El DT Jorge Jesús goza de su primera Copa Libertadores

Lima, Perú | AFP

Podría decirse que Jorge Jesús es un visionario, porque sabía a lo que iba cuando le dio el sí al Flamengo: lo sacó campeón de la Copa Libertadores, 38 años después de su único título de este certamen, y revolucionó el fútbol brasileño en apenas seis meses.

Cuando el presidente del "Mengao", Rodolfo Landim, fue a Lisboa en febrero a buscar al portugués después de que éste renunció a finales de enero al Al-Hilal de Arabia Saudita, el técnico no dudó en embarcarse en esa aventura.

Incluso, el luso pudo haber llegado al Vasco da Gama meses antes, pero las negociaciones con el Gigante de la Colina no prosperaron y fue el Flamengo el que apostó fuerte por el exentrenador del Benfica y el Sporting de Lisboa, para reencauzar al equipo tras la renuncia de Abel Braga a finales de mayo.

"El día que decidí entrenar al Flamengo, yo les dije (a mis asistentes técnicos): preparen las maletas porque vamos a trabajar en Brasil y vamos a ser finalistas de la Libertadores", comentó el entrenador de 65 años un día antes de la final de la Copa frente a River Plate en Lima.

El último título importante a nivel internacional del Flamengo fue la Copa Mercosur de 1999 -venció a Palmeiras-, y más atrás en el tiempo la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental de clubes, ambas en 1981.

"Cuando acepté este desafío de ir a Brasil fue exactamente como un sueño de que estaría en una Libertadores y podría llegar a la final y ganarla, así como estar en el Campeonato Brasileño también con todas las posibilidades de vencer", aseguró tras derrotar 2-1 a River en un final impredecible el sábado en Lima.

Riguroso y detallista

Flamengo había hecho una inversión millonaria desde el año pasado para volver con éxito a la escena internacional y adueñarse del Brasileirao, donde había sido campeón por última vez en 2009.

Internacionales de gran experiencia, como el guardameta Diego Alves y los laterales Rafinha y Filipe Luis fueron llegando y se unieron a jóvenes talentos como Rodrigo Caio, Gabriel Barbosa 'Gabigol' o Gerson y a la calidad del trío de mediapuntas formado por el uruguayo Giorgian De Arrascaeta, Everton Ribeiro y Bruno Henrique.

Sólo faltaba un entrenador que pudiera utilizar todos esos recursos para el propósito flamenguista. Que fuera capaz de comandar el vestuario, ponerlo en cintura y dejar su sello.

A eso se comprometió Jorge Jesús, y en apenas seis meses, en plena Copa América en Brasil a mediados de año, el luso transformó al Flamengo y revolucionó el fútbol del país del jogo bonito.

¿Qué fue lo que hizo? Simplemente aplicó el profesionalismo y la rigurosidad europea en un ambiente acostumbrado al carnaval.

Se apersonó desde el primer día hasta desde los más mínimos detalles, como el largo del césped en las canchas de entrenamiento, las obras en el vestuario, la puntualidad de los jugadores para presentarse a las prácticas y hasta controlar las apariciones de los futbolistas en la prensa.

Revolucionó todo. Y en cuanto al fútbol, convenció en poco tiempo a los jugadores con una propuesta abiertamente ofensiva, que involucraba a los delanteros a ser los primeros defensores en el campo.

Por más títulos

La posesión de la pelota tanto para atacar como para defender fue el principio más trabajado en las primeras semanas de su gestión. Paralelamente, fue incorporando conceptos tácticos del fútbol europeo y supo combinarlos con el estilo de juego brasileño.

También rompió el paradigma en Brasil de que un equipo no podía estar enfocado plenamente en dos torneos a la vez: le apuntó a ser campeón de la Libertadores y el Brasileirao desde el primer entrenamiento.

El tiempo, y por supuesto el trabajo, le dieron la razón.

Lejos de haber sido aquel Flamengo que avasallaba a los rivales, el "Mengao" estuvo totalmente sometido por River Plate en los primeros 45 minutos en Lima y apenas generó peligro a 20 del final cuando el entonces campeón defensor no logró mantener la intensidad de juego con la que lo maniató.

