Los calzados Air Jordan desgastados se venden por un récord de US$ 560.000 

Nueva York, Estados Unidos | AFP

Un par de zapatillas Air Jordan usadas en un juego por Michael Jordan se vendieron este domingo por 560.000 dólares en la casa de subastas Sotheby's, un récord histórico para calzado de baloncesto.

Las zapatillas blanca, negras y rojas, fabricadas para Jordan en 1985 y autografiadas por la leyenda de la NBA, destronaron a un par de "Moon Shoe", que se vendió en julio de 2019 por 437.000 dólares, también en Sotheby's.

La última venta reflejó el aumento del valor de mercado que experimentan los objetos identificados con la superestrella de baloncesto retirada, desde el lanzamiento de "The Last Dance" (El Ultimo Baile), un documental de ESPN/Netflix que narra la saga de Jordan y sus Chicago Bulls.

También confirma que las zapatillas deportivas tienen un lugar de privilegio en el mundo de los coleccionistas, tanto para los ricos como entre los más tradicionales.

El par de Air Jordan 1 dentro del esquema de color "Chicago", el modelo más emblemático de su generación, superó fácilmente el estimado de preventa de Sotheby's era de 100.000 a 150.000 dólares.

El Air Jordan 1 es el primer modelo creado especialmente por Nike para Michael Jordan. El jugador los usó en su primera temporada en la NBA.

"Creo que las Air Jordan 1 son las zapatillas más icónicas de todos los tiempos", dijo el vendedor y coleccionista Jordan Geller a la AFP al comienzo de la venta.

"Son tan reconocibles y evocan tanta nostalgia, que creo que les da un atractivo muy especial. El hecho de que estas zapatillas fueran usadas por Michael Jordan las lleva a otro nivel", añadió.

A diferencia de los Air Jordan 1, los "Moon Shoes" vendidos el año pasado nunca se habían usado.

Antes de la venta del domingo, el récord de calzado deportivo usado por un atleta fue cuando el británico Roger Bannister se convirtió en la primera persona en correr una milla en menos de cuatro minutos en 1954 con ellas.

Las mismas fueron compradas por 409.000 dólares por un coleccionista anónimo en 2015 en una subasta en Christie's en Londres.

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El fútbol ruso ya tiene fecha de retorno

El campeonato ruso de primera división de fútbol, suspendido a mediados de marzo en el marco de la lucha contra la pandemia del coronavirus, se reanudará el 21 de junio, anunció la federación de este país (RFS), última ilustración del lento desconfinamiento que está llevando la nación.

"La temporada de primera división se reanudará el 21 de junio", indicó la RFS en un comunicado en Twitter, un anuncio que llega cuando Rusia se convirtió esta semana en el segundo país más afectado en el mundo en número de contagios por el COVID-19.

"Los partidos que quedan se reanudarán sin espectadores, ya que las limitaciones sobre la celebración de los eventos de masa siguen en vigor", precisó Serguei Priadkin, presidente de la liga rusa.

"Haremos lo necesario para que exista la mayor seguridad posible de todos los participantes en la competición", añadió.

Rusia decidió ir levantando lentamente las medidas de confinamiento que funcionan desde finales de marzo, estimando que la situación epidemiológica mejora y que el alza importante del número de casos detectados es el resultado de su política de test masivos y no de una propagación acelerada del virus.

La mortalidad en Rusia sigue siendo baja, comparada a otros países, con 2.418 fallecimientos, aunque han aparecido críticas sobre la veracidad de este balance.

Rusia explicó esta baja mortalidad en que cuenta solo las muertes cuya causa primera en el coronavirus, cuando otros países incluyen la totalidad de los muertos que han dado positivo.

Las autoridades rusas dicen también que la epidemia llegó más tarde al país, y tuvieron más tiempo para preparar sus hospitales y desarrollar los test.

En Europa, la Bundesliga de Alemania será este sábado el primer campeonato importante en reanudarse, a puerta cerrada.

Ligas más modestas como Serbia y Turquía la seguirán, respectivamente, el 30 de mayo y el 12 de junio.

España planea un "regreso a la competición en junio", según la Liga.

En Italia, ninguna decisión sobre la reanudación ha sido tomada por ahora.

Por su parte, Francia y Holanda anunciaron la suspensión definitiva de sus temporadas.

