La presencia del técnico italiano, Césare Maldini, fue efímera al frente de la selección paraguaya. Sin embargo dejó sabrosas anécdotas como la que aconteció con Nelson “Pipino” Cuevas, en el partido frente a Alemania, durante el Mundial de Corea – Japón 2002.
"Pipino" fue fundamental en la clasificación albirroja a los octavos de final del Mundial asiático. En el último partido del Grupo B, ante Eslovenia, ingresó a los 15 minutos de la segunda etapa y fue el artífice de la remontada, al anotar dos goles que transformaron la derrota parcial de 2-1, en el triunfo final por 3-2. En los octavos a Paraguay le
aguardaba nada menos que el seleccionado alemán.
El rendimiento de Cuevas era ascendente y se descontaba que el delantero, que militaba en aquella época en el River Plate argentino, sería titular frente a los teutones. Pero para sorpresa de la prensa especializada que se encontraba presente en aquel Mundial, era Pipino que no fue tenido en cuenta por Maldini para formar parte del once que iniciaría el cotejo trascendental frente a los que serían los futuros subcampeones mundiales.
Pipino se quedó en el banco de suplentes y ni siquiera el pedido del capitán José Luis Chilavert, tuvo eco favorable. El estratega italiano recién se acordó del atacante, luego de que Oliver Neuville pusiera en ventaja a Alemania, a los 88 minutos del partido.
Cuevas ingresó a los 90 y solo pudo jugar los tres minutos del tiempo adicionado, pero ya era tarde para intentar una patriada y Paraguay quedó eliminado del Mundial. De esa manera terminó el corto y deficiente ciclo de Maldini al frente de La Albirroja.
En aquel encuentro contra los alemanes el seleccionado paraguayo formó así: José Luis Chilavert; Julio César Cáceres, Celso Ayala y Carlos Gamarra; Francisco Arce y Denis Caniza; Carlos Bonet (83’ Diego Gavilán), Estanislao Struway (90’ Nelson Cuevas) y Roberto Acuña; Roque Santa Cruz (29’ Jorge Campos) y José Saturnino Cardozo.
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Aprovechando la pausa temporal de las actividades deportivas a causa de la pandemia del coronavirus, los jugadores se están ejercitando para sus hogares. En estas fechas, la Albirroja debió haber disputado el combo de Eliminatorias, pero quedó aplazado para setiembre.
El experimentado jugador de Libertad y que acumula un par de partidos con la Albirroja absoluta, Antonio "Demonio" Bareiro, al parecer tiró una "suerte de indirecta" hacia el DT Eduardo Berizzo.
El futbolista de perfil ofensivo compartió una historia en su cuenta de Instagram, en el que se lo ve con la camiseta de la selección paraguaya y que va acompañado con un contundente mensaje.
"Ya estoy listo ya otra vez", reza el texto. ¿Se habrá referido a Berizzo o solamente indica que está en óptimas condiciones para volver a la titularidad en el Guma?
Bareiro -entre amistoso y partidos oficiales- acumula cuatro partidos y un gol con el combinado guaraní.
La noche del miércoles Santo, 1 de abril de 1953, en Lima, Perú, hace exactamente 67 años, el seleccionado paraguayo se coronó por primera vez en su historia, como flamante campeón sudamericano, tras derrotar en una gran finalísima al poderoso Brasil, por 3 goles contra 2, en dramática definición.
Este certamen tenía que llevarse a cabo en nuestro país, pero en ese entonces la Liga Paraguaya de Fútbol no contaba con la infraestructura adecuada por lo cual tuvo que trasladar su localía a Perú, con gastos y ganancias compartidas.
Para esta espectacular consagración, la Albirroja tuvo que vencer por dos veces al poderoso Brasil.
A la última fecha del torneo, que se celebró el 27 de marzo, Brasil llegaba como único líder con ocho puntos, seguido por Perú con siete, y con Paraguay y Chile, como terceros con seis.
En esta instancia, los astros se alinearon con la Albirroja, que venció a Brasil por 2-1, con goles de Atilio López y Pablo León. Perú perdió, 0-3, ante Uruguay y Chile empató ante Bolivia, 2-2. Así guaraníes y brasileños quedaron igualados en la punta de la tabla, con ocho unidades, lo cual obligó la disputa de una finalísima para dilucidar al campeón.
