consagrado presente.

Hoy vive otra realidad porque hizo del fútbol una profesión y una oportunidad para cambiar el rumbo de su vida, ya que su talento le fue abriendo paso al éxito. En toda su extensa carrera, registra más de 114 goles.

“Búfalo” no olvida sus raíces, es más es orgulloso de sus esfuerzos y sus sacrificios que lo empujaron a ser una buena persona y un futbolista exitoso. Cuando visita a sus padres, recorre la chacra y reviven los recuerdos de su niñez.

“Mi padre fue un líder social perseguido en su momento por el gobierno, todos los líderes sociales luchaban por un pedazo de tierra para cultivar hasta que consiguieron en un lugar denominado Yby Pyta (Canindeyú)”, rememoró.

Roberto "Búfalo" Ovelar en la chacra. Foto: Gentileza,

“En ese lugar crecimos con mis hermanos, comenzamos a cultivar mandioca, poroto, maíz, tabaco entre otros. Por la mañana íbamos a la escuela, por la tarde a trabajar en la chacra. Al final de la tarde, nos juntábamos cerca de un arroyito donde dejábamos a un lado nuestra azadas y jugábamos al fútbol”, comentó.

“Cuando tenía 14 años nos mudamos a ciudad Presidente Franco (Alto Paraná), somos una familia numerosa (4 hermanos varones y 5 mujeres), allí me tocó vender banana y dulces por la calle, también vendía quiniela, todo era para superarme a mí mismo y ayudar a la familia”, dijo.

“Luego fueron mejorando las cosas, siempre me gustó el deporte, ciertamente me costó mucho aguantar para llegar a ser un futbolista profesional. Mis padres no pudieron ayudarme económicamente, pero sí en la parte humana”, agregó.

“En ciudad Presidente Franco, me vio jugar un señor (Alberto Ortega), me llevó a su casa para vivir y a alimentarme mejor. Me proveyó todas las cosas que necesitaba para entrenar. Posteriormente jugué el Campeonato Nacional de Interligas por la selección de Hernandarias y luego por el seleccionado de Ca’arendy, salimos campeones (2004), de ahí vine a Asunción”, prosiguió.

Roberto Ovelar junto a su familia. Foto: Gentileza.

“En el 2005 llegué a Cerro Porteño, jugué algunos partidos en la Sub 20, dirigido por Hugo Caballero, rápidamente pasé a la Primera, cuando eso el técnico fue Gustavo Costas. Vivía bajo las graderías del club, en la vieja ollita. En esa oportunidad me ayudó mucho Hugo Caballero para integrarme. No es fácil venir del interior y meterte a otro ambiente”, señaló el atacante.

Recorrido profesional

“Jugué muy poquito en nuestro país, en Cerro Porteño un año (2006/2007), luego me prestaron y casi toda mi carrera la desarrollé en el exterior. En Colombia ya llevo (jugando) seis años, en Perú estuve cinco años, en Chile un año, también pasé por México casi un año y en Olimpia seis meses”, explicó.

“Los mejores momentos de mi carrera fueron jugando por el Júnior (en Colombia 2014/2017), también tuve un buen paso marcando muchos goles en Perú jugando por Alianza Lima (2009/2011). En realidad en todos los clubes donde estuve, siempre di lo mejor de mí”, apuntó.

“Ahora estoy muy contento aquí en Once Caldas, me respetan, me hacen sentir importante y eso es muy bueno para trabajar de manera tranquila. No sé qué puede pasar más adelante, quiero seguir jugando, mi contrato termina en diciembre”, adjuntó.

“No le cierro la puerta a ningún club, (incluyendo a Olimpia a pesar de la mala experiencia). Es cuestión de analizar, estudiar y tomar una decisión con más tranquilidad, sobre todo pensando en el bienestar de la familia”, refirió.

Fugaz paso por Olimpia

Una de las contrataciones del Olimpia en el año 2019 fue la llegada del “Búfalo” Ovelar. El goleador tuvo que rescindir su contrato con el Millonarios (Colombia) para volver al país con la intención, de primero de volver a jugar en el país y estar rodeada de la familia.

“Estaba en Millonarios en ese entonces, surgió la posibilidad de irme al Olimpia y creo que tomé una decisión apresurada, pero son situaciones que ocurren en la vida, pensando que es la correcta. Había considerado que en mi país jugué muy poco, era una oportunidad de retornar para estar cerca de la familia pensando en un futuro retiro”, expresó.

“Mi contrato fue por dos años, pero a los seis meses tomé la decisión de salir porque no jugaba. En realidad no hubo inconvenientes con el técnico, sí me hubiera gustado que me dijera de frente que no contaría conmigo. Porque el jugador no es sólo lo futbolístico, también se debe ver el lado humano”, tiró Ovelar.

