Pasan los días, abundan los comunicados, declaraciones y hasta tiroteos verbales, pero hasta el momento nadie asumió la responsabilidad del papelón ocurrido con las pruebas de los jugadores del 12 de Octubre y Guaraní, más los auxiliares de Sportivo San Lorenzo.
El jueves pasado debía reiniciar el fútbol paraguayo, pero a horas del primer partido pautado, apareció un informe de la APF, detallando cerca de 50 casos positivos y sospechosos (indeterminados) de COVID-19. En el 12 de Octubre aseguran haber detectado 35 personas del plantel profesional con el virus, algo que llamó la atención de todos y fue la mecha que generó el gran incendio, que ahora comienza a quemar hasta al Ministerio de Salud.
Hay que aclarar que un laboratorio privado recogió las muestras y el IICS (Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud) fue el que procesó dichas tomas.
La mayoría de los jugadores del equipo itaugueño se realizaron nuevas pruebas en laboratorios privados, por cuenta propia y muchos de los que dieron positivo en principio, tuvieron resultados negativos.
La APF solicitó volver a realizar las pruebas de COVID-19 unos días después, pero esta vez en el Laboratorio Central del Ministerio de Salud. Los resultados fueron totalmente distintos al primero. Solamente 3 futbolistas fueron detectados con el virus y 32 salieron "limpios", algo que generó todo tipo de comentarios, ya que también mancha al Ministerio de Salud.
El Jefe Médico de la APF, Gerardo Brunstein, habló de varios hipótesis, pero tampoco sabe con seguridad y el o los responsables siguen sin aparecer.
Las pruebas las tomó un laboratorio privado, que según Brunstein, es pagado por el titular de la APF,Robert Harrison. Las tomas son analizadas en el IICS. La Asociación argumenta que solamente publicó lo que le comunicó el Instituto de Investigaciones de la UNA.
Muchos protagonistas en la escena, pero ninguno asumió la responsabilidad hasta el momento...
La APF y el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (IICS) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) dejarán de trabajar en conjunto para las pruebas del nuevo coronavirus, en el marco del regreso del fútbol local.
Trascendió la "ayuda" de Robert Harrison para abaratar costos, pero que ahora termina luego del escándalo.
Según explico, el Dr. Gerardo Brunstein, Jefe Médico de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), todo el equipo médico y los reactivos fueron donados por el presidente Robert Harrison, por eso los costos fueron asumibles y salieron gratis hasta ahora para todos los 12 clubes.
Pero, por el manoseo que sufrieron la APF y el IICS luego del escándalo de los más de 50 casos positivos de Covid-19, el contrato queda prácticamente roto y ahora trabajarán con laboratorios privados, pese a que esto supondrá un costo mayor, cerca de cinco veces más.
"Va a costar aproximadamente entre 120.000 y 150.000 dólares al mes al fútbol paraguayo", precisó -en contacto con la radio 1020 AM- el Dr. Gerardo Brunstein, Jefe Médico de la APF. Pasando al cambio actual, el gasto de cada 30 días para realizar las pruebas del Covid-19, será de entre 850 y 1.000 millones de guaraníes
El escándalo de los más de 50 casos positivos de Covid-19 que postergaron el reinicio del fútbol local, tiene como gran consecuencia el fin de la relación entre Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) y el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (IICS) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).
El Dr. Gerardo Brunstein, Jefe Médico de la APF, contó que todos los insumos y el equipo médico eran donados por el presidente Robert Harrison, indicó además que no están conformes con el manejo y ahora trabajarán con laboratorios privados.
"El equipo médico y los reactivos fueron donados por el presidente de la APF (Robert Harrison), por eso los costos son asumibles para la APF y salieron gratis hasta ahora para todos, pero ayer el presidente me dijo que esto ya no va a ser así porque no le gusta cómo se manejó este tema y que se va a recurrir a laboratorios privados aunque sea más caro", explayó -en contacto con la radio 1020 AM- el Dr. Gerardo Brunstein, Jefe Médico de la APF.
Aseguró que es grande la tendencia de terminar el contrato atendiendo el nivel de manoseo que sufrieron tanto la APF como el IICS.
Precisó que el convenio entre ambas instituciones, incluía un dinero bajo el concepto de ayuda, también de una paga por cada test, agregando la donación de un equipo médico y los reactivos.
"Todas las muestras las tomó personal de la APF. Al IICS, siempre le remiten las muestras. No había una capacidad para la toma de muestras y como nosotros no somos un laboratorio entonces buscamos el personal y contratamos unos bioquímicos recomendados e hicimos una capacitación en el Laboratorio Central del Ministerio de Salud", mencionó.
