Zapag sigue escalando en el rally Dakar

Blas Zapag completó otra gran etapa, la novena en el rally Dakar 2020. El piloto paraguayo volvió a ganar lugares en la clasificación general y cada día mejora sus tiempos.

Zapag hijo terminó la novena etapa en el puesto 76, en un tiempo de 5 horas, 6 minutos y 37 segundos, quedando a 1 hora, 36 minutos y 4 segundos del líder del día, el chileno Pablo Quintanilla.

En la tabla general, el piloto paraguayo, a bordo de su KTM 450, ya subió a la posición 85, acumulando un total de 52 horas, 10 minutos y 2 segundos. Está a más de 20 horas del líder en la categoría motos, el estadounidense Ricky Brabec, con un tiempo de 31 horas y 59 minutos.

El tramo del noveno día fue de 886 kilómetros, aunque las cronometradas fueron de 410 km, entre las ciudades de Wadi Al Dawasir y Haradh.

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Sanabria se sobrepone a un duro tramo y se mantiene en el "top ten"

El piloto paraguayo de quads completó la durísima novena etapa en el rally Dakar que se disputa en Arabia Saudita. A bordo de su Yamaha 750, el guaraní terminó el día en el puesto 13, pero se mantiene entre los diez mejores de la tabla general.

Sanabria firmó asistencia de llegada en 5 horas, 3 minutos y 50 segundos, quedando a 24 minutos y 25 segundos del líder en el noveno día, que fue el chileno Ignacio Casale, seguido muy de cerca por su compatriota, Giovanni Enrico, quien apenas llegó 3 segundos después que Casale.

En la clasificación general, el pilo paraguayo de cuatriciclos suma un total de 49 horas, 31 minutos y 28 segundos de carrera, quedando a más de 8 horas del puntero, también el chileno Ignacio Casale, que le saca en la cima más de 40 minutos al francés Simon Vitese.

El tramo del noveno día fue de 886 kilómetros, aunque las cronometradas fueron de 410 km, entre las ciudades de Wadi Al Dawasir y Haradh.

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Montserrat Viveros: La espadista de oro

Cerró un 2019 espectacular con el título mundial y sudamericano. Su gran sueño es clasificar a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Una prestigiosa universidad de los Estados Unidos le abrió las puertas gracias al deporte. Con solo 18 años, es la mejor y más destacada esgrimista paraguaya de la actualidad.

Le gusta leer, escu­char música y cantar. Disfruta los buenos momentos de la vida rodeada de sus seres queridos. Proviene de una familia de esgrimistas. Montserrat Viveros es la espa­dista paraguaya de oro. Ama esta disciplina, en la que incur­sionó gracias a su padre Car­los Viveros, quien también fue atleta de alto rendimiento y el primer “entrenador” que llenó de sabias enseñanzas a su hija desde los 8 años. En la reciente Gala del Comité Olímpico Paraguayo (COP) fue nomi­nada en primer lugar como “Atleta Promesa de Oro”.

Su especialidad es la espada. Las otras dos armas son sable y florete. Afirma que la paciencia y concentración son sus puntos fuertes. Es autocrítica y reconoce que le falta trabajar lo físico y la fuerza, además de la veloci­dad y reacción.

Charló con La Nación sobre su espectacular temporada. Enfocada en los estudios, no se distrae y tiene diagra­mada la agenda. Se consagró campeona sudamericana y mundial. Escaló notable­mente en el ranking y sueña con clasificar a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

“Voy a seguir preparándome con todo para lograr mi más pre­ciadosueño, queesclasificaralos Juegos Olímpicos Tokio 2020. En el Preolímpico (abril) voy a dejar todo”, indica “Montse”.

Sabe del dificultoso camino que debe transitar para estar en Tokio. “Tengo muchas posibilidades. Todavía soy muy joven, pero eso no me limitará para seguir luchando por lograr mi sueño más grande”, sostiene.

