Saturnino Arrúa, el más grande ídolo que produjo Cerro Porteño cumple hoy 71 años. Fue un futbolista completo y a base de talento, goles y garra se convirtió en emblema azulgrana. También brilló en la selección paraguaya y en el Zaragoza de España
El "Nino" nació en la ciudad de Itá, el 7 de abril de 1949. Fue un “10” completo que llegaba al área rival desde atrás, armando jugadas y también definiendo frente a los arqueros rivales. Empezó su carrera en el Sportivo Iteño, a los 14 años, en 1963 y al año siguiente recaló en el Ciclón para integrar las divisiones inferiores. Debutó en la primera azulgrana, en 1967, cuando apenas tenía 18 años. El entrenador que lo estrenó fue Egidio Landolfi y desde el primer partido se calzó la casaca 10, que fue el número que nunca abandonó a lo largo de su fructífera carrera.
En su segundo encuentro en Primera ya tuvo a Olimpia como rival, en el clásico de todos los tiempos y Arrúa anotó un gol. Es el jugador que más goles marcó en los clásicos, alcanzando 11, siete por torneos oficiales y cuatro en la Copa Libertadores.
Fue el mayor exponente de aquel recordado equipo al que llamaban los hinchas de Cerro, “El Ciclón 70 arrasa”, que para muchos fue el mejor conjunto de toda la historia cerrista. En aquella temporada de 1970 Arrúa fue campeón por primera vez con su amado Cerro Porteño y además fue goleador absoluto del torneo, con 11 conquistas.
Arrúa fue autor del primer gol en la Olla azulgrana, en un partido que Cerro le ganó a Silvio Pettirossi, por 2-1, jugado el domingo 24 de mayo de 1970, cuando se inauguró el recinto cerrista. Liderando la Azulgrana ganaría otros dos campeonatos, en 1972 y el del 73, para luego viajar a España para enrolarse al Zaragoza. En el 72 el Nino fue nuevamente goleador del campeonato anotando 17 tantos.
El “10” disputó en el Ciclón 147 partidos locales y marcó 55 goles. En la Copa Libertadores jugó 29 encuentros y anotó 13 tantos. La Albirroja también lo tuvo como capitán, símbolo y goleador debutando a los 20 años, en 1969. Integró el combinado nacional 35 veces logrando 13 conversiones. Estuvo presente en las eliminatorias para México 70 y Alemania 74, también disputó la Mini Copa jugada en el Brasil, en 1972, además de 25 cotejos amistosos.
En 1971 tuvo una frustrada transferencia al Nancy de Francia y recién en 1973, al término de las eliminatorias contra Argentina y Bolivia, se fue a España para jugar por el Real Zaragoza. Fue integrante de los célebres “Zaraguayos”, junto a otros compatriotas que militaron en aquel equipo, como Carlos “Lobo” Diarte y Felipe Santiago Ocampo.
Luego de seis temporadas en el Zaragoza, el ídolo regresó al Ciclón, en 1979 y al año siguiente fue a Guaraní. En los años 1981 y 82 estuvo en el América de Cali y concluyó su carrera en 1984, ganando el campeonato Nacional de Interligas con la Liga de San Pedro. Poco tiempo después regresó a Cerro Porteño y cuando estuvo a punto de reaparecer, la directiva le ofreció el cargo dejado por Silvio Parodi, arrancando de esa manera la carrera de director técnico.
Olimpia informó días atrás que perdió una importante cantidad de socios activos, esto por consecuencia del parate del fútbol paraguayo y también la dura situación económica que genera la pandemia del Covid-19. El inicio de la temporada 2020 fue prometedor y el Decano superó los 30.000 socios al día, pero ahora está por debajo de los 15.000.
Ahora el tetracampeón lanza una consigna para ayudar a la economía del club y también a familias paraguayas vulnerables.
"Con lo recaudado en concepto de pago por cuotas del mes de abril tenemos la meta de entregar 1.000 kits de ayuda para asistencia a familias de varias zonas del país. ¡Jugá tu partido, ponete al día y alcancemos el objetivo!", expresa el comunicado solidario del Franjeado.
¿Recorte de salarios?
El “golpe” económico generado por la pandemia del coronavirus podría derivar en tocar los altos salarios del plantel Franjeado.
Emmanuel Adebayor, delantero estrella de Olimpia, podría tener las horas contadas en el equipo del tetracampeón paraguayo. El atacante africano llegó con la intención de dar más "poder" a la ofensiva del Decano, pero no tendría sentido sostener un sideral contrato para su exclusiva participación en el campeonato local.
La situación que vive todo el fútbol paraguayo en este momento de pandemia del coronavirus, genera situaciones muy inusuales entre sus principales protagonistas, ya sean futbolistas, integrantes del cuerpo técnico, dirigentes, personal administrativo y de apoyo de los clubes.
A los entrenamientos individuales que los futbolistas realizan en sus respectivos domicilios, se suman otros factores que afectan de manera especial a los profesionales extranjeros, sean futbolistas o integrantes del cuerpo técnico, como se da con el entrenador argentino del club Sol de América, Luis Islas, quién en conversación con la 780 AM contó como vive esta crisis sanitaria en nuestro país.
"Primeramente cumpliendo las reglas y colaborando para que esto termine lo mas rápido posible, lamentablemente lejos de mi familia. Justo cuando mi señora iba a venir con la nena apareció todo esto"; manifestó el entrenador del Danzarín.
Buscando encontrarle un lado positivo a la situación, el profesional argentino reveló que; "Esto me hace crecer como persona porque hago la comida para mi, me tengo que poner a limpiar (risas), por videollamadas mi señora y mi hija me ayudan a cocinar".
En cuanto a la reanudación del torneo, Islas se mostró cauto y contó que ya evalúa varias opciones; "Primero tenemos que acatar los informes y las directrices que nos den las personas que están manejando esta situación. Me parece que vamos a comenzar a trabajar paulatinamente, seguramente vamos a jugar sin publico, Yo ya tengo varias metodologías de trabajo, plan A, plan B y plan C, para cuando volvamos, por si podemos trabajar todos juntos, o por grupo".
Ya en su despedida, el "profe" manifestó; "Estoy feliz de estar en Sol de América, tenemos excelentes personas trabajando desde la dirigencia, nos ponen todo a disposición y no nos hacen faltar nada. Estoy orgulloso de ser parte de esta institución".
