Por Luis Irala
En la tarde del domingo 16 de febrero de 1992, la selección paraguaya de fútbol Sub 23 conseguía, en el Defensores del Chaco, la histórica primera clasificación a unos Juegos Olímpicos. Aquel día, la Albirroja empataba 0-0, con Uruguay y ganaba el título Preolímpico que le daba el boleto a Barcelona 92. La fase que terminaría con el único título de una selección paraguaya Sub 23 empezó a finales de 1991, con los primeros llamados y entrenamientos. Estuvieron al frente del proceso Sergio Markarián, en la función de director general de selecciones, Joaquín Yugovich, como director técnico, Pedro Fernández, asistente, el preparador físico Cándido Duarte y el médico Porfirio Benítez Musa. El presidente de la entonces Liga Paraguaya de Fútbol era Jesús Manuel Pallarés.
El 16 de febrero de 1992, la igualdad de 0-0 ante los charrúas dio la alegría mayor a los aficionados presentes en el Defensores del Chaco y la selección preolímpica, que pasó de estar casi eliminada a ser la mejor del Preolímpico.
Paraguay integró el grupo A, compuesto además por Brasil, Colombia, Perú y Venezuela. En los cálculos previos se descontaba la clasificación de Brasil al cuadrangular definitorio y aparecía Colombia como el rival a vencer para acceder a las finales. Perú y Venezuela, que completaban el grupo no opondrían tanta resistencia. La serie B integraron Ecuador, Uruguay, Argentina, Chile y Bolivia. Los dos primeros de cada grupo accedían al cuadrangular final, que se disputó todos contra todos y el campeón y el vice fueron a los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
La última jornada clasificatoria, disputada la noche del domingo 9 de febrero, empezó mal para la Albirroja. En la doble programación, a primera hora el combinado compatriota empataba ante los colombianos 0-0 y quedaba al borde de la eliminación. Los cafeteros estaban en el cuadrangular final. A segunda hora, Brasil debía enfrentar a la débil Venezuela. Un triunfo por cualquier marcador dejaba a la verdeamarilla en el tramo decisivo.
El milagro sucedió
Luego de la igualdad con Colombia, la salida del plantel albirrojo del estadio de Sajonia fue en total silencio. Los aficionados en general abandonaron decepcionados el coliseo. Para el segundo encuentro de la jornada, el estadio quedó semivacío. Solo un triunfo, o empate venezolano ante Brasil podía clasificar a Paraguay a la fase final. Para que eso ocurra se necesitaba más que un “milagro”. Se descontaba el triunfo que clasificaría a Brasil, más aun teniendo en cuenta que Venezuela llegaba a la última ronda sin haber conseguido tan siquiera un empate, ya que había perdido en sus tres presentaciones anteriores y sin marcar tanto alguno.
Pero en el fútbol también existen los “milagros” y Brasil no pudo ganar, consiguiendo solo empatar a duras penas (1-1). Paraguay y Brasil terminaron con cinco puntos en la llave A, pero clasificó la Albirroja por mejor diferencia de goles.
Listos para dejar el hotel
Tiempo después, el propio Markarián contó cómo se desarrolló aquella noche que empezó mal y que terminó con Paraguay clasificado a las finales del torneo: “Fue impresionante el trayecto del Defensores a la sede de concentración (Hotel Itá Enramada). Nadie decía nada, ningún reproche. Parecía que todos estábamos con la mente en blanco. Llegamos y cuando los jugadores estaban empacando para abandonar el encierro, marca Venezuela el primer gol del partido. Junto con Yugovich, estábamos elaborando el discurso final, dejamos todo de lado y nos sentamos junto al plantel para presenciar el partido. Al final, con el empate y la clasificación asegurada, festejamos con un brindis, cenamos y los jugadores se fueron felices a sus habitaciones. Empezaba todo de nuevo, estábamos con la moral alta y podía pasar cualquier cosa”. El plantel había recobrado la confianza y por primera vez Barcelona parecía estar al alcance de las posibilidades de la Albirroja.
