Juan José Zapag, actual vicepresidente de Cerro Porteño, editó un nuevo episodio de la "guerra" contra el representante brasileño, Regis Marques, empresario de jugadores que casi siempre realiza fuertes declaraciones contra la gestión económica del ex mandamás del Ciclón.
Zapag no guardó nada, calificó al empresario de "farsante" y dejó un consejo de seguir trabajando en Olimpia.
"Él (representante Regis Marques) no existe. Es un farsante. Es un empresario que lastimosamente tiene micrófono", expresó -en contacto con la radioemisora 650 AM- Juan José Zapag, vicepresidente de Cerro Porteño.
Dijo que Marques "no sirve para nada y tiene demasiado tiempo para criticar". Añadió que tiene la intención de confundir a la gente, "vive de esto, existe mucho vividores en el fútbol, este es uno de ellos", puntualizó.
Finalmente, recordó al empresario brasileño el "método" de trabajo de la institución azulgrana y además dejó un "especial" mensaje citando al club Olimpia. "Cerro Porteño no es un negocio, que él (representante Regis Marques) siga facturando en la vereda de enfrente", subrayó.
Marco Trovato, presidente de Olimpia, opinó sobre la salida de los Zapag de Cerro Porteño. El directivo que “revivió” al Decano, mostró admiración una vez más por su par azulgrana y dijo que los ciclos se cumplen, mostrando su apoyo a Juan José principalmente, con el que mejor relación tiene.
En charla con Universo 970 AM, el titular franjeado dijo estar de acuerdo plenamente con la decisión de Zapag y lo mismo hará él al fin de su mandato. “Yo comparto 100 %. Yo fui el que cambié el estatuto del Olimpia, por ejemplo. Solamente 4 años, más reelección de una vez. Antes en el Olimpia eso era de la reelección era indefinida. Hasta 8 años máximo y luego dar un paso al costado. Los clubes no son propiedad de una persona”, afirmó Trovato.
Dijo además que “le comprendo (a Zapag) cuando dice que está desgastado. Esto es muy cansador. A mí me pasa lo mismo”, señaló el titular decano, quien asegura que los clubes deben también formar a los futuros directivos, así como se hace en las divisiones inferiores del fútbol.
Todo esto fue en referencia a la salida de Juan José Zapag, quien anunció que dejará la directiva de Cerro Porteño a finales del 2021, pues asegura que fue suficiente tiempo estar al mando del Ciclón y piensa que es hora de que asuma gente nueva.
Para los olimpistas, hablar de Mauro Caballero significa recordar automáticamente el penal que le dio a Olimpia la tercera Copa Libertadores, allá por el 2002. El propio Mauro rememora aquel momento con mucha felicidad y también con una anécdota bastante particular.
Tras la derrota 1-0 en Asunción y la victoria 2-1 en el Pacaembú, Olimpia y Sâo Caetano, definían al campeón de América desde la tanda de penales. Esta se desarrolló de manera normal hasta el quinto penal de la serie (el tercero de los brasileños), cuando Marlon mandó el balón por encima del travesaño. Rodrigo López adelantó al Decano y tras el fallo de Serginho, la definición quedó en los pies del histórico delantero.
"Cuando el rival falla ese penal, automáticamente se me abre el mundo y siento un alivio...", recuerda Mauro en conversación con la 1120 AM. En aquella Copa, Caballero era el cuarto penalero de Olimpia, el último era Juan Carlos "Choco" Franco. "... De repente, se me acerca 'Choco' a pedirme que falle el penal así él mete el último y se consagra", agrega entre risas.
"Durante la larga caminata venía hablando con mi viejo, pidiéndole que me ayude y me guíe en ese momento. En mi mente yo ya había decidido dónde le iba a pegar y eso no iba a cambiar. Lo único que quería es ver la red moviéndose y salir a festejar ", contó.
Olimpia había accedido a la final también a través de la definición por penales, ante Gremio en Porto Alegre. En esa tanda, Mauro pateó el cuarto penal y se lo atajaron. Pero el juez lo hizo repetir por adelantamiento del portero gaúcho. El segundo tiro se pateó casi 45 minutos después, luego de que un dirigente de Gremio haya ingresado al campo de juego a increpar al árbitro.
Pero Caballero asegura que aquel momento de ninguna manera influyó mental o psicológicamente para el penal decisivo en el Pacaembú.
"No era momento para pensar o acordarse de eso. De ninguna manera se me pasó por la cabeza lo que había ocurrido en Porto Alegre", aseguró.
Además de darle la tercera Copa Libertadores, Mauro Caballero ganó la Recopa un año después con el Decano. Con 107 goles fue durante mucho tiempo el máximo anotador del fútbol paraguayo.