Moscú, Rusia | AFP

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Ramón Carosini, de Varadero a la cima como el mejor del mundo

Por Oscar Distéfano 

oscar.distefano@gruponacion.com.py

Aprovechando una breve pausa en su incesante trajinar como médico traumatólogo del Hospital FREMAP, de Madrid, España, donde ejerce su profesión desde hace ya 31 años, VERSUS contactó con uno de los mejores jugadores de todos los tiempos del fútbol de salón de nuestro país y de todo el mundo.

Sus antecedentes como salonista hablan por sí solo; Militó en los clubes paraguayos Don Bosco, Humaitá y Coronel Escurra, fue considerado el mejor jugador del Mundial de España 1985, tras lo cual fichó por el Interviú Lloyd's, ahora Inter Movistar, de Madrid, España, donde jugó 15 años y se retiró en el 2000. En 1988 fue elegido como el mejor jugador del Mundial FIFUSA que se jugó en Australia, y dónde la Albirroja logró su primer título como campeón del mundo, al derrotar en la final al poderoso Brasil. En la previa a esta primera consagración albirroja, fue galardonado como máximo goleador del Mundial de 1982 que se jugó en Brasil, con 11 goles; mientras que en el Mundial de 1985, en España, repitió como goleador con 16 anotaciones. Cerró su carrera como salonista en filas del club Olimpia de Paraguay.

Hablamos de Ramón Mario Carosini Ruiz Díaz, alías "Monchi", quién a casi 59 años de su nacimiento, mantiene vivo sus recuerdos como morador del barrio Jara de Asunción, desde dónde más tarde junto con toda su familia emigraría al barrio Varadero; "Somos una familia muy numerosa, mis padres que se llamaban Máximo y Alicia, tuvieron 14 hijos, y cuando yo nací eramos 11 hermanos vivos, mi hermano mayor Alejandro falleció hace unos años y ahora somos 10. El único que está fuera del país soy yo. Nací en barrio Jara, a calles del club Olimpia y a una del club Tacuary, mi equipo era Tacuary y después era el Olimpia. Mi hermano mayor jugaba en Tacuary"; recordó Carosini desde la lejana Madrid.

Ya instalado en el barrio Varadero, donde desde pequeño tenía por costumbre perderse en las calurosas siestas asuncenas para acercarse hasta las instalaciones del club Cardenal Mindszenty, con el único propósito de descifrar la magia envolvente de salonistas de la talla de un Tulio Aquino, "Cachito" Morel, Roberto Nuzzarello, Inocencio Ruiz Díaz, y "Cachito" Díaz, entre otros.

"Mi carrera como tal, la empecé desde muy pequeño, como yo digo, con partidos so'o, que en mi barrio eran muy competitivos. Jugué siempre en el barrio Varadero, cuna del club Cardenal Mindszenty, que era para nosotros como el San Alfonso para Martín Barrientos y para los hermanos Ruiz Díaz. Allí teníamos a nuestros ídolos como "Chito" Morel, pero de quién más aprendí de chico, era de quién siempre sobresalía en el grupo, Tulio Aquino; agregó.

En sus inicios, Ramón reconoció que el fútbol de salón no tuvo la exclusividad, ya que a su paso por un renombrado colegio de Asunción, practicó y abrazó otros deportes; "Yo soy exalumno salesiano; en el Monseñor Lasagna era donde a nosotros nos estimulaban mucho en los deportes; jugábamos vóley, fútbol de salón, fútbol de campo, baloncesto. El profesor Ramón Giménez no nos centraba solamente en un deporte, sino que en la variedad hacía la formación integral del deportista. Ya en la Universidad jugando para Medicina, jugaba fútbol de salón, fútbol de campo y vóley. A mí se me recuerda mucho por el fútbol de salón, pero también tuve la suerte de colaborar con esos otros deportes, y tampoco lo hacía tan mal, porque al lado de mi casa estaba el club Río de la Plata, que era un club de vóley donde siempre jugábamos nuestro partido so'o; como siempre a hora de la siesta".

Sin embargo, el destino con su cruel manía de torcer los anhelos más firmes, le tenía trazado un camino paralelo que nunca lo llevaría a defender la casaca de su querido Cardenal Mindszenty; "Nooo, desgraciadamente no, el Cardenal Mindszenty era un equipo de mucha categoría, estaban Tulio Aquino, "Cachito" Morel, Roberto Nuzzarello, Inocencio Ruiz Díaz, el famoso "Cachito" Díaz, Ortíz, era un equipazo; mi ilusión fue siempre llegar ahí. Yo jugué en Monseñor Lasagna y después pase al equipo de exalumnos que se llamaba Don Bosco, que jugaba en la categoría B. Ahí jugamos todos los hermanos, porque todos íbamos al mismo colegio. Y llegó el momento en que los cuatro hermanos, Félix, Francisco, Alberto y yo; fichamos por el club Humaitá"; donde "Monchi" recuerda con añoranza al entrenador Domingo Benítez.

