El pasado viernes, Jorge Ortega fue muy criticado por la parcialidad azulgrana. Los hinchas de Cerro Porteño recibieron de mala manera la actitud del futbolista paraguayo de Colón de Santa Fe, que en primera instancia no agarró la camiseta ciclónica que recibió de cortesía, al momento de realizar el reconocimiento de La Nueva Olla.
El "Sicario del Gol" se defendió de las críticas y dio su versión de los hechos. "Claramente se ve en el video que yo en ningún momento tiré la camiseta de Cerro. Al contrario, fue un compañero el que tiró y yo por respeto alcé del piso y le pasé al utilero", aseguró el delantero a la radioemisora 730 AM.
"No tengo que salir a pedir disculpas por algo que no hice. Tengo total respeto a Cerro Porteño y a su hinchada. En ningún momento les falté al respeto", adjuntó el atacante.
Ortega formó parte del encuentro en el cual el "Sabalero" cayó por 3-1 contra Independiente del Valle en la fina única de la Copa Conmebol Sudamericana.
Con el futbolista paraguayo Matías Rojas de titular, Racing aprovechó su condición de local y derrotó por la mínima diferencia a Huracán, en donde Antony Silva, Saúl Salcedo y Lucas Barrios igualmente completaron el juego.
Una vez culminado el juego, el "10" de la "Academia" explotó en contra del planteamiento del elenco visitante. "Fue bastante duro porque se meten atrás, nos pasó con Banfield y el partido pasado también. Creo que la calentura de la gente es una demostración de lo que sentimos nosotros, las sensaciones que tuvimos ahí en base a lo que fue pasando", empezó diciendo a Fox Sports.
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"Creo que nos estamos jugando cosas muy lindas y los rivales que nos vienen a jugar acá hacen tiempo y eso nos va costando un poco la paciencia logramos. Tenemos que jugar como jugamos hoy y tener más paciencia", concluyó el compatriota.
Con el triunfo, el actual campeón de la Superliga es uno de los escoltas -junto a River Plate- del campeonato argentino con 24 unidades, a solo una unidad de distancia de los líderes Boca Juniors, Lanús y Argentinos Juniors.
Perder la final de la Copa Sudamericana golpeó a más de la mitad de Santa Fe, pero que quedó casi noqueado, fue el ídolo sabalero y capitán de Colón, Luis Miguel Rodriguez, quien incluso puso en duda su continuidad en el equipo de Pablo Lavallén.
El "Pulga", emblema de Colón hasta la final, no tuvo una gran actuación. Llegó con una lesión a cuestas, aportó muy poco futbolísticamente y no pudo convertir el penal que le pudo haber dado vida a equipo argentino.
Al terminar el partido y consumarse la derrota ante Independiente del Valle, Rodríguez lloró desconsoladamente y se apartó un buen tiempo en soledad, mirando cómo los ecuatorianos festejaban la conquista internacional.
En conferencia de prensa, Rodríguez dio a entender que su futuro está en duda, a pesar de que tiene contrato por un par de años con el "Sabalero". Quedó goleadísimo y dijo que a fin de año analizará si se siente bien para seguir en Santa Fe.