Mundial

Se adjudicó la Medalla de Oro en la Copa del Mundo Junior, que en abril pasado se realizó en San Salvador, y así hizo historia para el deporte paraguayo.

Se aferra a su fe en Dios y la Virgen María Auxilia­dora. Se considera bende­cida por alcanzar logros tan importantes. “Es mi primera medalla de oro en una Copa del Mundo. Decir que estoy contenta es poco. Ganar la competencia me ayudó muchísimo y subí en el ranking mundial. Gané 32 puntos e increíblemente salté del puesto 30 al 11 del mundo en la Categoría Juvenil Sub 20. Vengo par­ticipando hace cuatro años y por fin se me dio”, expresa.

Sudamericano

En setiembre ganó la Meda­lla de Oro en el Campeonato Sudamericano de Mayores de Asunción, que se desarrolló en el Comité Olímpico Para­guayo tras derrotar en la final a la peruana María Luisa Doig.

“Ser campeona sudameri­cana en mi país es uno de mis orgullos más grandes. Encima en Senior (Mayores), que es la categoría general y más difícil. Realmente espero volver a alcanzar ese logro en los próximos años”, añade.

El Sudamericano en Para­guay y esa medalla la mar­caron a fuego.

“Fue una semana muy dura para mí y tiene más valor esa medalla. No solo porque sea una categoría muy difícil, sino porque estaba con mucha pre­sión por la admisión a la uni­versidad. En medio de exáme­nes, la última semana entrené poco. Le quería dar prioridad a mis estudios, pero no iba a dejar de competir y dar lo mejor. Dios estuvo conmigo desde el principio hasta el final”, recuerda.

A Estados Unidos

Tras unas breves vacaciones, pronto irá a estudiar a los Estados Unidos, donde podrá seguir entrenando, además de convertirse en una profesional para embarcarse a los grandes desafíos del campo labo­ral. The Ohio State Univer­sity le permite avanzar con sus sueños. La alta casa de estudios le ha extendido las manos y le abre las puertas para desarrollar sus habi­lidades, seguir creciendo y aprendiendo.

El último año estuvo en España, donde centró su “Puesto Comando”. Entre­naba de lunes a viernes en dos sesiones de mañana y tarde. Unas dos a tres horas de actividad formaban parte de la rutina. En Paraguay, le dedica un turno de tres horas diarias a su deporte.

Camino recorrido

“Lo mejor que me pasó deportivamente, además de los campeonatos y las meda­llas, es el camino que recorrí. Una mezcla de todo. Desde que uno comienza esta aven­tura de entrar en el alto ren­dimiento en un deporte. Es el conjunto de las personas que uno conoce y la expe­riencia que acumula. Lo que uno se divierte. Disfruta el camino y las oportunida­des. En mi caso, me abrió las puertas a una universi­dad supermegaprestigiosa (Ohio City University). No puedo estar más agradecida con la esgrima. Y con todas las personas que estuvieron detrás de mí apoyando cada paso que daba”, agradece.

Mucho por delante

Para “Montse” no tiene precio destacarse entre los mayores a sus18 años. No para de sorprenderse. Le queda mucho por delante y todavía no llegó a su tope.

Puede seguir mucho más. Hay tantos objetivos que espera alcanzar. Si bien ya obtuvo la Medalla de Oro en un Sudamericano, quiere dar otro paso más. En el 2019 también consi­guió ubicarse en el top 8 en el Campeonato Panameri­cano de Mayores. “Gané dos eliminaciones sumamente duras. Pude meterme entre las ocho. Cada año vamos a intentar escalar. Obtener una medalla y luego ganar la competencia”, concluye.

Montserrat Viveros. Foto: Nadia Monges.

Ficha personal

Nombres: Gabriela Montserrat.

Apellidos: Viveros Mendoza.

Apodo: “Montse”.

Fecha de nacimiento: 27/04/2001.