"De Don Bosco pasamos a Humaitá, los cuatro hermanos. Mi hermano Félix, que es el mayor, que también es médico ginecólogo, para mí era de la categoría de "Chito" Morel, Nuzzarello, todos ellos. Él era una de mis referencias porque era muy habilidoso, técnico, jugaba con las dos piernas, quitaba, era increíble; pero por su carrera se retiró y no jugó más. Con él compartí los seis años de la Facultad, compitiendo en los torneos universitarios. Francisco, fue goleador durante  varias temporadas mientras jugábamos en Humaitá, el tercero es Alberto y luego yo, que era el más pequeño. Yo empecé en el arco, porque famoso como era el más chico de todos, cuando se armaba el equipo me decían, vos al arco... (risas). De Humaitá pasé a Coronel Escurra, que nos fichó a los tres hermanos; Francisco, Alberto y a mí, donde estuvimos hasta que yo me vine aquí (España)"; prosiguió Ramón.

Los "galácticos" de San Alfonso

Días atrás en una entrevista con VERSUS, el profe Luis Martín Barrientos, lo había catalogado como uno de los mejores salonistas del mundo; "Era un jugador completo en todos los puestos, incluso hasta como arquero. Fue muy respetado por todos nosotros; un gran referente, jugador humilde con una gran personalidad. Hasta ahora no encontré a nadie como él”.

A estas palabras del profe Barrientos, Monchi respondió: "Que venga eso de una persona como él; de un futbolista como él, "che mo pirimba" (me da piel de gallina), porque para mí, Martín es mi maestro, yo tuve la suerte de competir, contra, y no jugar con estos jugadores de San Alfonso, que eran de otra galaxia, porque tenían un entrenador y tenían una técnica y una táctica brutal, que en sus giras cada vez alimentaban más su formación, y eran muy competitivos. Realmente, o vos te superabas personal y colectivamente, o no podías competir con ellos. Y nosotros con Humaitá tuvimos la suerte de competir y jugar finales contra ellos, no los pudimos ganar claro, porque eran mejores. Dentro de esa espectacularidad, por lo menos yo puedo presumir que mi hermano salía goleador, porque Lucho González y aquí no puedo ser objetivo porque todavía les considero amigos, si me preguntan quién es mejor, es como ahora dicen Pelé o Messi, si Pelé es amigo mío voy a decir Pelé; quién es el mejor lateral derecho o el mejor lateral izquierdo, te voy a decir Martín Barrientos; o el mejor arquero, te voy a decir Lucho González, pero no por nada; porque yo también le tuve a Oscar Romero Imbert, que jugó el Mundial de 1982, que tenía una fuerza mental terrible, que era capaz de motivarte a vos como compañero y de hundirle al rival. Y Lucho González tenía un saque, yo creo que estratosférico, porque donde ponía el ojo, él te ponía la pelota".

La previa al título de 1988

En cuanto al título logrado por la Albirroja en Australia 1988 tras derrotar a Brasil en la final por 2-1, Carosini, hizo honor a los seleccionados albirrojos que les precedieron, el de 1982 donde Paraguay fue vicecampeón, y el de 1985, donde Paraguay fue tercero; "Yo sí tengo que ser justo con la proyección del fútbol de salón paraguayo, porque todo el mundo habla del 1988, pero yo creo que empezamos en el 82, porque ahí hubo una jugada que marcó el partido, que fue una falta ensayada que me dejan la pelota a mí, doy en el travesaño, y del rebote nosotros hacemos falta, y Jackson nos hace el gol y perdimos la final. Y acá yo hablo de que perdimos, no de que nos ganó Brasil, siempre digo eso".