El paraguayo Roberto "Búfalo" Ovelar. Foto: @Dimayor

“No obstante, Olimpia cumplió conmigo como tiene que ser, no tengo nada en contra de la institución. Es más, me sirvió como una experiencia, algún día cuando sea entrenador me gustaría mucho tener en cuenta la parte humana”, remarcó.

Selección

Pese a ser un extraordinario goleador, “Búfalo” no ha tenido mucha oportunidad de vestir la selección nacional. Fue llamado una vez para un juego amistoso.

“Fui convocado una vez cuando el técnico era Gustavo Morínigo para un partido amistoso que se jugó en los Estados Unidos. Estaba en Millonarios (de Colombia). Fue una experiencia muy linda, después ya no tuve oportunidad de integrar la Albirroja”, admitió el delantero.

Si todavía mantiene la ilusión de ser parte de la selección pese a su dilatada trayectoria, dijo. “Ahora hay un nuevo proceso donde la mayoría son jóvenes y hay buenos delanteros, ni en mis mejores momentos no me llamaron; pero de todas maneras no descarto. Me gustaría, pero cada vez veo más lejano eso (la convocatoria) de todas maneras uno no pierde la esperanza”, subrayó.

Origen del apodo

“Lo del ‘Búfalo’ surgió en Cerro Porteño estando en la Sub 20, me decían ‘Toro’, porque chocaba con todo lo que estaba por delante en la cancha. Una vez estando ya en Primera, en un entrenamiento choqué con un compañero y él se llevó la peor parte, se levantó y me dijo, pero eres un ‘Búfalo’, no un ‘Toro’, de ahí en adelante me quedé con ése apodo”, sentenció.

Por: Daniel Arévalos.

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Medina: su picardía, la rebaja que no aceptó y la satisfacción con la Albirroja

El arquero Bernardo Medina milita actualmente en el club Atlético Grau de la Primera División del fútbol peruano, donde es figura y titular fijo. Él contó a VERSUS sus recorridos por los distintos clubes y su sorpresiva salida de Mushuc Runa de Ecuador el año pasado.

El pintoresco golero además comentó que su estilo de no apurar las reposiciones de las jugadas cuando su equipo está en ventaja, es una picardía y muchas veces consentidos por los árbitros. También habló de su paso por la selección nacional y su presente en el Perú.

“Estuve seis meses por el fútbol ecuatoriano en el Mushuc Runa (2019), es un equipo que había ascendido recién a Primera y jugó Copa Sudamericana, es de la ciudad de Ambato, queda como a tres horas (en avión) de Quito”.

“Salí mal de ese club porque tuve un inconveniente con el presidente de la institución (Luis Alfonso Chango), me quiso descontar el 20 por ciento de mi salario. Lógicamente eso me molestó porque no figura en el contrato”, destacó Medina.

“El presidente es una persona muy especial, se enojó porque el equipo perdió unos partidos y quiso multarnos con un descuento en el salario. Entonces conversé con el gerente deportivo del club y rescindí el contrato a los seis meses (tenía acuerdo por un año) porque me pareció injusto y no estaba de acuerdo. Felizmente me pagaron todo lo que me correspondía”, resaltó.

“No obstante, mi paso por el fútbol ecuatoriano fue bueno, especialmente en los primeros meses de mi estadía en el Mushuc Runa. Recuerdo un partido frente a Unión Española en Chile por Copa Sudamericana, tuve una muy buena actuación y muchos destacaron mi trabajo. También en el torneo local, pero posteriormente el equipo sufrió una caída en su rendimiento”, explicó.

Bernardo Medina, arquero paraguayo del Atlético Grau.

“Fue la única vez que salí de esa manera de una institución, porque en todos los clubes donde jugué nunca tuve inconvenientes con ningún dirigente, ni entrenadores, siempre salí por la puerta grande”, señaló.

Este año llegó al Atlético Grau, club que subió ésta temporada a la Primera División. Su contrato es hasta fin de año y espera terminar de la mejor manera el campeonato. Allí es capitán del equipo.

“Estoy cómodo en éste club, con mucha regularidad, ciertamente es un equipo recién ascendido y por lo tanto está peleando su permanencia. Uno siempre espera lo mejor”, dijo.

Medina tuvo su inicio en el club Libertad debutando en Primera División en el 2009 de la mano del técnico argentino Javier Torrente. Obtuvo dos campeonatos, Torneo Clausura 2010 y 2012.

