Miguel Ángel Russo llegó con un gran cartel, pero su estadía en Cerro Porteño fue una gran decepción. El experimentado DT hizo su propio camino para salir de Barrio Obrero, con caprichos, soberbia y un montón de errores.
El profesional argentino vino como el "Campeón de América" y fue contratado por su experiencia copera. Pero en la Libertadores no mostró mucho. Pasó octavos de final ante un discreto equipo como San Lorenzo de Almagro y aunque protagonizó un gran primer tiempo en la revancha ante River Plate, luego su equipo dio lástima.
Se eliminó de la Copa Libertadores, se le fue la Copa Paraguay y el torneo Clausura ya lo perdió en menos de un rueda.
Aquí algunos de sus errores puntuales, que lo terminaron enterrando:
- Enemistad con los juveniles. Desde que llegó, no tuvo buena relación con los chicos que asomaban y a todos les dejó en claro que la mayoría jugaba por reglamento y no porque merecían. Aunque no le rindieron, solamente miró a dos juveniles: Alan Rodríguez y Daniel Rivas. En una de sus primeras declaraciones, "enterró" a Sergio Díaz y Josué Colmán, por haber vuelto tan temprano al club.
- Soberbia para no reconocer errores. Además de que nunca dejaba que se le haga la consulta completa, usó la soberbia y se escudó en su carrera para ocultar los errores constantes que cometía, tanto en lo táctico, en los cambios y también en los once iniciales. Como claro ejemplo queda la vez que dejó fuera a Federico Carrizo, en un partido clave ante Libertad.
- Asumía la responsabilidad, pero...: Sus muletillas siempre fueron "la responsabilidad es totalmente mía", pero dentro de cada conferencia de prensa, fue tirando todo hacia su plantel, diciendo que no tenían picardía, audacia y en lugar de apuntar a los experimentados, los señalados siempre fueron los más chicos.
- Distante de su plantel: A diferencia de otros entrenadores, Russo nunca fue muy cercano a su plantel, al menos la relación que exhibía en los partidos y algunos entrenamientos que se pudieron ver.
- Cambiaba por obligación: A la hora de los cambios, siempre tuvo problemas. Muy pocas veces le resultaron, Lo más recordado fue la revolución armada por Óscar Ruiz ante San Lorenzo, pero paremos de contar. Por si fuera poco, dijo que no había reglamento que obligue a realizar los tres cambios y en partidos que el equipo necesitaba refrescar, solamente hizo dos variantes, incluso en Copa Libertadores.
Como plus hay que sumarle la pésima preparación de su cuerpo técnico en cuanto a lo tecnológico y también se vio mala preparación física. A Cerro le costó mantener ritmos en los segundos tiempos y se hartó de tener lesionados por cuestión muscular.