"Esta misma historia se repite aquí en Bilbao, en 1985, cuando jugamos la semifinal contra Brasil y nos valía solo el empate; la mentalidad de intentar no perder contra Brasil nosotros ya la habíamos perdido, no queríamos ni empatar, lo que queríamos era ganar a Brasil, pero se repite la jugada, balón al travesaño y del rebote viene Douglas y nos hace el gol. Entonces, tuvimos que jugar por el tercer puesto con Argentina en el Palacio de los Deportes, y aquí te voy a hablar de Martín. Estando en el vestuario tengo una anécdota que todo el mundo de nuestro grupo lo sabe y que yo siempre lo hago público; Martín dijo; "cómo no vamos a ser campeones, que de aquí salga el goleador; yo me salgo, entra Mario y que Monchi vaya arriba". Yo metí siete goles, y en ese partido me estaban viendo los de Interviú, que la semana anterior me habían hablado diciéndome que ya contaban conmigo. Gracias a la intercesión de Pedrito García, quién habló con mis padres comentándoles que era un equipo serio y que aquí yo tenía futuro, pude quedarme. Por eso Pedrito es para mí, mi ángel, sino, yo no era capaz de convencer a mis padres de quedarme, ya que estaba terminando mi carrera. Él habló personalmente con mis padres, y es más, se ofreció a quedarse conmigo, para Paraguay era una noticia brutal, quedarse un periodista a vivir dos jornadas con un salonista paraguayo, también les supuso un notición y a mí una bendición, porque permitió que me quedara".

Retomando el hilo del Mundial de 1985, Monchi comentó el desenlace de la anécdota; "En ese partido por el tercer puesto con Argentina estaba toda la gente de Interviú, que fue mi equipo de toda la vida aquí en España, y el entrenador. Hasta este partido, el español Agustín Sanz quién se perfilaba como goleador del Mundial, me sacaba dos goles, iba dos goles por encima, y dijo en las gradas; "Yo no creo que meta tres goles en un mundial"; pero metí siete y ya fui inalcanzable para él. Mis compañeros me dijeron no sabes como te odió  Agustín".

¡Campeones Mundiales!

Toda esta previa, cada intervención de la selección, cada amistoso, hizo que tengamos una fuerza brutal a nivel mental, sobre todo con la preparación que llegamos a Australia, ahí llegamos bien fuertes. En los octavos perdimos contra Brasil y nos tocó semifinales contra España, que les ganamos, y que era una alegría por el triunfo pero una tristeza por la derrota, porque media selección española eran compañeros míos de equipo. Y bueno eso se supera cuando le ganas a Brasil la final. Y que no te enteras de lo que has conseguido hasta que te llegas a Paraguay, con todo el mundo esperándote, tu familia, como te reciben; luego vienes aquí a España donde tuvo una connotación mucho más importante porque era a nivel mundial que España quedó tercera, y que el goleador del mundial era un español. Cada vez que pasan los años como ahora mismo, te da más emoción todavía".

En otro momento, Ramón comentó como vivió sus quince años en filas del Interviú de España; "Quiero recordar dos cosas; en el 85 cuando fiché por Interviú y me retiré en el 2.000. Yo hice de jugador y entrenador en toda la historia del fútbol sala español. Como DT teníamos que ganar siete partidos para entrar a los play offs, y si ganábamos diez eramos campeones; ganamos siete, perdimos el primer partido del play offs, ganamos el segundo contra el Zaragoza y el último partido perdimos, tampoco podía ser tan perfecto. Y luego, un año hice de entrenador puro. Yo tuve la oportunidad de cerrar mi carrera en Paraguay, me dieron permiso aquí (en España), y jugué unos tres meses en Olimpia. Yo venía de vacaciones y teóricamente no podía ni jugar partido so'o, pero bueno, eso era imposible en Paraguay".

Actualmente se desempeña en el servicio de traumatología de uno de los más prestigiosos centros médicos de Madrid; "Soy médico traumatólogo desde 1989 en el hospital FREMAP, es una mutua de accidente laboral, es puramente traumatológico. Cuando me contrataron aquí, el dueño de mi club que se llama José María García, quién era un periodista de renombre mundial, preguntó cuales eran mis condiciones, yo le dije que quería trabajar en un hospital de traumatología. Me dijo, te voy a dar con el mejor y me llevó con el Dr. Pedro Guillén, quién ahora es director del hospital CEMTRO".

Ficha personal

Nombres: Ramón Mario

Apellidos: Carosini Ruiz Díaz

Fecha de nacimiento: 31-Agosto-1961

Lugar de nacimiento: Asunción

Edad: 58 años

Esposa: Teresa Fleitas

Hijos: Marco, Hugo, Ivo y Andrea

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