El atleta paraguayo Fabrizio Rodríguez, que viajó al Campeonato Mundial 2018 de Sambo, que viene teniendo lugar en Rumania del 3 al 15 de noviembre, está atravesando una verdadera odisea para su participación, debido a la total incapacidad de los directivos de la Federación Paraguaya de la modalidad (FPS), Nora Isabel Mendieta y Daciano Ojeda Maciel.
“Al llegar al Aeropuerto Silvio Pettirossi, me topé con la sorpresa de que viajaría con la secretaria Nora Isabel, ya que el presidente de la FPS, Daciano Ojeda, lo hacía solamente por cuestiones comerciales, pero haciendo uso de los pasajes que la entidad a su cargo debía destinar a los competidores”; manifestó Fabrizio a Versus.
El mismo siguió relatando, “El día 6 del corriente fecha que debía viajar ya no pude cancelar y acepte hacerlo porque ya me encontraba en el aeropuerto, tenia los boletos pagados, y quería competir, no sólo por la manera que me prepare para eL mundial, sino también por todas las personas que estuvieron detrás mío, brindándome su apoyo y patrocinio”.
Ya en Rumania, cuando empezaron los combates, la persona “encargada" que viajó supuestamente para ayudarme, no lo hizo; ahí me pregunté si la misma tenía acreditación para ir como coach, es decir que entienda de este deporte y me apoye, ya en mis cortes de peso, como en mi preparación en sí, y sino es así, solicitar por una persona con conocimientos”.
“Tuve que bajar 5 kilos, ya que en un viaje de 26 horas con movimientos nulos, subí ese peso, hice corte de peso solo, tuve que movilizarme solo, pagar yo los gastos de comida, siendo que la Federación había prometido pagar todo eso”.
“El día de mi participación, estaba calentando para entrar a pelear y mi coach Nora Isabel desaparece. Luego el presidente de la Federación Mundial me manifiesta mi eliminación directa, ya que a mi llamado, ésta no escuchó mi nombre”.
Al momento de reclamarle, ella me sugiere que debería presentarme en otro estilo, a pesar de decirle que bajé 5 kilos en menos de una semana y que mi cuerpo no aguantaría, que me desvanecería, ella responde que entre a pelear en 82 kilos (categoría (82-90). Ahí le respondí que no puedo entrar en ese peso ya que me lastimarían de muy mala manera. Entonces ella me solicita que me pese de todos modos y entre al ring a perder, que me deje hacer una llave y pierda”.
“Desde que me convocaron, a los dos solo los vi el día del grandioso viaje. Sería bueno que la Secretaría Nacional de Deportes vea que se hacen con los pasajes que la Federación Internacional envía a los atletas”.
“Me dejaron abandonado 4 días en un país extraño, con lengua extraña para mí, vuelvo a repetir que tuve que poner plata de mi bolsillo para comer, ya que si no lo hacía, moría de hambre acá”.
“Más que nada me siento indignado, utilizado por estas personas que están reconocidas por la SND, incumpliendo los derechos humanos fundamentales y mínimos, para con todos los deportistas que están en mi misma posición”.
“Espero que esto termine, espero una audiencia transparente y que den la cara estas dos personas que se aprovechan de los atletas, para poder ganarse unas monedas que salen de Federaciones”; manifestó indignado Fabrizio en su despedida, mientras busca en este lejano país la forma de retornar al nuestro.
El sudafricano Kevin Anderson, número 6 mundial, extendió este martes su racha exitosa en el Masters 2018 de Londres, donde en primera ronda del grupo Lleyton Hewitt había derrotado al austriaco Dominic Thiem por 6-3, 7-6 (10); y donde hoy barrió con el japonés Kei Nishikori en sets seguidos y parciales de 6-0 y 6-1, en solo 1 hora con 6 minutos de juego.
A pesar del favoritismo que despertaba el sudafricano en la previa a este duelo, se esperaba una mayor resistencia del tenista japonés, número 9 de la ATP, que en su estreno oficial en esta competencia había brindado una de las mayores sorpresas, al derrotar al suizo Roger Federer.
Anderson, de 32 años, disputa el 'Torneo de Maestros' por primera vez en toda su carrera, en un año donde el gigante de 2,03 metros fue subcampeón en Wimbledon.
Esta tarde, a partir de las 17:00 y en duelo de perdedores en primera ronda, se medirán por este mismo grupo, el suizo Roger Federer y el austriaco Dominic Thiem.
En esta cita londinense hay dos grandes bajas, la del español Rafa Nadal y la del argentino Juan Martín Del Potro, segundo y cuarto del mundo respectivamente, que renunciaron a participar por problemas físicos que vinieron arrastrando a lo largo de este 2018.
Un total de 18 medallas, 7 de oro, 8 de plata y 3 de bronce, fue la exitosa cosecha de la representación nacional en el marco del Campeonato Sudamericano de Shuai Jiao Kung-Fu tradicional, que tuvo lugar en la ciudad de Vila Noemia Mauá, estado de San Pablo, Brasil.
Los mejores representantes de Paraguay en esta competencia fueron los luchadores José Brítez, Carlos Ferreira, Luis Arellano y Luz Fretes; de entre ellos, Brítez se consagró campeón internacional en la modalidad de Sanda, y además se colgó otras 5 medallas en las modalidades de Formas y Shuai Jiao.
Por su parte, Carlos Ferreira, fue flamante vice campeón en Shua Jiao y medalla de oro, en la modalidad Formas; mientras que Luis Arellano, fue campeón en Sanda y Formas; y Luz Fretes, se colgó la medalla de plata en la modalidad de Sanda y la de oro, en Formas.
La delegación guaraní que tomó parte de esta competencia la conformaron; el Shifu, Gerónimo Samudio, como director técnico); el Shifu, Luis Saavedra, director adjunto y recursos médicos; el Sifu, Carlos Ferreira, atleta adulto, 72 kilos/Shuai Jiao amateurs; el Sifu, José Britez, atleta adulto, 70 kilos/Shuai Jiao y Sanda amateurs.
También integraron esta delegación; Luz Fretes, atleta adulta, 57 kilos/Shuai Jiao y Sanda amateurs; Luis Arellano, atleta adulto, 80 kilos/Shuai Jiao; Graciela Sandoval, apoyo técnico psicológico; José Salcedo, atleta júnior, 56 kilos; Giselle Samudio, atleta júnior, 45 kilos; y como delegados, los sifus Marco Flor y Olga Céspedes.
EL Shuai Jiao
El Shuai Jiao es el arte de la lucha libre originaria del norte de China, especialmente en las provincias de Beijing, Tianjin y Baoding (el mismo término es también usado en el idioma para referirse a la lucha mongola o a la occidental).
Se basa más en el derribo del oponente que en lanzarlo o barrerlo, utiliza uniformes y chaquetas holgadas para ayudar al agarre, de manera que recuerda mucho más al moderno judo o jujutsu, que a ningún otro estilo de lucha tradicional asiática.
Lo separan de estas artes, sin embargo, la presencia de golpes y patadas y la ausencia de lucha en el suelo.
