Porto Alegre, Brasil | AFP |
Para un equipo que ha ganado más que ningún otro el título más preciado (la Copa del Mundo), Brasil tiene la sorprendente capacidad de fabricarse recuerdos dolorosos a lo largo de su brillante historia, casi con una insistencia masoquista.
Cinco veces la Seleçao ha ganado el Mundial y en ocho ocasiones conquistó la Copa América, aunque en el torneo continental le superan Uruguay (15) y Argentina (14) con más títulos.
Incluso ha sido la selección que más veces ha ganado un torneo de menor importancia, la Copa Confederaciones: cuatro, casi tantas como el resto de equipos juntos (6).
Pero parece que la torcida brasileña no puede disfrutar de los éxitos de su equipo sin recordar también algunos sonoros fracasos.
Unos fantasmas colectivos de los que apenas pueden desprenderse, aunque el jueves se libraron de uno de ellos, cuando eliminaron en los penales a Paraguay en los cuartos de final de la Copa América-2019.
El combinado guaraní había dejado fuera a la Seleçao del torneo continental en las ediciones de 2011 y 2015 desde el punto de penal, ambas también en la instancia de cuartos de final.
"Los traumas en la vida hay que sacárselos de encima. Hoy merecidamente hemos sacado ese trauma que teníamos de dos eliminatorias que nos fuimos a casa con ese equipo", afirmó Dani Alves al finalizar el duelo de penales que quedó a manos de los anfitriones por 4-3 (0-0 al término de los 90 minutos reglamentarios).
El arquero brasileño Alisson atajó la pena máxima lanzada por Gustavo Gómez y cuando el brasileño Roberto Firmino erró el suyo, el paraguayo Derlis González envió su disparo fuera, permitiendo a Gabriel Jesus dar el boleto a semifinales a su equipo.
"Sabíamos que hoy teníamos que ser muy, muy fuertes mentalmente porque íbamos a enfrentar a un rival de los más duros que hay en esta Copa", explicó el capitán de la Verdeamarela.
Pero la idea de definir el pase desde los once metros causaba pánico en el país. "Nunca voy a estar tranquilo con una definición por penales. Es injusto. Eso personaliza el suceso y el fracaso (...) Para mí debería encontrarse otra forma, cuál es, no sé", había admitido el seleccionador Tite en la víspera del duelo.
La humillación germana
Si Brasil quiere levantar en casa la novena Copa América tendrá que exorcizar otros demonios que perduran en la memoria futbolística de la torcida, empezando por el martes en la semifinal contra Argentina... en el Estadio Mineirao de Belo Horizonte.
Ese fue el escenario de una de las peores pesadillas de la Seleçao en una cancha, que ocurrió apenas dos semanas antes de que la pentacampeona mundial celebrara el centenario de su primer partido, en 1914.
Brasil buscaba una sexta corona mundial, pero se cruzó en semifinales con el 'bulldozer' germano, que arrasó con el sueño de todo el país. Alemania goleó por 7-1 al equipo local, que encajó una de las mayores humillaciones de su historia, sino la mayor.
Aunque en ese estadio ya regresó Brasil, ganando precisamente a Argentina por 3-0 en las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Rusia-2018 (en noviembre de 2016), será la primera vez que la Verdeamarela dispute un torneo internacional desde el 'Mineirazo' de hace casi cinco años.
"Estamos muy tranquilos con respecto al 7-1 y los recuerdos, porque fue algo que pasó hace mucho tiempo", explicó Willian, uno de los que vivió vestido de corto aquella afrenta, cuando entró como suplente cuando el marcador ya señalaba un 6-0.
Si los brasileños superan a un equipo en crecimiento, en el que todavía no se ha visto al mejor Lionel Messi, al menos se han librado de verse en la final en Maracaná con Uruguay, el equipo que les privó del primer mundial en 1950 con el famoso gol de Alcides Ghiggia que dio la victoria y el título a la Celeste y que pasó a la historia del fútbol como el 'Maracanazo'.
Los charrúas perdieron 5-4 en penales este sábado en Salvador frente a Perú y quedaron eliminados.
Aunque el episodio que hace caso 70 años a las casi 200.000 personas que abarrotaban el mítico estadio de Rio de Janeiro, y que según la prensa de la época provocó incluso algunos suicidios, podría repetirse ahora... con otro rival.
La respuesta se conocerá el próximo 7 de julio.
