Por Martín Villagra
Paraguay causó estragos en el Grupo Mundial de la Copa Davis durante siete temporadas (1983/1989). Se mantuvo invicto en Asunción. Se obtuvieron sensacionales triunfos, entre los más espectaculares, sobre República Checa, Francia y Estados Unidos, países campeones de la competición con varias “Ensaladeras de Plata” en su palmarés. Cuatro veces cuartofinalista (1983/1984/1985/1987), se rozó las semifinales (1983/1985/ 1987), con derrotas en el último partido ante Francia, Australia y España, respectivamente. Víctor Pecci conformó el equipo nacional, que en 1982 logró el ascenso con una resonante clasificación de visitante sobre Canadá.
República Checa
El primer impacto se dio en 1983 ante la temida República Checa, que llegó con Ivan Lendl en sus filas, número uno del mundo. A este le acompañó Tomáš Šmíd, especialista en dobles, ranqueado número dos de la modalidad.
“Entrenamos tres semanas antes en parquet. Nos acostumbramos a la velocidad de la pelota. Ganamos en dobles (6-4/6-4/6-4). Ese día, yo sentía que volaba en la cancha y fue el mejor partido de dobles que jugué en mi vida con Francisco González. Le ganamos a Lendl y Tomáš Šmíd, dos que estaban entre los mejores del mundo”, rememora Pecci.
Francisco González aseguró la serie 3-1 en el primer singles del domingo ante Tomáš Šmíd (6-3/12-10/3-6/6-3). El último punto tenían que jugar Pecci y Lendl. Con la serie definida, completaron Víctor Caballero por Paraguay y Jaroslav Navratil, quien con su triunfo acortó la diferencia 3-2.
Francia
El parquet otra vez estaba listo en 1985. Llegó Francia con Yannick Noah, número uno de su país, quien estaba en su apogeo en el top 5, después de ganar Roland Garros dos años antes (1983). El estadio del Consejo Nacional de Deportes estaba colmado de público.Víctor Pecci definió 3-2 en el quinto partido ante el zurdo Henri Leconte (6-3/6-4/3-6/7-5). Fueron fundamentales los triunfos de Pecci sobre Noah y de Francisco González ante Leconte (4-6/6-3/3-6/6-3/6-4). Aquella vez se perdió en dobles contra Noah y Leconte (2-6/6-3/8-6/5-7/3-6).
“Jugamos seis horas con Noah (6-8/15-13/2-6/8-6/10-8). Había mucha humedad y me acalambré a finales del tercer set. Con líquido y banana, logré recuperarme. Me vino como un segundo aire. Ese fue el partido más duro y difícil que jugué y gané en mi vida. Tuve un match point en contra con mi servicio. Saqué fuerte a la derecha, Noah enganchó, la pelota salió y después pude definir”, cuenta Pecci.
Sin parquet
Las grandes potencias del tenis tenían “terror” de cruzarse con Paraguay, que recibía un aliento infernal del público. Los rivales sentían “pánico escénico” a la hora de jugar en la complicada y extremadamente veloz pista de parquet. Ante las presiones y quejas, la Federación Internacional cambió la reglamentación y prohibió la utilización de esa inédita superficie, que se extinguió para siempre.
Locura contra EEUU
Ya en el polvo de ladrillo del Yacht y Golf contra Estados Unidos, Paraguay estaba 1-2 abajo. Víctor Pecci y Francisco González perdieron en cinco sets (7-5/11-9/2-6/5-7/4-6) en dobles del sábado ante la pareja número uno del mundo, integrada por los fenómenos Ken Flach y Robert Seguso.
El domingo, Hugo Chapacú tenía la presión de ganarle a Jimmy Arias para empatar 2-2 y extender la definición al último singles. Chapacú ganó los dos primeros sets, se acalambró en el inicio del tercero y el cuarto, los cuales perdió. Apenas caminaba. En el quinto set perdía 2-5 y 15/40. Salvó varios macht point y pudo levantar ese épico partido tras más de cinco horas (6-4/6-1/5-7/3-6/9-7) ante una multitud delirante.
“Era un milagro y sucedió. Chapacú prácticamente no tenía ranking, pero podía ponerse al nivel de Arias y jugarle de igual a igual. No estaba acostumbrado a estar horas y horas, porque no jugaba Copa Davis al mejor de cinco sets”, se sincera Pecci.
“Estaba ganando fácil los dos primeros sets. Empezó con el calambre, aguantó y Arias, que estaba entre los diez mejores jugadores del mundo, no supo definir con toda su experiencia”, argumenta.
“Había una energía positiva. De estar en terapia intensiva, resucitamos. A mí me agrandó. A Aaron Krickstein le bajoneó. Le sumás eso al público que estaba enloquecido”, relata emocionado Pecci.
Lo más difícil estaba hecho. Ya en la madrugada del lunes 16 de marzo de 1987, Víctor Pecci otra vez se vistió de héroe. Definió magistralmente el último partido contra Aaron Krickstein (6-2/8-6/9-7). La serie finalmente fue 3 a 2.
“Era Estados Unidos, lejos el más ganador de Copa Davis. Fue el triunfo más importante, por como se dieron las cosas y por la tradición de ese rival”, enfatiza Víctor.
Sanción
Después del resonante triunfo sobre EEUU, a Paraguay le correspondía la localía ante España por el paso a la semifinal. La Federación Internacional sancionó y despojó a Paraguay de la localía a raíz de los incidentes generados por el público. El árbitro general, el sueco Kurt Nielsen, denunció que recibió insultos de los dirigentes, entre ellos del entonces presidente a la Asociación, Alejandro Velázquez Ugarte.