Aquella noche del 15 de agosto del 2001, Roberto Carlos había intentado anotar algún gol rematando desde todos los ángulos, pero sin éxito y no faltaron las provocaciones mutuas.

Al término del encuentro el lateral brasileño se acercó a “Chila” y este le recibió con un "salivazo", justo frente a las cámaras de la TV. Al día siguiente esas imágenes recorrieron el planeta y llegaron hasta la FIFA, que consideró inadmisible la reacción del golero paraguayo.

El mayor ente del fútbol mundial, quería darle una sanción ejemplar al arquero. Tuvieron en cuenta que Chilavert era reincidente, ya que en las eliminatorias anteriores, para Francia 1998, había agredido de un puñetazo a la cara del colombiano Faustino Asprilla, que le costó al golero cuatro encuentros de suspensión.

Faltaban cuatro fechas para la culminación de las eliminatorias y lo más lógico hubiera sido que Chilavert sea penado dentro del selectivo.

Pero la FIFA demoró en aplicar una sanción y Chilavert disputó las fechas 15ª y 16ª frente a Bolivia y Argentina. La APF tenía la esperanza de que el castigo sea leve y que el capitán sea suspendido nada más que por los dos cotejos que faltaban para que concluya el selectivo, contra Venezuela y Colombia.

Justo el día anterior al cotejo frente a Venezuela, por la 17ª jornada eliminatoria, que se jugó en la Ciudad de San Cristóbal, el 8 de noviembre del 2001, llegó el veredicto de la FIFA y que era lapidario. Chilavert fue suspendido por cuatro encuentros, a cumplirse solo en partidos oficiales. O sea que empezaría con el par de cotejos faltantes de las eliminatorias y si Paraguay clasificaba al Mundial, se completaba con los dos primeros duelos de la fase de grupos. De esa manera, el golero solo podría jugar el lance final de la llave, en donde La Albirroja ya podría llegar eliminada. La FIFA prácticamente dejaba sin Mundial al líder de la selección paraguaya.

La APF, apoyado por la Conmebol realizó la apelación y luego de intensas gestiones se logró reducir la sanción. De los cuatro partidos iniciales, la pena quedó en tres y de esa manera Chilavert solo se perdería el debut, frente a Sudáfrica, en el Mundial de Corea – Japón 2002.

Fuente: Luis Irala.

Como pocas veces desde que se alejó de la dirigencia, el expresidente de Olimpia, Marcelo Recanate, habló de todo un poco. Entre lo más destacado, recordó el alto monto -en ese entonces- que tuvo que pagar para que Pablo Zeballos fiche por Olimpia en el 2011, proveniente del Ciclón.

"Él jugaba en Cerro y habrá sido uno de los fichajes más altos del fútbol local. Pagamos un millón de dólares por Pablo Zeballos, que le entregué en su totalidad en un cheque", aseguró Recanate a la radioemisora 730 AM.

En otro punto, indicó lo que fue más difícil al iniciar su mandato: "No fue nada fácil. Olimpia se había acostumbrado a ser un equipo de mitad de tabla para abajo en esos once años y el hincha había perdido el entusiasmo. Volver a darle el entusiasmo a la gente costó mucho y conseguir ese campeonato (2011) no fue fácil, se hizo un gran esfuerzo ", se sinceró Marcelo.

Por otra parte, no se olvidó de la gente que no le quería. "Yo defendí los intereses del club Olimpia, era mi función como presidente, nada más. Generé enemigos, bueno, una pena pero yo solo hice mi trabajo", afirmó el extitular del Franjeado.

También, contó porqué no pudo estar en el decisivo juego ante el Atlético Mineiro. "Yo me enfermé, hice un esfuerzo muy grande por armar aquel gran equipo dirigido por Almeida. Durante los dos años que estuvimos, armamos un buen equipo y gracias a Dios llevamos a la final de la Libertadores. Si no tenía ese problema de salud, iba a estar en esa final", lamentó el exdirigente.

Miguel Ángel Benítez volvía al fútbol paraguayo en el 2002, luego de 14 años en España. Venía de brillar en el Atlético de Madrid, Espanyol, entre otros equipos. “Peque” habló de cómo fue su vuelta y lo difícil que fue arreglar con Olimpia.

El exmediocampista de la Albirroja contó en charla con la 780 AM la anécdota cuando fichó por Olimpia. Se había reunido con el presidente de ese entonces, Osvaldo Domínguez Dibb, pero no hubo acuerdo en principio y después de varias idas y vueltas, se acordó el contrato.

Pero lo más llamativo que contó “Peque” era que cuando estaba negociando, le preguntaron si prefería como entrenador a Nery Pumpido, casi sin experiencia o a Miguel Ángel Brindisi.

“Cuando me preguntaron Brindisi dije que no, no iba a continuar si era así, ya que con el ese entrenador casi descendimos con el Espanyol unos años antes. Cuando me hablaron de Pumpido dije de una que sí, porque era un campeón del mundo y me daba mejor impresión. El presidente dijo: ‘Bueno a Peque no le gusta Brindisi, busquemos otro", relató el mundialista con la Albirroja en Francia 1998.

Benítez llegó en el 2002 y se coronó campeón de la Copa Libertadores con Olimpia, siendo un pilar clave del equipo de Nery Pumpido en la obtención de la tercera estrella continental.