Por Christian Pérez/TW:@chrisperezz
El año de Paraguay comenzó con el fiasco realizado por Juan Carlos Osorio, quien dejó la Albirroja en menos de cuatro meses prácticamente, argumentando motivos que ni él se lo creyó. En fin, el intento de proceso tuvo que ser reseteado y el elegido fue Eduardo Berizzo, quien ha mejorado el rostro de la selección, pero sigue dejando espacios vacíos, lleno de incógnitas.
El "Toto" llegó con la intención de darle identidad a la selección paraguaya, que perdió el respeto hace rato y que venía deambulando en sendero sin salida. Aparentemente el argentino tiene el "GPS" para volver al camino correcto y llegar a destino, que sin lugar a dudas es el Mundial Catar 2022.
Lo que se ha demostrado hasta aquí fue esperanzador, pero no convenció del todo. Paraguay ya tiene una base al menos, no así un equipo para el inicio de las Eliminatorias. Lo bueno es que el espíritu guerrero también se volvió a encender, algo que estuvo apagado en los últimos ocho años.
Si nos guiamos solamente por los números, la situación de la Albirroja es crítica y penosa, pero a veces también las estadísticas son algo engañosas. La selección ha mejorado en muchos aspectos, intenta consolidar una camada que se conoce casi de memoria, liderada por Gustavo Gómez, Derlis González, y otros exponentes de la generación 93/94, que es la que tiene la misión de resucitar a Paraguay.
La Copa América 2019
La Albirroja tuvo un gran desafío inicial y la única exigente del año, que fue la Copa América de Brasil 2019. Como es característico en esta selección, impresionó a todos y dejó maravillado por su capacidad de defender en desventaja, apelando a la garra y el ese corazón que nunca se debió perder, pero que le se debía agregar algo más que sentimientos y emociones; más conceptos de juego.
Ante Argentina en primera fase fue la mejor exposición futbolística. Paraguay mostró mucha agresividad, sin miedo a tomar protagonismo cuando le tocó el momento y quizás por una falta de fortuna, no se dio el batacazo ante la selección del mejor jugador del mundo, Lionel Messi, que fue devorado por guaraníes en el estadoio Mineirao.
Ante Brasil, por cuartos de final, al que se accedió por un milagro, se jugó a la heroica y todas las virtudes de siempre salieron a reflotar. Enorme corazón, solidaridad del paraguayo y esa capacidad de supervivencia en situaciones extremas, le devolvieron la confianza al equipo, que había tenido una primera fase horrible.
Paraguay llevó al campeón de América a sufrir hasta más no poder. Con un hombre menos más de media hora se aguantó a hasta los penales, que esta vez le dieron la espalda a la Albirroja. Ese partido de cuartos le dio una vida más a Berizzo frente a la selección guaraní.
Hasta antes de ese juego, Paraguay fue dominado y apenas pudo sacar un empate ante Catar. Colombia, con equipo alternativo se paseó ante los de Berizzo en Salvador Bahía y lo más resaltante había sido un tiempo ante Argentina, otro que venía en crisis y al que se le dio un gran susto.
Los nuevos comandantes
Desde hace un tiempo se buscan líderes en la selección y luego de la última Copa América quedó claro que caudillos sobran y que lo único que faltaría es que el técnico consolide un equipo real.
Gustavo Gómez, con una madurez y liderazgo natural, es el que ha tomado sobre sus hombros el peso de tener que poner la cara en la cancha frente a todos. La cinta está en buenos brazos. Gómez viene demostrando un sentido de pertenencia admirable y ha estado en las peores; ahora le toca enfrentarse por fin a las buenas.
Si bien, el capitán es el que se muestra como líder frente a todos en todos los aspectos, el hombre que asume el rol protagónico para genera juego y cambiar ese rostro tan agrio que siempre tuvo Paraguay, apareció Miguel Almirón, el jugador que se ha convertido en sensación por dominar a su antojo la MLS y que ha llegado a la fantástica Premier League, tratando de ratificar que es el mejor futbolista guaraní de los últimos tiempos.
Con "Miggy", la Albirroja tiene un hombre que es capaz de inventar cualquier locura para salvar al equipo. No ha explotado todo su potencial, pero de a poco se suelta para ser la zurda sobre la que gire toda la selección.
La base está, pero falta encontrar un equipo. La columna vertebral que sostendrá a la nueva selección lo conforman Roberto Fernández, Gustavo Gómez, Richard Sánchez, el chico revelación que llegó para quedarse, Miguel Almirón y Derlis González.
Lo negativo
Es imposible no hablar de lo malo. La falta de resultados positivos y el perderle el gusto a ganar fue una costumbre de mal gusto que se adquirió en los últimos años. Está costando sacarse ese defecto horrible.
En 14 partidos dirigidos, el "Toto" logró apenas tres victorias, ante rivales sin trascendencia, como Guatemala, Jordania y Bulgaria. Se recogieron 6 empates y 5 derrotas, que dejan ciertas dudas.
Lo positivo y por uno de los hechos por el que se lo respalda a Berizzo es su estilo de juego que está impregnando. No es fácil, cuesta demasiado, pero en varios juegos se notó que Paraguay quiere cambiar, busca una identidad nueva en lo futbolístico y ojalá que lo consiga ya en el inicio del clasificatorio, que es el próximo objetivo inmediato.
¿Podemos soñar con Catar 2022? Sí, podemos. Paraguay peleará con seguridad uno de los cupos y de última será dueña como consuelo al menos del repechaje.