A días nada más de hacer realidad uno de sus más anhelados sueños, correr el Trofeo Euskaldun del país vasco y el de La Fleche Wallonne, en Bélgica, carreras que ella considerada la Champions League del circuito mundial de ciclismo, la paraguaya Agua Marina Espínola, debió renunciar a hacerlo realidad debido a la pandemia del coronavirus;.
"Todo estaba muy mal en España y tuve que renunciar, dejarlo todo y venir a Paraguay por el coronavirus"; manifestó a VERSUS la excelente ciclista paraguaya que ya está clasificada a los Juegos Olímpicos "Tokio 2020"
Instalada, entrenando y compitiendo en España desde hace ya cierto tiempo, y ante el panorama gris que se cernía sobre este país, tomó sus cosas y de imprevisto emprendió el viaje de retorno a su querido Paraguay, al que llegó hace dos días, y desde el cual permanece aislada hasta cumplir el plazo de 14 días.
"Obviamente es como un balde de agua fría para todos nosotros y debemos de ser pacientes y conscientes de que hay otras prioridades, como la salud. Estando en España me tocó dimensionar lo serio que se volvió este tema, así que las medidas adoptadas por el Gobierno paraguayo son bastante razonables y vitales para la lucha contra el coronavirus"; manifestó aún shockeada la excelente ciclista olímpica de nuestro país.
"Imagínense en que puede terminar todo esto, escuché las noticias y acá tenemos solo 700 camas para cuidados intensivos; mientras que otros países poderosos como China, Italia, España, tienen sus hospitales colapsados. Todo esto me forzó a venir, a pesar de lo complicado que me iba a resultar hacerlo de la manera más segura, pero lo mejor era venir cuando ya se empezaban a cancelar los vuelos con España. Esta fue una decisión muy tensa, complicada y nerviosa. Por suerte con la gente del Comité Olímpico Paraguayo (COP) actuamos rápido y ahora estoy aquí, aislada pero feliz cerca de toda mi familia".
En cuanto esto, Agua Marina fue contundente; "Estoy cumpliendo estrictamente con mi aislamiento, porque deseo ver lo más pronto posible a mis padres que están en zona de riesgo por sus edades. Mientras tanto, el COP, ya me proveyó de un rodillo, con el cual hago mis rutinas diarias mientras aguardo la decisión final del Comité Olímpico Internacional (COI), sobre la realización o no de los Juegos Olímpicos "Tokio 2020".
En otro momento lamentó la cancelación de otras importantes carreras europeas y la tardía reacción de España ante esta pandemia; "Todo se canceló, carreras importantísimas como el Tour de Francia, así que solo me queda esperar que pasa. En España se tardó mucho en reaccionar, se confiaron. Hace dos semanas atrás los doctores hablaban de que esto solo era una gripe, que el mundo no termina, y ahora sus hospitales están totalmente colapsados. Cancelaron todo de un día para otro, pararon todo, hasta el fútbol, después de esperar hasta el último momento".
Ya en el cierre de esta entrevista, Agua Marina dejó el siguiente mensaje a las autoridades de nuestro país; "Lo que pasó y sigue pasando en esos países (China, Italia, España) es una pena y una gran lección para países pequeños como el nuestro, de lo cual debemos aprender y parar a tiempo".
Tokio, Japón | AFP
La llama olímpica aterrizó el viernes en Japón, donde el recibimiento festivo ha sido reducido a la mínima expresión debido a la pandemia del nuevo coronavirus, que hace planear muchas dudas sobre si Tokio podrá acoger los Juegos Olímpicos (24 julio-9 agosto) según los planes previstos.
Los exatletas japoneses Saori Yoshida y Tadahiro Nomura recibieron la llama y la llevaron a través de una guardia de honor a un caldero en forma de flor de cerezo en un escenario frente a invitados seleccionados.