Ciudad: Asunción.

Estado Civil: Soltera.

Peso: 75 kg.

Estatura: 1,81.

Carrera: Negocio Internacional (próxima­mente).

Universidad: Ohio State University.

Frase de vida: “Concentración, atención y precisión, pero que nunca te falte pasión”.

Hobbies: Leer, salir con amigos, pasar tiempo de calidad con seres queridos y practicar otros deportes de vez en cuando.

Comida Favorita: Sushi.

Representa al club: Olimpo de Esgrima (Madrid/España).

Club de fútbol: Libertad.

Familia

Padre: Carlos Ramiro Viveros Barboza.

Madre: Griselda Raquel Mendoza Godoy.

Hermanos: Andrea Giuliana y Mauricio Sebastián.

Mascotas

Perros: Coffe, Coral y Athos.

Equipo logístico

Entrenadores:

Juan Antonio Lucas.

Manuel Pereira.

Iván Goitisolo.

Preparador físico: Édgar Torres.

Fisioterapeuta: Nadia Zamprogna.

Sicólogo: Mauro Vega.

Médico de cabecera: Juan Carlos Quiceno.

Apoyo y becas

-Federación Paraguaya de Esgrima.

-Comité Olímpico Paraguayo.

-Secretaría Nacional de Deportes.

SPONSOR

-Meta Sports.

Ídolos en esgrima

-Kelley y Courtney Hurley (EEUU).

-Katrina Lehis (Estonia).

-Ana María Branza Popescu (Rumania).

Currículum deportivo

-Vicecampeona Sudamericana Infantil 2014.

-Vicecampeona Panamericana 2014.

-Campeona Panamericana Infantil 2015.

-Campeona Sudamericana Precadete 2015.

-Campeona Sudamericana Precadete y Cadete 2016.

-Medalla de Bronce en Campeonato Sudamericano Juvenil 2016.

-Medalla de Bronce en Copa del Mundo Juve­nil 2016.

-Campeona Sudamericana Cadete 2017.

-Vicecampeona Sudamericana Juvenil 2017.

-Medalla de Plata en Copa del Mundo Juve­nil 2017.

-Campeona Sudamericana Juvenil 2018.

-Campeona Sudamericana Juvenil 2019.

-Campeona Sudamericana Senior 2019.

-Puesto número 5 en Campeonato Panameri­cano Juvenil 2019.

-Puesto número 8 en Campeonato Panameri­cano Senior 2019

-Puesto número 31 en Campeonato Mundial Juvenil 2018. -Campeona en Copa del Mundo Juvenil 2019.

Montserrat Viveros. Foto: Nadia Monges.

“Que no vaya si no hay plata”

Su padre hizo hasta lo imposible cuando no había presupuesto para costear viajes a competencias internacionales.

Montserrat Viveros no olvida a personas que la apoyaron en cada paso. Por esa razón no deja de nombrar a su madre Griselda Mendoza, pero y especialmente a su padre Carlos Viveros, quien a los 14 años también fue espadista y luego se convirtió en com­petidor de alto rendimiento.

Montserrat Viveros. Foto: Nadia Monges.

“Sin mi padre no hubiera hecho nada”, asegura “Montse”. Estuvo siempre a su lado. En las buenas y en las malas. En esas épocas duras cuando no había dinero para costear viajes para las compe­tencias internacionales.

“Cuando mucha gente me dijo”, ‘si no hay plata, que no vaya. Qué no viaje’. A pesar de todos esos ‘que no se vaya’, igual nomás me sacó ade­lante. Me llevó a todas las competencias. Encontraba la forma. Le agradezco muchí­simo. Sin él, no hubiera tenido todo este conjunto de expe­riencias, todo lo que me viene pasando”, afirma.

Montserrat Viveros. Foto: Nadia Monges.

