El miércoles 25 de mayo del 2011, ocurrió algo insólito en el fútbol paraguayo. Ese día Cerro Porteño disputó dos partidos, en horarios diferentes. A la tarde el Ciclón recibía en La Olla a 3 de Febrero de CDE, por el torneo local y a la noche era visitante ante el Santos, en São Paulo, en la semifinal de ida, de la Copa Libertadores.
Cerro Porteño hacía rato que había “tirado la toalla” en el torneo Apertura de aquel 2011, encontrándose en la mitad de la tabla para abajo y la prioridad era la participación en la Copa Libertadores, a la que había llegado hasta la instancia semifinal.
De esa manera Cerro aceptó jugar el partido de regularización frente al 3 de Febrero el mismo día que se jugaba el cotejo de ida por la etapa semifinal de la Copa.
La cartelera de aquel 25 de mayo del 2011 tenía esta programación. El equipo paralelo azulgrana, en su estadio de La Olla, tenía que recibir al 3 de Febrero, a las 16:00, en la regularización de la 16ª fecha del Apertura. Mientras que el equipo titular disputaría su primer encuentro por la semifinal copera, a las 20:50, en el estadio Pacaembú de São Paulo.
En barrio Obrero los cerristas empataron, 1-1, ante los esteños, con esta alineación: Pablo Gavilán; Iván Paniagua, Teodoro Paredes, Danilo Ortiz y Lautaro Formica; Fredy Fretes (79’ Darío Ferreira), Néstor Ramírez, Alberto Martínez (83’ Óscar Romero) y Francisco García (57’ Diego Godoy); Juan Maldonado y Ángel Romero. El técnico fue Ernesto Corti, uno de los asistentes del entrenador Leonardo Astrada.
A la noche, el Ciclón caía ante el Santos de Neymar, por 1-0 y los azulgranas formaron así: Diego Barreto; Iván Piris, Pedro Benítez, Mariano Uglessich y César Benítez; Luis Cáceres, Javier Villarreal (85’ Rodrigo Burgos), Julio dos Santos e Iván Torres (64’ Jorge Núñez); Jonathan Fabbro y Fredy Bareiro (73’ Roberto Nanni).
Así, nueve años atrás, Cerro Porteño tuvo que disputar dos partidos en un mismo día.
Ante la posibilitad de que se anuncie la fecha tentativa para los entrenamientos grupales. de los clubes de Primera, surgen algunas preocupaciones en aquellos equipos que tienen a futbolistas extranjeros en sus filas y que fueron a sus respectivos países a pasar la cuarentena.
Guaraní es uno de los equipos que tropieza con esta realidad, cinco jugadores deben retornar para el inicio de las actividades una vez que las autoridades den la autorización correspondiente.
Raúl Bobadilla es paraguayo, pero que tiene su familia en Argentina y es por ello que se encuentra en ese país, lo mismo que Nicolás Maná, Bautista Merlini y Hernán Lopes.
Igualmente, el volante charrúa Rodrigo Fernández Cedrés, esta en Uruguay. Todos tendrán que gestionar la manera de retornar a Paraguay con tiempo, pues a su llegada deben someterse a cuarentena antes de sumarse a las actividades de su equipo. El inconveniente pasa por la falta de vuelo y ademas por el cierre de las fronteras que solo permiten el ingreso de connacionales.
CON CONTRATOS A VENCER
Guaraní viene asegurando a todas sus principales figuras, como Raúl Bobadilla, Guillermo Benítez entre otros. Pero aún tiene trabajo, como
lograr la continuidad del goleador Fernando Fernández, una prioridad total, aunque las cosas no es tan sencilla. En junio termina el préstamo y su club, Tigres de México desea una transferencia definitiva y ya no un préstamo.
En principio Guaraní no estaría en condiciones de adquirir el pase definitivo del delantero pero agotará todas las instancias para conseguir una extensión del préstamo por lo menos hasta fin de año.
En tanto, Iván Ramirez que pertenece a Libertad se está gestionando un nuevo préstamo y dependerá si el equipo Gumarelo lo rescata o de nuevo cede a un nuevo préstamo a Guaraní donde tuvo un buen inicio de temporada.
Otros que están cumpliendo sus acuerdos son: Jorge Bava, Fernando Barrientos, Javier Báez, este último figura importante del equipo y que para seguir contando con su concurso, Guaraní deberá hacer una fuerte apuesta económica.
Hinchas de Luqueño autoconvocados, dejaron sin efecto por ahora una caravana de vehículos que pretendían realizar en la noche de este lunes, en los alrededores del estadio auriazul, reclamado una rápida solución a la crisis dirigencial.
La desconvocatoria es a raíz de una recomendación de la Policía Nacional por la vigencia de las restricciones sanitarias. La protesta de los aficionados apuntan a la actual directiva que encabeza Celso Cáceres quien decidió mantener cerrada la secretaría del club, cuando se esperaba que desde la fecha se reabrieran las oficinas administrativas de la institución.
El club, a través de un comunicado informó que seguirán cerradas las oficinas, mientras se realicen las adecuaciones sanitarias establecidas por el Ministerio de salud. Sin embargo, creen que la decisión es dilatar de alguna manera la presentación de las renuncias de los 14 miembros de la directiva, hecho que forzaría la salida de Cáceres de la presidencia.
Sin cuerpo técnico
Un tema que no deja de ser preocupante es lo relacionado al cuerpo técnico de Luqueño liderado por Hernán Rodrigo López y la mayoría de los integrantes ya que se encuentran fuera del país (Uruguay). Los mismos deben venir cuanto antes para entrar en una cuarentena obligatoria, pero el inconveniente puede complicarse, pues las fronteras están cerradas.
A ello hay que sumarle los 14 días de aislamiento obligatorio que no le permitirá estar disponible para el arranque de los entrenamientos, que tiene como fecha tentativa la primera quincena de junio.
Por otro lado, Luqueño no pierde la fe de jugar en su cancha. De acuerdo a lo conversado con el doctor Ralando González, médico del club, las condiciones están dadas para que el estadio airiazul sea utilizado no sólo para entretenimientos sino también para jugar los partidos oficiales ya que serán sin la presencia de público.
"Faltan muy pequeños detalles que luego de la reunión del jueves serán completadas, los demás ya tenemos todo definido como son cuatro vestuarios, las entrada y salida para equipo local y visitante. Por lo que estamos preparados creo que un 90 ciento podremos jugar en nuestro estadio", explicó a nuestro medio el galeno luqueño.