Salvador, Brasil | AFP |
Perú recuperó el amor propio en la Copa América Brasil-2019 y enfrentará a Chile en las semifinales al eliminar a Uruguay este sábado en definición por penales 5-4 (0-0 en los 90 minutos), en el partido de cuartos de final que disputaron en Salvador.
Paolo Guerrero, Raúl Ruidíaz, Yoshimar Yotún, Luis Advíncula y Edison Flores convirtieron los goles desde el punto blanco, en el compromiso que se disputó en la mundialista Arena Fonte Nova en Salvador (noreste) ante 18.083 espectadores.
Édinson Cavani, Cristhian Stuani, Rodrigo Bentancur y Lucas Torreira convirtieron para la Celeste.
El golero Pedro Gallese, de tarde fatal en el 5-0 ante Brasil el pasado sábado en Sao Paulo en el cierre de la fase de grupos, fue el héroe del partido al atajar el cobro del astro charrúa Luis Suárez, el primero de los cinco turnos de Uruguay.
"Hemos demostrado que este grupo tiene garra, tiene sangre, tiene huevos", dijo un exultante Paolo Guerrero tras la victoria peruana.
El 'Depredador' destacó que Perú eliminó "a una selección uruguaya que está entre las diez mejores del mundo (...) Daban a Uruguay favorito...¡Noooo! Aquí en Sudamérica no hay favoritos en ningún partido, aquí todos juegan bien y todos los partidos son parejos".
Lo dijo el 'Maestro'
Tabárez había anticipado un partido "con muchas dificultades" ante un Perú que iba a intentar recuperar su amor propio tras el papelón ante la Seleçao. Y como lo imaginó el 'Maestro', así sucedió.
Pareja la primera mitad en la posesión y el desarrollo, fue Uruguay el que tuvo las mejores opciones para abrir el marcador, pero Perú, aplicado atrás, aguantó y con un solitario Guerrero se las ingenió para inquietar a la Celeste.
En esta dinámica en la que se alternaron la pelota en la mitad, la Celeste sacó una pizca de ventaja en buena medida por la fogosidad de Luis Suárez, quien encontró en la banda derecha del rival un camino abierto para llegar al arco de Pedro Gallese.
Y fue de los pies del 'Pistolero' donde nació la acción más clara de gol de Uruguay, cuando a los 24 minutos a fuerza de gambeta y un poco de suerte logró habilitar a Cavani en el área pequeña, pero el del PSG remató incómodo y sacó el disparo arriba del travesaño.
A esa altura del partido Uruguay se veía más sólido, incluso logró marcar con Giorgian De Arrascaeta a los 28 minutos, pero el gol fue invalidado por fuera de juego de Nández cuando habilitó al '10' del Flamengo.
Perú apenas le vio la cara a Muslera a los 38 y 43 minutos, en dos acciones calcadas en las que Guerrero luchó sin éxito dos pelotas divididas en el área grande, pero exigiendo a Giménez y Godín con cortes deslizantes.
Tres goles anulados
El desarrollo de la segunda mitad poco cambió respecto al de la inicial, si bien Perú se mostró más suelto en la mitad y con Flores más involucrado en el juego ofensivo, fue Uruguay el que fabricó las situaciones de gol gracias a un control más efectivo de la pelota.
Perú llevó zozobra al arco de Muslera a los 54 con una acción de Flores por la izquierda, pero a partir de esa situación se olvidó del meta del Galatasaray, y fue Uruguay el que se pellizcó y cargó contra el arco de Gallese.
La Celeste logró marcar en dos ocasiones, primero con Cavani a los 58 y después con Suárez a los 72, pero los goles fueron invalidados por el árbitro brasileño Wilton Sampaio por fuera de juego.
Diego Godín admitió que a la Celeste le "faltó contundencia para meter un gol" además de que por el VAR le anularon "tres goles".
"Nos faltó el gol. Se buscó, se intentó", se lamentó el capitán de la Celeste.
Uruguay era más en el campo y llevaba el peso ofensivo del partido aunque sin claridad en los metros finales, mientras que Perú, que se defendió como Paraguay ante Brasil en el primer partido de cuartos, logró llevar con esfuerzo el trámite a los penales.
Allí la suerte estuvo de lado de los incas, que convirtieron sus cinco cobros, mientras que Gallese tuvo su reivindicación y revancha al atajar el disparo de Suárez, abriendo el camino para el pase a las semifinales.
Para un equipo que ha ganado más que ningún otro el título más preciado (la Copa del Mundo), Brasil tiene la sorprendente capacidad de fabricarse recuerdos dolorosos a lo largo de su brillante historia, casi con una insistencia masoquista.