Sin embargo, unos 200 niños de escuelas locales que debían acoger la llama fueron mantenidos alejados como parte de lo que los organizadores llamaron la decisión "desgarradora" de reducir los eventos mientras el mundo lucha contra la pandemia de COVID-19.
"Nos rompe el corazón", había admitido el martes el director ejecutivo del Comité de Organización de Tokio-2020, Toshiro Muto, resignándose a anunciar medidas para limitar la propagación del coronavirus durante el relevo de la llama a través del país.
Ese fuego, símbolo de la unión de la Humanidad en torno al espíritu olímpico, fue encendido sin público el pasado 12 de marzo en las ruinas de Olimpia, en Grecia. Durante su corto periplo por suelo griego se decidió detener los relevos por la alta afluencia de público, también como medida ante la pandemia.
Surgida en China en diciembre, la enfermedad ha provocado casi 9.000 fallecimientos en todo el mundo, obligando al confinamiento de países enteros, mientras se disparan los temores a los temibles efectos en la economía mundial.
Comenzando su recorrido por Tohoku (región del noreste), la llama debía simbolizar la reconstrucción de las zonas castigadas por el gigantesco tsunami del 11 de marzo de 2011, que provocó además la catástrofe nuclear de Fukushima.
- Ceremonias canceladas -
Para Muto, el relevo es "el evento más importante antes de los Juegos" y tiene que tener lugar "sea como sea", por lo que se toman medidas de precaución.
El 26 de marzo tendrá lugar una gran salida del recorrido, sin espectadores, en la región de Fukushima. Será desde el J-Village, un amplio complejo deportivo transformado durante unos años en cuartel general de los trabajadores encargados de la seguridad y acondicionamiento de la central nuclear devastada.
No habrá espectadores tampoco en las salidas y llegadas de cada etapa del relevo. Tampoco ceremonias de recibimiento de los gobiernos locales y se tomará la temperatura de cada relevista.
Los espectadores podrán ver a los corredores de los relevos desde el borde de la carretera, pero se les ha pedido que no acudan si tienen cualquier mínimo síntoma de enfermedad.
"Eviten formar multitudes", suplican los organizadores en Japón, un país donde se han registrado 900 infecciones por coronavirus, con 31 fallecidos hasta el momento.
A 10.000 kilómetros, en una Europa que se ha convertido en el epicentro actual de la pandemia, Grecia entregó el jueves la llama a Japón, en un estadio Panathinaikó de Atenas vacío de público.
Fue Naoko Imoto, una nadadora japonesa que participó en los Juegos de Atlanta-1996, quien recibió simbólicamente la antorcha. Los organizadores nipones, ante la imposibilidad de viajar a Europa, recurrieron a ella a última hora ya que reside en Grecia.
- Preocupación creciente -
El fuego sagrado olímpico debería recorrer todas las regiones del archipiélago japonés hasta el 24 de julio, fecha prevista para la apertura en Tokio del gran cónclave del deporte mundial.
Pero para muchos, la incertidumbre sobre qué ocurrirá con el evento no cesa de crecer.
El calendario deportivo está sufriendo constantes cancelaciones y aplazamientos. Entre los grandes eventos que han tenido que cambiar de fecha, el martes de esta semana se decidió pasar a 2021 dos citas de primera línea del fútbol, la Eurocopa y la Copa América. El torneo de tenis de Roland Garros pasó de sus fechas habituales en mayo y junio a ser reprogramado para septiembre y octubre.
El martes, el Comité Olímpico Internacional (COI) estimó que no era necesario por ahora tomar "decisiones radicales".
Numerosos deportistas no han dudado en compartir su preocupación.
"¿El COI nos pide que continuemos poniendo en peligro nuestra salud, la de nuestras familias y la de la gente, únicamente para entrenarnos cada día?", se preguntó en Twitter la saltadora con garrocha griega Ekaterini Stefanidi, que participó precisamente este jueves en la ceremonia de entrega de la llama a los japoneses.