La rebelión de los modestos en la Copa América

Río de Janeiro, Brasil | AFP

Ya lo advirtió Messi el pasado miércoles: "Ya hoy no se gana más con la camiseta". La Copa América que se disputa en Brasil está deparando una revolución de los más modestos, capaces de plantar cara a los grandes, al punto que todos están con posibilidades de clasificarse a cuartos de final.

Lionel Messi y Argentina son los que más están sufriendo en sus carnes el hecho de que los equipos más chicos planten cara a las grandes potencias: derrota en la primera jornada contra Colombia (que no ganaba a la Albiceleste en la Copa América desde 1999) y un empate contra Paraguay... y gracias a que Franco Armani atajó un penal que podría haber significado la victoria guaraní.

Un punto en dos jornadas y la obligación de vencer a Catar el domingo en Porto Alegre si Messi no quiere sumar una nueva decepción en su tortuosa relación con la selección de su país.

Precisamente Catar, un equipo que nunca ha disputado un Mundial (el primero que jugará será en 2022 porque es el anfitrión), llegó a Brasil como invitado, pero está teniendo un papel protagonista mucho mayor del esperado.

"Queremos ser protagonistas en el juego"

El equipo que dirige el español Félix Sánchez remontó un resultado adverso de dos goles para acabar empatando 2-2 ante Paraguay en el primer partido de su historia en una competición oficial fuera de Asia y en el segundo aguantó 85 minutos a la Colombia que había desnudado las carencias de Argentina, hasta que Duvan Zapata hizo saltar por los aires el muro escarlata con un potente cabezazo.

No lo hizo además 'plantando el autobús' como dirían los clásicos, sino con un juego que, salvando las distancias, en ocasiones recuerda al del Barcelona, en cuya cantera estuvo entrenando Sánchez antes de dar el salto el rico emirato.

"Nosotros queremos ser protagonistas en el juego, los jugadores tienen la calidad para hacerlo", ha explicado en Brasil el técnico español, quien advirtió a sus rivales: "Somos un equipo que nunca se rinde".

El otro equipo invitado a esta Copa América, Japón, tiene más experiencia internacional que Catar, pero acudió a Brasil con un equipo casi juvenil (14 de los 23 convocados no habían debutado como internacionales absolutos) para preparar los Juegos Olímpicos de Tokio-2020.

En el primer encuentro fue superado claramente por Chile (4-0), pero en el segundo, el jueves en Porto Alegre, plantó cara a una de las grandes favoritas del torneo, Uruguay, y se adelantó dos veces en el marcador para acabar cediendo un empate (2-2).

"Les jugamos de igual a igual y hasta pudimos ganarles", destacó el seleccionador nipón, Hajime Moriyasu.

"Se desprecia la realidad del fútbol"

Pero no sólo los invitados asiáticos se les están subiendo a las barbas a los grandes del continente sudamericano. Venezuela fue capaz de empatarle a la pentacampeona mundial Brasil, el martes en Salvador.

Con dos puntos, el equipo que dirige Rafael Dudamel puede incluso salir campeón de la llave A, si gana por al menos tres goles a Bolivia y Brasil y Perú empatan en el otro encuentro del sábado.

Bolivia, hoy considerada la 'Cenicienta' de Sudamérica, aún tiene chances de clasificarse como una de las mejores terceras si derrota a la Vinotinto, que según los resultados, puede acabar tanto campeona de grupo como quedar eliminada.

Algo parecido sucede en el Grupo C, donde si Chile derrota a Ecuador este mismo viernes en Salvador (19:00) se uniría a Colombia en cuartos. La tricolor por su parte llegará con posibilidades de clasificación incluso perdiendo ante la Roja.

Y en el Grupo B lo ya reseñado, salvo la clasificación de los cafeteros, todo está por decidir.

Una incerteza en los resultados que ya no sorprende a un viejo zorro del fútbol como el seleccionador uruguayo, Óscar Tabárez: "¿Nadie vio la Champions League, los resultados que nadie previó? Debe haber algo que se desprecia de la realidad del fútbol. Nunca está escrita la realidad antes de jugar un partido", dijo el 'Maestro' tras jugar contra Japón.

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El uruguayo Diego Laxalt es duda para el resto de Copa América

Porto Alegre, Brasil | AFP.

El lateral uruguayo Diego Laxalt, que debió ser reemplazado el jueves en el empate 2-2 con Japón por la segunda fecha del Grupo C de la Copa América-2019, sufrió una distensión muscular y es duda para el resto del torneo.