Cinco veces la Seleçao ha ganado el Mundial y en ocho ocasiones conquistó la Copa América, aunque en el torneo continental le superan Uruguay (15) y Argentina (14) con más títulos.
Incluso ha sido la selección que más veces ha ganado un torneo de menor importancia, la Copa Confederaciones: cuatro, casi tantas como el resto de equipos juntos (6).
Pero parece que la torcida brasileña no puede disfrutar de los éxitos de su equipo sin recordar también algunos sonoros fracasos.
Unos fantasmas colectivos de los apenas pueden desprenderse, aunque el jueves se libraron de uno de ellos, cuando eliminaron en los penales a Paraguay en los cuartos de final de la Copa América-2019.
El combinado guaraní había dejado fuera a la Seleçao del torneo continental en las ediciones de 2011 y 2015 desde el punto de penal, ambas también en la instancia de cuartos de final.
"Los traumas en la vida hay que sacárselos de encima. Hoy merecidamente hemos sacado ese trauma que teníamos de dos eliminatorias que nos fuimos a casa con ese equipo", afirmó Dani Alves al finalizar el duelo de penales que quedó a manos de los anfitriones por 4-3 (0-0 al término de los 90 minutos reglamentarios).
El arquero brasileño Alisson atajó la pena máxima lanzada por Gustavo Gómez y cuando el brasileño Roberto Firmino erró el suyo, el paraguayo Derlis González envió su disparo fuera, permitiendo a Gabriel Jesus dar el boleto a semifinales a su equipo.
"Sabíamos que hoy teníamos que ser muy, muy fuertes mentalmente porque íbamos a enfrentar a un rival de los más duros que hay en esta Copa", explicó el capitán de la Verdeamarela.
Pero la idea de definir el pase desde los once metros causaba pánico en el país. "Nunca voy a estar tranquilo con una definición por penales. Es injusto. Eso personaliza el suceso y el fracaso (...) Para mí debería encontrarse otra forma, cuál es, no sé", había admitido el seleccionador Tite en la víspera del duelo.
- La humillación germana -
Si Brasil quiere levantar en casa la novena Copa América tendrá que exorcizar otros demonios que perduran en la memoria futbolística de la torcida, empezando por el martes en la semifinal contra Argentina... en el Estadio Mineirao de Belo Horizonte.
Ese fue el escenario de una de las peores pesadillas de la Seleçao en una cancha, que ocurrió apenas dos semanas antes de que la pentacampeona mundial celebrara el centenario de su primer partido, en 1914.
Brasil buscaba una sexta corona mundial, pero se cruzó en semifinales con el 'bulldozer' germano, que arrasó con el sueño de todo el país. Alemania goleó por 7-1 al equipo local, que encajó una de las mayores humillaciones de su historia, sino la mayor.
Aunque en ese estadio ya regresó Brasil, ganando precisamente a Argentina por 3-0 en las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Rusia-2018 (en noviembre de 2016), será la primera vez que la Verdeamarela dispute un torneo internacional desde el 'Mineirazo' de hace casi cinco años.
"Estamos muy tranquilos con respecto al 7-1 y los recuerdos, porque fue algo que pasó hace mucho tiempo", explicó Willian, uno de los que vivió vestido de corto aquella afrenta, cuando entró como suplente cuando el marcador ya señalaba un 6-0.
Si los brasileños superan a un equipo en crecimiento, en el que todavía no se ha visto al mejor Lionel Messi, podrían tener aún que exorcizar el demonio que no olvidan los brasileños... y que forma parte de la historia del fútbol.
Fue el famoso 'Maracanazo', la derrota por 2-1 ante Uruguay que privó a la Seleçao de conseguir en 1950, y en casa, su primer título mundial, cuando el anfitrión apenas necesitaba un empate ante los charrúas para levantar la copa.
Un gol de Alcides Ghiggia a falta de once minutos para el final acabó con el sueño de todo Brasil y convirtió aquel episodio en una pesadilla que aún se recuerda casi 70 años después.
Aquel gol enmudeció a las casi 200.000 personas que abarrotaban el mítico estadio de Rio de Janeiro e incluso la prensa informó de que varios hinchas se suicidaron tras lo sucedido.
Por el otro lado del cuadro está Uruguay, que si este sábado supera a Perú se convertirá en semifinalista, jugándose el pase a la final contra Chile.
Y la final de esta Copa América, el próximo 7 de julio, será... otra vez en el Maracaná.
Fuente: AFP.