Su máxima ambición

Montserrat Viveros asegura que su máxima ambición como deportista es lograr una medalla de oro olímpica para el Paraguay en su especialidad. “Creo que todos los deportis­tas del mundo lo desean y se preparan para eso”, sostiene.

Además del logro personal, quiere que su deporte se expanda por todo el país y ese es el mejor método. Le encanta y ama la esgrima, hasta sueña con ver competen­cias en TV. Qué la gente entienda y acabe el desconoci­miento. Qué nadie se pregunte ¿qué es eso?

“Todo el mundo me dice que no tiene ni idea de dónde se hacen los tocados. Por qué algunos valen y otros no. Lo más lindo sería que mucha gente practique. Como en el fútbol, que haya varios clubes y sea competitivo dentro del país. Que uno no tenga que ir al exterior para subir de nivel”, anhela.

Espera que entrenadores de esgrima quieran venir a Para­guay en busca de trabajo. Qué se formen chicos y lleguen a ser tiradores de alto nivel competitivo.

Una oferta del básquetbol

Montserrat Viveros cuenta que le gustaron otros deportes, uno de ellos es el basquetbol. En su momento, aunque tar­díamente, le ofrecieron jugar en un club cuando ya estaba metida de lleno en la esgrima. En aquel entonces inició su etapa como atleta de alto rendimiento. No podía lesionarse practicando otro deporte por hobby. Eso podía perjudicarla bastante. Asegura que uno “debe saber ser profesional y tomar la decisión de darle continuidad a una cosa, además de cuidarse al máximo todo el tiempo”.

Montserrat Viveros. Foto: Nadia Monges.

Un poco de todo

Liberteña. “Soy hincha de Libertad. Iba a los partidos con mi papá desde chiquita. No soy muy fanática del fútbol. Me gusta el club. Me hicieron un homenaje muy lindo cuando fui campeona sudameri­cana. Supercontenta por eso. Creo que nunca un club me va hacer algo similar”.

Músicas. “Escucho un poco de todo. No tengo un estilo musical definido. Me puede gustar el pop, así como lo clásico y hasta algo de reguetón. Tengo una mez­cla variada en mi play list.

Canto. “Canto desde que tengo memoria, me encanta. Es otro de los hobbies que heredé de familia. Hay muchos cantantes de parte de mi papá. Mi abuela canta, mi tía y mi abuelo también lo hacía. Traté de perfeccionarlo por mi cuenta. No pude hacerlo de manera profesional”.

Guitarra. “Lastimosa­mente no ejecuto ningún ins­trumento musical. Es algo que también siempre quise. Me hubiera gustado mucho aprender guitarra”.

Lectura. “Me gustan las novelas juveniles. Tengo que terminar sí o sí cuando me engancho con un libro. Estoy 24 horas con él y me encanta siempre que puedo”.

Colegio. “Era muy buena alumna. Terminaba con promedio 5 todos los años. Me gustaba destacarme. Soy competitiva desde el colegio. Quería ser la mejor de la clase. Buscaba atraer la atención de mis profesores. No precisa­mente como la más inteligente, sino como la más responsable. Nunca olvidaba una tarea. Siempre hacía el mejor esfuerzo y tenía toda la voluntad de dar lo máximo”.

Amor. “Tengo novio. Otras de las cosas hermosas que me dio la esgrima fue conocer a una persona de la que estoy sumamente enamorada. Se llama Carlos Padúa y es de Puerto Rico. Lo conocí en enero pasado. Conectamos bien desde un principio. Convivimos demasiado tiempo juntos. Entrenábamos en el mismo lugar. Nos veíamos todos los días. Surgió primero una muy linda amistad. Hasta ahora es mi mejor amigo. Siempre estuvo para mí. Le agradezco muchísimo todo lo que hizo. Esperemos que nos salgan los proyectos que tenemos”.

Montserrat Viveros. Foto: Nadia Monges.

Por: Martín Villagra (villagra@gruponacion.com.py)

Fuente: Diario La Nación - Impreso.

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