El capitán de Cerro Porteño, Nelson Haedo Valdez, está bastante activo en las redes sociales, donde conversa con sus fans e hinchas del fútbol en general. A través de su cuenta de Instagram, el delantero contó algunas intimidades.

En una parte del video en vivo con sus seguidores, Haedo fue consultado sobre cuál fue el gol que más festejó a lo largo de su carrera, incluyendo la Bundesliga, Liga de España, Cerro, la selección paraguaya, entre otros.

El "León" no dudó ni un segundo y hasta su hija sabía la respuesta de memoria. "El gol de la clasificación contra Argentina (en el 200), porque era de unas Eliminatorias en las que veníamos haciendo bien las cosas y era culminar una gran etapa. Fue el gol que más grité", reiteró.

Haedo anotó el gol de la victoria ante Argentina el 10 de setiembre del 2009, tras una brillante jugada previa entre Salvador Cabañas y Édgar Barreto.

Ante la crisis a causa de la pandemia del coronavirus, las actividades deportivas sufrieron una pausa temporal. La Asociación Paraguaya de Fútbol, está tratando de cumplir en la medida que puede con los clubes en la parte económica.

El presidente Robert Harrison, indicó que debido a la situación monetaria los contratos serán revisados. "Todos los contratos que tiene la APF con terceros van a tener revisiones; el 100%. Desde el salario del entrenador hasta la compra de hielo", afirmó -a la radioemisora 730 AM- el máximo directivo de la APF.

Ante la consulta si el DT argentino aceptaría una reducción en su sueldo, Harrison no dudó. "Es un profesional de primer nivel, todos sabemos que tenemos que sacar esto adelante. Estoy seguro que es así y vamos a revisar y seguir dialogando", aseguró Robert.

El contrato de Berizzo como seleccionador de la Albirroja, va hasta el fin de las Eliminatorias Sudamericanas. En marzo se debió haber disputado el primer combo clasificatorio al Mundial de Catar 2022, pero fue aplazado -por lo menos- hasta setiembre de este año.

Corría el año 1973 y la entonces Liga Paraguaya de Fútbol contrató al técnico brasileño, Paulo Amaral para afrontar las eliminatorias, contra Argentina y Bolivia. Amaral tenía fama de poseer una disciplina militar y en una gira del seleccionado por el Brasil, echó de la delegación a Saturnino Arrúa, Alcides Sosa y Crispín Rafael Verza, los referentes de aquella época.

Paulo Amaral llegó a Paraguay en los primeros días de marzo del 73, con la aureola de haber sido el preparador físico de la selección brasileña, que alcanzó el título mundial en 1958 (Suecia) y 1962 (Chile). El brasileño era famoso por su férrea rigurosidad y parecía encajar perfectamente en el objetivo de clasificar al Mundial de Alemania 74.

Luego de un mes de preparación, la selección realizó tres amistosos. Perdió ante Perú, 0-1, en Lima, luego empató con Bolivia, 1-1, gol de Lorenzo Jiménez, en La Paz y de nuevo consiguió otra igualdad contra Perú, 1-1 (tanto de Cristóbal Maldonado), en el entonces estadio de Sajonia.

En el mes de julio la selección viajó a Brasil para disputar una serie de encuentros amistosos ante equipos del interior y la relación diaria entre el técnico y el plantel se fue enrareciendo debido a las exigencias desmedidas del brasileño.

La bomba explotó en la ciudad de Curitiba, cuando una mañana previó a una movilización Amaral excluyó de la actividad a Saturnino Arrúa, Alcides Sosa y Crispín Rafael Verza, los “peso pesado” de aquel combinado. El problema llegó a su más alto voltaje a la llegada al hotel, cuando Amaral encaró a los tres futbolistas y les expresó que estaban expulsados de la delegación y que inmediatamente debían volver a Paraguay, inclusive el encontronazo llegó a los
empujones de parte del entrenador.

A la tarde, Ernesto Dos Santos, el delegado de aquella comitiva, entregó los pasajes a los tres jugadores y cuando estaban a punto de salir en taxi rumbo al aeropuerto, apareció Félix Agüero, el Cónsul paraguayo en Curitiba, que intercedió y consiguió que los tres siguiesen en la delegación, pero sin intervenir en los entrenamientos.

Ante ese clima poco propicio el combinado paraguayo realizó un último amistoso en Curitiba, con derrota, 0-1, ante el Coritiba y al día siguiente el plantel regresó al país, con los tres separados incluidos en la delegación.

A la vuelta Amaral fue defenestrado del cargo y se nombró en su reemplazo al uruguayo Washington Echamendi, para afrontar el fallido intento de asistir al Mundial germano.