Este primer triunfo contra Brasil ya le hubiera dado el título a Paraguay, sino fuera por una protesta perdida tras el juego con Perú el 8 de marzo, que había finalizado en empate de 2-2, pero que se perdió por haber realizado cuatro cambios, uno más de los tres permitidos.
Al día siguiente de la primera victoria ante los brasileños, el técnico paraguayo, Manuel Fleitas Solich, que ya tenía pasajes marcados, tuvo que viajar a Brasil para firmar contrato con el Flamengo de Río de Janeiro y todos pensaban que se perdería la finalísima.
Sin embargo, Fleitas Solich retornó a Perú la tardecita del partido definitorio, y del aeropuerto fue directo al estadio Nacional de Lima para sorpresa de los futbolistas albirrojjos.
Paraguay fue un aluvión en los primeros 45 minutos, donde marcó diferencias a través de Atilio López, quién abrió el marcador a los 14’, a los 17, Manuel Gavilán anotó el segundo tanto albirrojo con un formidable disparo de unos 40 metros; mientras que Rubén Fernández, cerró la cuenta los 41, para un sorprendente 3-0 con el cual finalizó este período.
Pero en el segundo tiempo vino la reacción de Brasil, que antes de los 70 minutos ya se había puesto a tiro de empate con dos goles de Baltazar.
Sin embargo, la Albirroja cerró su defensa y aguantó los embates de Brasil hasta el final, para terminar sellando un triunfo por 3 goles contra 2, que aquél 1 de abril de la Semana Santa del 53, desató un verdadero carnaval en todo el país, con la obtención del primer título de campeón sudamericano.
La campaña Albirroja en esta histórica consagración fue de dos triunfos ante Brasil; igualdad de 2-2, con Perú; triunfo por 3-0, ante Chile (25 de febrero); empate de 0-0, frente a Ecuador (4 de marzo); y de 2-2, con Uruguay (12 de marzo) y un triunfo por 2-1, contra Bolivia (16 de marzo).
Síntesis de la finalísima
Resultado final: Paraguay 3 – 2 Brasil
Estadio: Nacional de Lima
Árbitro: Charles Dean (Inglés)
Alineaciones
Paraguay (3): Adolfo Riquelme; Melanio Olmedo, Heriberto Herrera, Manuel Gavilán; Victoriano Leguizamón, Ireneo Hermosilla, Ángel Berni, Atilio López (Silvio Parodi), Rubén Fernández, Juan Ángel Romero (Luis Lacasa) y Antonio Gómez (Domingo Martínez)
DT: Manuel Fleitas Solich.
Brasil (2): Castillo; Djalma Santos, Haroldo y Niltón Santos (Alfredo Ramos); Bauer y Brandaozhiño; Julinho, Baltazar, Pinga (Ipojucan), Didí y Claudio
DT: Aymoré Moreira.
Goles: 14’ Atilio López, 17’ Manuel Gavilán y 41’ Rubén Fernández (P); 56’ y 65’ Baltazar (B)
Público: 35.000 espectadores.
El plantel campeón lo conformaron los jugadores:
Arqueros: Adolfo Riquelme (Nacional) y Rubén Noceda (Presidente Hayes).
Defensores: Robustiano Maciel, Antonio Cabrera y Manuel Gavilán (Libertad), Melanio Olmedo (Sol de América), Domingo Martínez (Guaraní) y Heriberto Herrera (Nacional).
Volantes: Ireneo Hermosilla (Libertad), Alejandro Arce (Cerro Porteño), Victoriano Leguizamón y Juan Ángel Romero (Olimpia) y Derlis Molinas (Nacional).
Delanteros: Ángel Berni (Olimpia), Pablo León y Atilio López (Guaraní), Luis Lacasa (Nacional), Rubén Fernández (Libertad), Inocencio González y Silvio Parodi (Sportivo Luqueño), Milner Ayala (River Plate) y Antonio Ramón Gómez (Libertad).
Cuerpo técnico: Manuel Fletias Solich (entrenador); Salvador Pane Casco (preparador físico) y Antonio Corrales (kinesiólogo).