Luego pasó a General Díaz (2013/2016), donde jugó por tres temporadas, también militó en Sportivo Luqueño (2018) y tuvo dos ciclos en el Deportivo Capiatá, primero en 2017 y luego en el 2019.

Los partidos en Lima

A consecuencia de la pandemia, la Federación Peruana de Fútbol como parte del protocolo sanitario decidió que todos los partidos de Primera División se disputen en la capital del país. Eso implica que los clubes del interior se encuentran instalados en Lima y permanecerán hasta la finalización del torneo.

“El club Atlético Grau tiene su sede al norte de la capital, en una ciudad que se llama Piura y es uno de los 15 clubes que está en Lima donde juega sus partidos. La localía se define por sorteo”, expresó.

“Considero que la medida de concentrarse en la capital es acertada, porque de esa manera se evitan los viajes permanentes. Hay que tener en cuenta que son cinco nada más los clubes que son de Lima, el resto (15), del interior de país”, añadió.

Paso por la selección

“Tuve cuatro convocatorias a la selección nacional para partidos amistosos, la primera en el 2009 cuando el técnico era Tata Martino, después en el 2014 con el profesor Víctor Genes y posteriormente en el 2017 con Chiqui Arce en dos ocasiones”, remarcó Medina.

“El DT Víctor Genes fue quien me dio la oportunidad de debutar en la selección en un juego amistoso frente a China. Fue en el 2014 cuando jugaba en General Díaz. Ya tengo la satisfacción de haber vestido la Albirroja”, apuntó.

Mucha picardía

Una de las características de éste arquero es la de "consumir" los segundos cuando su equipo está en ventaja, pero lo hace con mucha naturalidad y picardía que los árbitros en muy pocas ocasiones le llaman la atención por ese hecho.

“Aunque muchos no consideran así, creo que es una picardía, pero simplemente hago mi trabajo y a la vez sirve para un breve respiro. Es más, muchas veces el propio árbitro me dice que no apure mucho la reposición, como dando a entender que ellos (los jueces) también necesitan oxigenarse un poco”, acotó.

Por: Daniel Arévalos.

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Joven sobresaliente: arquero, bombero, salvavidas y estudiante en el colegio

La edad no viene con la madurez. Eso una vez más se comprueba en este caso. Lejos de los vicios, salidas nocturnas o algún otro despiste en su vida, Ángel Romero es un joven sobresaliente y ejemplo a seguir.

A sus cortos 17 años de edad, el arquero asoma en la Reserva del Deportivo Capiatá. Según él, la pandemia "atajó" lo que iba a ser el inicio de una prometedora carrera: la titularidad en el fútbol.

Sin embargo, Romero no solamente se destaca bajo los tres palos. Heredó algo de su familia: valentía. Varios de sus seres queridos son bomberos y él no se quedó atrás. Además, empezó a trabajar como salvavidas en un hotel y antes de la pandemia, iba a la noche a su último año de colegio.

En entrevista exclusiva a VERSUS, el "Ángel" de mucha gente contó que hace dos años está en el Escobero, anteriormente tuvo un paso por Nacional y que la escuela de fútbol lo hizo en Cerro Porteño.

"Todo empezó cuando nos fuimos para ver para inscribirnos con mi mamá en setiembre, ella es bombero también. Nos fuimos capacitando y hasta juramos juntos. Estuve en los incendios de Ypacaraí, Nueva iItalia, Areguá y Cateura", empezó diciendo.

El valiente hombre estuvo 22 días en la unidad de rescate y extinción de Capiatá. "Estuve tres semanas, me tomé dos días libres (un fin de semana). Trabajo de 8 de mañana a seis de la tarde y practico miércoles y viernes a las 14:00 y los viernes a las 9 de la mañana. Hablaré con mi jefe para que vaya a practicar y después volver al trabajo. Entro a las 8 de la noche (como bombero) y son doce horas de guardia", afirmó.

El guardameta indicó que "no ganaba nada todavía" en el fútbol, pero que la suspensión le vino en su "mejor momento, cuando iba a ser titular otra vez. Un miércoles vino la pandemia y el viernes teníamos que viajar a Encarnación", manifestó el golero que tiene como ídolo a Alfredo Aguilar y que sueña con jugar en el extranjero y en la selección paraguaya.

Sobre su especialidad como bombero, explicó que: "Ahora mismo es todo de incendio, pero me gustaría hacer el curso de rescate vertical, que es el rescate de altura. En Cateura estuvimos desde las doce del mediodía hasta casi la medianoche", expresó el profesional al que le gustaría estudiar mecánica automotriz en la universidad.

Por: Daniel Miranda (@dani_miranda96).

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