Cinco técnicos de primera
Al terminar sus respectivas carreras como jugadores activos, solo cuatro del plantel monarca tuvieron la oportunidad de dirigir a un club de Primera División. Celso Ayala, Francisco Arce, Jorge Campos, José Saturnino Cardozo y Hugo Marcelo Ovelar son los privilegiados. Ese plantel formado por Sergio Markarián y Joaquín Yugovich dejó un gran legado al fútbol paraguayo. No solo por el título conquistado, que fue el único logrado hasta ahora por una selección preolímpica, sino que también por haber sido la base de la selección que regresó a los mundiales, en Francia 98, luego de 12 años de ausencia.
Privilegios para nadie
Las cosas fueron simples y claras desde el primer día. Los repatriados llegaban de todas partes, pero nadie tendría privilegios. La primera charla al plantel del cuerpo técnico encabezado por Markarián fue así: “Acá no hay jugadores de Olimpia o de Cerro Porteño, ni futbolistas que vienen del exterior. El lugar en el equipo no está asegurado para nadie, eso lo va a determinar el rendimiento de cada jugador en cada entrenamiento y en los partidos. Queremos que estén preparados para jugar 90, 30 o 15 minutos y cuando entran traten de ser el mejor del encuentro”. El mensaje fue bastante convincente y los que vinieron del exterior, como Rubén Martín Ruiz Díaz, César Velázquez, Guido Alvarenga, Gustavo Neffa y José Saturnino Cardozo fueron los que más ganas ponían en las prácticas.
Curiosidades
16 al exterior -Antes del Preolímpico del 92 solo cinco jugadores militaban en el fútbol del exterior; Rubén Martín Ruiz Díaz, César Velázquez, Guido Alvarenga, Gustavo Neffa y José Saturnino Cardozo fueron los repatriados. Luego de aquel título emigraron Celso Ayala, Osvaldo Peralta, Carlos Gamarra, Andrés Duarte, Ricardo Sanabria, Francisco Arce, Hugo Ranulfo Sosa, Hugo Marcelo Ovelar, Jorge Campos, Julio César Yegros, Arsenio Benítez. De la lista de los 20, triunfaron en el exterior 16 atletas.
15 en la absoluta -Del plantel campeón, 15 jugadores fueron con el tiempo integrantes de la selección absoluta; Rubén Martín Ruiz Díaz, Celso Ayala, Andrés Duarte, Osvaldo Peralta, Carlos Gamarra, Ricardo Sanabria, Hugo Ranulfo Sosa, Guido Alvarenga, Francisco Arce, Hugo Marcelo Ovelar, Gustavo Neffa, Jorge Campos, Julio César Yegros, Arsenio Benítez y José Saturnino Cardozo, tuvieron el honor de vestir La Albirroja mayor.
Carlos Gamarra -El zaguero Carlos Gamarra es el único futbolista paraguayo en disputar dos Juegos Olímpicos. Además del jugado en Barcelona 92, fue también protagonista de la medalla de Plata lograda en Atenas 2004. “El Colorado” fue capitán en los dos torneos.
Francia 98 -De aquella plantilla, ocho estuvieron en el Mundial de Francia 98. Ellos fueron el arquero Rubén Ruiz Díaz, Celso Ayala, Carlos Gamarra, Guido Alvarenga, Francisco Arce, Jorge Campos, Julio César Yegros y José Saturnino Cardozo.
Cuatro sustituidos -Del equipo campeón preolímpico no fueron tenidos en cuenta para los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, Julio Leiva, Jorge Brítez, Hugo Marcelo Ovelar y José Saturnino Cardozo. Fueron sustituidos por Juan Ramón Jara, Harles Bourdier, Francisco Ferreira y Mauro Caballero.
FUENTE: La Nación, edición impresa