En un estudio realizado este viernes en Porto Alegre "se constatan imágenes compatibles con distensión de musculatura isquiotibial, sin elementos de rotura de fibras", dice un comunicado de la sanidad de la Asociación Uruguaya (AUF), que sin embargo "no se descarta su disponibilidad previo a la finalización de la competencia".

Laxalt se lesionó a los 25 minutos del partido jugado en el Arena do Gremio, en la jugada que acabó en el primer tanto de Japón, anotado por Koji Miyoshi, y fue reemplazado por Giovanni González.

La eventual baja del lateral del Milán sería la segunda en la Celeste, que ya sufrió la del volante Matías Vecino por una lesión muscular en el bíceps a poco del final en el debut con victoria 4-0 contra Ecuador.

Uruguay, que lidera de momento el Grupo C de la Copa América con cuatro puntos, se jugará su pase a cuartos de final el lunes contra Chile, en la última fecha, en partido que se disputará en el estadio Maracaná, en Rio de Janeiro.

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Muslera, noche de récord y dudas en Uruguay

Porto Alegre, Brasil | AFP.

Japón la arruinó el festejo a Fernando Muslera, que se erigió como el portero uruguayo con más presencias en la Copa América, en una noche en que sus fallos facilitaron los goles a un equipo asiático que le faltó el respeto a la Celeste y cosechó un empate de 2-2.

Los nipones se olvidaron de los galones de la Celeste. Los 15 títulos de campeón de América y un arranque de lujo ante Ecuador (4-0) quedaron atrás y el arco uruguayo fue vulnerado en dos ocasiones.

Una corrida infernal de Koji Miyoshi terminó a los 25 minutos con un remate al primer palo, que Muslera descuidó, mientras que el segundo gol, también de Miyoshi (59) surgió tras un grosero error del portero charría, que rechazó corto y al medio del arco un centro sin mayores peligros.

"Recibimos goles de esos que yo les llamó evitables", soltó el entrenador Oscar Tabárez, al finalizar el choque que Uruguay logró igualar con tantos de Luis Suárez de penal y José María Giménez.

Invitado al torneo junto a Catar, el equipo japonés mostró osadía y recibió su premio. Enfrente, los charrúas pagaron caro sus errores.

"Tuvimos chances pero no se nos dio. Ellos tuvieron pocas jugadas, llegaron al gol un poco fácil", admitió el guardameta del Galatasaray al finalizar el choque.

El empate "nos pone en advertencia por los errores que cometimos" y obliga a seguir mejorando, agregó el arquero.

Manos récord

A diez segundos de completar 10.000 minutos con la Celeste, Muslera rompió ante Japón una nueva marca al sumar 15 partidos en Copa América que lo convierten en el arquero uruguayo con mayor presencias en el torneo.

Atrás quedó el histórico Roque Gastón Maspoli -que protegió el arco en los años cuarenta y cincuenta y fue uno de los héroes del Maracanazo- con 14 presencias en el torneo continental.

"Es un orgullo para mi y para mi familia", batir este récord, señaló Muslera en la antesala del choque ante Japón.

Muslera debutó el 10 de octubre de 2009 ante Ecuador, en el Mundial de Sudáfrica-2010 se adueñó del arco y a partir de allí vivió los años de la resurrección celeste como una fija del equipo.

El triunfo por penales en los cuartos de final ante Lionel Messi y compañía en Copa América de Argentina-2011 ratificó que había llegado para quedarse.

Eliminatorias mundialistas, Copa Confederaciones y los Mundiales de Brasil-2014 y Francia-2018, en el que Uruguay cayó con el campeón Francia en los cuartos de final, forman parte del recorrido de un golero de personalidad tranquila y afable.

Reacio a entrar en polémicas, Muslera usa su sonrisa como antídoto a las malas rachas y asume sus errores con tranquilidad, seguro de que Tabárez le dará otra oportunidad para demostrar que el equipo puede confiar en sus manos.

La revancha de la noche para el olvido que vivió en el Arena do Gremio llegará el lunes cuando en Maracaná, el estadio de los sueños para Uruguay, enfrente a Chile por la definición del Grupo C.

Sumar más partidos para la historia y frenar a Alexis Sánchez, Edu Vargas y compañía será el reto de Muslera... un arquero afable que quiere volver a sonreír.

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