Pero eso no le quita méritos al trabajo del luso y a un Flamengo que va por todo.

Este domingo, el 'Fla' podría convertirse en campeón del Brasileirao sin jugar, solo si el Palmeiras, segundo, no gana en casa al Gremio de Porto Alegre.

Miles de 'torcedores' aguardaron en el centro de Rio de Janeiro al plantel de Flamengo tras aterrizar este domingo en el aeropuerto carioca para celebrar a estas horas con un verdadero carnaval el segundo título de Libertadores.

En el horizonte está el Mundial de Clubes de la FIFA, en diciembre en Catar, y una final soñada contra el Liverpool de Jürgen Klopp, el mismo rival al que goleó 3-0 hace 38 años en Tokio en la extinta Copa Intercontinental de clubes.

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Llegaron los campeones y Río fue inundada por los rojinegros

Río de Janeiro, Brasil | AFP

El plantel del Flamengo, que se consagró campeón de la Copa Libertadores el sábado en Lima, aterrizó este domingo en Rio de Janeiro, donde lo esperan centenares de miles de aficionados para celebrar en las calles de la ciudad.

El avión en el que viajó el Flamengo aterrizó a las 11H49 locales (14H49 GMT) en el aeropuerto carioca desde la capital peruana, y posteriormente, los jugadores se dirigieron hacia el centro de Rio.

Apenas aterrizó, el copiloto sacó una bandera del Flamengo por la ventana de la cabina, emulando al exdelantero Romario, quien apareció por la ventana del avión con el que llegó la selección brasileña a Rio de Janeiro en 1994 tras ganar el Mundial de Estados Unidos, con una bandera brasileña, una imagen que dio la vuelta al mundo.

En la misma pista, dos camiones de los Bomberos hicieron el famoso bautismo al avión, haciendo un arco con dos chorros de agua.

Cuando la aeronave paró, la gran estrella de la final, el delantero Gabigol, autor de los dos goles agónicos del equipo carioca en la final, salió por la ventana del avión luciendo una gran bandera del Flamengo.

La expectativa es de una larga jornada de celebración que podría prolongarse si el Flamengo, sin jugar, gana esta misma tarde el Brasileirao, título que levantó por última vez en 2009.

- Puede celebrar otro título -

Gracias a la arrolladora temporada del "Mengao" bajo las órdenes del portugués Jorge Jesús, el segundo colocado en la tabla, Palmeiras, está obligado a ganar los cinco partidos que le quedan para evitar que Flamengo se proclame campeón brasileño.

Si el Palmeiras no consigue vencer en casa al Gremio de Porto Alegre este domingo, el Flamengo, sin jugar, se convertirá automáticamente en ganador del Brasileirao. Ese partido empezará las 19H00 GMT.

Desde primera hora de la mañana, miles de aficionados llenaron las calles del centro de Río de Janeiro, donde se realizará la celebración del título continental, con una desfilada del equipo en un autocar descapotable.

"Siempre supe que seríamos campeones, aunque todavía no me lo creo. No tengo edad para haber visto la era de oro del Flamengo, en la década de 1980. Espero que esta fase se repita ahora. Iré a conmemorarlo y espero ver el Míster (Jorge Jesus) en el desfile", explicó a AFP el empresario Rodrigo Pecly, de 29 años mientras esperaba la llegada de los jugadores al centro de la ciudad.

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¿Quién fue el MVP de la Copa Libertadores?

Para todos, la gran figura de la final terminó siendo Gabriel Barbosa, el famoso "Gabigol", pero el artillero fue expulsado sobre la hora y se quedó sin el premio de MVP, que desde este año otorga la Conmebol, al mejor de la competencia.

Emulando a la NBA, donde se le da anillos a los mejores de la temporada, la Conmebol decidió premiar con un anillo de oro, con la frase "El mejor del torneo" y la forma de la Copa Liberatdores. Para muchos, Gabigol era el indicado, más aún por su doblete sobre los últimos tres minutos, pero finalmente fue Bruno Henrique el galardonado.

El mejor amigo de Gabigol dentro del campo de juego fue el más productivo de su equipo ofensivamente, con 5 goles y 5 asistencias, y participando en innumerables conquistas de su equipo.

 

Bruno Henrique, el mejor de la final.

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